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Pues nada, que un grupo de luchadores sociales y organizaciones afines ha denunciado a una mafia por robarse la elección del Cristo en la pasión de Iztapalapa, y para impugnarla han recurrido ante el tribunal del señor Pilatos, del que tienen sospechas de estar a su servicio, por lo que se han declarado en estado de alerta permanente.
Todo comenzó con la elección del candidato José Emanuel Guillén para el protagónico del mártir del Gólgota local en su edición 2008, proceso que fue tachado de fraudulento y al Cristo de espurio, ilegítimo, impuesto por una minoría rapaz que quiere apoderarse del Cerro de la Estrella, del que hay versiones de que quieren privatizarlo, y que obedece a intereses ajenos a esa delegación. Por eso, han establecido un plan de resistencia civil pacífica, que encabezará un Cristo de Iztapalapa autodeclarado legítimo, que en un viacrucis alterno será coronado y crucificado en el Zócalo el próximo 16 de marzo, al inicio de la Semana Santa.
Este Cristo legítimo ha integrado su propia mesa con sus doce apóstoles, legítimos también, claro, y ha establecido los principios de su doctrina a partir de la resurrección, que ya tiene prevista pero que guarda en secreto para evitar que las mismas mafias lo quieran reventar a través de sus provocadores.
El mismo Cristo, que insiste en llamar al elegido en Iztapalapa como el Cristo pelele, ha denunciado la existencia de un cerco informativo en el que, salvo honrosas excepciones, los medios están al servicio del Cristo espurio, por lo que ya ha enviado cartas a sus propietarios para que le abran espacios a fin de documentar, en el ejercicio de su derecho de réplica, cómo cometieron el fraude para elegir al que oficialmente quieren crucificar dentro de quince días, si él lo permite, y para lo que ya instruyó a los suyos a fin de tomar el Cerro de la Estrella para impedir su crucifixión y muerte y, por tanto, su resurrección al tercer día; así se presentará una crisis de legitimidad y él, como el Cristo legítimo, morirá en la Cruz.
Uno de los puntales de su alegato es que José Emanuel Guillén es un empleado de los grandes intereses, por lo que está impedido, no sólo para representarlos, sino por haber violado la no reelección. Este Guillén, ha documentado el Cristo legítimo, fue el mártir de Iztapalapa el año pasado, y para documentarlo mostró los legajos, videos y fotos donde consta.
En fin, que la Pasión de Iztapalapa está ante el riesgo real de una crisis institucional si a las tres de la tarde del Viernes de Pasión, que es la fecha oficial, el Cristo elegido no puede morir en la cruz, y el autocrucificado legítimo sea el que resucite al tercer día.
Nos vemos el martes, pero en privado.
Todo comenzó con la elección del candidato José Emanuel Guillén para el protagónico del mártir del Gólgota local en su edición 2008, proceso que fue tachado de fraudulento y al Cristo de espurio, ilegítimo, impuesto por una minoría rapaz que quiere apoderarse del Cerro de la Estrella, del que hay versiones de que quieren privatizarlo, y que obedece a intereses ajenos a esa delegación. Por eso, han establecido un plan de resistencia civil pacífica, que encabezará un Cristo de Iztapalapa autodeclarado legítimo, que en un viacrucis alterno será coronado y crucificado en el Zócalo el próximo 16 de marzo, al inicio de la Semana Santa.
Este Cristo legítimo ha integrado su propia mesa con sus doce apóstoles, legítimos también, claro, y ha establecido los principios de su doctrina a partir de la resurrección, que ya tiene prevista pero que guarda en secreto para evitar que las mismas mafias lo quieran reventar a través de sus provocadores.
El mismo Cristo, que insiste en llamar al elegido en Iztapalapa como el Cristo pelele, ha denunciado la existencia de un cerco informativo en el que, salvo honrosas excepciones, los medios están al servicio del Cristo espurio, por lo que ya ha enviado cartas a sus propietarios para que le abran espacios a fin de documentar, en el ejercicio de su derecho de réplica, cómo cometieron el fraude para elegir al que oficialmente quieren crucificar dentro de quince días, si él lo permite, y para lo que ya instruyó a los suyos a fin de tomar el Cerro de la Estrella para impedir su crucifixión y muerte y, por tanto, su resurrección al tercer día; así se presentará una crisis de legitimidad y él, como el Cristo legítimo, morirá en la Cruz.
Uno de los puntales de su alegato es que José Emanuel Guillén es un empleado de los grandes intereses, por lo que está impedido, no sólo para representarlos, sino por haber violado la no reelección. Este Guillén, ha documentado el Cristo legítimo, fue el mártir de Iztapalapa el año pasado, y para documentarlo mostró los legajos, videos y fotos donde consta.
En fin, que la Pasión de Iztapalapa está ante el riesgo real de una crisis institucional si a las tres de la tarde del Viernes de Pasión, que es la fecha oficial, el Cristo elegido no puede morir en la cruz, y el autocrucificado legítimo sea el que resucite al tercer día.
Nos vemos el martes, pero en privado.
¿Les recuerda algo ésto que está pasando en Iztapalapa?
Es el colmo