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EL varón de las cuatro Ciénegas vs Tony TormentA
El Varón de Cuatro Ciénegas vs Tony Tormenta
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2010-11-19•Al Frente
Como diría James Joyce, cambiemos de tema porque lo del salario de Calderón ya alcanzó niveles peores que los de [colro=magenta]Fabiruchis en el Torito. [/color]Digo, ya nos explicaron veintiocho funcionarios de Hacienda, cuarenta diputados panistas y un montón de lambiscones que contra lo que dice el diputado petista Di Costanzo, al que califican de apátrida y resentido social, Jelipillo no sólo no tiene un aumento del veintitantos por ciento, sino que hasta perdió algunos centavos al mes. Y como lo dicen ellos con ese lenguaje de contador público que ni los contadores públicos entienden, pues no queda más remedio que darles el beneficio de la duda. Porque entre el salario neto, el bruto, el nominal y el teledirigido no hay manera de desentrañar tanto protocolo fiduciario-burocrático con su lenguaje técnico, pero inextricable. Y más aburrido que los recuentos de logros y maravillas de García Luna, al que nomás le faltó ponerse una estrellita en la frente. Sobre todo cuando anunció que a la nueva policía única le van a dar sus cursos propedéuticos los militares, hasta en materia de retenes (¡gulp!).
Además, a quién le importa si todo el gabinete se despacha con la cuchara grande, si lo que importa es que están cumpliendo su misión con empeño, voluntad y, en el mejor estilo de Díaz Ordaz, con algo más que horas de trabajo burocrático: convertir a México no en un pueblo mágico, sino en uno fantasma.
¿No es bonita la imagen de un país donde en vez de comunidades se vean campos de refugiados en homenaje a los habitantes de Ciudad Mier? Nada más idílico que contemplar tu calle sembrada de casquillos percutidos.
Aunque no estaría nada mal que tan insignes personajes del desarrollo parvulario hubieran dejado algo de su nada escaso peculio para el Conapred. Sí, porque si bien la comisión no es necesariamente un dechado de combate a favor de las minorías, hace una chamba que ni Presidencia ni los góbers preciosos quieren hacer. Mientras agarraban dormidos a los diputados en las noches diabólicas de San Lázaro, cual vampiros en su ataúd sin blindaje, le clavaban estacas al presupuesto del Conapred.
Igual lo que importa es responder a esta duda existencial: en función de los últimos sucesos, y en plenas celebraciones revolucionarias, ¿cuál sobrenombre genera más emociones y respetos, El Varón de Cuatro Ciénegas o el de Tony Tormenta? Ahí se los dejo de tarea en lo que cambiamos de tema o de país.
jairo.calixto@milenio.com
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2010-11-19•Al Frente
Como diría James Joyce, cambiemos de tema porque lo del salario de Calderón ya alcanzó niveles peores que los de [colro=magenta]Fabiruchis en el Torito. [/color]Digo, ya nos explicaron veintiocho funcionarios de Hacienda, cuarenta diputados panistas y un montón de lambiscones que contra lo que dice el diputado petista Di Costanzo, al que califican de apátrida y resentido social, Jelipillo no sólo no tiene un aumento del veintitantos por ciento, sino que hasta perdió algunos centavos al mes. Y como lo dicen ellos con ese lenguaje de contador público que ni los contadores públicos entienden, pues no queda más remedio que darles el beneficio de la duda. Porque entre el salario neto, el bruto, el nominal y el teledirigido no hay manera de desentrañar tanto protocolo fiduciario-burocrático con su lenguaje técnico, pero inextricable. Y más aburrido que los recuentos de logros y maravillas de García Luna, al que nomás le faltó ponerse una estrellita en la frente. Sobre todo cuando anunció que a la nueva policía única le van a dar sus cursos propedéuticos los militares, hasta en materia de retenes (¡gulp!).
Además, a quién le importa si todo el gabinete se despacha con la cuchara grande, si lo que importa es que están cumpliendo su misión con empeño, voluntad y, en el mejor estilo de Díaz Ordaz, con algo más que horas de trabajo burocrático: convertir a México no en un pueblo mágico, sino en uno fantasma.
¿No es bonita la imagen de un país donde en vez de comunidades se vean campos de refugiados en homenaje a los habitantes de Ciudad Mier? Nada más idílico que contemplar tu calle sembrada de casquillos percutidos.
Aunque no estaría nada mal que tan insignes personajes del desarrollo parvulario hubieran dejado algo de su nada escaso peculio para el Conapred. Sí, porque si bien la comisión no es necesariamente un dechado de combate a favor de las minorías, hace una chamba que ni Presidencia ni los góbers preciosos quieren hacer. Mientras agarraban dormidos a los diputados en las noches diabólicas de San Lázaro, cual vampiros en su ataúd sin blindaje, le clavaban estacas al presupuesto del Conapred.
Igual lo que importa es responder a esta duda existencial: en función de los últimos sucesos, y en plenas celebraciones revolucionarias, ¿cuál sobrenombre genera más emociones y respetos, El Varón de Cuatro Ciénegas o el de Tony Tormenta? Ahí se los dejo de tarea en lo que cambiamos de tema o de país.
jairo.calixto@milenio.com