'We can fly', el plan de EU para ser Campeón del Mundo
* El "Reporte Q" o "We Can Fly. Project 2010", detalla la estrategia de Estados Unidos para ser Campeón del Mundo en 2010
* Esta es la primera de tres partes sobre este proyecto
En 1998, el mismo año en que la Selección de EU fue último lugar en el Mundial de Francia, la Federación Estadounidense trazó un plan para ganar la Copa del Mundo en 2010. Este es el Reporte Q, tal como se conoce a dicho plan, elaborado por el portugués Carlos Queiroz.
El 25 de junio de 1998, la Selección de Futbol de Estados Unidos perdió contra el equipo de Yugoslavia en la Copa del Mundo realizada en Francia. Fue su tercer derrota en dicho Mundial (antes perdió contra Irán y Alemania) lo que sumió al equipo en el último lugar de las 32 selecciones participantes.
A nadie le sorprendió este resultado. De hecho, se cumplió sobradamente el pronóstico que hizo el mismo Presidente de la Federación Estadounidense, Alan Rothenberg, de que su Selección no pasaría de la Primera Ronda.
Lo que pocos sabían es que para entonces Estados Unidos estaba preparando un ambicioso plan que tenía el objetivo de sacarlo del sótano de las selecciones nacionales y de hacerlo Campeón del Mundo en 2010.
Unos días después de que el seleccionado de Estados Unidos regresó a casa desde Francia, Rothenberg recibió un documento llamado "We can fly. Project 2010", también conocido como Reporte Q, en alusión al apellido de su creador, Carlos Queiroz. Este entrenador portugués es famoso por haber obtenido dos Campeonatos del Mundo con selecciones menores de 20 años en 1989 y 1991, con Portugal, y por haber descubierto a la generación dorada de los lusos con jugadores como Figo, Rui Costa y Fernando Couto, entre otros.
El "Reporte Q" era un estudio detallado que en 114 páginas describía cómo identificar y entrenar jugadores desde temprana edad en Estados Unidos. El documento, cuya portada se ilustraba con la foto de un astronauta en la luna que sostiene con una mano la Bandera de EU y con otra la copa del Mundo, incluía una propuesta para apoyar a los jugadores con educación y recursos financieros, y así convertirlos en los mejores del mundo.
LA Times describió que durante la presentación del reporte el ánimo estaba desbordado. Tom King, Director General de las Selecciones Nacionales de Estados Unidos declaró "si queremos tener éxito a nivel de la Copa Mundial, debemos de obtener el éxito a nivel juvenil. Nuestra meta es ganar la Copa FIFA a nivel juvenil en 2005".
Acompañado de Dan Gaspar, un entrenador de selecciones menores de Estados Unidos, Queiroz elaboró el diagnóstico y el plan de trabajo durante más de seis meses. Juntos analizaron los problemas de organización, estructura y formación de jugadores. Entrevistaron a cientos de personajes relacionados con el futbol de Estados Unidos.
El plan fue financiado con 50 millones de dólares, los cuales solventaron Nike y la empresa International Management Group, famosa por ser la primera firma en representar deportistas y en detectar el potencial económico que los jugadores profesionales tendrían con la televisión (el golfista Arnold Palmer y los tenistas Björn Borg y Chris Evert fueron sus primeros clientes). Ambas compañías tenían interés económico en desarrollar el futbol en Estados Unidos, un país en donde el futbol quedaba de lado frente a otros deportes como el béisbol y el futbol americano.
"Mirando hacia 2010, estoy seguro que Estados Unidos no necesita un mago que con ciertos trucos cree la ilusión de éxito en el equipo nacional; lo que necesitamos es un plan que de implementarse con diligencia y cooperación, hará realidad nuestros sueños", escribió Queiroz en la introducción del documento.
LARGA TRAYECTORIA
Hay algunos aspectos poco conocidos del futbol de Estados Unidos. Su Federación, por ejemplo, es 14 años más antigua que la de México. La mayoría ignora también que en la historia de los Mundiales, la Selección Estadounidense ha llegado más lejos que la mexicana al ganar el tercer puesto en Uruguay 1930 (en ese Mundial, México ocupó el último puesto).
Luego vino una época oscura para la Selección de EU. O lo descalificaban en la primera fase o ni siquiera calificaba a los Mundiales, como sucedió por más de 40 años, hasta noviembre de 1989, cuando clasificó de nuevo a un Mundial: Italia 90.
Los norteamericanos llegaron a la justa sin el menor respeto de parte de la comunidad futbolística internacional, pero con un fuerte deseo por comenzar a trascender en el deporte que históricamente más se le complicaba. Perdieron los tres partidos que jugaron y quedaron en el lugar 23 entre 24 selecciones.
En 1993, como parte de un acuerdo con la FIFA para ser la sede del Mundial un año después, Rothenberg anunció la creación de una liga profesional, la Major League Soccer (MLS). Estados Unidos trataría de nueva cuenta de insertar el futbol en la mente de sus ciudadanos, después del fallido intento de la North American Soccer League, famosa por haber contratado a grandes estrellas internacionales en el ocaso de su carrera como Franz Beckenbauer o Pelé.
Como anfitrión de la Copa del Mundo, Estados Unidos contrató como entrenador de su Selección al entonces dos veces Mundialista Bora Milutinovic y el resultado fue un poco mejor: el equipo local se clasificó en tercer lugar de su grupo a la segunda ronda, en donde fue eliminado por Brasil, a la postre Campeón de ese Mundial. Terminó el evento en el lugar 14, sólo un lugar debajo de la Selección Mexicana.
El mayor éxito, sin embargo, fue en el plano de la afición. Más de 3.5 millones de fanáticos llenaron los estadios; fue el Mundial con mejor asistencia de la historia. Tanto la FIFA como la Federación de los Estados Unidos se mostraron complacidos con el resultado. Era un hecho que el país tenía un potencial enorme y se tenía que desarrollar.
En abril de 1996, el sueño de tener una nueva liga se hizo realidad y la MLS comenzó su primera temporada con 10 equipos. Lo que sucedió después fue como desinflar un globo. Luego de la primera temporada, la asistencia a los estadios bajó notablemente y era evidente la falta de calidad entre los jugadores norteamericanos.
Llegó entonces la Copa del Mundo de 1998 en donde la Selección de Estados Unidos se hundió en un pantano de mediocridad.
* El "Reporte Q" o "We Can Fly. Project 2010", detalla la estrategia de Estados Unidos para ser Campeón del Mundo en 2010
* Esta es la primera de tres partes sobre este proyecto
En 1998, el mismo año en que la Selección de EU fue último lugar en el Mundial de Francia, la Federación Estadounidense trazó un plan para ganar la Copa del Mundo en 2010. Este es el Reporte Q, tal como se conoce a dicho plan, elaborado por el portugués Carlos Queiroz.
El 25 de junio de 1998, la Selección de Futbol de Estados Unidos perdió contra el equipo de Yugoslavia en la Copa del Mundo realizada en Francia. Fue su tercer derrota en dicho Mundial (antes perdió contra Irán y Alemania) lo que sumió al equipo en el último lugar de las 32 selecciones participantes.
A nadie le sorprendió este resultado. De hecho, se cumplió sobradamente el pronóstico que hizo el mismo Presidente de la Federación Estadounidense, Alan Rothenberg, de que su Selección no pasaría de la Primera Ronda.
Lo que pocos sabían es que para entonces Estados Unidos estaba preparando un ambicioso plan que tenía el objetivo de sacarlo del sótano de las selecciones nacionales y de hacerlo Campeón del Mundo en 2010.
Unos días después de que el seleccionado de Estados Unidos regresó a casa desde Francia, Rothenberg recibió un documento llamado "We can fly. Project 2010", también conocido como Reporte Q, en alusión al apellido de su creador, Carlos Queiroz. Este entrenador portugués es famoso por haber obtenido dos Campeonatos del Mundo con selecciones menores de 20 años en 1989 y 1991, con Portugal, y por haber descubierto a la generación dorada de los lusos con jugadores como Figo, Rui Costa y Fernando Couto, entre otros.
El "Reporte Q" era un estudio detallado que en 114 páginas describía cómo identificar y entrenar jugadores desde temprana edad en Estados Unidos. El documento, cuya portada se ilustraba con la foto de un astronauta en la luna que sostiene con una mano la Bandera de EU y con otra la copa del Mundo, incluía una propuesta para apoyar a los jugadores con educación y recursos financieros, y así convertirlos en los mejores del mundo.
LA Times describió que durante la presentación del reporte el ánimo estaba desbordado. Tom King, Director General de las Selecciones Nacionales de Estados Unidos declaró "si queremos tener éxito a nivel de la Copa Mundial, debemos de obtener el éxito a nivel juvenil. Nuestra meta es ganar la Copa FIFA a nivel juvenil en 2005".
Acompañado de Dan Gaspar, un entrenador de selecciones menores de Estados Unidos, Queiroz elaboró el diagnóstico y el plan de trabajo durante más de seis meses. Juntos analizaron los problemas de organización, estructura y formación de jugadores. Entrevistaron a cientos de personajes relacionados con el futbol de Estados Unidos.
El plan fue financiado con 50 millones de dólares, los cuales solventaron Nike y la empresa International Management Group, famosa por ser la primera firma en representar deportistas y en detectar el potencial económico que los jugadores profesionales tendrían con la televisión (el golfista Arnold Palmer y los tenistas Björn Borg y Chris Evert fueron sus primeros clientes). Ambas compañías tenían interés económico en desarrollar el futbol en Estados Unidos, un país en donde el futbol quedaba de lado frente a otros deportes como el béisbol y el futbol americano.
"Mirando hacia 2010, estoy seguro que Estados Unidos no necesita un mago que con ciertos trucos cree la ilusión de éxito en el equipo nacional; lo que necesitamos es un plan que de implementarse con diligencia y cooperación, hará realidad nuestros sueños", escribió Queiroz en la introducción del documento.
LARGA TRAYECTORIA
Hay algunos aspectos poco conocidos del futbol de Estados Unidos. Su Federación, por ejemplo, es 14 años más antigua que la de México. La mayoría ignora también que en la historia de los Mundiales, la Selección Estadounidense ha llegado más lejos que la mexicana al ganar el tercer puesto en Uruguay 1930 (en ese Mundial, México ocupó el último puesto).
Luego vino una época oscura para la Selección de EU. O lo descalificaban en la primera fase o ni siquiera calificaba a los Mundiales, como sucedió por más de 40 años, hasta noviembre de 1989, cuando clasificó de nuevo a un Mundial: Italia 90.
Los norteamericanos llegaron a la justa sin el menor respeto de parte de la comunidad futbolística internacional, pero con un fuerte deseo por comenzar a trascender en el deporte que históricamente más se le complicaba. Perdieron los tres partidos que jugaron y quedaron en el lugar 23 entre 24 selecciones.
En 1993, como parte de un acuerdo con la FIFA para ser la sede del Mundial un año después, Rothenberg anunció la creación de una liga profesional, la Major League Soccer (MLS). Estados Unidos trataría de nueva cuenta de insertar el futbol en la mente de sus ciudadanos, después del fallido intento de la North American Soccer League, famosa por haber contratado a grandes estrellas internacionales en el ocaso de su carrera como Franz Beckenbauer o Pelé.
Como anfitrión de la Copa del Mundo, Estados Unidos contrató como entrenador de su Selección al entonces dos veces Mundialista Bora Milutinovic y el resultado fue un poco mejor: el equipo local se clasificó en tercer lugar de su grupo a la segunda ronda, en donde fue eliminado por Brasil, a la postre Campeón de ese Mundial. Terminó el evento en el lugar 14, sólo un lugar debajo de la Selección Mexicana.
El mayor éxito, sin embargo, fue en el plano de la afición. Más de 3.5 millones de fanáticos llenaron los estadios; fue el Mundial con mejor asistencia de la historia. Tanto la FIFA como la Federación de los Estados Unidos se mostraron complacidos con el resultado. Era un hecho que el país tenía un potencial enorme y se tenía que desarrollar.
En abril de 1996, el sueño de tener una nueva liga se hizo realidad y la MLS comenzó su primera temporada con 10 equipos. Lo que sucedió después fue como desinflar un globo. Luego de la primera temporada, la asistencia a los estadios bajó notablemente y era evidente la falta de calidad entre los jugadores norteamericanos.
Llegó entonces la Copa del Mundo de 1998 en donde la Selección de Estados Unidos se hundió en un pantano de mediocridad.
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