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Novela histórica

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  • #91
    Re: Novela histórica




    TRES DIAS DE AGOSTO

    Jordi Sierra i Fabra

    Sinopsis:
    Agosto de 1950. Miquel y Patro se disponen a pasar un día de playa.
    Sin embargo, todo se torcerá cuando ella desaparezca y él reciba una nota muy explícita: si no resuelve en tres días un caso que dejó inconcluso en 1938, Patro morirá.
    Desde este instante, a contrarreloj, en una Barcelona batida por la canícula estival, Miquel deberá enfrentarse a los fantasmas del pasado una vez más.

    El caso que no concluyó, debido a una intempestiva enfermedad, y que resolvió otro inspector demasiado rápidamente causando la muerte de un inocente, se remonta a los crueles bombardeos de marzo de 1938 sobre la ciudad.
    Bombardeos que, después de Guernica, fueron los más sanguinarios y salvajes de la guerra.
    La bomba que hizo saltar por los aires la esquina de la Gran Vía con la calle de Balmes es el detonante para la novela.
    Allí apareció el cadáver de un soldado que no murió por la explosión, sino asesinado. ¿Por quién? ¿Por qué?
    Además, en plena investigación, descubrirá algo que va a cambiarle la vida. Algo que atañe a Patro. Algo que le hará sudar por algo más que por el calor.


    RESEÑA DE 'NUEVE DÍAS DE ABRIL'

    Miquel Mascarell es un antiguo inspector de policia de la ciudad de Barcelona que estuvo condenado a muerte en el Valle de los caídos, dónde después de ocho años preso consiguió salir en libertad viéndose retirado de su profesión. Ahora vive apaciblemente su nueva vida, consciente de la segunda oportunidad que está teniendo, y locamente enamorado de Patro, una mujer bastante más joven que él que le ha devuelto las ilusiones y las ganas de seguir.
    A pesar de estar retirado sigue metiéndose en medio de más de una investigación; un policía nunca deja de serlo.

    En esta ocasión la historia se sitúa en agosto de 1950, en Barcelona.
    Cuando está apunto de disfrutar de un apacible día de playa con Patro, sus planes se ven truncados: su mujer desaparece. Tras preguntarle a la portera averigua que dos hombres la han metido en un coche y se la han llevado. Minutos después aparece un niño con una carta para Miquel, en ella le dicen que necesitan de su ayuda para resolver un antiguo caso.
    En 1938, en medio de los bombardeos que sufrió Barcelona, un joven soldado fue asesinado, y como resultado un amigo del fallecido fue acusado y acabó muriendo en comisaría, y sin confesar, porque sufría del corazón.
    Él fue el encargado de investigar el asesinato pero una apendicitis le obligó a dejar el caso en manos de otros dos inspectores de los que se sospecha que dieron carpetazo al caso tras sufrir presiones.
    Dispone de tres días para resolver el caso y encontrar al verdadero asesino; mientras tanto su mujer permanecerá con ellos.

    Tras este potente inicio comienza una historia que mantiene el ritmo durante todas sus páginas.
    Lo que más me gusta de los libros de Jordi Sierra i Fabra es lo fácil que te internas en sus historias y la naturalidad con la que te presenta los hechos haciéndote formar parte de ellos.
    Una vez más nos presenta una historia policiaca que no necesita de escenas macabras ni litros de sangre para tenerte con el corazón en un puño.
    Y una vez más protagonizada por Miquel Mascarell y su mujer Patro, dos personajes de lo más carismáticos a los que son imposibles no tomarles un cariño especial.




    También cabe destacar que esta historia está ambientada alrededor de un caso real.
    En una nota del autor al final libro se comenta que entre el 16 y el 20 de marzo de 1938 Barcelona sufrió los mismos bombardeos que durante la Guerra Civil cayeron sobre ciudades como Guernica o Durango con la única finalidad de matar civiles.
    Una de las bombas más sanguinarias fue la que cayó en la confluencia de la Gran Vía con Balmes ya que coincidió con el paso de un camión cargado de dinamita y alcanzó un tranvía que transportaba un gran número de pasajeros.
    El autor cuenta que tras ver la foto junto a la que acompaño estas líneas, sintió la necesidad de ofrecer su particular homenaje a las víctimas, y en 'Tres días de agosto' finalmente pudo hacerlo.

    Creo que queda bastante claro cuánto me ha gustado esta historia y cuánto os animo a leerla.
    Si os gustan las novelas de investigación, y queréis una que prácticamente se lee sola, y que encima os acercará a la dureza de la historia reciente de nuestro país, no dudéis en internaros en esta saga de novelas protagonizadas por el inspector Mascarell.
    (los libros al sol)

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    • #92
      Re: Novela histórica

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      • #93
        Re: Novela histórica

        LA INEXISTENTE CRÍTICA LITERARIA EN NOVELA HISTÓRICA
        ¡APAÑADOS ESTAMOS!


        Si eres escritor no se te ocurra decir de un colega lo que sigue:
        «El escritor Perengano es un profesor de universidad que escribe novelas de romanos.
        En su última novela El penacho del galo dos niñitos escapan milagrosamente de una matanza. Llegan al limes romano y no les dejan pasar.
        Sigue el típico esquema del crecimiento en la tragedia, tan habitual en las novelas fantásticas: ambiente idílico, matanza que lo trunca, niños que la contemplan y que luego se hacen mayores.
        Podríamos llamar a esta técnica tan burda, tan cinematográfica y cansina, como primavera rota, o como testigos de la masacre, o como vida predeterminada. El chico termina entrando, hecho un zulú, en Roma con las huestes bárbaras».

        Tampoco se te ocurra continuar de la siguiente guisa:

        «El pedagogismo del autor es exagerado, pues su narrador no se priva de proporcionarnos un permanente informe periodístico del momento histórico con todo lujo de detalles generales, es decir que se muestra como un cicerone de la Historia. Es lo que sucede cuando se sabe mucho de un tema, que en lugar de trabajar sólo sobre la parte emergida del iceberg, como decía Hemingway, se pone ante el lector toda una montaña de hielo inabordable.»

        Y, mucho menos, evita decir lo siguiente:

        «Por otra parte, los lugares comunes brotan entre sus páginas como malas hierbas y hay magníficos presentismos sorprendentes como dar el apelativo de agentes de extranjería a ciertos soldados romanos que estaban controlando a los bárbaros en la frontera.»
        Y lo tendrás claro en tu futuro profesional si se te ocurre concluir de la siguiente manera:
        «En fin, como paseo por la Roma decadente no está mal, pero como novela deja mucho que desear.»

        Esto es así porque los autores son muy, pero que muy usceptibles, y las editoriales tanto o más. No aceptan críticas. No están acostumbrados.
        Parece que les mentaras la madre si escribes algo parecido a lo que arriba dejo escrito a título de ejemplo, expresiones muy livianas y hasta benévolas, por cierto.
        Sin embargo, para mí, escribir literatura con base histórica es más que embutir la Historia en una trama simple, tirando a infantil.
        Creo que la forma, en literatura, siempre ha de prevalecer sobre el fondo y que la prolijidad de la trama ha de entrelazarse con la minuciosidad del dato histórico, hasta formar un todo inseparable de elementos ligados.
        ¿Qué pensar, valga el ejemplo, de un cocido de alubias en el que estas vayan por una parte y las morcillas y el tocino por la otra, deslavazado todo y sin fundir en una salsa densa que todo lo envuelva?
        Pero, no nos engañemos; lograr el equilibrio de las artes no es tarea fácil. Por eso, no son pocos los empeñados en novelar la Historia con extraordinario alarde de simplicidad, y hacer pasar al engendro por literatura.

        Este tipo de novela histórica es prescindible, y conste que yo soy el primero en considerar mis propias novelas como plena, básicamente, por completo, inevitablemente, por activa, tétricamente, por desgracia, por pasiva y por completo prescindibles.
        Y, digo más, deseoso estoy de que me las critiquen, me las descompongan y las fulminen ojos críticos, pues de toda discrepancia se aprende, aunque nos duela, especialmente si nos duele, pero les aseguro que para un profesional la rabia es algo pasajero, y muy natural por otra parte.

        Por eso los escritores no deben irritarse cuando contemplen una crítica de esta guisa o peor —ya digo que esta es benévola—, pues es imprescindible que se nos digan las verdades, por muy subjetivas que estas sean.
        Amamos a nuestra obra como a los hijos, y nos enfadamos cuando nos dicen que la criatura es bizca, o que tiene dos cabezas… Sí, pero es mi hijo y usted, señor mío, no tiene derecho a criticar sus lindas testas que tanto me ha costado alimentar.
        Pero carecen de razón los autores que así piensan pues, señores míos, aunque les pese, aunque no estén acostumbrados a la idea, en el momento que ponen ustedes su obra en el mercado deja de ser hija suya y pasa a pertenecer a todos, y todos pueden opinar, aunque sobre gustos nada hay escrito.
        Por desgracia, sin embargo, hoy día la crítica ha muerto, y en aras de un raro buenismo nadie osa decir lo que piensa.
        Muy mal favor se hace con esta actitud a la literatura.
        Ya, dicen algunos pero ¿qué pasará si rodando el tiempo te encuentras con ese autor en una mesa redonda, en unas jornadas?
        Pues, ¡qué va a pasar!, que o me da de bofetadas o me invita a un café, y que como la gente es sensata, sucederá lo segundo, y que ahí puede estar el comienzo de una gran amistad.

        En cualquier caso, estén seguros de que sin crítica no puede haber buena literatura, y en los mentideros oficiales y oficiosos hay mucha gente buena, buenista, acomodada —o con mucha gana de acomodarse—, auténticos cantos rodados —incluso mucho antes de empezar a rodar por el ansiado e improbable, pero deseado, camino de la bestsellerización— que se escandalizan cuando alguien dice lo que piensa.

        Pero, si decimos todo esto, con nombres y apellidos, editoriales y hasta número de ISBN, nos la cargamos con todo el equipo.
        El que actúe así podrá publicar en Marte o en Júpiter, pero no en el Planeta Tierra, al menos tal y como hoy están todos de susceptibles.

        ¿A que se comprende ahora por qué no existe crítica literaria en general, y en novela histórica en particular?
        Existe una ley no escrita: cuanto peor es el género literario —en el sentido de técnica nula, forma abecedeta y capacidad expresiva nula—, mayor la sensibilidad baturra.

        ¿Morirá también la novela, ayuna de crítica?
        ¿Ha muerto ya?...
        Bueno, sé de uno que dice que no, que eso se viene afirmando desde los tiempos de Cervantes, o anteriores… No sé, no sé.


        Publicado por Javier Tazón Ruescas
        lunes, 28 de agosto de 2017


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        • #94
          Re: Novela histórica




          EL ROJO EN EL AZUL
          Jerónimo Tristante

          Javier Goyena es el Rojo que trabaja de intendente en un Hospital de La República.
          Su vida tranquila en el hospital termina cuando escribe un artículo en el Periódico Unidad criticando el papel del Partido Comunista en la Guerra Española y lo que es peor haciéndose eco del desmembramiento en la filas republicanas, lo cual llevaría a la derrota frente a la unión del Partido Nacional.
          ”De cómo y por qué perderemos la guerra” es el título de las líneas que cambiarían la vida de Javier para siempre.

          Para evitar que desde sus propias filas le den “el paseo” le recluta el Partido Comunista de Rusia por ser un hombre inteligente para el futuro del partido. Le dan una noche para despedirse de su mujer y su hija y al día siguiente debe partir para Barcelona.

          En ese momento el Movimiento Nacional corta las líneas republicanas, con lo cual a Javier le es imposible volver a Murcia y la única solución que encuentra en alistarse en el Ejército Republicano.
          Después de días duros pasados en el Frente del Ebro es herido teniendo el momento justo para quitarle la guerrera a un falangista, Blas Aranda.
          Eso y la amnesia producida por una herida en la cabeza le salvan la vida.

          Tres años después recobra la memoria y se encuentra en una casa de salud para heridos de guerra.
          Huye de allí para reencontrarse con su mujer y su hija, pero en Murcia una vecina le reconoce y le delata.
          De vuelta en la Casa de Salud se da cuenta de que su vida peligra y no se le ocurre otra manera de huir que alistándose en la División Azul, como buen falangista.
          Pero, tampoco esta vez le sale bien, y le recluta el servicio de inteligencia para hacerse con una reliquia que le han robado al Generalísmo, y que ha ido a parar a Leningrado.

          Blas Aranda parte con la Azul sin saber que la vida de aquellos falangistas, a los que él odia por convicción, se va a convertir en un infierno y que en varias ocasiones, gracias a ellos va a salvar su propia vida.

          Impresionante la descripción de la vida de aquellos chavales en una guerra en la que nada se les había perdido; frío, hambre, piojos… Menos mal que iban en calidad de aliados.
          Blas consigue pasarse a las filas rusas y tras muchos periplos consigue la reliquia.
          Lleva detrás al Servicio secreto español, al inglés, al ruso y al alemán, pero como buen aficionado le salva la suerte, y una falangista muy fanática. Lo que es la vida….

          Me ha resultado muy entretenido leer el Rojo en el Azul, y sobre todo me ha enriquecido mucho porque por desgracia hay períodos de la Historia más reciente de este país que sólo se pueden conocer en libros que buscas o te encuentras tú, porque en los Colegios, Institutos o Universidades no deben de saber que existen la División Azul, la Guerra de África y tantos otros episodios que forman parte de nuestra historia y deberíamos al menos saber que existieron.

          Por cierto, la moraleja final del libro viene a ser que menudo asco de políticos, militares y dirigentes del “mundo mundial”.
          En teoría la novela está basada en el período que comprende la Guerra Civil y el final de la Segunda Guerra Mundial.
          Aunque bien se podría extraer esa conclusión para el período actual.
          (al fondo a la derecha-blog)

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          • #95
            Re: Novela histórica

            viernes, 1 de septiembre de 2017

            LOS TRECE VICIOS DE LA NOVELA HISTÓRICA

            " Hace tres años y medio publiqué en un blog anterior un artículo titulado LOS TRECE VICIOS DE LA NOVELA HISTÓRICA, que concitó notable polémica en determinados círculos literarios; algunos se dieron por aludidos, aún no sé por qué.
            Ahora lo reedito tal cual, por ver qué sucede. ¿Habrá cambiado algo el panorama?
            Por desgracia, creo que no.

            El perfil medio del escritor de novela histórica es el de un amante, frikie más bien, de la Historia, carente de lecturas profundas —y que, en consecuencia, no ha interiorizado el ritmo del lenguaje literario— con un acervo cultural y un léxico más bien bajito, que incluso por no leer no ha leído siquiera novela histórica, que desconoce los mecanismos básicos del arte de narrar, independientemente de las decenas de novelas que les hayan publicado, una tras otra igual de deficientes todas.

            ¡Ojo!, que lo anterior es el reflejo del escritor robot, que en la realidad hay mucha excepción.
            En el mejor de los casos, el escritor es un aficionado lego a la Historia —o profesional de ella que cree que ya que ha escrito mil ensayos, una novela le sale tecleando con el codo— que desconoce el arte literario y que, como no tiene referentes —eso es lo más grave de la impertinencia—, cada uno se siente un sol en su mundo, carece de vergüenza por escribir tan mal, tan fuera del arte y se presenta —y sobre todo, es presentado— como un rompedor, como un bestsellerado.

            Esto es el triste perfil del escritor patrio actual —insisto en que hay excepciones, y tú, lector de este artículo que abres tanto los ojos como si te estuviera atacando personalmente has de saber que tú, precisamente tú, eres una excepción—. Y es que, con la invención de la imprenta vino el Siglo de Oro; con la de la máquina de escribir, el Segundo Siglo de Oro, en los años veinte o treinta del siglo pasado; con la del ordenador y los infinitos medios técnicos actuales, paradógicamente, el fin de la literatura.
            Y la Novela Histórica es la punta de lanza del facilismo literario que se impone por doquier.

            Los medios técnicos nos han cortado por lo alto, ahora todos enanos y, sobre todo aislados, sin referentes.
            Con estos mimbres, es lógico que la novela histórica que hoy se hace en España, y en gran parte del mundo, tenga todos estos vicios congénitos y otros muchos que al lector se le pueden ocurrir.

            LOS TRECE VICIOS DE LA NOVELA HISTÓRICA

            La novela histórica tiene una bien merecida mala fama. Los escritores que se dedican a ella se revuelven indignados ante tanta incomprensión, pero lo cierto es que algo hay de verdad en ese runrún porque, en un elevadísimo porcentaje, las obras que se publican son más dignas de kiosko que de librería.
            Veamos cuáles son, en mi humilde saber y entender, los vicios que corroen al subgénero, vicios en los que, quizá, yo mismo haya incurrido en alguna de mis obras, lo digo por delante:

            1.- El argumentalismo.-
            La Historia da al escritor el argumento, luego cree que no tiene que esforzarse, que con plasmar los acontecimientos librescos ya se tiene una novela.

            2.- El historicismo.-
            En la eterna lucha entre “trama” e “historia”, suele primar la historia.
            Se hipoteca a aquella para que “entren en ella todos los hechos”.

            3.- El pedagogismo.-
            Muchos autores inventan una trama con voluntad docente, para que “se entienda con facilidad” la historia, con lo que convierten la novela en mera divulgación.

            4.- El documentalismo.-
            Es tanta la documentación del novelista-historiador, que ha de contarse todo, todo, y si la trama se resiste, se la fuerza para que el enorme saco de datos acumulado tenga su acomodo; de lo contrario, el amanuense no se siente a gusto.

            5.- Contemporanismo.-
            Se cuenta la historia como hablando al hombre contemporáneo.
            El narrador, por ejemplo en una de romanos, nos describe, en ocasiones mediante diálogos ridículos, las termas, el circo, los edificios cotidianos y objetos archivistos por los personajes de la novela, con lo que se genera ambiente de inverosimilitud.

            6.- Capitantruenismo.-
            Es una deriva hacia la peripecia trepidante, al creer que sólo cuando se suceden muchas aventuras concatenadas estamos haciendo una buena novela.
            Se ofrece, así, un climax permanente y, por lo tanto, ineficaz.

            7.- Lejanismo.-
            Preponderancia de los temas histórico-arqueológicos, menos comprometidos que los más cercanos, pues sobre estos puede existir aún cierta memoria histórica inmediata poco dúctil.
            Así, las épocas reyes de la narrativa histórica poco afinada son: Roma, Egipto, Mesopotamia, la Prehistoria y la Edad Media (a ser posible, siglos X a XIII.)

            8.- Resquicionismo.-
            Se buscan los resquicios de la historia, situaciones inverosímiles, muchas veces extravagantes o directamente ridículas (legiones perdidas, chinos en la lusitania romana, descubrimiento de Europa por los amerindios y cosas así.)


            9.- Magnicismo.-
            El protagonista es, cada vez, más personaje histórico de primera línea y, por supuesto, escribe en primera persona, que es lo más fácil para lograr un intimismo gratuito, sin esforzarse mucho en la técnica narrativa. Así se puede ofrecer también un título atrayente: “Memorias de Atila”, por ejemplo.

            10.- Demiurgización.-
            Ubicuidad física y temporal de los personajes en el acontecimiento histórico, pues los pobres tienen que estar, sea como sea, en La toma de la Bastilla, en la coronación de Napoleón, en la batalla de Austerlitz y en la de Waterloo, sin olvidar el 18 Brumario y la llegada del Corso a Marsella.

            11.- Facilismo.-
            Todo el que sabe escribir a máquina, con correctores ortográficos claro, se agarra a la Historia, que ya nos da el argumento hecho, y ahora con Wikipedia el delirio.

            12.- Amateurismo.- Falta de oficio en la construcción literaria. Ignorancia y abecedetismo técnico.
            Una ignorancia que no tiene cura porque no tiene el escritor poco leído puntos de referencia.
            Una ignorancia que suele permanecer incólume tras haber publicado un buen costal de novelas.

            13.- Mercantilismo.-
            Los editores creen que una novela se vende en consideración de la buena acogida de su línea editorial, considerados elementos como: título, diseño, colorines, prólogos, comentarios de otros autores, etc, no en función de su calidad literaria.
            El editor, tan poco leído como el escritor muchas veces, apenas mira el texto antes de tomar la decisión de publicarlo.
            . El autor sabe que, si hace las cosas bien, si se esfuerza y crea un producto artístico de calidad, no va a ganar ni un euro más, puede, incluso, que nadie quiera publicarle la obra.

            Surge así la TEORÍA DE LA INELASTICIDAD en la demanda del producto a la calidad literaria. Incluso puede darse el caso de la ELASTICIDAD en la demanda del producto a favor de la mayor introducción de lugares comunes y tópicos generalizadores. Dicho de otra forma, a mayor calidad menos ventas y, a menor calidad mayores.

            Con lo que se pierde la REFERENCIA ARTÍSTICA. Si los críticos, que hoy por hoy son asalariados del mercado, ponderan a un escritor diciendo que es un genio extraordinario, “top-plus”, siendo en realidad pésimo, y hasta las instituciones culturales le otorgan una letra de la Academia ¿qué adjetivos y ponderaciones deberemos utilizar para Cervantes o, sin ir tan lejos, para Gonzalo Torrente Ballester, por ejemplo? La lengua castellana no nos proporcionaría adjetivos suficientes.

            Con esta promoción de la literatura de Kiosko como si fuese cultura, se profundiza en la PAUPERIZACIÓN INTELECTUAL de la sociedad, el objetivo último de cualquier poder político que se precie.

            SIN EMBARGO, NOVELAS HISTÓRICAS DE CALIDAD EXISTEN
            , pero como las brujas del dicho, lo difícil es encontrarlas."
            [/FONT]

            Javier Tazcón Ruescas

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            • #96
              Re: Novela histórica



              Agujas de papel -

              Marta Gracia Pons




              Título: Agujas de papel
              Autora: Marta Gracia Pons
              Publicación: Maeva, 2017
              Páginas: 624

              "Una novela que consigue trasladarnos a la Barcelona y al París del siglo XIX, llena de personajes ficticios y reales que cobran vida gracias a la hábil pluma de su joven autora.

              Barcelona, finales del siglo XIX. Amelia Rovira, hija de una de las familias más prósperas de la burguesía catalana tradicional, quiere cumplir uno de sus sueños: convertirse en modelo de alta costura y trabajar para los modistos parisinos más en boga del momento, que por aquel
              entonces comenzaban a hacer uso de las pasarelas.
              En su lucha por conseguir lo que desea, Amelia deberá enfrentarse a la oposición de su familia y empezar una nueva vida. En una época de grandes transformaciones sociales, su lucha por convertirse en una mujer independiente y dueña de sí misma pondrá en evidencia la existencia de dos mundos antagónicos y enfrentados: los prejuicios y etiquetas de la sociedad más conservadora y el deseo de libertad para elegir su propio destino."

              Mis impresiones


              Agujas de papel es la primera novela de la historiadora barcelonesa Marta Gracia Pons. A parte de su atractiva portada me llamó muchísimo la atención tanto su ambientación, que se encuentra entre mis épocas favoritas, como el hecho de que la protagonista fuera una mujer que lucha contra la sociedad del momento.

              “Todavía recuerdo como si fuera ayer el día de Navidad de 1892. Vivíamos uno de los inviernos más fríos de los últimos y, si bien aún no había caído ni un solo copo de nieve, los resfriados no habían tardado mucho en llegar.”

              Nos encontremos en Barcelona a finales del 1892. Amelia Rovira es una joven de dieciocho años que pertenece a una importante familia de la burguesía. Entre un padre que se ha preocupada toda la vida más por el dinero que por sus propios hijos, una tía que solo piensa en mantener las apariencias y despertar envidias entre la sociedad y una madre débil y enferma que apenas tiene poder en casa, Amelia crece con un sueño que es impensable para su condición social. La joven sueña con ser maniquí y posar para las grandes firmas de moda francesas. Pero no es un trabajo decente ni apropiado para una joven de su posición porque de ella se espera simplemente que haga un buen matrimonio.

              Todo cambia cuando un día conoce a Héctor un joven aprendiz de fotógrafo que está comprometido activamente con la causa anarquista. En Barcelona se viven momentos turbulentos por este movimiento que está organizando atentados por toda la ciudad. Cuando ponen una bomba en el Liceu, Amelia se ve salpicada y es acusada de colaborar en las muertes que se han producido. Así a la joven no le queda más remedio que huir de España, abandonando a su familia y dejando atrás su vida.

              Agujas de papel es la historia de una mujer anclada en las convenciones sociales de la época que tiene sus sueños propios y no coinciden con lo que se espera de ella. Un matrimonio, una familia y mantener las apariencias. Sin embargo antes de que su tía Elvira pueda buscarle un buen partido, el que su posición requeriría, Amelia se enamora perdidamente. Pero el corazón es ciego y manda y se queda prendada de un hombre que no le conviene, que le hará más prejuicio que beneficio. Es una novela en la que encontraremos historias de amor, de decepción, injusticias, traiciones, mentiras y sinsabores.

              Paralelamente a esta historia de amor hay otras subtramas en las que la protagonista emprenderá una huida con el gobierno español pisándole los talones. Ella ha sido acusada de ser cómplice de un atentado y si regresara le esperaría la cárcel. París y más tarde Cuba serán los escenarios en donde tendrá que luchar por mantenerse a flote. Porque Amelia no será libre, tendrá que cumplir una serie de exigencias para evitar que la delaten.

              La novela tiene una ambientación muy conseguida con muchas pinceladas que nos hacen ver la situación socio-política del momento. Nos adentramos primero en Barcelona en la última década del siglo XIX para conocer una sociedad dominada por la burguesía que se aprovecha de la necesidad del pueblo para enriquecerse. En este contexto surge un movimiento violento y revolucionario que intentará cambiar con sangre las condiciones de los obreros. Y de Barcelona pasamos a los bajos fondos de París en el barrio de Montmartre. Nuestra protagonista conocerá el mundo de los prostíbulos y los cabarets. Y el último emplazamiento es Cuba, una ciudad que tampoco es un remanso de paz ya que el país se encuentra peleando por la libertad.

              Agujas de papel es una novela de esas que inmediatamente te posiciona al lado de su protagonista. Amelia Rovira pertenece a una buena familia, ha sido bien educada y criada con todas sus necesidades cubiertas. Sin embargo su carácter generoso hace que se preocupe por los demás. Por esos obreros que trabajan siendo explotados en la fábrica textil de su padre. Pero su principal preocupación es su madre a quien su padre, un hombre al que solo interesa el dinero, y su tía Elvira, una mujer seca, egoísta e hipócrita, la han debilitado tanto física como psicológicamente de modo que nadie la toma en cuenta. Amelia irá evolucionando a lo largo de la novela. Irá perdiendo esa inocencia y esa candidez de la adolescencia y se convertirá, por todo lo que va sufriendo, en una mujer fuerte. Su mayor deseo es disponer de su propia libertad de forma que incluso ese sueño que tenía desde niña de ser maniquí queda un poco eclipsado.

              Referente al elenco de secundarios hay figuras muy variadas y que van cambiando a medida que la trama evoluciona y la protagonista viaja de un lugar a otro. Salvo Héctor que es un muchacho de origen humilde que está adherido al movimiento anarquista. Es un personaje en el que no sabes hasta qué punto puedes confiar e iremos descubriendo poco a poco su verdadera naturaleza. En su camino Amelia irá encontrándose con gente de todo tipo. Gente socialmente privilegiada y gente sin dinero. Gente que le ayudará y otra que le pondrá trabas en el camino.

              Un punto adicional que tengo que destacar es la forma en que está narrada la novela que me ha gustado mucho. La autora tiene un estilo cuidadoso y detallista, escenificando muy bien y deteniéndose en los personajes. Esto hace que no sea una novela con mucho ritmo pero su agilidad narrativa y lo que va contando la autora es atractivo y por ello no aburre ni un solo segundo. A medida que avanzamos en la historia esta se va complicando y al final encontraremos los momentos de mayor tensión en los que la protagonista tendrá que tomar una gran decisión.

              Conclusión

              He disfrutado mucho leyendo Agujas de papel, una novela que te cautiva por sus personajes, por su maravillosa ambientación y por esa forma de narrar, tan confortable, que te hace vivir la historia desde dentro.
              (adivina quien lee)

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              • #97
                Re: Novela histórica

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                • #98
                  Re: Novela histórica





                  «Deja los meses condesa,
                  por años has de contar.
                  Si a los tres años no he vuelto,
                  ya puedes salirme a encontrar.

                  Jimena Bartolomé

                  Casi podríamos titular este personaje con una canción de Julio Iglesias: De niña a mujer. Porque una niña es la que con catorce años se enamora de un chico algo mayor que ella.
                  Y prácticamente sigue siendo una chiquilla cuando corre detrás de él a Madrid, no sea que la guerra recién comenzada los separe para siempre sin antes haber podido disfrutar del amor.
                  Pero esta niña deja de serlo desde el momento en que entra en la cárcel llevando consigo algo por lo que está dispuesta a luchar contra quien sea: el fruto de su amor con Luis, un niño aún sin nacer pero que defenderá contra quien pretenda impedir ese amor.
                  Me gusta la definición que a través de un personaje se hace de Jimena:
                  Jimena lleva dentro la firmeza de Peñalara, como ella dice, y la agilidad de todos los ríos del valle del Lozoya, como le digo yo. Aquella mujer era las dos cosas, roca y agua. (Página 66)
                  La dureza de la roca, inamovible en sus convicciones, en su amor. Pero fluyendo como el agua, que busca siempre una salida, filtrándose por cualquier resquicio para seguir adelante.
                  Ambas cosas son necesarias para poder seguir adelante en una situación tan desesperada, tan desesperante como la que sufrirá en su vida esta mujer.

                  Jimena Bartolomé es apenas una niña de catorce años que vive en Rascafría, donde ayuda a su familia en el mantenimiento de una posada, en la que un verano conoce a Luis, un joven que está allí pasando las vacaciones con su familia.
                  Es el comienzo de un explosivo amor que prende su llama en el corazón de ambos jóvenes, que a pesar de la gran diferencia de clases sociales, no pueden evitar enamorarse.
                  Unos años después, pese a la oposición de su madre, Luis lleva a Jimena a vivir a Madrid para casarse con ella.
                  Son tiempos convulsos.
                  Ha estallado la guerra entre los españoles y Luis que está afiliado al partido comunista, pelea por sus ideales y por su amor.

                  Ya antes de acabar la guerra, empiezan las purgas contra los comunistas, por lo que Luis tiene que esconderse, siempre con la ayuda de su hermano.
                  Ante la caída de Madrid, no le queda más remedio que huir fuera del país, hacia un destino que ni su mujer ni su hermano conocen, para no comprometerlo.

                  Jimena se encuentra sola en una ciudad que no le es familiar.
                  Cuenta con la ayuda de su cuñado Ramón, que pese a sus buenos contactos con los vencedores (siempre fue un especialista en negociar con los que tuvieran el poder), no puede evitar que sea encarcelada.
                  No hay cargos contra ella, y lo único que puede conseguir Ramón, es que físicamente el maltrato no sea excesivo.
                  Lo que no sabe, es que Jimena está embarazada y en la cárcel va a encontrarse con María Topete, una mujer defensora a ultranza del nuevo régimen, que pasó un tiempo en la cárcel por culpa de los "rojos", de los que ahora tiene ocasión de tomar cumplida venganza.
                  Tiene además una obsesión: los hijos de las prisioneras, unos hijos a los que quiere "rescatar" de sus manos para poder hacer de ellos hombres de futuro en esta nueva España.
                  En choque ente Jimena Bartolomé y María Topete es inevitable cuando ésta se entera de que está embarazada.

                  Si a los tres años no he vuelto fue uno de los mejores libros que he leído en el 2.011 y teniendo en cuenta el gran nivel de libros que tuve la suerte de disfrutar este año, es mucho decir.

                  PERSONAJES

                  Si bien es cierto que Si a los tres años no he vuelto está llena de un buen número de personajes secundarios muy bien trazados, la gran fuera de esta novela reside en el enfrentamiento de dos personalidades contrapuestas, en dos personajes tan bien dibujados y con una personalidad tan fuerte, que es imposible olvidarlos.

                  María Topete

                  Sin este personaje, no podría destacar tanto la figura de Jimena, porque nada hay tan importante en una novela como para captar la atención de un lector, que un malo malísimo. Y ese es el secreto de esta novela, la maldad de esta mujer, causante además de que nos encontremos frente a una novela y no frente a un ensayo.
                  Porque algo de lo que adolecen muchas novelas cuando nos presentan a un malo rematado, es la justificación de sus acciones. Con dos pinceladas nos tenemos que creer que esa maldad es algo innato en él, vamos, que nació así y no tenía otra manera que comportarse tal cual lo hace.
                  Sin embargo en Si a los tres años no he vuelto, la autora se toma la molestia en dedicarle numerosas páginas a contarnos la vida de esta mujer, de cómo ha llegado a ser como es. Es cierto que su figura tampoco es tan extraña, muchas veces nos hemos podido encontrar a lo largo de la vida a mujeres a las que el amor parece que en su día les dio la espalda y las convirtió en seres amargados (esto también es válido para los hombres, aunque no sea el tema de esta novela).
                  María Topete nació y creció en la rama pobre de una familia con mucho dinero e influencia. Apoyada por su tía, siempre aspiró a más, a codearse con la nobleza y toda la gente más adinerada de la buena sociedad del Norte de España. Pero eso no era fácil con los parcos ingresos de su padre y los numerosos hermanos con los que había que compartir ese dinero.
                  Todo parecía cambiar para ella cuando a su paso surge el amor, el amor con un joven de muy buena familia. Un amor que mantienen escondido a sus familias y que finalmente no llevará a ningún sitio por la mojigatería de María, asustada ante el descontrol que para su vida supone el sexo. Un sexo por otra parte solo atisbado, pero que no se siente capaz de controlar. Pueden más sus prejuicios morales que su amor.

                  ¿Hay algo más peligroso que una mujer frustrada sexualmente, no tanto por culpa de los demás sino de ella misma? Por eso para ella su participación en la cárcel, que empieza de un modo voluntario, es una cruzada. Una cruzada que en un momento dado cobra para ella mayor significado cuando lee una publicación del doctor Vallejo Nájera en la que se culpa al ambiente social en que se crían de que los niños de los rojos salgan con esas ideas tan perniciosas para la sociedad. Por eso quiere rescatarlos de las garras de su madre, arrancarlos de sus auténticas familias para criarlos en hogares en los que pueda hacerse de ellos auténticos españoles defensores de la fe auténtica.
                  Sí, hay algo más peligroso que una mujer frustrada sexualmente: Una mujer frustrada y que intente imponer su fe a los que con ella están. Una imposición no por la palabra, sino desde la posición de fuerza que la da su puesto en la cárcel.

                  IMPRESIÓN PERSONAL

                  Sé que muchos estáis bastante saturados de novelas sobre la guerra civil. Por eso para empezar os pido que os dejéis de prejuicios y leáis este libro, no os arrepentiréis de hacerlo.

                  Cuando comentaba tras terminar de leer este libro con el amigo que me lo había recomendado mis impresiones, le decía que en algunos momentos era tremendamente angustioso, a lo que él me contestó que se pasó toda su lectura pidiéndola a su autora que le contara cómo acababa (es lo que tiene ser familia de ella), a lo que ella le respondió, sin destripar el libro: No hay que perder la esperanza, algo muy semejante a lo que en la contraportada se nos dice:
                  «Frente a una antagonista de ese calibre, para Jimena solo cabe un destino de desesperanza... o no»

                  Todos los que somos padres, y me imagino que con mucha mayor razón las que sois madres, podréis comprender la angustia que transmiten unas páginas en las que se nos narra la desesperación de una mujer que ve cómo intentan arrebatarle a su hijo, el amor de su vida, lo único que le queda de su gran amor, del que nada sabe y del que no sabe si volverá a saber algo.

                  Otra cosa que me ha encantado de este libro, es la historia de amor entre Jimena y Luis. Muchos son los libros que se apoyan en una historia de amor ante la que tienes que decir como en el célebre anuncio: Vale, acepto pulpo como animal de compañía. Pero en que no ves amor por ningún lado, todo lo más sexo y a veces ni eso.
                  No ocurre así en Si a los tres años no he vuelto, porque desde el primer momento se hace creíble una historia de amor que surge como una chispa que prende en un pasto seco, imparable, incontrolable. A veces es solo eso, sin tanta palabrería.
                  «Lo de Jimena y Luis había sido más que un flechazo de adolescentes en verano; había sido un reconocimiento de dos almas que se encuentran y dos cuerpos que se atraen, aunque el fuego abrase y la presión del entorno asfixie». (Página 21)

                  Desde el punto de vista político, también me ha gustado una historia, bien es cierto que de buenos muy buenos y malos muy malos (aquí hay que incluir además de a la Topete a la suegra), pero en que las cosas se llaman por su nombre. Así hablando de Rascafría, la autora nos dice:
                  «El pueblo había caído del bando legal, el republicano» (Página 17)
                  Aunque algunos lo quieran olvidar, esa era la realidad en el año 1936, la legalidad estaba del lado de la República, los sublevados eran los llamados nacionales.
                  De todos modos, no se trata en este libro de darnos una lección de historia, por más que los hechos que se narren sean verídicos, por más que existiera esa cárcel de mujeres de las Ventas y la maternidad a la que luego se llevó a algunas madres. Lo que se trata es de contarnos los sentimientos de unas mujeres que, además de perder la vida muchas de ellas, veían como también podían perder lo único que en este mundo las interesaba: sus hijos.
                  Queda dicho: Una lectura imprescindible
                  Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
                  Tatiana
                  Forista Opalo
                  Last edited by Tatiana; 01-octubre-2017, 23:19.

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                  • #99
                    Re: Novela histórica

                    Anatomía de un crimen
                    ¿Quién mató a Felipe el Hermoso?
                    R. Pérez Barredo / Burgos - domingo, 11 de octubre de 2015




                    En 'Felipe el Hermoso' David Botello y May Rodríguez desvelan las claves de un crimen que la historia oficial se ha "olvidado" de contar •
                    Traiciones, mentiras, escándalos, sexo, poder y guerras: Juego de Tronos en Castilla
                    No bebas agua fría estando tan sudado, no vaya a pasarte lo que a Felipe El Hermoso, llevan siglos advirtiendo las madres a sus hijos.
                    Y ahora resulta que esa frase encierra una mentira: el rey flamenco no murió por ingerir agua con hielo: fue asesinado. Y se sabe por quién.
                    Pero, además, este presuntamente conocido capítulo de la Historia de España se parece mucho más a Juego de Tronos de lo que nadie imaginaría: traiciones, conspiraciones, sexo, escándalos, mentiras...
                    Con más desmentidos importantes, como que Felipe no era tan bello;
                    o que Juana no estaba loca -y mucho menos de amor-;
                    o que la casi santa reina Isabel La Católica era un bicho de aquí te espero.

                    Detrás de estas revelaciones están el madrileño David Botello y el burgalés May Rodríguez Albendea, que acaban de publicar Felipe El Hermoso.Anatomía de un crimen (Oberon), una exhaustiva, inteligente y mordaz investigación histórica que deja en cueros la versión oficial sobre cuanto aconteció en aquellos años capitales.
                    «A Felipe el Hermoso le dieron matarile. Juana la Loca no estaba loca. Y muchísimo menos de amor.
                    Isabel la Católica envenenó a su propio hermano. Luego dio un golpe de Estado y montó una guerra civil para legitimarse.
                    Isabel tiene tantas posibilidades de ser bastarda como su sobrina Juana, alias la Beltraneja.
                    No queremos engañar a nadie. Este libro puede herir sensibilidades. Venimos en son de guerra, a darle patadas al árbol de cartón piedra de la historia oficial», señalan los autores a modo de presentación.
                    Propuesta audaz y brillante, escrita con un lenguaje accesible -para absolutamente todos los públicos- y de una manera tan entretenida que cuesta abandonar la lectura, en esta obra Burgos tiene un protagonismo capital.
                    La historia se remonta al reinado de Isabel y Fernando para entender el contexto y destapar lo que la historia oficial no ha contado.
                    Todo un lujazo, los autores nos regalan, con el mismo estilo con el que está escrito, algunas claves del libro.
                    Pasen y lean.

                    La rebelión de los nobles.

                    Allá por 1464, los enemigos del rey Enrique IV de Castilla se reúnen en Burgos para redactar y firmar un manifiesto. «Básicamente, lo que vienen a hacer es quejarse del poder que está adquiriendo Beltrán de la Cueva.
                    Entre otras lindezas, dejan constancia por escrito, por primera vez, del infundio de que Juana, la princesa, es hija de Beltrán.
                    También acusan al privado del rey de querer asesinar a los infantes: Isabel (que todavía no es la Católica) y Alfonsito, el pequeño.
                    Y acusan a Enrique de sodomita, de pelele, de cornudo, de consentidor, de hereje anticatólico y de dar protección en su corte a moros, conversos y judíos, para qué queremos más.
                    Así que, de buen rollo, le piden que desherede a Juana y proclame legítimo heredero del trono de Castilla a su hermanastro Alfonsito.
                    En el manifiesto se cuelgan, por primera vez, dos sambenitos: a Enrique IV, lo del Impotente; a Juana, lo de la Beltraneja.
                    En Burgos se da el primer paso de la guerra civil que acabará con Isabel la Católica sentada en el trono de su hermano».

                    El milagro de San Juan.
                    «Años más tarde, Isabel ya es reina de Castilla.
                    Sabe que ha llegado al trono de manera tirando a bastante irregular. Para legitimar su reinado, entre otras cosas, necesita un heredero varón.
                    Cuando la princesa Chabelita, la mayor, tiene ocho años, la católica Isabel ha perdido un montón de hijos por el camino.
                    En su desesperación necesitada, se dice que Isabel peregrina al santuario de San Juan de Ortega, que tiene fama de milagrero en estos asuntos.
                    Poco después, en Sevilla, nace el príncipe Juan. Se obra el milagro. Por fin, Dios y el santo le conceden el hijo que ha pedido».

                    La boda real apasionada.
                    «La política internacional de los Reyes Católicos, absoluta y lamentablemente aragonesa, les lleva a casar a sus hijos con cualquier reino que permita mantener a Francia rodeada y bajo control.
                    Dentro de esta política, conciertan un doble matrimonio con los hijos de Maximiliano de Austria, emperador del Sacro Imperio Germánico.
                    Los Trastámara emparentan así con la casa de Habsburgo, los Austria. Juanito, el heredero de sus católicas altezas, se casa con Margarita, mientras que Juana, la tercera, se casa en Flandes con Felipe el Hermoso.
                    La boda real, la boda por excelencia, la del heredero de Castilla, Aragón y las tierras de Ultramar, se celebra en la catedral de Burgos.
                    Juan tiene 19 años; Margarita, 18.
                    Él es enclenque, leporino y tartamudo. Ella es fuerte, arrebatadora y locuaz. Y un bellezón.
                    En cuanto se ven, les entran las prisas por dar rienda suelta a sus hormonas adolescentes.
                    Al menos así lo cuentan los cronistas, tal vez para disimular o pasar por alto que los reyes están traficando carnalmente con sus hijos.
                    Mientras la ciudad celebra la boda, los recién casados se dejan llevar por su pasión y corren a encerrarse en sus aposentos.
                    Todo parece indicar que este matrimonio va a traer muchos hijos a la pareja y mucha felicidad al reino.
                    Los dos saben muy bien que esto es lo que se espera de ellos.
                    Y ahí están, dándole que te pego a sus obligaciones.
                    Se ve que Juan se toma muy en serio lo de ser príncipe heredero.
                    Lo que pasa es que Juan no está acostumbrado a tanto trajín, y Margarita, que ha descubierto los placeres de la carne y se entrega con entusiasmo, está acabando con él.
                    Apenas seis meses después de su bodorrio burgalés, Juanito, el único hijo varón y heredero del Tanto Monta, muere
                    . Así, sin venir a cuento, sus católicas altezas se quedan sin primogénito». Turno de Juana, casada con un flamenco.

                    Felipe en Burgos.
                    «La llegada de Felipe a Burgos no fue la más políticamente correcta.
                    Burgos era territorio del Condestable de Castilla, que había tenido una posición muy fernandina en el asunto del reconocimiento del holandés.
                    Nada más llegar, lo primero que hace es sacar al Condestable de su casa, la del Cordón, e instalarse en su cama.
                    Además ordenó salir del palacio a la mujer del Condestable, para que Juana no tuviese a nadie de su tierra con la que compartir sus cuitas.
                    Por otro lado, Cisneros, se hospedó en la casas que los franciscanos tenían en la ciudad, dentro de los muros.
                    A su vez, Juan Manuel, por orden de Felipe, se hizo con la tenencia del Castillo.
                    Esto es curioso, ya que Cisneros estaría ubicado entre la Casa del Cordón y el Castillo, en una posición estratégica desde la que podía enterarse de lo que sucedía en los dos emplazamientos clave de la trama.
                    Y el crimen fue perpetrado en el Castillo. Es decir, Felipe fue envenenado en el Castillo.
                    No se supo del malestar del flamenco hasta el día siguiente. Desde ese momento, convaleció en la Casa del Cordón.
                    Juana estuvo presente en todo momento hasta la muerte de su impuesto marido.
                    Según las crónicas, no derramó ni una sola lagrima. Pareciera que no quería perderse el momento del último estertor de quien la había maltratado, abusado y humillado durante años.
                    La estampa no concuerda con la de una esposa desesperada de amor».

                    La conspiración.
                    «Como se deduce de la investigación, Felipe pasó a ser un rey molesto para mucha gente en Castilla.
                    Los nobles lo apoyaron frente a Fernando, para deshacerse del aragonés. Pero una vez entronizado, no cumplió con sus promesas.
                    No solo eso, sino que los más altos cargos del reino recayeron sobre sus flamencos.
                    Pero el que más ofendido se sintió con la política de Felipe, fue precisamente el que acabó siendo su mano derecha, Cisneros.
                    Felipe necesitaba a Cisneros. El franciscano era un experto jurista y un tipo muy influyente. Y Felipe necesitaba de sus servicios para hacer y deshacer las leyes y los nombramientos.
                    Juan Manuel era el único castellano que servía directamente a Felipe como privado, y como camarero. Y resultó ser un corrupto sin límites.
                    Hacía lo que le daba la gana, y Felipe ni se enteraba. Hasta que Cisneros le pilló en un asunto muy turbio: se había hecho con unos impuestos que le pertenecían a Fernando.
                    Así que estaba en las manos de Cisneros totalmente. El cardenal llevaba años planeando la conquista de Orán, y Felipe paralizó esos planes: decidió que Felipe no era lo que Dios esperaba de Castilla.
                    Y utilizó a aquel que estaba en sus manos, Juan Manuel, para que los designios de Dios fuesen lo que debían ser. El escenario, Burgos. Territorio antifelipista. El móvil, todos tenían uno: nobles despechados, mujer maltratada, un franciscano con una misión divina.
                    Y todo sucedió en un castillo de cuya seguridad era responsable el caballero Juan Manuel.
                    El único que tenía acceso a la copa del rey…

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                    • Re: Novela histórica

                      Pérez-Reverte, un merecido premio Barcino de novela histórica
                      19 DE OCTUBRE DE 2017

                      EUROPA PRESS



                      "Arturo Pérez-Reverte ha sido galardonado con el V premio internacional Barcino de novela histórica.
                      El escritor de Cartagena toma así el testigo de los anteriores galardonados, a saber Lindsey Davis, Santiago Posteguillo, Simon Scarrow y Christian Jacq.
                      El jurado (formado por la novelista Care Santos, el periodista Sergi Doria, el escritor Enric Calpena y el comisario del certamen, Fèlix Riera) ha fundamentado el premio en que “la novela histórica tiene que entretener, pero también debe ayudarnos a comprender una época” y que la misión del escritor es la de huir de las trampas, de los lugares comunes y construir artefactos narrativos con los que conseguir iluminar el presente desde el pasado, algo que el galardonado logra en sus novelas.

                      Me alegra la concesión de este premio.
                      En primer lugar, porque no tengo dudas de que es merecido. Caiga como caiga a cada uno Pérez-Reverte como opinador, no se puede dudar de su contribución al género en España y a catapultarlo tanto en el interior como a nivel internacional.
                      Tanto en género breve (Ojos azules, La sombra del águila) como en sus novelas (El asedio, El maestro de esgrima, Hombres buenos o Un día de cólera por poner cuatro ejemplos) ha sabido demostrar que es un autor poderoso en el género histórico, que sabe reconstruir el pasado de tal manera que dialogue con el lector del presente.

                      Pero es, a mi entender, la serie Alatriste lo que hace brillar con luz propia la obra histórica de Pérez-Reverte. La influencia popular y cultural de este personaje y la transmisión del mundo del siglo de Oro que ha logrado en el gran público es indudable. Tampoco se puede dudar de la influencia que está teniendo en las nuevas hornadas de escritores de género: sin ir más lejos, el jovencísimo Álvaro Arbina me contaba el año pasado que una novela del capitán de los tercios había despertado su interés por la ficción histórica.

                      Quizá se pueda decir que no fue el primero en hacer algo parecido con el Siglo de Oro (y alguien citará, con razón, Decidnos quién mató al conde, de Néstor Luján) y quizá también, su imagen haya quedado algo desdibujada tras su decepcionante adaptación cinematográfica, su vulgar versión televisiva y sus algo más flojas (que no malas, sino flojas en comparación con las primeras) dos últimas entregas.
                      Pero eso no puede desmerecer su valores innegables del conjunto de la serie y de la obra de Pérez-Reverte.

                      Seguramente, como otros autores minusvalorados por élites culturales, habrá despertado más interés por la historia que muchos profesores e historiadores.

                      Además de por su merecimiento, el galardón me satisface también por sus protagonistas.
                      No soy tan iluso como para pensar que el autor esté promocionado su última novela Eva (Alfaguara, 2017) y que eso haga que sea más que posible su aparición en las próximas jornadas de Barcelona Novela Històrica no haya tenido cierta influencia en la concesión.
                      Pero que en estos días de convulsión política que vivimos, el Institut de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona premie a Arturo Pérez-Reverte tiene algo de simbólico.
                      Que la cultura mantenga en pie los puentes que los políticos se empeñan en demoler. Siempre.

                      ¡Buenas lecturas!"
                      Tatiana
                      Forista Opalo
                      Last edited by Tatiana; 19-octubre-2017, 06:14.

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                      • Re: Novela histórica

                        Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                        Anatomía de un crimen
                        ¿Quién mató a Felipe el Hermoso?
                        R. Pérez Barredo / Burgos - domingo, 11 de octubre de 2015




                        En 'Felipe el Hermoso' David Botello y May Rodríguez desvelan las claves de un crimen que la historia oficial se ha "olvidado" de contar •
                        Traiciones, mentiras, escándalos, sexo, poder y guerras: Juego de Tronos en Castilla
                        No bebas agua fría estando tan sudado, no vaya a pasarte lo que a Felipe El Hermoso, llevan siglos advirtiendo las madres a sus hijos.
                        Y ahora resulta que esa frase encierra una mentira: el rey flamenco no murió por ingerir agua con hielo: fue asesinado. Y se sabe por quién.
                        Pero, además, este presuntamente conocido capítulo de la Historia de España se parece mucho más a Juego de Tronos de lo que nadie imaginaría: traiciones, conspiraciones, sexo, escándalos, mentiras...
                        Con más desmentidos importantes, como que Felipe no era tan bello;
                        o que Juana no estaba loca -y mucho menos de amor-;
                        o que la casi santa reina Isabel La Católica era un bicho de aquí te espero.

                        Detrás de estas revelaciones están el madrileño David Botello y el burgalés May Rodríguez Albendea, que acaban de publicar Felipe El Hermoso.Anatomía de un crimen (Oberon), una exhaustiva, inteligente y mordaz investigación histórica que deja en cueros la versión oficial sobre cuanto aconteció en aquellos años capitales.
                        «A Felipe el Hermoso le dieron matarile. Juana la Loca no estaba loca. Y muchísimo menos de amor.
                        Isabel la Católica envenenó a su propio hermano. Luego dio un golpe de Estado y montó una guerra civil para legitimarse.
                        Isabel tiene tantas posibilidades de ser bastarda como su sobrina Juana, alias la Beltraneja.
                        No queremos engañar a nadie. Este libro puede herir sensibilidades. Venimos en son de guerra, a darle patadas al árbol de cartón piedra de la historia oficial», señalan los autores a modo de presentación.
                        Propuesta audaz y brillante, escrita con un lenguaje accesible -para absolutamente todos los públicos- y de una manera tan entretenida que cuesta abandonar la lectura, en esta obra Burgos tiene un protagonismo capital.
                        La historia se remonta al reinado de Isabel y Fernando para entender el contexto y destapar lo que la historia oficial no ha contado.
                        Todo un lujazo, los autores nos regalan, con el mismo estilo con el que está escrito, algunas claves del libro.
                        Pasen y lean.

                        La rebelión de los nobles.

                        Allá por 1464, los enemigos del rey Enrique IV de Castilla se reúnen en Burgos para redactar y firmar un manifiesto. «Básicamente, lo que vienen a hacer es quejarse del poder que está adquiriendo Beltrán de la Cueva.
                        Entre otras lindezas, dejan constancia por escrito, por primera vez, del infundio de que Juana, la princesa, es hija de Beltrán.
                        También acusan al privado del rey de querer asesinar a los infantes: Isabel (que todavía no es la Católica) y Alfonsito, el pequeño.
                        Y acusan a Enrique de sodomita, de pelele, de cornudo, de consentidor, de hereje anticatólico y de dar protección en su corte a moros, conversos y judíos, para qué queremos más.
                        Así que, de buen rollo, le piden que desherede a Juana y proclame legítimo heredero del trono de Castilla a su hermanastro Alfonsito.
                        En el manifiesto se cuelgan, por primera vez, dos sambenitos: a Enrique IV, lo del Impotente; a Juana, lo de la Beltraneja.
                        En Burgos se da el primer paso de la guerra civil que acabará con Isabel la Católica sentada en el trono de su hermano».

                        El milagro de San Juan.
                        «Años más tarde, Isabel ya es reina de Castilla.
                        Sabe que ha llegado al trono de manera tirando a bastante irregular. Para legitimar su reinado, entre otras cosas, necesita un heredero varón.
                        Cuando la princesa Chabelita, la mayor, tiene ocho años, la católica Isabel ha perdido un montón de hijos por el camino.
                        En su desesperación necesitada, se dice que Isabel peregrina al santuario de San Juan de Ortega, que tiene fama de milagrero en estos asuntos.
                        Poco después, en Sevilla, nace el príncipe Juan. Se obra el milagro. Por fin, Dios y el santo le conceden el hijo que ha pedido».

                        La boda real apasionada.
                        «La política internacional de los Reyes Católicos, absoluta y lamentablemente aragonesa, les lleva a casar a sus hijos con cualquier reino que permita mantener a Francia rodeada y bajo control.
                        Dentro de esta política, conciertan un doble matrimonio con los hijos de Maximiliano de Austria, emperador del Sacro Imperio Germánico.
                        Los Trastámara emparentan así con la casa de Habsburgo, los Austria. Juanito, el heredero de sus católicas altezas, se casa con Margarita, mientras que Juana, la tercera, se casa en Flandes con Felipe el Hermoso.
                        La boda real, la boda por excelencia, la del heredero de Castilla, Aragón y las tierras de Ultramar, se celebra en la catedral de Burgos.
                        Juan tiene 19 años; Margarita, 18.
                        Él es enclenque, leporino y tartamudo. Ella es fuerte, arrebatadora y locuaz. Y un bellezón.
                        En cuanto se ven, les entran las prisas por dar rienda suelta a sus hormonas adolescentes.
                        Al menos así lo cuentan los cronistas, tal vez para disimular o pasar por alto que los reyes están traficando carnalmente con sus hijos.
                        Mientras la ciudad celebra la boda, los recién casados se dejan llevar por su pasión y corren a encerrarse en sus aposentos.
                        Todo parece indicar que este matrimonio va a traer muchos hijos a la pareja y mucha felicidad al reino.
                        Los dos saben muy bien que esto es lo que se espera de ellos.
                        Y ahí están, dándole que te pego a sus obligaciones.
                        Se ve que Juan se toma muy en serio lo de ser príncipe heredero.
                        Lo que pasa es que Juan no está acostumbrado a tanto trajín, y Margarita, que ha descubierto los placeres de la carne y se entrega con entusiasmo, está acabando con él.
                        Apenas seis meses después de su bodorrio burgalés, Juanito, el único hijo varón y heredero del Tanto Monta, muere
                        . Así, sin venir a cuento, sus católicas altezas se quedan sin primogénito». Turno de Juana, casada con un flamenco.

                        Felipe en Burgos.
                        «La llegada de Felipe a Burgos no fue la más políticamente correcta.
                        Burgos era territorio del Condestable de Castilla, que había tenido una posición muy fernandina en el asunto del reconocimiento del holandés.
                        Nada más llegar, lo primero que hace es sacar al Condestable de su casa, la del Cordón, e instalarse en su cama.
                        Además ordenó salir del palacio a la mujer del Condestable, para que Juana no tuviese a nadie de su tierra con la que compartir sus cuitas.
                        Por otro lado, Cisneros, se hospedó en la casas que los franciscanos tenían en la ciudad, dentro de los muros.
                        A su vez, Juan Manuel, por orden de Felipe, se hizo con la tenencia del Castillo.
                        Esto es curioso, ya que Cisneros estaría ubicado entre la Casa del Cordón y el Castillo, en una posición estratégica desde la que podía enterarse de lo que sucedía en los dos emplazamientos clave de la trama.
                        Y el crimen fue perpetrado en el Castillo. Es decir, Felipe fue envenenado en el Castillo.
                        No se supo del malestar del flamenco hasta el día siguiente. Desde ese momento, convaleció en la Casa del Cordón.
                        Juana estuvo presente en todo momento hasta la muerte de su impuesto marido.
                        Según las crónicas, no derramó ni una sola lagrima. Pareciera que no quería perderse el momento del último estertor de quien la había maltratado, abusado y humillado durante años.
                        La estampa no concuerda con la de una esposa desesperada de amor».

                        La conspiración.
                        «Como se deduce de la investigación, Felipe pasó a ser un rey molesto para mucha gente en Castilla.
                        Los nobles lo apoyaron frente a Fernando, para deshacerse del aragonés. Pero una vez entronizado, no cumplió con sus promesas.
                        No solo eso, sino que los más altos cargos del reino recayeron sobre sus flamencos.
                        Pero el que más ofendido se sintió con la política de Felipe, fue precisamente el que acabó siendo su mano derecha, Cisneros.
                        Felipe necesitaba a Cisneros. El franciscano era un experto jurista y un tipo muy influyente. Y Felipe necesitaba de sus servicios para hacer y deshacer las leyes y los nombramientos.
                        Juan Manuel era el único castellano que servía directamente a Felipe como privado, y como camarero. Y resultó ser un corrupto sin límites.
                        Hacía lo que le daba la gana, y Felipe ni se enteraba. Hasta que Cisneros le pilló en un asunto muy turbio: se había hecho con unos impuestos que le pertenecían a Fernando.
                        Así que estaba en las manos de Cisneros totalmente. El cardenal llevaba años planeando la conquista de Orán, y Felipe paralizó esos planes: decidió que Felipe no era lo que Dios esperaba de Castilla.
                        Y utilizó a aquel que estaba en sus manos, Juan Manuel, para que los designios de Dios fuesen lo que debían ser. El escenario, Burgos. Territorio antifelipista. El móvil, todos tenían uno: nobles despechados, mujer maltratada, un franciscano con una misión divina.
                        Y todo sucedió en un castillo de cuya seguridad era responsable el caballero Juan Manuel.
                        El único que tenía acceso a la copa del rey…
                        -----


                        En todo personaje histórico hay claroscuros, esto es más que sabido y también que la historia la escriben los vencedores supersabido.. y respecto a Felipe el Hermoso es bien cierto de que hermoso tenia poco, según las pinturas que tenemos de él. que la loca no lo fuera y que la Reina Isabel un personaje de alivio lo creo ,para mantener todo lo que mantuvieron y retuvieron en sus reales manos, pues es de creerse.. así que me alegro de tener las novelas históricas que entre realidad y ficción nos dan una buena idea de como y que hicieron los personajes que describen.

                        Saludos.

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                        • Re: Novela histórica

                          Originalmente publicado por Pepis Ver post
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                          En todo personaje histórico hay claroscuros, esto es más que sabido y también que la historia la escriben los vencedores supersabido.. y respecto a Felipe el Hermoso es bien cierto de que hermoso tenia poco, según las pinturas que tenemos de él. que la loca no lo fuera y que la Reina Isabel un personaje de alivio lo creo ,para mantener todo lo que mantuvieron y retuvieron en sus reales manos, pues es de creerse.. así que me alegro de tener las novelas históricas que entre realidad y ficción nos dan una buena idea de como y que hicieron los personajes que describen.

                          Saludos.
                          Todísima la razón Pepis!!
                          Es muy difícil ser imparcial.Ya lo dijo Gironella, aunque se trate de ser objetivo, como él, Perez Reverte y Eslava Galán, sin querer queriendo a uno se le ve el plumero.
                          Eso respecto a nuestra historia contemporanea.

                          Imagínate cómo es el asunto en la Historia antigua media o renacentista.
                          No había objetividad.
                          En estas épocas es con los criterios de la nuestra que se tienen visiones distintas. Contradictorias.
                          Este tema es super interesante y creo que voy a meter mi cuchara a fondo en "al margen"o mejor en Las dos caras de la moneda.
                          Ya sabes me das la mano y no me tomo el codo, me voy hasta el cuello flaca.

                          Pero siguiendo en el tema de Isabel, siempre yo la tuve como una reina maravillosa, ejemplar, dadivosa y compasiva con los aborígenes del descubrimiento.
                          Cof, cof... (eso era cuando estaba en el colegio los primeros años)
                          Después cuando supe lo de la Inquisición y la expulsión de los judios, ya tuve mi propio criterio acerca de Isabel.

                          Pero no hace muchos años mi hija (una de ellas) me regaló "juana la reina, loca de amor" de Yolanda Scheuber y ahi fue el acabose Pepis.

                          A esta reina siempre se le hizo la leyenda blnquísima, centrándose en que fue una Gran estadista y consiguió la Unificación de los reinos, apoyó a Colón en el Descubrimiento, conquistó Granada después de tantos siglos de dominio árabe etc etc.

                          Entonces ha pasado a la historia con ese cartel.

                          Ultimamente es que están sacándole los" trapitos históricos al sol" que siempre estuvieron ahi pero que no se resaltaron porque no era lo "histórico conveniente"como es el caso de La Beltraneja, lo de su hno Enrique y su muerte, y lo demás cuando ya estaba en el trono.

                          Sus defensores dicen que es "la leyenda negra" .
                          Pero como es verdad ,es la parte obscura a la que te refieres que hay en toda persona que está en el poder.

                          Lo interesante es la forma en que nos cuentan la historia, como antigüamente la tradición oral era como cuentos o leyendas.
                          Ahora conel E-PUB, PDFy demás parientes electrónicos,casi no se escapa nada de lo que se ha dicho y se dice tanto!!

                          Ahi me tienes llenándome de libros que debo leer y que no lo hago por estar investigando e incrementando mi lista.

                          Bueno Pepis te dejo, me espera Wilkie Collins, un escritor inglés victoriano, precursor de ciertas novelas de terror.Pero ese es otro tema...

                          Voy a pasar la novela a mi correo para poder seguir leyendo en la Libre en la tarde. Recuerda que mi trabajo es leer y es trabajo!! (aunque Ud. no lo crea)


                          Lo de Calm, a la fuerza, pero lo de happy de todas maneras!!

                          Comment


                          • Re: Novela histórica

                            Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                            Todísima la razón Pepis!!
                            Es muy difícil ser imparcial.Ya lo dijo Gironella, aunque se trate de ser objetivo, como él, Perez Reverte y Eslava Galán, sin querer queriendo a uno se le ve el plumero.
                            Eso respecto a nuestra historia contemporanea.

                            Imagínate cómo es el asunto en la Historia antigua media o renacentista.
                            No había objetividad.
                            En estas épocas es con los criterios de la nuestra que se tienen visiones distintas. Contradictorias.
                            Este tema es super interesante y creo que voy a meter mi cuchara a fondo en "al margen"o mejor en Las dos caras de la moneda.
                            Ya sabes me das la mano y no me tomo el codo, me voy hasta el cuello flaca.

                            Pero siguiendo en el tema de Isabel, siempre yo la tuve como una reina maravillosa, ejemplar, dadivosa y compasiva con los aborígenes del descubrimiento.
                            Cof, cof... (eso era cuando estaba en el colegio los primeros años)
                            Después cuando supe lo de la Inquisición y la expulsión de los judios, ya tuve mi propio criterio acerca de Isabel.

                            Pero no hace muchos años mi hija (una de ellas) me regaló "juana la reina, loca de amor" de Yolanda Scheuber y ahi fue el acabose Pepis.

                            A esta reina siempre se le hizo la leyenda blnquísima, centrándose en que fue una Gran estadista y consiguió la Unificación de los reinos, apoyó a Colón en el Descubrimiento, conquistó Granada después de tantos siglos de dominio árabe etc etc.

                            Entonces ha pasado a la historia con ese cartel.

                            Ultimamente es que están sacándole los" trapitos históricos al sol" que siempre estuvieron ahi pero que no se resaltaron porque no era lo "histórico conveniente"como es el caso de La Beltraneja, lo de su hno Enrique y su muerte, y lo demás cuando ya estaba en el trono.

                            Sus defensores dicen que es "la leyenda negra" .
                            Pero como es verdad ,es la parte obscura a la que te refieres que hay en toda persona que está en el poder.

                            Lo interesante es la forma en que nos cuentan la historia, como antigüamente la tradición oral era como cuentos o leyendas.
                            Ahora conel E-PUB, PDFy demás parientes electrónicos,casi no se escapa nada de lo que se ha dicho y se dice tanto!!

                            Ahi me tienes llenándome de libros que debo leer y que no lo hago por estar investigando e incrementando mi lista.

                            Bueno Pepis te dejo, me espera Wilkie Collins, un escritor inglés victoriano, precursor de ciertas novelas de terror.Pero ese es otro tema...

                            Voy a pasar la novela a mi correo para poder seguir leyendo en la Libre en la tarde. Recuerda que mi trabajo es leer y es trabajo!! (aunque Ud. no lo crea)


                            Lo de Calm, a la fuerza, pero lo de happy de todas maneras!!

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                            Como que no lo creo ? claro que lo creo porque una cosa es leer cuando uno tiene ganas y tiempo y la otra es a chaleco así que te creo, claro que es un trabajo a todo dar, esto ni que porque al que le gusta la lectura pues ya me dirá s !!!
                            Hablando de Isabel LA CATOLICA, ya ves el apellido que tuvo, La Católica, con esto queda claro que todo todo lo que hizo fue dictado por su enorme afán de unificar España y que esta fuera declarada católica, nada de judíos ni de árabes y prácticamente lo consiguió de la forma que fuera necesario para que esto sucediera, claro que los judíos muy hábiles ellos hicieron que se convertían y siguieron en su mayoría con su religión, total, ella consiguió lo que quería y lo que en aquellos tiempos se creía necesario.

                            Respecto al descubrimiento y colonización de America influyó mucho y hay que reconocerlo en bien para la Iglesia, ella consideró que los indígenas no eran culpables de la forma en que vivían y de como ellos llevaban su religión, los consideró como niños y dictó las leyes para que fueran tratados como tal, niños a los que se debía enseñar los principios de la Iglesia Católica, no debían de ser esclavos de hecho la esclavitud estaba abolida y al contrario de Brasil o Portugal en México no se permitía la trata de esclavos de raza negra.
                            Total, no es defensa pero decimos claroscuros en todos los personajes de aquellas épocas, ahora como bien dices no se salva nadie de nada... que suerte !!!
                            A propósito, salió una noticia a toda plana respecto del Sr. Puigdemon que sus antepasado tatarabuelo tenia flotas de barcos y se dedicaba ah!!! traficar con negros los cuales sacaban de Africa y los llevaban a America , qué tal ?, suerte repito que en la actualidad esta clase de cosas no suceden, y otras que si suceden al rato ya salen en Facebook , o no ?
                            JA, JA AMIGA, DE UNA COSA A OTRA...

                            Saludos.

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                            • Re: Novela histórica

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                              • Re: Novela histórica

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