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Taller del Alquimista...

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  • #46
    Re: Taller del Alquimista...

    ¡Ándale!! No me imaginaba que, además de tu gran simpatía, también eras alguien con la sensibilidad de crear una poesía.

    No sé a quién está dedicado, y creo que es irrelevante, lo importante es ver que aventaste el corazón en él, de tal suerte que la recipendaria deberá de sentirse muy feliz de tener tu atención.

    Te agradezco la primicia, pero mas te agradezco que me des la oportunidad de conocer esta parte de tu alma que no aflora en el foro de allá arriba.

    Un abrazo, Alqui.

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    • #47
      Re: Un adelanto...... Fragmento

      Originalmente publicado por Sidartha Ver post
      Por la majestuosa luz de plata
      de la Luna llena en otoño
      te digo
      te juro
      que te ignoro.

      Motivos no le faltan a mi pluma delirante
      a mi incipiente aprecio
      a mi ausencia de desprecio
      para decirte de hoy en adelante
      con humano decoro:
      ¡Yo te ignoro
      !

      (Continuará.....)

      Sí se trata de ignorar
      la razón no se detiene
      mil veces prefiero que me ignores
      que sufrir por tu desprecio....

      Ja, que mala soy verseando...


      Saludos.

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      • #48
        Re: Taller del Alquimista...

        Pasos perdidos.

        Caí y volví a caer de noche y al amanecer
        caì dos veces en el fondo de una esperanza.
        Por propia voluntad dejé ver un suspiro
        y planté una flor para que la regara el destino.

        El destino no riega flores
        ni ellas se riegan solas
        son como un trozo de corcho
        al capricho de las olas.

        Ahora, sin suelo donde pisar
        sin cielo y sin estrellas que mirar,
        urgo en aquella pequeña oquedad
        buscando la semilla o una simple astilla.
        ¡Por caridad!

        No está mi suspiro
        sólo un vil delirio de mi vanidad
        de mi tino ciego, de mi mano torpe,
        de mi afán grosero.

        Sólo el testimonio de un día como cualquiera
        en el que un hombre iluso, arranco un trozo de su corazón
        lo enterró en el suelo, le cantò con pasión su única canción
        y pensó que algún día crecería un bella flor.

        Hoy está enterrado en el mismo sitio
        esperando que algún día crezca la flor
        que algún ave extraña regrese el suspiro
        o que un cálido viento le lama el dolor.
        NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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        • #49
          Re: Taller del Alquimista...

          Originalmente publicado por El Alquimista Ver post
          Pasos perdidos.

          Caí y volví a caer de noche y al amanecer
          caì dos veces en el fondo de una esperanza.
          Por propia voluntad dejé ver un suspiro
          y planté una flor para que la regara el destino.

          El destino no riega flores
          ni ellas se riegan solas
          son como un trozo de corcho
          al capricho de las olas.

          Ahora, sin suelo donde pisar
          sin cielo y sin estrellas que mirar,
          urgo en aquella pequeña oquedad
          buscando la semilla o una simple astilla.
          ¡Por caridad!

          No está mi suspiro
          sólo un vil delirio de mi vanidad
          de mi tino ciego, de mi mano torpe,
          de mi afán grosero.

          Sólo el testimonio de un día como cualquiera
          en el que un hombre iluso, arranco un trozo de su corazón
          lo enterró en el suelo, le cantò con pasión su única canción
          y pensó que algún día crecería un bella flor.

          Hoy está enterrado en el mismo sitio
          esperando que algún día crezca la flor
          que algún ave extraña regrese el suspiro
          o que un cálido viento le lama el dolor.


          Excelente !!!


          Saludos.

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          • #50
            Re: Taller del Alquimista...

            Muchas y sinceras gracias estimada Pepis... De paso te mando un grande y sincero abrazo de año nuevo y mis mejores deseos para ti y tu familia.
            NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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            • #51
              Re: Taller del Alquimista...

              Originalmente publicado por El Alquimista Ver post
              Pasos perdidos.

              Caí y volví a caer de noche y al amanecer
              caì dos veces en el fondo de una esperanza.
              Por propia voluntad dejé ver un suspiro
              y planté una flor para que la regara el destino.

              El destino no riega flores
              ni ellas se riegan solas
              son como un trozo de corcho
              al capricho de las olas.

              Ahora, sin suelo donde pisar
              sin cielo y sin estrellas que mirar,
              urgo en aquella pequeña oquedad
              buscando la semilla o una simple astilla.
              ¡Por caridad!

              No está mi suspiro
              sólo un vil delirio de mi vanidad
              de mi tino ciego, de mi mano torpe,
              de mi afán grosero.

              Sólo el testimonio de un día como cualquiera
              en el que un hombre iluso, arranco un trozo de su corazón
              lo enterró en el suelo, le cantò con pasión su única canción
              y pensó que algún día crecería un bella flor.

              Hoy está enterrado en el mismo sitio
              esperando que algún día crezca la flor
              que algún ave extraña regrese el suspiro
              o que un cálido viento le lama el dolor.
              Me encanta leerte....
              Resistiré erguida frente a todo... me volveré de hierro para endurecer la piel ...

              Comment


              • #52
                Re: Taller del Alquimista...

                Originalmente publicado por Anael Ver post
                Me encanta leerte....
                Me encanta que andes por aquí.
                NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                • #53
                  Re: Taller del Alquimista...

                  Recibidos con mucho gusto, gracias.
                  Pepis

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                  • #54
                    Un Suspiro por la Luna

                    Un Suspiro por la Luna

                    En un suspiro tuyo,
                    de repente sin saber bien cómo
                    de pronto me hundí en la Luna.

                    Sería tal vez la magia de saberme de alguna forma en ti,
                    sería el sortilegio arcano de la unidad misteriosa de las almas,
                    el hecho fue que de algún modo
                    fui transportado en medio del invisible vapor de tu conciencia exhalada
                    y su alquimia de suaves aromas,
                    como de ayeres embarricados y de mañanas que florecen.

                    Un suspiro que taladró la argenta superficie y me llevó a ver su maravilla.
                    ¿Quién lo habría imaginado?
                    ¡Que la Luna tiene dos corazones!
                    Y ríos subterráneos de sueños
                    y mares infinitos donde barquitos de papel navegan
                    guíados en la inspiración e instinto de los locos enamorados,
                    los enamorados de la Luna aquí en la Tierra.

                    Pude oir también las mil voces de los besos
                    y sus ecos palpitantes,
                    y en ese instante comprendí porque los enamorados distraídos galopan en la Luna
                    y la razón por la cuál los que llamamos lunáticos decidieron quedarse para siempre
                    en ese mágico rincón del universo.

                    Yo me hubiera quedado,
                    mas mi apego a lo terreno y a lo humano fue más fuerte
                    y aprovechando el aliento de alguien más
                    al inhalar hilos de plata
                    decidí regresar a contarte todas estas cosas con el único afán
                    de hacerte suspirar de nuevo hacia la Luna.


                    [Escrito el 28 de enero de 2009; dedicado a Anael con proufunda estima y germinal afecto]

                    Sidartha de Azcapo
                    ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

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                    • #55
                      Re: Taller del Alquimista...

                      A UNAS NALGUITAS

                      Anoche mientras en autobús me transportaba
                      vide un par de nalguitas que el mismo rumbo llevaba.

                      Las vide brevemente y de manera furtiva,
                      pues de ellas porque yo las mirara nunca hubo iniciativa.

                      ¡Qué cosa mÁs hermosa! - pensé en mis adentros.
                      Cómo, una forma tan sutil a los sentidos embriaga.
                      Oh humano delite de esos pequeños momentos,
                      que en esta hora casual transforma mi existencia vaga.

                      No es cosa profana de los apetitos más carnales
                      ni la lujuria loca de esa de la que me he extasiado en los arrabales,
                      palabras éstas que salen de mi boca
                      en torrente continuo jamás disimulado.
                      Porque el apetito es uno, animal salvaje,
                      y la admiración
                      hija pura de mi humano linaje.

                      Tan breve y tan sublime,
                      tan linda imagen cotidiana que me orilla
                      a dejar el alma evaporarse entre suspiros por unos jeans de azul mezclilla.

                      Cuan rápida circula la mente
                      que era Casanova ya de repente;
                      Romeo, Bogart, Don Juan y hasta Brad Pitt
                      por breves segundos también fui.

                      Pero he aquí el sortilegio vano de la existencia,
                      que todo termina, imperene presencia.

                      Un sonido familiar de pronto escuché,
                      era el charrasquido que el alto del autobús pedía,
                      y las naguitas y sus sensual envoltura se fueron
                      mientras mi lúdica fantasía y su encanto de mi también se despedieron.

                      Sidartha.

                      (Febrero 2009)
                      ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

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                      • #56
                        Re: Taller del Alquimista...

                        por eso se te llega a estimar tan rapido

                        por la facilidad que tienes en la palabra

                        felicidades mi querido alquimista
                        ARMAOS LOS UNOS A LOS OTROS...

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                        • #57
                          Re: Taller del Alquimista...

                          Pepis... Uno que salió de la nada.... recién salido del horno.

                          ¿A que sabe el café?

                          El café sabe a sombra,
                          puede saber como una mujer:
                          agrio, ácido, dulce
                          pero siempre termina siendo un placer.

                          Sabe a soledad y a veces a compañía
                          a frutas tostadas, a tierra mojada
                          a un buen negocio, a un rato de ocio
                          sabe a recuerdo y a naciente romance.

                          Sabe a corteza, sabe a espera
                          sabe a quimera, sabe a retorno
                          sabe a partida, sabe a mentiras
                          y también a verdades sin fondo.

                          Sabe a raices sin matices
                          sabe a vejez y a buenos amigos
                          sabe a dias de pobreza
                          y a tiempos de generosa cosecha.

                          Sabe a profunda nostalgia
                          sabe a una mirada hiriente
                          a taquicardia, a noches eternas
                          a brujas y a estrellas.

                          Sabe como sabe el pan
                          como sabe la leche
                          como sabe la simiente de un largo encuentro
                          y despedidas largas... muy largas.

                          Sabe a un poco de noche
                          y a un mucho de sol
                          a un poco de viento
                          y a un todo de tiempo.
                          NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

                          Comment


                          • #58
                            Re: Taller del Alquimista...

                            ARMAOS LOS UNOS A LOS OTROS...

                            Comment


                            • #59
                              Re: Taller del Alquimista...

                              el café aguado
                              sabe a miado
                              sin azúcar valentin
                              sabe a puro te de calzetin

                              no aplaudan, se que no lo merezco
                              "...oquipan oquimatian mochiu in tlacatl catca initoca Tlacayelleltzin Cihuacohuatl in Cemanahuac tepehuan"...

                              Comment


                              • #60
                                Re: Taller del Alquimista...

                                Sus tetas.

                                Ella era sus tetas. Esas redondas y bien puestas protuberancias que le habían dado todo en la vida. Siempre supo que sus tetas serían su pasaporte a la mayoría de sus experiencias y no le faltó razón. A los 13 años ya no le quedaban los sostenes de su madre y su padre optaba por no verla demasiado para no dejar accidentalmente colgada la mirada de aquél par de maravillosas tetas, que crecieron grades, rápido y sin lugar a dudas, por lo que se veía, vencedoras absolutas sobre la gravedad.

                                Ese par bien montado le prodigaron de un buen número de novios desde los 14 años y las consecuentes peléas familiares. Sus padres sabían que no eran sus grandes ojos ni su maravillosa sonrisa la que provocaba sin medida el interés de jovencitos y no tan jovencitos por su hija, o más bien por las tetas de su hija.

                                No pasaría mucho tiempo antes de que descubriera en una sala de penumbra provocada, a uno de la interminable fila de pretendientes, prendido cual niño recién nacido del pecho de su madre, la hija jadeante, el olor concentrado a saliva y a prisa por crecer. Ese mismo día, su papá supo con certeza que no podría luchar contra ese par de generosas tetas y abdicó para siempre a hacer de su princesa, una ingeniera con estudios en el extranjero. Sospechosamente a los pocos días, su madre se empezó a esmerar en enseñarle a hacer la comida, a lavar la ropa, a trapear la casa.

                                No había terminado de cumplir los 15 años cuando ese monumental par de bien puestas tetas, la arrastraran en su primera fuga a Acapulco. Allá, abandonó para siempre la crisálida y tomó conciencia del poder embriagador que le prodigaban sus senos perfectos.

                                Al principio su inocencia la convertían a la vista de cualquiera en troféo, pero no tardó mucho en aprovechar sus atributos para obtener lo que quería, lo que le gustaba, lo que su papá ya no le daba. La mayoría de las veces bastaba con sólo dejarse tocar un poco y ella lo sabía.

                                Ya después se volvió una maestra en mostrarlas, en ocultarlas falsamente para después enseñarlas en el momento oportuno, en la situación indicada. Sabía que eran irresistibles y exploró las maneras de vestirlas y de desvestirlas, de hacerlas más notorias, mas sugestivas, más suculentas.

                                Así a los 23 años, se casó con el que pensó mejor partido. A él por fin las ofreció por completo, sin mesura, sin recelo. Él era mucho mayor que ella, divorciado, poderoso y generoso también. A cambio de poseer en exclusiva esas inigualables redondeces, la había proveído de cuanta cosa se pudiera comprar con dinero. Ella feliz...

                                Pero aquél prodigioso par de tetas no impidieron que ella engordara un poco, tampoco impidieron que el poderoso esposo cada vez fuera menos apasionado con ellas y tampoco impidieron que un día que regresó a la casa más temprano que de costumbre, encontrara a su marido enredado entre las piernas de una flaca, -que ironía- despechada como un niño de 12 años. Su vida se volvió infierno.

                                Algún tiempo siguió compartiendo casa y cama con el infiel, pero no terminaba de estar a gusto. Él la trató de recompensar con lujos, joyas y viajes, pero nada podía levantar de nuevo su orgullo y su placer. No era tanto la infidelidad, sino la convicción ineludible que su instrumento de supervivencia, había perdido su mágico efecto.

                                La verdad es que dos embarazos de por medio y el metabolismo más lento, la habían vuelto casi una gorda caderona, vestida de amargura. Abandonó al esposo y regresó a casa de sus padres casi 10 años después de haber partido. Su madre la abrazó con verdadero gusto, pero su papá, la vio con los ojos de quien ve regresar a una fallida ingeniera con estudios en el extranjero. Los niños volvieron la casa de los abuelos un campo de refugiados guatemaltecos en medio de la Selva Lacandona. La rabia y el dolor la hicieron enflacar media docena de kilos y un día cansada de llorar, se levantó, se arregló lo mejor que pudo y salió a la calle a buscar en donde trabajar.

                                Ahí esperaba el camión en una esquina. Y colgada en la nostalgia suspiraba y suspiraba. Sus profundos suspiros le enderezaban la espalda y cada suspiro sus pechos se levantaban como mirando al cielo. Y cada suspiro retomaban su forma prodigiosa que embaucó a tantos y tantos. Y desde la acera de enfrente, sin que ella siquiera sospechara, un hombre la miraba extasiado. Un hombre que no reparó ni en su sonrisa ni en sus enormes y hermosos ojos. Un hombre que en minutos tejió toda una película pornográfica en su mente. Un hombre que con el corazón acelerado la escrutaba sin remilgos e imaginaba si sus pezones serían claros u oscuros; si mirarían al cielo o al suelo y hasta imagino su sabor, dulce o amargo. Imaginó sus jadéos y su cuerpo a media luz temblando sudoroso bajo su cuerpo.

                                Un camión se apareció a lo lejos y el hombre supo que sería su última oportunidad antes de verla desaparecer para siempre. Atravesó la calle con decisión y atrapó la mirada de la dueña de esas chichis suculentas. Algo le dijo casi como un susurro y ella, después de dudar un algo y otro algo y otro algo, recobró la memoria de cuando sus tetas marcaban el destino. Estiró la espalda lo más que pudo sin discimular, siguió al hombre hasta su coche y desapareció en él.

                                Unas buenas tetas son y siempre serán unas buenas tetas.
                                NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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