El dia de hoy, eran las 8.30am. cuando en la av, Xola a pocos metros de la av, Insurgentes, una camioneta Honda plateada, le cerró el paso y paró un Vocho azul claro.
De la camioneta bajó una mujer delgada, chaparrita de esas que se levantan por la mañana enojadas con el mundo y traen todo el dia el ceño fruncido; inmediatamente comenzó a insultar a gritos al chofer del vocho; esté no le hizo el menor caso por lo que ella montó en cólera suprema y se dirijió al vocho, abrió la puerta del chofer y le comenzó a poner una golpiza al mismo.
Despues de unos 30 segundos fué evidente que alguno de los golpes le dolió al chofer, porque se bajó del vocho un hombre delgado de la misma estatura que la mujer y a manotazos cual espadazos, se dedico a esquivar la andanada de golpes que la furiosa mujer le seguía propinando.
Pasado poco mas del minuto, tambien fué evidente que la valiente mujer logró colocarle otro dolorozo golpe al hombre, porque este se enojó y a partir de ese momento ambos se liaron en una serie de cachetadas guajoloteras, de esas que dejan los labios moviendose de lado a lado y haciendo brlll, brlll, brll,.
en igualdad total de condiciones.
Alcancé a ver por el retrovisor que ya venía caminando tranquilamente un policia hacia los rijosos, o seáse que el magnífico espectáculo estaba a punto de terminar, por lo que trocí el volante y me fuí con un dulce sabor de boca por la LIBERACIÓN FEMENINA Y IGUALDAD DE SEXOS.
De la camioneta bajó una mujer delgada, chaparrita de esas que se levantan por la mañana enojadas con el mundo y traen todo el dia el ceño fruncido; inmediatamente comenzó a insultar a gritos al chofer del vocho; esté no le hizo el menor caso por lo que ella montó en cólera suprema y se dirijió al vocho, abrió la puerta del chofer y le comenzó a poner una golpiza al mismo.
Despues de unos 30 segundos fué evidente que alguno de los golpes le dolió al chofer, porque se bajó del vocho un hombre delgado de la misma estatura que la mujer y a manotazos cual espadazos, se dedico a esquivar la andanada de golpes que la furiosa mujer le seguía propinando.
Pasado poco mas del minuto, tambien fué evidente que la valiente mujer logró colocarle otro dolorozo golpe al hombre, porque este se enojó y a partir de ese momento ambos se liaron en una serie de cachetadas guajoloteras, de esas que dejan los labios moviendose de lado a lado y haciendo brlll, brlll, brll,.
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Alcancé a ver por el retrovisor que ya venía caminando tranquilamente un policia hacia los rijosos, o seáse que el magnífico espectáculo estaba a punto de terminar, por lo que trocí el volante y me fuí con un dulce sabor de boca por la LIBERACIÓN FEMENINA Y IGUALDAD DE SEXOS.
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