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Todo por salvar el negocio de los 43
Rubén Cortés
~
Provoca suspicacia que el abogado de los familiares de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa parezca también abogado del exjefe de la policía municipal de Iguala, a quien 130 detenidos señalan como quien entregó a los estudiantes al Cártel Guerreros Unidos para que los asesinara y quemara.
Porque mientras la Comisión Nacional de Seguridad indica que Felipe Flores se ha reservado su derecho a declarar, Vidulfo Rosales se apresuró a difundir que Flores sí declaró y dijo que “él no sabe nada del paradero de los 43 estudiantes”.
Según el abogado, “nos han dicho que el día de los hechos, Flores se mantuvo en su oficina de las nueve a las 12 de la noche y que posteriormente participó en las jornadas de búsqueda y que colaboró con la investigación al poner a disposición de la PGR a sus policías y patrullas”.
Sin embargo, con esta defensa gratuita, el exjefe de la policía de Iguala no tendría que gastar dinero en contratar a abogado alguno, ya que el de la otra parte, la de los afectados por él, se encuentra de su lado, al menos si nos atenemos a esta aclaración de Rosales.
¿Por qué el abogado de los familiares de los 43 desaparecidos deslinda ipso facto al señalado por 130 detenidos como quien entregó a los estudiantes al Cártel Guerreros Unidos para que los asesinara y quemara? Porque necesitan que el caso siga abierto para que continúe el negocio.
Es por eso que a lo largo de dos años Vidulfo Rosales, los padres de los desaparecidos y los activistas que chupan dinero y hacen política con el caso Iguala no acusan de nada a los 131 autores intelectuales y materiales capturados, y mucho menos a los últimos que los vieron vivos.
En ese tiempo viajaron por el mundo pagados por no se sabe quién, y tienen por vocero a alguien cuyo nombre real es desconocido, pues declaró ante el MP como Manuel Vázquez Arellano, y en público se presenta indistintamente como Omar García Velásquez, Omar Salgado Bahena y Omar Vázquez Arellano.
Y mientras más detenidos presentan las autoridades, más furiosos se ponen Vidulfo Rosales, los padres de los desaparecidos y los activistas que chupan dinero y hacen política con el caso Iguala: vamos, es evidente que no quieren detenidos ni quieren, en realidad, que se esclarezca el caso.
Tampoco parecieran desearlo organizaciones internacionales como la CIDH (que ya cobró dos millones de dólares y viene por más), equipos de expertos y hasta funcionarios como el subsecretario de Gobernación Roberto Campa, quien gracias al caso Iguala hizo olvidar que era operador de Gordillo.
Pues sí: todo por salvar el negocio de los 43.
Twitter: @ruben_cortes
Rubén Cortés
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Provoca suspicacia que el abogado de los familiares de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa parezca también abogado del exjefe de la policía municipal de Iguala, a quien 130 detenidos señalan como quien entregó a los estudiantes al Cártel Guerreros Unidos para que los asesinara y quemara.
Porque mientras la Comisión Nacional de Seguridad indica que Felipe Flores se ha reservado su derecho a declarar, Vidulfo Rosales se apresuró a difundir que Flores sí declaró y dijo que “él no sabe nada del paradero de los 43 estudiantes”.
Según el abogado, “nos han dicho que el día de los hechos, Flores se mantuvo en su oficina de las nueve a las 12 de la noche y que posteriormente participó en las jornadas de búsqueda y que colaboró con la investigación al poner a disposición de la PGR a sus policías y patrullas”.
Sin embargo, con esta defensa gratuita, el exjefe de la policía de Iguala no tendría que gastar dinero en contratar a abogado alguno, ya que el de la otra parte, la de los afectados por él, se encuentra de su lado, al menos si nos atenemos a esta aclaración de Rosales.
¿Por qué el abogado de los familiares de los 43 desaparecidos deslinda ipso facto al señalado por 130 detenidos como quien entregó a los estudiantes al Cártel Guerreros Unidos para que los asesinara y quemara? Porque necesitan que el caso siga abierto para que continúe el negocio.
Es por eso que a lo largo de dos años Vidulfo Rosales, los padres de los desaparecidos y los activistas que chupan dinero y hacen política con el caso Iguala no acusan de nada a los 131 autores intelectuales y materiales capturados, y mucho menos a los últimos que los vieron vivos.
En ese tiempo viajaron por el mundo pagados por no se sabe quién, y tienen por vocero a alguien cuyo nombre real es desconocido, pues declaró ante el MP como Manuel Vázquez Arellano, y en público se presenta indistintamente como Omar García Velásquez, Omar Salgado Bahena y Omar Vázquez Arellano.
Y mientras más detenidos presentan las autoridades, más furiosos se ponen Vidulfo Rosales, los padres de los desaparecidos y los activistas que chupan dinero y hacen política con el caso Iguala: vamos, es evidente que no quieren detenidos ni quieren, en realidad, que se esclarezca el caso.
Tampoco parecieran desearlo organizaciones internacionales como la CIDH (que ya cobró dos millones de dólares y viene por más), equipos de expertos y hasta funcionarios como el subsecretario de Gobernación Roberto Campa, quien gracias al caso Iguala hizo olvidar que era operador de Gordillo.
Pues sí: todo por salvar el negocio de los 43.
Twitter: @ruben_cortes