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Cuerpos de Élite de la Policía Mexicana toman como objetivo la persistente violencia,

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  • Cuerpos de Élite de la Policía Mexicana toman como objetivo la persistente violencia,

    Cuerpos de Élite de la Policía Mexicana toman como objetivo la persistente violencia, pero nadie les cree

    @nytimes



    Por RANDAL C. ARCHIBOLD
    AUGUST 22, 2014


    DeFeCado DeFectuoso — A Más de dos años posteriores de navegar durante su campaña presidencial con un presunto esfuerzo para controlar la violencia rampante, el Presidente Enrique Peña Nieto juramentó a la nueva gendarmería de México una rama de la policía federal encaminada a sofocar los brotes de violencia del crimen organizado.


    Pero aún antes de la la nueva división llegue a la calle, los criminólogos han analizado tal idea como algo similar "a recetar una aspirina para un cáncer terminal,” y como la continuación de una tradición de reinventar fuerzas, sin atacar el problema crónico fundamental, de las debilitadas policías locales y estatales.

    Los funcionarios Mexicanos, al destacar este viernes la nueva fuerza policiaca, dicen que estaría integrada por unos 5,000 nuevos reclutas y funcionaría como una división de la policía federal de 36,000 oficiales. Será una fuerza civil de élite, no militar, procedente de reclutas jóvenes bien educados sin experiencia policial previa, así como los comandantes veteranos de la policía.

    Los funcionarios dicen que la fuerzaa ha sido tamizada intensamente, y que se espera que sea “un nuevo modelo” de policía libre de corrupción.

    Aunque porta el nombre de “gendarmería,” para distinguirla de la policía normal, la fuerza tiene características similares al Equipo SWAT, con oficiales especialmente entrenados para reaccionar rápidamente ante un evento...

    Monte Alejandro Rubido García, comisionado de la seguridad nacional, dijo que la fuerza se desplegó sobre todo a las zonas donde los criminales han causado dificultades económicas, al amenazar al comercio o al turismo, lo que algunos analistas fuera del gobierno tomaron como un guiño a los esfuerzos del Sr. Peña Nieto para promover los negocios y la inversión.

    La División de Gendarmería tiene como objetivo "proporcionar una mayor capacidad, cuantitativa y cualitativamente, a la respuesta de la policía federal," dijo el Sr. Rubido en una reunión con periodistas internacionales. [i]"Hoy en día, con la unión de los 5.000 gendarmes, estamos haciendo un importante salto cualitativo

    El Sr. Peña Nieto hizo campaña, en parte, con la promesa de reducir la violencia, pero el lanzamiento de la nueva fuerza llega en un momento en donde estña divididas las opiniones acerca de qué tan exitosos han sido sus esfuerzos.

    Los homicidios han estado disminuyendo desde el pico en el 2011, aunque la vasta mayoría quedan sin ser resueltos.

    El año pasado, los homicidios disminuyeron 13%, con 22,732 asesinatos en lugar de 26,037 del año anterior, dce acuerdo con la agencia de censos Mexicana.

    Pero tales cifras no incluyen más que los homicidios registrados y no toma en cuenta las miles de personas que han desaparecido en años recientes; Las bandas criminales a menudo se toman la molestia de esconder a sus víctimas en tumbas clandestinas, que son descubiertas meses, si no es que años después. Esta semana el gobierno dijo que 22,322 personas permanecían desaparecidas, incluyendo 9,790, quienes ya habían desaparecido desde que Peña Nieto fue presidente en funciones. Y las extorsiones, secuestros, además de otros crímenes en contra de la calidad de vida se han disparado a medida que los grupos tradicionales de tráfico de drogas se han dividido en bandas más regionales y pequeñas, que diversifican sus fechorías.


    El Sr. Peña Nieto, quien ha hablado abiertamente de intentar combinar las virtudes económicas del país, sobre sus problemas de seguridad, se ha encontrado a sí mismo, enfrentando una crisis criminal tras otra, y confiando en que la milicia y la policía federal tome acciones justamente como lo hizo su predecesor, enfrentando muchas críticas.

    Se forzó al presidente ha hacerlo así en algunos de los Estados con violencia crónica, incluyendo Michoacán, donde los productores de limón y de aguacate durante el año pasado se les obligó a tomar las armas para enfrentar a las bandas violentas, y en Mataulipas, estado limítrofe con Texas, donde los grupos criminales ham desatado batallas a balazos y han cerrado carreteras , justamente cuando el Sr. Peña Nieto estaba esperando atraer a inversionistas a los campos de Gas natural que allí existen.





    Recientemente él designó al Zar para la lucha contra los secuestros, el cual ha sido reconocido por el Sr Rubidio como un serio problema en[b] Valle de Bravo, un lugar recreativo para los fines de semana, tanto para turistas extranjeros como nacionales, cerca de la Ciudad de México. EL Comentó que se podría desplegar a la gendarmería en dicho lugar.


    Aun así, los analistas dijeron que la administración seguía una tradición antigua entre los presidentes Mexicanos de reconstituir o reorganizar a la policía federal , sólo para que sus sucesores los desmantelaran y formaran sus propias fuerzas.

    "No necesitamos más policías, sino mejores policías", dijo Ernesto López Portillo, director de Insyde, UN especialista de seguridad en la Ciudad de México. "La Gendarmería es nueva aspirina para un cáncer. Se podría reducir temporalmente algunos tipos de delitos, pero no se va a resolver el problema a nivel nacional, siempre y cuando no hay un enfoque en la reconstrucción de las instituciones locales y estatales.”

    David A. Shirk, profesor de la Universidad de San Diego, quien estudia el crimen y la policía en México, dijo que sospecha que la nueva fuerza, con su inclinación hacia las zonas en una situación económica, tiene mucho que ver con tranquilizar las preocupaciones de seguridad del sector privado en México

    Dijo Que México carece de patrones en sus fuerzas policíacas, por lo que el avance en gran medida a las relaciones oficiales con los superiores a menudo corruptos, y los líderes políticos han tenido pocos incentivos para hacer esfuerzos a largo plazo para limpiar y profesionalizar a las fuerzas locales. Eso puede cambiar en los próximos años bajo una nueva ley electoral que permitirá a los alcaldes y los miembros del Congreso para reelegirse, dando a los votantes la oportunidad de rechazarlos si sienten que sus comunidades no son seguras.

    Pero el presidente aún se limita a un período de seis años.

    "Me sorprendería si existiera la gendarmería 10 años después ," dijo el profesor Shirk. "Cada nuevo gobierno trata de reinventar la rueda. Nadie está interesado en los incentivos a largo plazo para el desarrollo de las fuerzas a través de las administraciones ".
    .”
    Rafael Norma
    Forista Turquesa
    Last edited by Rafael Norma; 24-agosto-2014, 05:58.

  • #2
    Re: Cuerpos de Élite de la Policía Mexicana toman como objetivo la persistente violen

    Elite Mexican Police Corps Targets Persistent Violence, but Many Are Skeptical

    @nytimes



    By RANDAL C. ARCHIBOLD




    AUGUST 22, 2014

    MEXICO CITY — More than two years after first floating it during his presidential campaign as a signature effort to control rampant violence, President Enrique Peña Nieto on Friday swore in a new gendarmerie for Mexico, an offshoot of the federal police aimed at quelling outbreaks of violent crime.

    But even before the new division hits the streets, criminologists have panned the idea as akin to prescribing “aspirin for a cancer,” in the words of one, and as continuing a tradition of reinventing forces without attacking the fundamental, chronic problem of weak local and state police institutions.

    Mexican officials, outlining the force this week before its inauguration Friday, said it would comprise about 5,000 new recruits and function as a division of the 36,000-officer federal police. It will be an elite civil force, not a military one, drawn from well-educated young recruits with no prior police experience as well as veteran police commanders.

    Officials said the force had been intensely screened and was expected to be a “new model” of corruption-free policing.


    Although it carries the name gendarmerie, to distinguish it from the normal police, the force has characteristics similar to a SWAT team, with specially trained officers reacting quickly to hot spots.


    Monte Alejandro Rubido García,
    the national security commissioner, said the force would be deployed particularly to areas where criminals have caused economic distress or threatened commerce or tourism, which some analysts outside the government took as a nod to Mr. Peña Nieto’s effort to promote business and investment.

    The Gendarmerie Division aims “to provide an increased capability, quantitatively and qualitatively, to federal police response,” Mr. Rubido told a meeting of international journalists. “Today, with the 5,000 gendarmes joining, we are making an important quantum leap.”


    Mr. Peña Nieto
    campaigned, in part, on a pledge to reduce violence, but the rollout of the new force comes at a time when views of how successful his efforts have been are increasingly mixed.

    Homicides have been declining in Mexico since a peak in 2011, though the vast majority remain unsolved. Last year, homicides dropped 13 percent, with 22,732 killings compared with 26,037 the year before, according to the Mexican census agency.

    But that is only the recorded killings and does not take into account the thousands of people who have gone missing in recent years; gangs often take pains to hide their victims in clandestine graves discovered months if not years later. This week the government said that 22,322 people remained missing, including 9,790 who have disappeared since Mr. Peña Nieto took office. And extortion, kidnappings and other quality-of-life crimes have soared as traditional drug-trafficking groups splinter into smaller, more regional gangs and diversify their rackets.

    Mr. Peña Nieto
    , who has spoken openly of trying to play up the country’s economic virtues over its security problems, has found himself confronting one crime crisis after another, and relying on the military and federal police to take action just as his predecessor did, to much criticism.

    The president was forced to do so in some of the country’s most chronically violent states, including Michoacán, where lime and avocado farmers in the past year took up arms to chase out a violent gang; and Tamaulipas, along the Texas border, where criminal groups have had running gun battles and have blockaded roads just as Mr. Peña Nieto had been hoping to lure investors to natural gas fields there.


    Recently, he appointed a czar to fight kidnapping, which Mr. Rubido acknowledged had become a serious problem in Valle de Bravo, a weekend retreat near Mexico City popular with foreign and domestic tourists. He said the gendarmerie could be deployed to such a place.

    Still, analysts said the administration was hewing to a longstanding tradition among Mexican presidents of reconstituting or reorganizing the federal police, only for successors to then dismantle and make up their own forces.

    “We don’t need more police, we need better police,” said Ernesto López Portillo, director of Insyde, a security think tank in Mexico City. “The Gendarmerie is new aspirin for a cancer. It could temporarily lower some kinds of crime, but it is not going to resolve the problem at the national level as long as there is no focus on reconstructing local and state institutions.”


    David A. Shirk, a professor at the University of San Diego who studies crime and policing in Mexico, said he suspected that the new force, with its tilt toward areas in economic straits, had much to do with reassuring the private sector’s safety concerns about Mexico.

    He said Mexico lacked standards in its police forces, making advancement largely up to officers’ relations with often corrupt superiors, and political leaders have had few incentives to make long-term efforts to clean up and professionalize local forces. That may change in the coming years under a new election law that will allow mayors and members of Congress to run for re-election, giving voters a chance to reject them if they feel their communities are not safe.
    But the president will still be limited to one six-year term.
    “I would be surprised if the gendarmerie existed 10 years from now,” Professor Shirk said. “Every new government tries to reinvent the wheel. No one is interested in long-term incentives to develop forces across administrations.”
    Rafael Norma
    Forista Turquesa
    Last edited by Rafael Norma; 24-agosto-2014, 05:58.

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