Las raíces de la violencia

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Re: Las raíces de la violencia

tan solo basta ver cuando se presenta un cantante de narcocorridos,se juntan miles de animales para oir sus alabanzas a las bestias del narco,pura descompocision social.

Aqui puedes recorrer las colonias de clase baja y tienen los cd a todo lo que da con narcocorridos, en el 2006 el Instituto municipal de seguridd pública nos mostró los resultados de sus investigaciones y entre muchas cosas nos dió un dato alarmante, "hay en Juárez mas de mil pandillas, si se unieran no habría defensa contra ellas"
El Teto eliminó el subsidio a este instituto, el animal no sabía para que se necesita un instituto de investigaciones criminales

[Triana Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close Triana]

Re: Las raíces de la violencia

El tetos si sabe, lo que pasa es que no quiere perder la base de sus electores. Los pobres se nivelan como pueden, los pocos pendejos que creen en la "educacion superior" y los muchos astutos premodernos que saben que nada iguala mas que una Lobo, un Rolex y una AK 47.

Saluditos y no haga corajes. Asi es el pais que hemos cultivado, en especial "ustedes".

[Marcos Barraza Forista Platino Find all posts Ver perfil Close Marcos Barraza]

Re: Las raíces de la violencia

Juar, juar, juar, juar...

No Marquitos, tu lo que quieres es pasar a juerzas tu diagnostico de la violencia cuando todos sabemos que es culpa de la corrupcion de las autoridades con la complacencia de los empresarios (beneficiarios directisimos), y de algunas autoridades eclesiasticas.

A mi lo que me late es que te dieron muchos sermones y poca caridad.

Y dos respuestas a un mismo pegosteo me hacen tan feliz! Biiiiingoooo!

Las autoridades no son marcianas, es gente de la sociedad y la misma sociedad las hace corruptas al ofrecerles lana, no hay corrupto sin corruptor, si te hago feliz al contestarte dos veces es que de alguna manera te agrado ja ja

[Marcos Barraza Forista Platino Find all posts Ver perfil Close Marcos Barraza]

Re: Las raíces de la violencia

El tetos si sabe, lo que pasa es que no quiere perder la base de sus electores. Los pobres se nivelan como pueden, los pocos pendejos que creen en la "educacion superior" y los muchos astutos premodernos que saben que nada iguala mas que una Lobo, un Rolex y una AK 47.

Saluditos y no haga corajes. Asi es el pais que hemos cultivado, en especial "ustedes".

Pues póngamosle un altar a los que cultivan la lucha de clases y dividen a los humanos en pobre y ricos ¿tu que eres pobre o rica?

[n3p Forista Turquesa Find all posts Ver perfil Close n3p]

Re: Las raíces de la violencia

Otros dividían al mundo entre crédulos y paganos. Fueron por cierto los más grandes asesinos de todos los tiempos. Organizaron las cruzadas, quemaron vivos en leña verde a los herejes y luego tuvieron la desvergüenza de recriminar a la humanidad el uso de la violencia los muy cínicos.

[renexpx Forista Platino Find all posts Ver perfil Close renexpx]

Re: Las raíces de la violencia

Hay unos qu se parecen mucho a esos que mencionas..pero se llaman Judios.

[Rafael Norma Forista Turquesa Find all posts Ver perfil Close Rafael Norma]

Re: Las raíces de la violencia

El Florentino Nicolás Maquiavelo decía que los seres humanos agreden por dos motivos:

Por odio y por miedo.

[aguil@real Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close aguil@real]

Re: Las raíces de la violencia

Pagar cuotas, es ademas de peligroso, el cuento de nunca acabar, es preferible cerrar tu negocio que trabajar para los delincuentes, hoy mismo en el diario viene el relato de un empresario que decidio mudarse al Paso y empezar desde 0, a veces es suficiente con un cierre temporal, si tu amigo se decide por pagar las cuotas que deje de pagar impuestos y les pida proteccion a los malandros que acudiran gustosamente a correr a los inspectores que no volveran a molestarlo, si el estado no puede garantizarnos seguridad tampoco tenemos por que pagarle.

[aguil@real Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close aguil@real]

Re: Las raíces de la violencia

Me gustaria poder decir que lo correcto es negarse a pagar y denunciar, ponerles una trampa como hizo el lider de los loteros del Eje (QPD) ya que aun en el remoto caso de que logren aprehenderlos ademas de mandarte matar seguiran operando desde el interior del penal

[aguil@real Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close aguil@real]

Re: Las raíces de la violencia

Cierran aquí negocios e inician de cero en EP
09 Agosto 2009




Actualizado: 10:52 PM hora de Cd. Juárez

Sandra Rodríguez Nieto
El Diario

A óscar nunca le atrajo el ‘sueño americano’. En Juárez tenía un negocio de venta de materiales con varios empleados, su casa y todos sus vínculos familiares.

A mediados de 2008, sin embargo, empezó a ser sujeto de amenazas de extorsión y después secuestraron a uno de sus mejores amigos. En la colonia habían plagiado ya al menos a otros seis pequeños comerciantes.
Se decía que los delincuentes tenían una lista y alguien le dio a entender que estaba incluido.

No quiso esperar a ver si era cierto y una madrugada de noviembre, después de la liberación de su amigo, decidió aprovechar su residencia norteamericana y se mudó a El Paso con su esposa y sus cuatro hijos.

No fue la única migración que motivó ese plagio. Una hermana de la víctima también trasladó a sus cuatro hijos a la vecina ciudad en cuanto supo que los secuestradores habían amenazado con volver por dos de ellos, cuyas fotografías estaban en el celular del secuestrado.

él, la víctima, no se ha ido porque los delincuentes, además de que hicieron que su familia juntara 160 mil pesos, le robaron su visa láser y todos sus documentos, pero también mandó a sus dos hijos al otro lado.

Así, después de un solo plagio registrado en noviembre en Juárez en 2008, en El Paso están viviendo al menos otras 12 personas que dicen no tener más motivos para estar allá que huir del miedo.

Del lado norte de la frontera, comentan los entrevistados, se sienten seguros, pero también que lo han perdido todo. óscar, por ejemplo, dice sentir que le “mocharon los dos brazos de un tajo”.

Migró a un Estados Unidos en recesión y a sus 45 años le es difícil encontrar trabajo. Pero lo peor, dice, es ver cómo en Juárez se muere el negocio del que pensó viviría en su retiro.

Ana, la hermana de Rafael, también piensa que estar sola en la casa de Juárez, sin sus cuatro hijos, es lo peor que le ha ocurrido.

Esta es la historia de sólo dos familias en una frontera donde las estadísticas oficiales no han registrado el fenómeno, pero sí hay varios síntomas de que la violencia está generando un éxodo hacia Estados Unidos.

Allá, la presencia de mexicanos recién exiliados es visible en las escuelas, en las iglesias, en las empresas de venta de bienes raíces y en el boom de negocios juarenses arrancando operaciones, mientras que aquí, en el lado mexicano, quedan cientos, tal vez miles de locales comerciales cerrados.

Del plagio a la migración

Todo ocurrió en segundos. Rafael, de 46 años, acababa de abrir su negocio de ferretería en una colonia del extremo sur de la ciudad cuando, desde el patio de su establecimiento alcanzó a ver de reojo que una Suburban negra se estacionó en la calle. Supo que iban por él en cuanto vio que las cuatro puertas se abrieron al mismo tiempo.

Bajaron hombres armados, con cachuchas. De inmediato y entre varios lo sometieron y lo introdujeron en el piso de la camioneta. Sin saber a dónde, la víctima iba boca abajo en el suelo del vehículo y los plagiarios con sus pies y sus armas largas sobre su cuerpo.

La primera en recibir una llamada fue Ana, su hermana mayor. No creyó el aviso de que se trataba de un secuestro y colgó el teléfono. Luego llamaron a otra hermana y le advirtieron que no hiciera como Ana y que pusiera atención, porque querían 200 mil dólares. Así empezó una negociación que duró cuatro días, hasta que la familia, con ayuda de amigos y vecinos, logró juntar 160 mil pesos.

Rafael fue liberado el 19 de noviembre, pero no terminó la pesadilla. Los plagiarios seguían llamando y advirtiendo que les faltaba todavía parte de la recompensa.

En una de las reuniones en las que la familia trataba de reconstruir los hechos, Ana se dio cuenta de que los plagiarios habían amenazado con llevarse a sus dos hijos menores. Se enteró por casualidad, cuando Rafael preguntó al resto de la familia cómo se habrían dado cuenta los captores que tenía dos sobrinos de 15 años.

Ana no preguntó nada en ese momento. Quedó presa del pánico. Uno de sus hermanos menores –uno de los dos ciudadanos norteamericanos que hay en esa familia de siete oriundos juarenses– le ofreció llevarse a los adolescentes a su casa en El Paso.

Al siguiente día fue a darlos de baja a la preparatoria, y el director le informó que él mismo había recibido amenazas de plagio esa mañana y de que otra madre de familia acababa de llevarse también a su hija porque su padre, un dentista, acababa también de ser secuestrado.

La decisión

óscar ya tenía varios meses sin dormir. Desde agosto había empezado a recibir llamadas de los presuntos “zetas” que le exigían depositar miles de pesos. Había hecho caso omiso de las advertencias, pero perdió la tranquilidad por completo. Se despertaba, dice, en cuanto oía ladrar un perro, con el sonido de cualquier vehículo pasando.

El secuestro parecía entonces una epidemia en la colonia donde está ubicado su negocio, en el sur de la ciudad, como el de Rafael. Ahí ya les había pasado casi a todos los pequeños empresarios: al tendero, al dueño de la tortillería, al de la panadería, al carnicero...

Todos estaban pagando y, por las pláticas, supieron que podría tratarse de la misma banda que además les exigía los mismos 200 mil dólares de rescate.

Fue cuando óscar empezó a escuchar que los plagiarios tenían una lista, y también cuando las otras víctimas le empezaron a sugerir que cerrara y se fuera de la ciudad.

El secuestro de Rafael fue el colmo. No pasaron ni dos días de la liberación cuando así, por puro miedo, óscar, su esposa y sus cuatro hijos decidieron no esperar a ser las víctimas. Se fueron incluso de madrugada, dice.

Tomaron dos camionetas, cargaron lo que pudieron y se dirigieron al puente internacional de Zaragoza, donde vieron varias camionetas cargadas de mobiliarios y menajes de casa en dirección a El Paso.

Llegaron a una casa ubicada en Montana Vista, una región del extremo éste, caracterizada por los asentamientos esporádicos y viviendas construidas sobre amplios terrenos.

Había fincado su hijo mayor, un ciudadano norteamericano que se había mudado de Juárez sólo para que sus niños fueran a la escuela y aprendieran inglés, pero todos los días cruzaba a México para trabajar con su padre.

La vida en el otro lado

Lo peor no es vivir en El Paso, comentan los entrevistados, sino haber sido forzados a migrar cuando no lo tenían planeado. Los dos hijos adolescentes de Ana, a pesar de ser ciudadanos norteamericanos, llevaban en Juárez una vida tan al estilo mexicano que como actividad extraescolar habían elegido tocar en la banda de guerra.

Ahora, en una escuela preparatoria de El Paso, a uno de ellos se le ocurrió entonar el Himno Nacional Mexicano de puro sentimiento, cuando todos en la clase terminaron de entonar el Himno Norteamericano.

Viven con su tío en una casa amplia en el éste de El Paso, pero saben que no es de la ellos. Acá en Juárez los vecinos son amigables, allá no entienden cómo es que a la gente no le gusta andar en la calle. Dicen extrañar todo. A su madre, su casa propia, sus recámaras, sus amigos.

óscar tiene también una hija de 15 años. Ella sólo dice no saber cómo es que de pronto tuvo que vivir un cambio tan drástico. No tiene nada que ver con secuestradores ni con cárteles, pero su vida está tan afectada que, al salir literalmente corriendo de Ciudad Juárez, dejó inconcluso su tercer año de secundaria y se separó de todo lo que quería: amigos, familia, estilo de vida.

Carmen, la esposa de óscar, está al borde de la depresión. Habían tenido a su hijo mayor en Estados Unidos porque trabajaban en Chicago, pero volvieron a Juárez cuando el niño tenía casi un año y nunca tuvieron intención de volver al norte.

Ahora, a Carmen le brotan lágrimas en cuanto se le pregunta cómo se siente. Mal, responde. No tiene trabajo, su casa está a medias, extraña sus plantas e incluso sus perros. Siente que ella, su marido y toda la familia tuvieron que volver a empezar de cero. La casa tiene piso de cemento y las paredes de tabla roca muestran todavía las manchas del yeso.

A óscar también le hace llorar la reflexión sobre su nuevo estado. Hace sólo poco más de un año tenía negocio y la esperanza de vivir de él dignamente en su retiro.

Pero ahora, dicen ambos, lo que más les duele es la frustración de sentir que no pueden moverse y de que están en una especie de encrucijada motivada por el miedo a la delincuencia que azota como nunca a esta frontera.

Allá no hallan trabajo, pero se sienten seguros; en Juárez está su negocio y el resto de sus familias, pero la sola idea de volver les causa pánico.

[Sacbe Forista cotorro Find all posts Ver perfil Close Sacbe]

Re: Las raíces de la violencia

Hay unos qu se parecen mucho a esos que mencionas..pero se llaman Judios.

Que comentario más pendejo...

Fuera de contexto y fuera de la realidad...

Pero güe, basta un momento de crisis pa poner todas las fobias en un lugar.

[mextremista Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close mextremista]

Re: Las raíces de la violencia

Lo que fue un espejismo fue la sociedad no violenta.

Los humanos son animales y como tales se comportan. Por más que quieran autoengañarse con basura religiosa.

el garabobo ni a animal llega,puro aborto de fosil.

[renexpx Forista Platino Find all posts Ver perfil Close renexpx]

Re: Las raíces de la violencia

Que comentario más pendejo...

Fuera de contexto y fuera de la realidad...

Pero güe, basta un momento de crisis pa poner todas las fobias en un lugar.

No es mi problema si no te parece... pero si encaja con el comentario que respondi.

[aguil@real Forista Rubí Find all posts Ver perfil Close aguil@real]

Re: Las raíces de la violencia

Suben 57% denuncias por extorsiones
10 Agosto 2009




Actualizado: 11:36 PM hora de Cd. Juárez

Staff
El Diario


La Subprocuraduría General de Justicia en el Estado, Zona Norte, ha registrado un aumento de 57 por ciento en el número de denuncias de extorsión, ya que si en el primer semestre de 2008 reportaron ser víctimas de este delito 69 personas, en el mismo periodo de 2009 la estadística va en 109 casos.
De acuerdo con información proporcionada por la oficina de Comunicación Social del Ministerio Público, en varios de los casos las víctimas han reportado el mismo modus operandi: un mensaje escrito en un papel y entregado por personas que dicen pertenecer a “ciertos grupos” del crimen organizado.
Es la experiencia que vivió el dueño de un establecimiento: desde la planta alta de su discoteca norteña escuchó pasos, el movimiento de varias personas y a alguien preguntando por su nombre. Bajó por la escalera y vio a unos 20 hombres armados y a sus empleados pecho tierra.
Uno de los delincuentes lo identificó como dueño y le entregó una servilleta con un número telefónico y un mensaje: “Comuníquese con “El Piporro” antes de media hora si no quiere tener problemas”.
Al llamar, quien contestó se identificó como parte de un grupo del crimen organizado y le habló con lo que el propietario califica un total descaro: “¿Qué pasó, jefe? Mire, la cosa está así: estamos cobrando 20 mil pesos por mes, y si se niega le quemamos el negocio o entramos a rafaguear esté quien esté”.
El relato de este hombre es una experiencia sufrida por una cantidad no determinada de personas en Ciudad Juárez, como una variación de la actividad de los narcotraficantes que está detrás de las decenas de negociaciones incendiadas desde 2008, del cierre de cientos de locales comerciales y de miles de casos de familias exiliadas de manera legal o ilegal en Estados Unidos.
Los reportes periodísticos indican que en este tipo de prácticas los delincuentes se identifican como integrantes de algún cártel, como La Línea o incluso los Zetas.
Para los hombres de negocios, grandes o incluso tiendas de barrio, tampoco queda duda de que están siendo víctimas de los narcotraficantes.
Todo el operativo en el que llegan a los establecimientos, comentó el entrevistado, habla de una estructura: “Llegan en un grupo de 15 ó 20, todos armados, y no se crea que escondiendo las armas. Se bajan armados y amenazan con quemar o secuestrar al dueño o al encargado”.
Son jóvenes, de entre 18 y 34 años, sin capuchas, vestidos de manera casual, con playeras negras tipo Polo; llegan a los negocios en vehículos sin placas.
La cifra de residentes afectados podría ser multitudinaria. Sólo entre la zona Centro y el Pronaf, de acuerdo con la oficina local de la Cámara Nacional de Comercio, hay unos 50 centros nocturnos pagando una cuota de 20 mil pesos, como la referida en el testimonio.
El empresario entrevistado dice conocer de primera mano unos 30 casos similares y, en conversaciones con colegas, ha estimado que en la ciudad podrían haberse presentado unos tres mil 500 casos del mismo tipo.
Los afectados, agregó, son propietarios de locales de todos los tamaños y giros: bares, restaurantes, farmacias, ferreterías, panaderías, madererías, tiendas de abarrotes, lotes de venta de vehículos, de venta de autopartes, paleterías, papelerías...
“Todos estamos mal, tanto que creemos que los negocios han bajado en un 60 por ciento. Y hablo de gente con capacidad de tener un negocio y generar empleos, que si el gobierno pudiera hacer algo, crearíamos miles de empleos. Pero en lugar de eso hay negocios cerrados u otros que trabajan menos turnos, porque además nadie quiere trabajar ya de noche”, dijo.
El entrevistado dio su testimonio con la condición del anonimato. Ante la impunidad con la que se cometen los homicidios en Ciudad Juárez pese a todas las corporaciones que patrullan, dijo, el miedo de ser amenazado por personas armadas es indescriptible. “Yo sigo pagando, prefiero atrasarme con Hacienda que con ellos. Y podría entregarlos, hablarle al Ejército cuando vayan llegando a cobrar, pero ¿a quién se los entrego? ¿Para que los dejen libres a los dos días y me maten a mí y a toda mi familia?”, pregunta.
“Las extorsiones a los negocios empezaron desde el año pasado, pero disminuyeron cuando llegaron los elementos del Ejército. Sin embargo desde hace tres meses reiniciaron con fuerza y ahora están a la orden del día”, dijo en días pasados Carlos Escobar, integrante de la oficina local de la Canaco.
Uno de los casos más recientes es el del bar Viejo Oeste.
El pasado 27 de julio, a las 2:30 de la tarde, a este lugar ubicado en la zona centro de la ciudad llegó un grupo de seis hombres armados que despojó a los clientes de teléfonos, les pidió tirarse al suelo mientras rociaban el lugar con gasolina, luego los dejó salir y al final le prendió fuego al edificio.
Información extraoficial sobre el caso indica que el dueño estaba pagando la cuota, pero que se atrasó dos meses, que pidió oportunidad o una disminución del cobro y que los delincuentes le dijeron que mejor cerrara.
El propietario se opuso, agregan los datos extraoficiales, y fue entonces que le prendieron fuego. “Claro que ya no están en Juárez. La gente que no paga extorsión haga de cuenta que firmó sentencia de muerte, o lo secuestran, lo matan o le queman el negocio. Es terrible”, dijo la fuente consultada.
La información de la Subprocuraduría agrega que en otras denuncias de extorsión las víctimas reportan llamadas de números con claves de larga distancia de localidades de otras entidades, como Sinaloa o Jalisco, y que también existen los casos cometidos a través de directorios telefónicos y demás bases de datos personales.
Ante la situación, informó el área de comunicación social de la PGJE, la población afectada puede marcar 629-33-07, número telefónico de la oficina del Subprocurador Alejandro Pariente, que, se dijo, tomará la denuncia personalmente.
Los afectados, por mucho, han decidido no poner denuncias. El entrevistado mencionó también que el día que acudió a la Subprocuraduría de Justicia, entre la gente que como él esperaba hablar con el agente del Ministerio Público encontró a otro afectado con el que sostuvo una conversación casual.
Minutos después, un niño vendedor se acercó a su interlocutor y le entregó un papel doblado que le causó un gran impacto. “Mire, ‘síguele con tus pendejadas, y ahorita vamos a ir a quemarte tu negocio’. ¡Ahí mismo, en la Procuraduría! Se le acercó un niño, de 10 ó 12 años, y se lo dio”, contó.
El peligro latente y el miedo, ha modificado las rutinas de varios afectados, cambian a vehículos menos llamativos, y las inspecciones a sus negocios en muchos casos las hacen desde El Paso.
Además la problemática está dividiendo a las familias. “Cuando vinieron a extorsionarme a mí, renté una casa para mis hijos en El Paso. Ya estudiaban allá, pero iban y venían. Ahora ya viven allá”, dijo.

[Sacbe Forista cotorro Find all posts Ver perfil Close Sacbe]

Re: Las raíces de la violencia

No es mi problema si no te parece... pero si encaja con el comentario que respondi.

Posss en "tu lógica"....

Todos los mexicanos son narcos...
Todos los alemanes son racistas...
Todos los franceses son gays...
Todos los gringos son babosos...

Y todos los de Cawila son pendejos...

Juarr.... y si me cuadra o no es muy mi asunto.

Saludines!!

P.D....Notese en "tu lógica" no en la mia.