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Se imaginan...

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    Lugar: Zócalo en el momentos que el Presidente da el grito.
    EL presidente sale al zócalo, los pocos ciudadanos que lo acompañan ya fueron alimentados con torta y soda, quienes momento antes estaban viendo el gran espectáculo gratis en donde los más queridos ídolos de televisión ofrecieron los mejores pasos de baile y sus voces fue ofrecida generosamente a todos los concurrentes. Las luces se apagan y se enfocan en el balcón presidencial donde empieza a aparecer el "líder" de esta gran nación. Seguro de sí mismo, con pies de plomo, demostrando que el nada sabe, nada teme y en una aparición de telenovela se ve la figura presidencial en el palco donde se escuchara un grito jamás dado ahí, pero la efervescencia patriótica se ha enfocado en ese preciso lugar para ser descargada a lo ancho y largo del país. El presidente en turno, se para a la orilla del balcón dando la frente a los concurrentes. Todos guardan silencio para el esperado grito. Su mano derecha firme y segura de su camino, toma la reata que hará sonar la campana de Hidalgo, con la izquierda, ayudado por un porta bandera que se sujeta a sus hombros y agarrando con extrema firmeza el lábaro patrio, voltea a ver a los ciudadanos que esperan el presagio de todos los años....Baja el brazo derecho y la primer campanada retumba en todo el zócalo, en ese momento... la bandera aun cuando no hay aire, empieza con un bailoteo a su alrededor como si el aire la estuviera moviendo. Segunda campanada: La mano firme del presidente jala otra vez con decisión la soga y la campanada no se hace esperar, su ruido hace cimbrar a todos los presentes y la bandera, nuestra águila con todo el orgullo se abre y ondea en todo su esplendor colocándose como por arte de magia detrás de nuestro líder, una estampa poco vista desde hace mucho tiempo: El balcón patrióticamente enseñoreado, luciendo con una soberbia como pocas veces, atrás de el, el presidente dignamente vestido con los mejores trajes europeos, recordando a Porfirio Díaz, su peinado implacable, inamovible, sus ojos viendo siempre al frente con esa actitud que impacto a las damas las cuales ofrecieron no solo sus votos sino algo más. Y atrás de el, protegiéndolo el laboro patrio el rojo a su derecha, el verde a la izquierda y el águila, como siempre protegiendo a sus más leales seguidores y para cerrar la heroica imagen o tal vez por azares del destino, se ve el águila arriba de su cabeza. Tercer campanada: Súbitamente, como si lo bandera abrazara a su protegido, cierra sus brazos y abraza al presidente, el rojo que representa la sangre de todos nuestros héroes nacional y el verde que es la esperanza de todos los mexicanos se han fundido en uno solo y abrazan con toda su fuerza al presidente. O que gran acto, la misma bandera le hace de guardián y ofrece sus colores, su cuerpo para proteger a su representante. El sonido de la campando no ha desaparecido por completo cuando repentinamente, nuestra Águila, si nuestra querida Águila, esa Águila que nos ha enchinado la piel y que hemos muchas veces denostado, avergonzado y hasta renegado de ella, emprende su vuelo hacia el vacio... Sus alas esta vez no se abren, esta vez el águila cae por el precipicio llevando a su presa en su caída. En ese vuelo, aprisiona a su víctima, el individuo y el lábaro caen. La concurrencia solo ha expresado un grito de angustia que se pierde en la infinidad, miles de ojos ven caer la esperanza, la libertad y la sangre de los mexicanos....Momentos antes de estrellarse en el suelo, por un extraña coincidencia con el aire que empieza a soplar de norte a sur, la bandera se desprende del cuerpo, abre sus colores y emprende un vuelo de regreso al balcón. Noblemente se coloca en la orilla de este y ondea a todo lo largo....el mensaje de este, lo descifro pero...cada uno de los presentes en el zócalo, tiene su conclusión.
    En el cielo mexicano, Juan Escutia reniega del hecho y solo acerta a decir: ¡No eso es mío, solo mío!, soy el único que ha muerto de esa manera. Margarito Suazo lo voltea a ver y le comenta: ¡Ahora si vas a saber que se siente que las acciones de otro te las asignen a ti!
    sigpic
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