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Algunos pegotes del Libro de Urantia

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  • #16
    Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

    Saludos Alquimista.

    Considerar a la Filosofía como una sierva de la Teología parece una afirmación impopular en esta época, sin embargo, las relaciones entre ambas ciencias han tenido y tienen frutos que estrechan el vínculo entre razón y fe, aún cuando en ciertas ocasiones -per accidens- se aprecie una contradicción entre ambos órdenes de realidad.

    Por lo que respecta a la cuestión, creo que la búsqueda y debate que Luis refiere puede desembocar en la aceptación del Dios de la religión como "Principio". Cuando esto ocurre, soy de la opinión expresada. El principio "Dios de la religión" anegaría al concepto "Dios de los filósofos".

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    • #17
      Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

      Otra cita.

      Ninguna oración puede ser ética cuando el que solicita busca la ventaja egoísta por sobre los intereses de sus semejantes. La oración egoísta y materialista es incompatible con las religiones éticas que se predican sobre la base del amor altruista y divino. Toda oración no ética revierte a los niveles primitivos de la seudomagia y es inmerecedora de las civilizaciones en avance y de las religiones esclarecidas. La oración egoísta transgrede el espíritu de toda ética fundada en la justicia.
      NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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      • #18
        Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

        Reflexión: Dios sabe lo que hace. No??? Porque rezarle para que cambie el curso de las cosas? Si favorece a unos y a otros no, no es básicamente una injusticia??
        NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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        • #19
          Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

          Alquimista, para comentar la cuestión de la "oración de petición" es útil recordar como los teólogos han ordenado la materia dogmática en libros:

          a) Del Dios Uno y Trino
          b) Del Dios Creador
          c) Del Dios Redentor
          d) Del Dios Santificador
          e) Del Dios Consumador

          En el segundo libro, referente al Dios Creador, se tratan dos materias:

          Sección primera: El acto divino de la creación
          Sección segunda: La obra divina de la creación

          En la sección primera se abordan dos aspectos:

          Capítulo primero: El origen o creación del mundo
          Capítulo segundo: La conservación y gobierno del mundo

          En el segundo capítulo se menciona, entre otras cosas, lo siguiente:

          -----
          Capítulo segundo

          Conservación y gobierno del mundo

          § 8. Conservación del mundo

          1. Dogma

          Dios conserva en la existencia a todas las cosas creadas (de fe).

          Frente a las enseñanzas del deísmo, según el cual Dios, Creador del mundo, lo tiene abandonado por completo a sí mismo, el magisterio ordinario y universal de la Iglesia proclama que Dios está conservando continuamente en la existencia a todas las cosas creadas. El concilio del Vaticano enseña: «Dios protege con su providencia todas las cosas que ha creado», es decir, las preserva de caer en la nada; Dz 1784; cf. Cat. Rom. 1 2, 21: «Si la providencia divina no conservara las cosas con el mismo poder con que las creó en un principio, volverían en seguida a recaer en la nada».

          La acción conservadora de Dios es un constante influjo causal por el que mantiene a las cosas en la existencia. Dios no solamente se ocupa mediatamente de la perduración de las cosas valiéndose para ello de causas segundas creadas, sino que opera Él mismo inmediatamente tal persistencia. Santo Tomás define la conservación del mundo como continuación de la acción creadora de Dios: «Conservatio rerum a Deo non est per aliquam novam actionem, sed per continuationem actionis, qua dat esse» ; S.th. 1 104, 1 ad 4.

          2. Prueba basada en las fuentes de la fe

          La Sagrada Escritura del Antiguo y Nuevo Testamento testifica la acción conservadora de Dios; Sap 11, 26: «¿Y cómo podría subsistir nada si tú no quisieras o cómo podría conservarse sin ti?»; Ioh 5, 17: «Mi Padre sigue obrando todavía y yo también obro». La operación del Padre tiene por objeto la conservación y gobierno del mundo. San Pablo atribuye a Cristo tanto la conservación como la creación del mundo; Col 1, 17: «Todo subsiste por El»; Hebr 1, 3: «Con su poderosa palabra sustenta todas las cosas»; cf. Apoc 17, 28.

          San Agustín comenta a propósito de Ioh 5, 17: «Creamos, por tanto, ...que Dios sigue obrando todavía, de suerte que las cosas creadas perecerían si Dios suspendiese su operación» (De Gen. ad litt. v 20, 40) ; cf. Tnórno, Ad Autol. I 4; San Ireneo, Adv. haer. ii 34, 2 s.

          Santo Tomás prueba especulativamente la divina conservación del mundo señalando como razón que Dios no solamente es causa del devenir de las cosas como los artífices humanos, sino también del ser de las cosas. Por eso, la criatura no depende de Dios tan sólo en el devenir, esto es, en el instante en que es producida, sino también en todo su existir, en todos y cada uno de los instantes de su subsistencia ; S.th. i 104, 1.

          3. Libertad para reducir a la nada (aniquilación)

          Así como Dios creó libremente a sus criaturas, así también es libre para aniquilarlas sustrayéndoles su acción conservadora, esto es, dejándolas que vuelvan a la nada; cf. 2 Mac 8, 18: «Nosotros ponemos la confianza en el Dios omnipotente, que puede con un solo ademán... destruir al mundo entero». Nos enseña, sin embargo, la revelación que Dios no quiere de hecho la completa aniquilación de sus criaturas; cf. Sap 1, 13 s: «Dios no se goza en que perezcan los seres vivos; pues El hizo todas las cosas para la existencia» ; Sap 11, 27; Eccl 1, 4; 3, 14. Es conforme a la sabiduría y bondad de Dios conservar en la existencia a las criaturas, que son vestigio de las perfecciones divinas y sirven, por tanto, para glorificar a Dios.
          -----

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          • #20
            Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

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            Capítulo segundo

            Conservación y gobierno del mundo

            § 9. El concurso divino

            1. El hecho del concurso divino

            Dios coopera inmediatamente en todo acto de las criaturas (sent. común).

            No existe en este punto declaración oficial de la Iglesia. Sin embargo, los teólogos enseñan unánimemente el concurso divino frente al ocasionalismo, que rehúsa conceder causalidad propia a las criaturas, y frente al deísmo, que niega todo influjo de Dios en las cosas creadas. El Catecismo Romano (I 2, 22) enseña que Dios «a todo lo que se mueve y opera algo, lo impulsa al movimiento y a la acción por medio de una íntima virtud».

            La cooperación de la causa primera con las causas segundas recibe la denominación de concurso divino. Precisando más diremos que tal concurso puede ser natural (general) y sobrenatural (especial), siendo este último el influjo sobrenatural de Dios en las criaturas racionales por medio de la gracia; el concurso divino se divide también en concurso físico y moral, siendo este último el que se ejerce por medio de un influjo meramente moral que obra desde fuera por medio de mandatos, consejos, amenazas, etc. ; otra división es la de concurso inmediato y mediato, siendo este último el que se ejerce mediatamente confiriendo y conservando las fuerzas naturales, según enseñaba Durando; finalmente, el concurso puede ser universal si se extiende a todas las acciones de todas las criaturas sin excepción, y particular en caso contrario.

            La Sagrada Escritura atribuye con mucha frecuencia a Dios la acción de causas creadas, como son la formación del cuerpo humano en el seno materno, las lluvias, el alimento y el vestido; cf. Iob I0, 8 ss ; Ps 146, 8 s ; Mt 5, 45 ; 6, 26 y 30. No obstante, todos estos pasajes se pueden entender también suponiendo un concurso mediato de Dios. Parece indicar el concurso inmediato de Dios Is 26, 12: «...puesto que cuanto hacemos, eres tú quien para nosotros lo hace» ; y, sobre todo, Act 17, 28: «En el vivimos, nos movemos y existimos».

            San Jerónimo y San Agustín defienden el concurso inmediato de Dios incluso en las acciones naturales, contra los pelagianos, los cuales restringían el concurso de Dios a la mera colación de la facultad para obrar ; San Jerónimo, Dial. adv. Pele. 13 ; Ep 133, 7; San Agustín, Ep. 205, 3, 17.

            La razón intrínseca de la necesidad del concurso divino se halla en la total dependencia que todo ser creado tiene de Dios. Como la actividad de la potencia tiene un ser real y distinto de la potencia, de la cual procede, por lo mismo ese ser tiene que ser causado también por Dios.

            2. El concurso divino y el pecado

            Dios concurre también en el acto físico del pecado («actio peccati, entitas peccato»); pues éste, en cuanto actuación de las potencias sensitivas y espirituales de una criatura, tiene ser y es, por tanto, algo bueno. La falta moral inherente al acto físico del pecado («malitia peccati») caé únicamente bajo la responsabilidad del libre albedrío de la criatura. Dios, por su infinita perfección, no puede ser causa de ningún defecto moral; cf. S.th. i 49, 2; De malo 3, 2.

            3. Modo y manera del concurso entre la causa primera y las causas segundas

            El concurso entre la causa primera y las causas segundas no debe ser concebido como una yuxtaposición mecánica de operaciones (como si Dios y la criatura se coordinaran para obrar juntos en la consecución de un mismo efecto), sino como una operación orgánicamente conjunta y mutuamente intrínseca (la acción de Dios y de la criatura forman un todo orgánico y con intrínseca dependencia la segunda de la primera). De ahí que no se pueda decir que una parte del efecto provenga de la causa divina y otra parte distinta de la causa creada, sino que todo el efecto proviene tanto de la causa divina como de la causa creada. La causa creada está subordinada a la causa divina, pero sin perder por eso su causalidad propia; cf. Santo Tomás, De potentia I, 4 ad 3: «licet causa prima maxime influat in effectum, tarnen eius influentia per causara proximam determinatur et specificatur».

            Los tomistas y los molinistas no se hallan de acuerdo en la explicación de cómo tiene lugar esa cooperación entre la causalidad divina y la creada cuando se trata de las acciones libres de las criaturas racionales. Los tomistas enseñan que Dios, por el concurso previo (= premoción física), hace que la virtud creada pase de la potencia al acto, y por medio del concurso simultáneo acompaña la actividad de la criatura mientras ésta dura. La acción procede toda entera de Dios como de causa principal y de la criatura como de causa instrumental. La premoción física debe considerarse con mayor precisión como una predeterminación, pues no se destina para una acción general de la criatura, sino para una actividad completamente determinada («determinatio ad unum»). Por eso el efecto pretendido por Dios tendrá lugar indefectiblemente.

            Los molinistas enseñan que la cooperación física inmediata de Dios depende de la libre decisión de la voluntad humana, aunque no como el efecto de la causa, sino como lo condicionado de la condición. La cooperación divina comienza en el momento en que la voluntad pasa de la potencia al acto. Antes de la libre decisión Dios opera sólo moral y mediatamente en la voluntad. Por esta razón los molinistas rechazan el concurso previo y no admiten más que el concurso simultáneo. Son muchos los molinistas que hacen distinción entre el "concursus oblatus" y el "concursus collatus" (concurso ofrecido y concurso conferido), es decir, entre la oferta todavía indeterminada de un concurso divino, oferta que precede a la autodeterminación de la voluntad, y la colación del concurso divino para una acción completamente determinada, después de la libre decisión de la voluntad.

            El tomismo pone mejor de relieve la idea de la causalidad universal de Dios y de la omnímoda dependencia que en consecuencia tienen de El todas las criaturas: El molinismo salva muy bien la libertad de la voluntad al tomar sus determinaciones, pero no explica tan perfectamente la esencial dependencia que todas las criaturas tienen de Dios.
            -----

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            • #21
              Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

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              Capítulo segundo

              Conservación y gobierno del mundo

              § 10. La Providencia Divina y el gobierno del mundo

              1. Noción y realidad de la providencia divina

              Providencia divina en sentido estricto (providencia, npóvoia) significa el plan eterno de Dios sobre el mundo : «ratio ordinis rerum in finem in mente divina praeexistens» (S.th. r 22, 1). Comprende un acto de entendimiento y otro de voluntad. El gobierno divino del mundo (gubernalio) es la ejecución en el tiempo del plan eterno de Dios sobre el mundo. Al plan eterno y a su ejecución en el tiempo se les llama conjuntamente providencia divina en sentido amplio.

              Dios protege y gobierna con su providencia a todas las criaturas (de fe).

              El concilio del Vaticano, frente al fatalismo pagano, al deísmo y al materialismo, enseña : «Universa, quae condidit, Deus providentia sua tuetur atque gubernat, attingens a fine usque ad finem fortiter et disponens omnia suaviter» (Sap 8, 1) ; Dz 1784; cf. Dz 239 s.

              La Sagrada Escritura, en numerosos pasajes, da testimonio de la labor de la divina providencia. El Antiguo Testamento pone especialmente de relieve la solicitud de Dios por el pueblo de Israel y por algunas figuras aisladas de la historia israelítica.(v.g., José, Moisés, Tobias). Los salmos rezuman fe en la providencia divina. Sap 6, 8, testifica la providencia universal de Dios: «El ha hecho al pequeño y al grande e igualmente cuida de todos» ; cf. Sap 8, 1. ; 11, 21; 12, 13; 14, 3. Jesús, en el sermón de la montaña, nos enseña que la providencia del Padre celestial se extiende también a las criaturas más insignificantes, como son las aves del cielo, los lirios y la hierba del campo, pero que se cuida especialmente de las criaturas racionales. También San Pablo nos habla de la universalidad de la providencia divina : «El es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas» (Act 17, 25). El apóstol San Pedro nos exhorta a que confiemos en la divina providencia : «Arrojad todos vuestros cuidados en el Señor; pues El se cuida de todos» (1 Petr 5, 7).

              Los santos padres defendieron la realidad de la providencia divina contra el fatalismo de los paganos, de su astrología y del dualismo de los gnósticos y maniqueos; cf. San Gregorio Niseno, Contra fatum. Escribieron monografías sobre la divina providencia en el período patrístico San Juan Crisóstomo (Ad Stagirium), Teodoreto de Ciro (10 sermones De providencia), Salviano de Marsella (De gubernatione Dei). San Agustín ensalza la sabia y amorosa providencia divina en sus Confessiones y en la obra De civitate Dei.

              Santo Tomás prueba especulativamente la providencia divina por la existencia de un orden teológico en el mundo. Como todas las cosas han sido creadas según una idea divina, también la idea de la ordenación de todas las cosas a un fin («ratio ordinis rerum in finem») existe en la mente divina desde toda la eternidad; S.th. t 22, 1. Prueba Santo Tomás la universalidad de la providencia poniendo como razón que Dios es causa universal de todo. La causalidad de Dios, primer agente de todo, se extiende a todos y cada uno de los seres. Ahora bien, como todo principio activo obra por un fin, todo lo que Dios obre (es decir, todo ser creado) se halla ordenado a un fin y es, por tanto, objeto de la providencia divina; S.th. 122, 2.

              2. División de la providencia divina

              Según el objeto y el grado de la solicitud de Dios por las cosas, distinguimos una providencia general que se extiende a todas las criaturas, incluso a las irracionales; y una providencia especial, cuyo objeto son todas las criaturas racionales, incluso los pecadores; y una providencia especialísima que mira por los predestinados.

              Según se lleve a cabo el plan eterno de la providencia divina, distinguimos entre providencia mediata e inmediata. En la primera, Dios se sirve del intermedio de causas creadas (causas segundas); en la segunda, Dios es quien realiza por sí mismo el plan de su providencia.

              Según sea la acción de Dios, se distingue entre providencia ordinaria y extraordinaria. La primera consiste en la acción ordinaria de Dios; la segunda, en una intervención extraordinaria, como ocurre, por ejemplo, en los milagros, en las inspiraciones, en las definiciones infalibles de fe.

              3. Cualidades de la providencia divina

              a) Seguridad infalible: El plan previsto por Dios se realiza infaliblemente por medio del gobierno divino del mundo, de suerte que nada ocurre contra la providencia o con independencia de ella. Como Dios es la causa universal, a la que se hallan subordinadas todas las causas particulares, es completamente imposible que ocurra algo imprevisto, impretendido o, por lo menos, no permitido en el plan de Dios. Para Dios no hay azar, ni existe tampoco un hado, sobre Dios o junto a El, a quien todos los acontecimientos del mundo estén irresistiblemente sometidos ; cf. S.th. i 22, 2 ad 1.

              b) Inmutabilidad: El plan eterno de Dios es inmutable por ser Dios mismo absolutamente inmutable. Esto no quiere decir que carezca de sentido la oración de petición, pues su fin no es alterar el plan eterno de la providencia ; antes bien, tal oración se incluye en el mismo, desde toda la eternidad, como causa segunda ; cf. S.c.G. iii 95 s.

              4. La providencia divina y el mal

              Cf. Libro I, De Dios Uno y Trino, § 25, 3.
              -----

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              • #22
                Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                Originalmente publicado por cubo Ver post
                e) Del Dios Consumador
                Un dios así, si que me puede interesar

                Originalmente publicado por cubo Ver post
                San Agustín comenta a propósito
                Esperé inutilmente tus comentarios sobre los de Agustín a razón del aborto...
                "El hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último cura"Diderot

                Comment


                • #23
                  Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                  Beaner, ¿cual era el punto que refieres de San Agustín?

                  Comment


                  • #24
                    Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                    Originalmente publicado por Beaner Ver post
                    Originalmente publicado por Beaner
                    En el medievo tenían mejores explicaciones....de uno de los padres de la ic.


                    "San Agustín (354-430), en su Comentario al Evangelio de San Juan y en el De Anima, sostiene que no se considera homicidio el aborto de un feto aún no formado, y señala la animación del feto en el día 45 después de la concepción. San Buenaventura (1225-1274), In sententias, opina que el aborto es posible “antes de que el feto esté organizado”. San Alberto Magno (1206-1280) sostiene que el alma es infundida por Dios, la del varón a los cuarenta días y la de la mujer a los noventa. (Es bien conocido que el varón se forma más rápido que la mujer.) Santo Tomás de Aquino (1225-1274), en el De Potentia, acepta la animación hasta que el cuerpo esté organizado por “formas sustanciales” anteriores; en su Comentario a las Sentencias sostiene –al igual que San Alberto Magno– que la animación del feto se da a los cuarenta días para el varón y a los noventa para la mujer. Más tarde, el jesuita Luis de Molina (1535-1600) dice que, en la práctica, la Santa Sede admite que el feto sólo después de cincuenta días de concebido tiene un alma racional."


                    http://www.letraslibres.com/index.php?art=12235

                    PD
                    Ahora me dirán...pero la ciencia ha demostrado y ahí es cuando se la enchufan solitos...cuando les conviene, la ciencia demuestra lo que les interesa y cuando no... "ES EL DIABLO"!!!!...hay que joderse con sus mariconadas . Por cierto, chulada la referencia a que el alma de mujer tarda aún más que la del hombre....jajajajajajaajja
                    este mero...
                    "El hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último cura"Diderot

                    Comment


                    • #25
                      Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                      Beaner, no todas las opiniones teologales de los Padres y Doctores de la Iglesia conforman las verdades de fe.

                      Los grados de certidumbre teológica son:

                      a) Sentencia de fe o dogma
                      b) Sentencia próxima a la fe
                      c) Sentencia cierta
                      d) Sentencia común
                      e) Opinión teologal

                      En este aspecto específico, pese a la opinión teológica de San Agustín -que siempre se debatió entre el generacionismo y el creacionismo del alma humana- la doctrina cristiana está por la creación del alma humana:

                      "Cada alma es creada directamente por Dios de la nada". Sentencia cierta.

                      Saludos.

                      Comment


                      • #26
                        Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                        Originalmente publicado por El Alquimista Ver post
                        Reflexión: Dios sabe lo que hace. No??? Porque rezarle para que cambie el curso de las cosas? Si favorece a unos y a otros no, no es básicamente una injusticia??
                        La oración, independientemente de que su contenido sea la repetición de un cannon preestablecido, o palabras que brotan del creyente, tienen varios efectos sobre quien hace oración.

                        Sucede, sin embargo, que en múltiples ocasiones, sin haber comprendido el verdadero sentido, o mejor, solo el sentido de la oración, infinidad de personas creen que orar es como repetir el himno nacional y "ya se hace la magia".

                        Son esas personas que luego, ante un resultado diferente al por ellos esperado, refunfuñan, vociferan y "hechan culpas" e incluso se desgañitan en dramáticos reclamos a Dios.

                        Cada quién debería entender esto, a su manera. Pero si no se comprende el sentido de orar, mejor a roncar y les es de mayor provecho.

                        No creo que se trate de favores, ni menos de injusticas en los terminos "jurídicos" que a veces solemos ver en las cosas. Los fenómenos del Cosmos son intrincados. Si nos empeñamos en "verles" designios siempre, sinceramente, creo que estamos bien pendejos. Y aún más, si solo reclamamos.

                        Alguna vez tuve que explicar un concepto propio de fe


                        SOBRE LA FE

                        Fe es la Certeza no probada de que ALGO ocurrirá (o está ocurriendo o ha ocurrido siempre); es además la Convicción Madura de que, si al final ese algo NO OCURRIERA, hay una Causa, una razón (o razones) más fuertes y poderosas que así lo determinan, siendo uno u otro el resultado por necesidad: JUSTO. Justo, en la medida de que la VERDAD del Universo se autorregula sin reparo y que el hombre, su Conciencia y su Razón apenas logran abstraer para sí mismo una pequeña parte de La Verdad y por ello se abraza a la intuición espiritual primigenia, innata de su SER, llamada Fe...............

                        ¿Pero por qué existe la fe, de todos modos?

                        Evidencia comprobada es que la CONSTANTE DE LA NATURALEZA propia de la MATERIA es el cambio y su transformación; y es evidente a su vez que la materia está desnuda de conciencia; la materia no piensa por sí misma.

                        El espíritu, en cambio es de otra índole (de otra "sustancia" han escrito los doctos) y por esa misma razón NO OBEDECE las leyes que gobiernan la materia, pero cuando éste se aloja en un cuerpo CONCIENTE es capaz (aún en la más primitiva de las mentes humanas) de INTUIR por ese medio su propia existencia. Si la materia es perenne y se transforma, el Espíritu -bañado por la luz de la conciencia (por la gracia que Dios nos da, según los teólogos)- SABE de algún modo que también hacia algún sitio ha de ir o ha de moverse, ¿y qué lógica más simple que concluir que ese lugar es el mismo de donde vino, de donde tuvo su origen primario el espíritu? De ahí surge la fe, y cuánto más vigorosa sea la fuerza, la energía motriz -por usar una palabra análoga- que la mueve mayor será la proclividad del SER por la Fe.

                        Sidartha de Azcapotzalco
                        Luego, ¿quién que se "conecta" chido con el otro no quiere acercarse más a él? Si pasa con los amigos, la pareja, ¿porqué no también con Dios?

                        Puedes estar lejos o cercas, o ignorarlo. Pero Dios está ahí y escucha.

                        La pendejada es quererse acercar a El nomás de puro pedinche.

                        Saludos.
                        Sidartha
                        Forista Místico
                        Last edited by Sidartha; 09-abril-2010, 15:54.
                        ♫ Yo he rodado de acá para allá, fui de todo y sin medida, pero te juro por Dios que nunca llorarás por lo que fue mi viiiiiiiiidaaaaaa ♫

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                        • #27
                          Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                          Originalmente publicado por cubo Ver post
                          Beaner, no todas las opiniones teologales de los Padres y Doctores de la Iglesia conforman las verdades de fe.

                          Los grados de certidumbre teológica son:

                          a) Sentencia de fe o dogma
                          b) Sentencia próxima a la fe
                          c) Sentencia cierta
                          d) Sentencia común
                          e) Opinión teologal

                          En este aspecto específico, pese a la opinión teológica de San Agustín -que siempre se debatió entre el generacionismo y el creacionismo del alma humana- la doctrina cristiana está por la creación del alma humana:

                          "Cada alma es creada directamente por Dios de la nada". Sentencia cierta.

                          Saludos.
                          Oye mi buen...y por curiosidad...quién decide que es verdad de fe y que no? y sobre todo...como tomar cosas de una persona para luego desmentirla en otra? Es en serio...más allá del espíritu obvio de acomodar "la verdad" como les da la gana y que confirme lo que quieren vender (eso no lo puedes negar ni tú mismo)...quién es (o fue / fueron) los que dicen "si/no" a esto? A mí se me hace un argumento bastante cabrón que un padre de la iglesia de su opinión sobre el aborto y que se la pasen por el forro de los cojones...

                          salu2
                          Beaner
                          Forista Rubí
                          Last edited by Beaner; 10-abril-2010, 05:00.
                          "El hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último cura"Diderot

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                          • #28
                            Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                            Beaner, aún San Agustín, cuyo desarrollo teológico en torno a la reflexión del misterio sobre la articulación de la libertad humana y la voluntad divina -de que todos los hombres se salven- fue la mayor aportación a la Doctrina de la Gracia en veinte siglos-, no logró incursionar y dominar sino en algunos aspectos de la doctrina implícita en la Buena Nueva.

                            Es el magisterio universal de la Iglesia el que determina la ortodoxia de un postulado teológico por medio de los Concilios Universales, de los cuales han habido veintiuno -para mayor gloria de Dios- en el transcurso de dos mil años.

                            Saludos.

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                            • #29
                              Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                              Seguro que cuando sepultaron su idea en el fondo de algún archivo ya estaba muerto...no tendrían huevos de decírselo a la cara.

                              Curiosamente estas connotaciones paternalistas son parte de lo que odio de cualquier institución que quiere pensar por ti (el ejército es otro ejemplo) pero además que quieren que por huevos creas en lo que ellos te dice como ellos te dicen y que no cuestiones nada.

                              Estarás de acuerdo que hay una agenda (aunque no lo reconozcas) y que por eso este tipo de comentarios por parte de gente tan importante dentro de la misma organización hayan(sigan?) siendo escondidos por los "guardianes del negocio" que diga fe...solamente puede confirmarlo.
                              "El hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado con las tripas del último cura"Diderot

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                              • #30
                                Re: Algunos pegotes del Libro de Urantia

                                Considero que no hay tal acción de esconder las opiniones de los Padres y Doctores de la Iglesia. Incluso, las opiniones de los heresiarcas se divulgaron ampliamente y fueron objeto de estudio y condena.

                                La recapitulación de la doctrina católica tuvo diversos episodios brillantes hasta llegar a la Suma Teológica de Santo Tomás. Posteriores a ella son el "Enchiridion Symbolorum" o Denzinger -por su autor- publicado en 1854.

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