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En la música

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  • En la música

    Me gusta escribir, tengo más de la mitad de mi vida haciéndolo. He escrito sobre muchas cosas y hasta he incursionado tímidamente en la poesía, pero vamos, esto no se trata de eso si no de la música, la forma en que la percibo, la manejo, la toco y la vivo. Son escritos que hice desde hace unos quince años hasta hoy. A veces los combino, a veces sólo surgen en el momento o los redacto de manera hipotética sobre mi actualidad musical. Estos son:



    ¿QUÉ MÁS?

    En las notas que surgen de una composición, suben, estimulan y bajan, llegan a un fin y la composición se termina, se clausura. En perspectiva, la melodía y el ritmo que salen de la composición presuntamente terminada, son repetidas hasta el cansancio cuando son exhibidas ante un público o tocadas para el gusto personal. Y le siguen composiciones.
    Cuando he visto atrás a composiciones anteriores, suele haber un sentimiento de cuestionamiento de ¿qué más pudo conseguirse con eso? No se trata de un método perfeccionista ni de lamentos de inconclusión. Todo gira con la perspectiva de saber hasta dónde pudo haber llegado de haber continuado, de no haber aparecido la sensación de alto a esto que ya quedó. Es tan gracioso pensar en hacer una segunda parte de la composición. A veces se quedan distantes las vibraciones de las últimas notas hasta que el silencio las invadió. A veces se quedan pendientes ideas y sensaciones. El día que terminó esa composición, en que la música me llamó a tocarla, fue el final de esa composición. La música trata de los pendientes y de las obras inconclusas. A todo aquél que se le ocurre tomar un instrumento o las hojas para notación se le queda algo en el tintero y sin más, emprende el trabajo siguiente, con el cometido de darle continuidad a su estilo o sonido, pero nunca de arreglar las cuentas con esa composición. Y hasta que las notas de la próxima se templen y tengan su propia vida, no nos volverá a perseguir ese hueco constante, que se olvida cada vez que se revive ese cadáver musical.
    ProjeKct 6
    Forista Bronce
    Last edited by ProjeKct 6; 06-enero-2010, 21:45.

  • #2
    Re: En la música

    LOS TEMAS
    (2001)

    Hay historias que piden ser tocadas en el marasmo de notas. Generalmente muchas de las composiciones llevan letras y he notado que a mucha gente le gustan así y la música es un mero acompañamiento o facilitador. Hay historias que son escritas y que inspiran la música. Para evitar caer en el absurdo de las palabras o la innecesaria gala vocal de algún personaje, he decidido no hacer el repertorio con más historias cantadas a menos que lo amerite la composición. Finalmente, el movimiento de un instrumento (sus cuerdas, sus tensas lonas, su maquinaria electrónica) puede decirme más. La voz es un instrumento, no debe ser tratada como un carruaje de pretensión. Nunca he sido seguidor de la ópera y no creo que vaya a comenzar ahora.
    El mínimo de notas contra el mínimo de palabras. Las historias mejor contadas en el contexto de su propia música. Cambios, ritmos, melodías, riffs, toda una constante operando bajo su propio concepto y no sujeto al individualismo.
    Las historias que se cuentan son auxiliares en el entendimiento de lo que se desea transmitir pero no son vitales para sentir la música.

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    • #3
      Re: En la música

      Ruido (2006)

      Las consideraciones son:

      Tocas notas continuamente, sin estructura alguna, tal vez rápido, tal vez lento, uno no implica el otro. ¿En dónde se ubica esto?
      El ruido te dicen, es prácticamente todo lo que no gusta a un público de mediano a amplio alcance numérico. El ruido te dicen, es lo que no tiene ritmo y melodía.
      El ruido tiene ritmo y melodía. El aspecto minimal o extra largo que parece contenerle no es novedad, es efectivo y rinde como cualquier otra música.
      Tienes las notas que vas a tocar, toca otras, las que no preparaste. Los accidentes son necesarios. Los accidentes son afortunados.
      El ruido hipnotiza y abre cascarones. El ruido no existe tal cual, los ruidos son otros. No hay que demostrar nada, no hay notas correctas, hay notas simplemente.
      Tocas notas en un todo, es una obra inacabada, una obra circular porque constantemente se reencuentra pero no se condena, se repite pero se reinterpreta, da vueltas y se fortalece. La obra es un ruido.

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