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Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

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  • Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

    Antes del concierto de Silvio conocía muy poco de la poesía de Fernández Retamar... Realmente no soy muy dedicada a la poesía, pero en esta ocasión despues de escucharla de su autor, con la voz quebrada de pronto, te mueve el alma...

    Deseo dedicar este espacio a este señor... A las letras y suspiros, a este estruje de alma y sentido...



    Reseña biográfica

    Poeta cubano nacido en La Habana en 1930.
    Se licenció en Filosofía y Letras y luego se doctoró en La Sorbona y en la Universidad de Londres. Fue invitado por la Universidad de Yale para ofrecer un curso sobre Literatura hispanoamericana y dictó conferencias sobre Literatura hispanoamericana en las universidades de Praga y Bratislava.
    Además de haber ocupado algunos cargos políticos, ha dirigido las publicaciones Nueva Revista Cubana 1959-60 y Casa de las Américas desde 1965.
    Obtuvo el Premio Nacional de Poesía por su libro «Patrias» en 1951, el Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío, el Premio Internacional de Poesía Nikola Vaptsarov de Bulgaria, el Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde, de Argentina, el Premio de la Crítica Literaria por «Aquí» en 1996 y la Medalla oficial de las Artes y las Letras, otorgada en Francia, en 1998.
    De su obra poética también merecen destacarse: «Vuelta de la antigua esperanza», «Con las mismas manos», «Buena suerte viviendo» y «Qué veremos arder».
    Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

  • #2
    Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

    Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

    Comment


    • #3
      Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

      Nunca me hubiera imaginado que había sido director de la Casa de las Américas, sitio del que te contaré una aventura que me sucedió tratando de conseguir un libro premiado por dicha casa, y que logré conseguir en la embajada cubana.

      Gracias, Lore, por ilustrarme al respecto.

      Un abrazote.

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      • #4
        Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

        También fué noticia para mi, no sabía muy bien como iba a estar la cosa porque se dijo muy poco de esto, pero despues de escucharlo... wow.. gran sorpresa!!!

        Gracias a ti Tan.

        Me encantaría que me contaras semejante aventura, siempre es muy grato poder leer a una persona que escribe y expresa tan bien como tú, y sobre todo cuando se trata de esos momentos de vida que le dejas a cada ser humano, son cosas que uno atesora enormemente...

        Un beso
        Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

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        • #5
          Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

          Fíjate que hace miles de años, por allá por la era de hielo en que yo ya era grande y hasta había bailado con Don Porfirio, como dicen mis malquerientes, juar, empecé a leer a Jorge Ibargüengoitia. Lo primerito que leí de él fue "La ley de Herodes", y me gustó tanto su humor ácido y la soberbia manera en que manejaba el sarcasmo que decidí conseguir todo lo que encontrara publicado por él.

          Descubrí que escribía en el Excelsior, así que me convertí en lectora habitual de su columna, y mientras tanto buscaba con fruidez lo que pudiera encontrar de lo que había escrito.

          En ese tiempo, en donde ya había pasado la crisis de los misiles pero seguía fuertísima la guerra fría, que recordarás se terminó ya muy avanzado el siglo, Jorge Ibargüengoitia había sido invitado a participar como jurado en la Casa de las Américas, y narraba en Excelsior las chocoaventuras de su estancia en la isla, de lo que vivía cotidianamente, y de los demás autores con los que se había encontrado allá. Las carcajadas que me propiciaba leer sus disgresiones, que parecían platicadas en serio, pero llevaban una enorme carga de ironía, me motivó a que buscara yo uno de sus libro que no había podido conseguir en México.

          Diciendo y haciendo, que es gerundio, me arranqué a la embajada cubana que en ese tiempo si no recuerdo mal estaba por las calles de Juanacatlán. Era vox pópuli que la embajada estaba vigilada por gente de la "compañía" que, según se decía, tomaba fotografías de todos y cada uno de los ciudadanos que por una u otra razón tocábamos base en la embajada. A mi, que siempre me han valido malles ese tipo de cosas, me preocupó lo mismito que se le unta al queso. Cuando uno es joven y soltera, como que hay cosas en las que no mides las repercusiones. Y yo, que era exactamente eso, pero con el agravante de ser ciudadana de la frontera norte de México, como quiera fui a la embajada sin considerar que me hubieran podido quitar la "tarjeta local", o que me hubieran prohibido la entrada a los yunaites per secula seculuorum.

          La cosa es que me apersoné y solicité el posible envío del libro que yo andaba buscando. Ignoro cuántas solicitudes de ese tipo recibían en la embajada en ese tiempo, pero me atendieron muy diligentemente y me ofrecieron hacer lo posible por mandar traer el libro en cuestión.

          Una jovencita cubana me dio un número telefónico, y me pidió comunicarme con ella en un término de siete días. Así lo hice en efecto, y para mi placer resultó que, en efecto, el libro me había sido enviado por la Casa de las Américas. Justamente era director de la misma, Roberto Fernández Retamar.

          No sólo me había enviado el texto citado, sino que venía acompañado de una tarjeta personal del director, en la que me felicitaba por la elección de ese libro en particular, de un autor, además, de mi nacionalidad. Sobra decir que dicha tarjeta la conservé como un apreciado y valioso tesoro.

          Y ahora, una de sus obras.

          Con las mismas manos de acariciarte estoy construyendo una escuela.

          Llegué casi al amanecer, con las que pensé que serían ropas de trabajo,
          Pero los hombres y los muchachos que, en sus harapos esperaban
          Todavía me dijeron señor.
          Están en un caserón a medio derruir,
          Con unos cuantos catres y palos: allí pasan las noches
          Ahora, en vez de dormir bajo los puentes o en los portales.
          Uno sabe leer, y lo mandaron a buscar cuando
          supieron que yo tenía biblioteca.
          (Es alto, luminoso, y usa una barbita en el insolente rostro mulato.)
          Pasé por el que será el comedor escolar, hoy sólo señalado por una zapata
          Sobre la cual mi amigo traza con su dedo en el aire ventanales y puertas.
          Atrás estaban las piedras, y un grupo de muchachos
          Las trasladaban en veloces carretillas. Yo pedí una
          Y me eché a aprender el trabajo elemental de los hombres elementales.
          Luego tuve mi primera pala y tomé el agua silvestre de los trabajadores,
          Y, fatigado, pensé en ti, en aquella vez
          Que estuviste recogiendo una cosecha hasta que la vista se te nublaba
          Como ahora a mí,
          ¡Qué lejos estábamos de las cosas verdaderas,
          Amor, qué lejos -como uno de otro!
          La conversación y el almuerzo
          Fueron merecidos, y la amistad del pastor
          Hasta hubo una pareja de enamorados
          Que se ruborizaban cuando los señalábamos, riendo,
          Fumando, después del café.
          No hay momento
          En que no piense en ti.
          Hoy quizás más,
          Y mientras ayude a construir esta escuela
          Con las mismas manos de acariciarte.

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          • #6
            Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

            Agradeciendo el regalo de una pluma de faisán

            Con esta hermosa pluma tornasolada puedo
            Escribir las palabras en que García Lorca
            Dijo
            Herido de amor huido.
            Dijo que en tus ojos
            Había un constante desfile de pájaros,
            Un temblor divino como de agua clara
            Sorprendida siempre sobre el arrayán.

            Escribir las palabras en que Góngora dijo
            A batallas de amor campos de pluma.

            Escribir las palabras en que Antonio Machado
            Dijo
            Hoy es siempre todavía.

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            • #7
              Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

              Wow!!... Tan, algún día tendré ese capturar que tienes cuando narras este tipo de cosas, me transportaste y me hiciste imaginarte, la solicitud, la respuesta... Gracias por compartirlo
              Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

              Comment


              • #8
                Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

                Comment


                • #9
                  Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                  Lore, te dejo un regalito.

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                  • #10
                    Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                    La imagen me encantó en verdad...

                    En casa tendrá su lugar junto a los especiales en verdad que me gustó muchísimo

                    Muchas gracias
                    Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

                    Comment


                    • #11
                      Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                      Al contrario, Lore. Eso y mas mereces. Y cntinuando con el tema:

                      Epitafio de un invasor.

                      Tu bisabuelo cabalgó por Texas,
                      Violó mexicanas trigueñas y robó caballos
                      Hasta que se casó con Mary Stonehill y fundó un hogar
                      De muebles de roble y God Bless Our Home.
                      Tu abuelo desembarcó en Santiago de Cuba,
                      Vio hundirse la Escuadra española, y llevó al hogar
                      El vaho del ron y una oscura nostalgia de mulatas.
                      Tu padre, hombre de paz,
                      Sólo pagó el sueldo de doce muchachos en Guatemala.
                      Fiel a los tuyos,
                      Te dispusiste a invadir a Cuba, en el otoño de 1962.

                      Hoy sirves de abono a las ceibas.

                      La Habana, octubre de 1962.

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                      • #12
                        Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                        Un hombre y una mujer

                        ¿Quién ha de ser?
                        Un hombre y una mujer
                        Tirso de Molina

                        Si un hombre y una mujer atraviesan calles que nadie ve
                        sino ellos,
                        calles populares que van a dar al atardecer, al aire,
                        con un fondo de paisaje nuevo y antiguo más parecido
                        a una música que a un paisaje;
                        si un hombre y una mujer hacen salir árboles a su paso,
                        y dejan encendidas las paredes,
                        y hacen volver las caras como atraídas por un toque de
                        trompeta
                        o por un desfile multicolor de saltimbanquis;
                        si cuando un hombre y una mujer atraviesan se detiene
                        la conversación del barrio,
                        se refrenan los sillones sobre la acera, caen los llaveros
                        de las esquinas,
                        las respiraciones fatigadas se hacen suspiros:
                        ¿es que el amor cruza tan pocas veces que verlo es motivo
                        de extrañeza, de sobresalto, de asombro, de nostalgia,
                        como oír hablar un idioma que acaso alguna vez se ha
                        sabido
                        y del que apenas quedan en las bocas
                        murmullos y ruinas de murmullos?

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                        • #13
                          Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                          Este es el recital del auditorio...

                          [/center]
                          Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida... Silvio Rodríguez

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                          • #14
                            Re: Roberto Fernández Retamar, America y Cuba

                            Órale, muy bueno, Lorena. Me gusta mucho que se haga evidente que eres una persona sensible.

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