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A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

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  • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

    Originalmente publicado por josé lópez Ver post
    Magnífica la última foto

    Saludos Laurence
    Te invito cordialmente a que veas algunas de las imágenes que pise en uno de los subforos, tomadas del libro que Laurence nos ofreció en este tema.

    http://foro.forosmexico.com/showthread.php?t=33&page=14

    Un saludo, José.

    Comment


    • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

      Precios en México..LOs 80's...



      Comment


      • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

        Existen paginas que son una maravilla mostrando la Ciudad de Mexico, esta es una de ellas:

        http://homepage.mac.com/helipilot/PhotoAlbum20.html

        Saludos Tancredi

        PD. Tambien la pagina de mexico maxico esta muy interesante

        Comment


        • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.




          Precios cuando la gran inflacion..1980 y...tantos...



          .

          Comment


          • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

            Amigos queridos, les dejo ésta con mucho cariño:




            Escuchen, señores, oigan el corrido,
            de un triste acontecimiento;
            pues en Chinameca fue muerto a mansalva
            Zapata, el gran insurrecto.

            Abril de mil novecientos
            diecinueve, en la memoria
            quedarás del campesino
            como una mancha en la historia.

            Campanas de Villa Ayala,
            ¿por que tocan tan doliente?
            Es que ya murió Zapata
            y era Zapata un valiente.

            El buen Emiliano que amaba a los pobres
            quiso darles libertad;
            por eso los indios de todos los pueblos
            con el fueron a pelear.

            De Cuautla hasta Amecameca,
            Matamoros y el Ajusco,
            con los pelones del viejo
            Don Porfirio se dio gusto.

            Trinitaria de los campos
            de las vegas de Morelos,
            si preguntan por Zapata,
            di que ya se fue a los Cielos.

            Le dice Zapata a don Pancho Madero
            cuando ya era gobernante:
            Si no das las tierras, verás a los indios
            de nuevo entrar al combate.

            Se enfrentó al señor Madero
            contra Huerta y a Carranza
            pos no le querían cumplir
            su Plan, que era el Plan de Ayala.

            Corre, corre conejito,
            cuéntales a tus hermanos
            ya murió el señor Zapata
            el coco de los tiranos.

            Montado con garbo en yegua alazana
            era un charro de admirar
            y en el coleadero era su mangana
            la de un jinete cabal.

            Dice a su fiel asistente
            cuando andaba por las sierras;
            mientras yo viva, los indios
            serán dueños de sus tierras.

            Amapolita olorosa
            de las lomas de Guerrero,
            no volverás a ver nunca
            al famoso guerrillero.

            Con gran pesadumbre le dice a su vieja:
            Me siento muy abatido,
            pues todos descansan, yo soy peregrino,
            como pájaro sin nido.

            Generales van y vienen
            dizque para apaciguarlo;
            y no pudiendo a la buena
            un plan ponen pa' engañarlo.

            Canta, canta, gorrioncito,
            di en tu canción melodiosa;
            cayó el general Zapata
            en forma muy alevosa.

            Don Pablo González ordena a Guajardo
            Que le finja un rendimiento,
            Y al jefe Zapata disparen sus armas
            Al llegar al campamento.


            Guajardo dice a Zapata:
            Me le rindo con mi tropa,
            en Chinameca lo espero,
            tomaremos una copa.

            Arroyito revoltoso,
            ¿qué te dijo aquel clavel?
            Dice que no ha muerto el jefe,
            que Zapata ha de volver.


            Abraza Emiliano al felón Guajardo
            en prueba de su amistad,
            sin pensar el pobre que aquel pretoriano
            Lo iba a sacrificar.

            Y tranquilo se dirige
            a la hacienda con su escolta;
            los traidores le disparan
            por la espalda a quemarropa.

            Jilguerito mañanero
            de las cumbres soberano,
            mira en qué forma tan triste
            ultimaron a Emiliano!

            Cayó del caballo el jefe Zapata
            y también sus asistentes
            así en Chinameca perdieron la vida
            un puñado de valientes.

            Señores, ya me despido,
            que no tengan novedad
            cual héroe murió Zapata
            por la Tierra y Libertad.

            A la orilla de un camino
            había una blanca azucena,
            a la tumba de Zapata
            la llevé como una ofrenda...

            Arroyito revoltoso,
            ¿que te dijo aquel clavel?
            Dice que no ha muerto el jefe,
            que Zapata ha de volver...

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            • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

              Laurence, si te asomas por estos rumbos quiero que sepas que te mando un beso y un abrazo.

              Comment


              • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.




                Pancho Villa y Felipe Angeles Mexico D.F 1914

                Comment


                • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                  Originalmente publicado por Tancredi Ver post
                  Amigos queridos, les dejo ésta con mucho cariño:




                  Escuchen, señores, oigan el corrido,
                  de un triste acontecimiento;
                  pues en Chinameca fue muerto a mansalva
                  Zapata, el gran insurrecto.

                  Abril de mil novecientos
                  diecinueve, en la memoria
                  quedarás del campesino
                  como una mancha en la historia.

                  Campanas de Villa Ayala,
                  ¿por que tocan tan doliente?
                  Es que ya murió Zapata
                  y era Zapata un valiente.

                  El buen Emiliano que amaba a los pobres
                  quiso darles libertad;
                  por eso los indios de todos los pueblos
                  con el fueron a pelear.

                  De Cuautla hasta Amecameca,
                  Matamoros y el Ajusco,
                  con los pelones del viejo
                  Don Porfirio se dio gusto.

                  Trinitaria de los campos
                  de las vegas de Morelos,
                  si preguntan por Zapata,
                  di que ya se fue a los Cielos.

                  Le dice Zapata a don Pancho Madero
                  cuando ya era gobernante:
                  Si no das las tierras, verás a los indios
                  de nuevo entrar al combate.

                  Se enfrentó al señor Madero
                  contra Huerta y a Carranza
                  pos no le querían cumplir
                  su Plan, que era el Plan de Ayala.

                  Corre, corre conejito,
                  cuéntales a tus hermanos
                  ya murió el señor Zapata
                  el coco de los tiranos.

                  Montado con garbo en yegua alazana
                  era un charro de admirar
                  y en el coleadero era su mangana
                  la de un jinete cabal.

                  Dice a su fiel asistente
                  cuando andaba por las sierras;
                  mientras yo viva, los indios
                  serán dueños de sus tierras.

                  Amapolita olorosa
                  de las lomas de Guerrero,
                  no volverás a ver nunca
                  al famoso guerrillero.

                  Con gran pesadumbre le dice a su vieja:
                  Me siento muy abatido,
                  pues todos descansan, yo soy peregrino,
                  como pájaro sin nido.

                  Generales van y vienen
                  dizque para apaciguarlo;
                  y no pudiendo a la buena
                  un plan ponen pa' engañarlo.

                  Canta, canta, gorrioncito,
                  di en tu canción melodiosa;
                  cayó el general Zapata
                  en forma muy alevosa.

                  Don Pablo González ordena a Guajardo
                  Que le finja un rendimiento,
                  Y al jefe Zapata disparen sus armas
                  Al llegar al campamento.


                  Guajardo dice a Zapata:
                  Me le rindo con mi tropa,
                  en Chinameca lo espero,
                  tomaremos una copa.

                  Arroyito revoltoso,
                  ¿qué te dijo aquel clavel?
                  Dice que no ha muerto el jefe,
                  que Zapata ha de volver.


                  Abraza Emiliano al felón Guajardo
                  en prueba de su amistad,
                  sin pensar el pobre que aquel pretoriano
                  Lo iba a sacrificar.

                  Y tranquilo se dirige
                  a la hacienda con su escolta;
                  los traidores le disparan
                  por la espalda a quemarropa.

                  Jilguerito mañanero
                  de las cumbres soberano,
                  mira en qué forma tan triste
                  ultimaron a Emiliano!

                  Cayó del caballo el jefe Zapata
                  y también sus asistentes
                  así en Chinameca perdieron la vida
                  un puñado de valientes.

                  Señores, ya me despido,
                  que no tengan novedad
                  cual héroe murió Zapata
                  por la Tierra y Libertad.

                  A la orilla de un camino
                  había una blanca azucena,
                  a la tumba de Zapata
                  la llevé como una ofrenda...

                  Arroyito revoltoso,
                  ¿que te dijo aquel clavel?
                  Dice que no ha muerto el jefe,
                  que Zapata ha de volver...


                  Emiliano Zapata fue asesinado el 10 de abril de 1919.

                  Nada hay más inquietante o enigmático que esos diálogos espejíneos ,visibles e invisibles, trenzados entre la Vida y la Muerte, como garantía de la memoria y el futuro.
                  Nada más sobrecogedor y problematizante que esa red de fuerzas miméticas descomunales empeñadas en abrir o cerrar ciclos.

                  Lo terminal se trasmuta en futuro y morir suele ser otra forma de existencia.
                  Diálogo - fusión entre lo particular y lo general para que la totalidad borre fronteras como en una fiesta-sintesis donde los invitados intercambian posiciones.
                  La muerte de Emiliano Zapata es el nacimiento de muchísimas potencias que se expandieron históricamente para estanciarse en nuestro destino como imagen paradigma detonante del yo más profundo.

                  Zapata caudillo y mito, consagró con su muerte los argumentos particulares y colectivos más inalienables de la dignidad fundamental para la existencia.
                  Puso la vida por medio y se entregó al futuro para "que no gane el silencio".
                  Puso la muerte como garantía para hacer estallar en millones de imágenes su lirismo épico revolucionario, más vivo que nunca.
                  Por el pasado, por el presente y por el futuro.


                  Fernando Buen Abad Domínguez

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                  • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                    IGNACIO ZARAGOZA (1828-1862)

                    Héroe del 5 de mayo, nació en Bahía del Espíritu Santo, Texas, cuando era provincia mexicana. Hijo de Miguel G. Zaragoza y María de J. Seguín.
                    Sus primeros estudios los hizo en Matamoros y en Monterrey.
                    Estudió en el Seminario de esta población, pero pronto se dedicó al comercio.
                    Ingresó a las Guardias Nacionales con el cargo de sargento; en 1853 entró a formar parte de una compañía, comenzando su carrera militar con el rango de capitán.


                    Al estallar la rebelión de Ayutla se adhirió a su plan, militando desde entonces con los liberales.
                    Asistió a la batalla de Saltillo contra los santanistas.
                    A fines de 1856 estuvo en la defensa de Monterrey.
                    Al ocurrir el golpe de Estado de Comonfort se encontraba en la capital de la República.
                    Con unos cuantos rifleros del norte comenzó a luchar en la defensa de la Constitución de 1857 y por los principios reformistas.
                    En 1860 fue el jefe de las fuerzas sitiadoras de Guadalajara, logrando derrotar a las tropas de Leonardo Márquez.

                    Al final de ese año y con el carácter de cuartelmaestre, estuvo a las órdenes de González Ortega en la batalla de Calpulalpan que dio fin a la guerra de Reforma.
                    En 1861 se le nombró ministro de Guerra, cargo que dejó en diciembre del mismo año para tomar el mando del Ejército de Oriente, ante las fuerzas de la Alianza Tripartita, que luego se convirtieron en intervencionistas.

                    Con ese carácter presentó batalla a las tropas francesas en las cumbres de Acultzingo.




                    En 1861, fue nombrado Ministro de Guerra y Marina, cargo que dejó al pasar a desempeñarse como Comandante del Ejército de Oriente; unidad con la que alcanzaría el honor y la gloria, al derrotar a las fuerzas francesas en la batalla del 5 de mayo de 1862 en la Plaza de Puebla, donde las fuerzas mexicanas se enfrentaron al mejor ejército del mundo de la época, infringiéndole una seria derrota.

                    Después de su victoria en la ciudad de Puebla, enfermó gravemente de fiebre tifoidea, lo que le llevó a la muerte. Acaecida esta, el 8 de septiembre del mismo año, a las 12:28 horas según el mensaje girado por el médico Juan N. Navarro, al Ministro de Guerra y Marina. Se decretaron honras fúnebres en todo el país.

                    El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos Lic. Benito Juárez, en decreto de fecha 11 de septiembre del mismo año, declaró al General Zaragoza Benemérito de la Patria en Grado Heroico.
                    El 5 de mayo de 1976, sus restos fueron exhumados del Panteón de San Fernando, de la ciudad de México, para ser trasladados a la plaza de Puebla y depositados en un monumento erigido entre los Fuertes de Loreto y Guadalupe.

                    Fuentes-Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario. Sub-Zona Tlalnepantla-
                    Portarl Bicentenario
                    Tatiana
                    Forista Opalo
                    Last edited by Tatiana; 05-mayo-2012, 08:30.

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                    • Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.

                      | Saturday, 28 July 2012



                      Detalle del mural de Diego Rivera "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central": Zúñiga y Miranda recibe, en sueños, la banda presidencial de Porfirio Díaz

                      "UNA HISTORIA CHUSCA:
                      Don NICOLÁS ZÚÑIGA Y MIRANDA, PRESIDENTE ‘LEGÍTIMO’ DE MÉXICO.

                      El General Porfirio Díaz ocupó la Presidencia durante 27 años, de 1884 a 1911. Se reeligió en el cargo en 6 ocasiones.
                      Durante este periodo neutralizó las ambiciones de quienes deseaban disputarle la Presidencia ya fuese en las elecciones o por medio de golpes de estado.
                      Pero en realidad ningún personaje le hacía sombra al General Díaz quien, con su amplio historial militar durante las invasiones de Estados Unidos y Francia y su amplia experiencia política, no tenía contrincante alguno.

                      Tenía que aparecer un personaje como Don Nicolás Zúñiga y Miranda, quien era un hombre sencillo y bueno, para representar a la oposición en los comicios Presidenciales.
                      Su pequeña y frágil figura contrastaba con el historial y la fortaleza de Don Porfirio quien, era de todos sabido, se presentaba a las elecciones como invencible.

                      Así que, el General Díaz, más que verlo como un contricante real, incluso alentó la participación de Don Nicolás en la lucha electoral por la Presidencia cada 4 años.
                      Esta farsa le ayudaba a Díaz para mostrar a México como una ‘República democrática’.
                      La pobre apariencia de su contrincante le permitía al Presidente Díaz ser magnánimo en sus triunfos electorales, alentando a este popular personaje a mantener una actitud ‘retadora’ frente a la Presidencia de la República.

                      Tras un par de elecciones la participación de Don Nicolás era ya motivo de bromas e incluso la gente en la calle lo saludaba como ‘el Presidente legítimo de México’.

                      En algunos arrebatos de locura, Don Nicolás se llegó a ostentar como el ganador de las elecciones.

                      Durante varios años algunas invitaciones a eventos sociales señalaban que se contaría “con la presencia del Señor Presidente”, por lo que se le veía llegar al evento a este personaje vestido elegantemente con su sombrero de copa junto con todo el protocolo de recepción al ‘Presidente de la República’.

                      Su fama creció por todo el país, pero especialmente en la Ciudad de México, en donde sus extravagancias lo convirtieron en una de las personalidades más queridas.
                      En un par de ocasiones Don Nicolás denunció un plan para asesinarlo.

                      El famoso mural de Diego Rivera ‘un Domingo en la Alameda’ muestra a varios personajes importantes de la Historia de México; Rivera no olvidó incluir ahí a Don Nicolás.

                      La época de oro del Cine Mexicano recogió parcialmente la idea de este personaje con las caracterizaciones del gran actor Joaquín Pardavé en varias películas en donde personifica a ‘Don Susanito Somellera y Peñafiel’, un personaje que levantaba simpatías, ternura y a la vez pena ajena.

                      Don Nicolás Zúñiga y Miranda vivió sus últimos años de la caridad pública.
                      Murió pobre y abandonado en un barrio miserable de la Ciudad de México"

                      (Exploramex 2.0 Blog)

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