Nota: El siguiente texto nace de las ideas de un mexicano que vive entre millones de mexicanos. No es mi intención atentar en contra de las ideas que existen en este foro.
Te despiertas desnudo con el sudor en la nuca y miras en dirección a la ventana. Acabas de cojer y crees que una venida de semen ha solucionado semanas, incluso meses de tensión sentimental. Mientras te fumas un cigarro (yo no fumo, en mi caso pongo música a un volumen discreto) caes en la cuenta de que un orgasmo no podrá solucionar las complejidades del amor (tienes la certeza) y decides continuar así. Adoras la inseguridad masoquista de poder dormir a su lado para siempre, piensas en ese post coito que solo los enamorados suelen disfrutar en las profundidades embrionales del sueño y te aferras a eso, te aferras a su respiración pausada, al aroma de su cuerpo , a su humedad... Palpas a tientas su proximidad, porque en el juego de certezas e inseguridades en una pareja, es mejor no saber a ciencia cierta. Te volteas con los ojos cerrados y tu mano siente el vacío en la otra mitad de la cama.
Te despiertas desnudo con el sudor en la nuca y miras en dirección a la ventana. Acabas de cojer y crees que una venida de semen ha solucionado semanas, incluso meses de tensión sentimental. Mientras te fumas un cigarro (yo no fumo, en mi caso pongo música a un volumen discreto) caes en la cuenta de que un orgasmo no podrá solucionar las complejidades del amor (tienes la certeza) y decides continuar así. Adoras la inseguridad masoquista de poder dormir a su lado para siempre, piensas en ese post coito que solo los enamorados suelen disfrutar en las profundidades embrionales del sueño y te aferras a eso, te aferras a su respiración pausada, al aroma de su cuerpo , a su humedad... Palpas a tientas su proximidad, porque en el juego de certezas e inseguridades en una pareja, es mejor no saber a ciencia cierta. Te volteas con los ojos cerrados y tu mano siente el vacío en la otra mitad de la cama.
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