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Poesias y rimas que aligeran el alma

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  • #31
    Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

    NADA
    Javier de Bengoechea

    También en los supuestos de la nada,
    el amor se presiente en la querella
    de una futura creación: doncella
    sabiéndose fecunda, recreada.

    Antes de ser mi vida inaugurada,
    fui barro enamorado de una huella,
    de un talle vegetal, de alguna estrella...
    Yo estoy hecho de tierra enamorada.

    Y enamorado estoy de ti, y sustento
    este amor enraizado y presentido
    más allá de la vida y el momento.

    Enamorado sin haber nacido,
    y ahora tan muerto y nada, que presiento
    la tierra enamorada que ya he sido.

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    • #32
      Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

      Kabrakán, mira lo que encontré, juar!!

      Fíjate que andaba buscando un rollo sobre Don Rául Prieto (Perlas japonesas), y llegué a sus obras acerca de la Real Madrastra Española, como le decía él a la Academia de la Lengua; y ya sabes que una cosa te lleva a otra, y acabé dando con esta maravilla. Ojalá la disfrutes, juar!!

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      • #33
        Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

        Que me alcanza la edad.


        No se apresure, caballero,
        ¿a dónde va tan raudamente?
        ¿Qué es lo que usted tiene en mente
        para correr con tanto esmero?

        -No me moleste, ando apurado,
        pues tengo tanta, mucha prisa,
        y aunque pudiera causar risa,
        no debo sentirme cansado.

        No existe ninguna novedad
        y a nadie he pedido visa,
        ¿por qué camino tan aprisa?
        ¡Para que no me alcance la edad!

        Comment


        • #34
          Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

          Tncredi:
          Los dos anteriores están buenísimo, tanto que el No,32 me hizo equivocar con lo de los narcos.
          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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          • #35
            Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

            Fíjate que esa última es de un poeta que se llama Felipe Antonio Santorelli, que escribe muy padre.

            Comment


            • #36
              Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

              COPLAS HUMORÍSTICAS SOBRE EL SUFRIMIENTO
              Seleccionadas al azar

              Todos me dicen el feo,
              porque sin gracia he nacido,
              si Dios me hubiera formado
              con un pincel mas pulido,
              no fuera prieto ni feo,
              ni fuera mal parecido.

              ------

              Un dia puse un espinel,
              a ver si podia pescar;
              me decía una mujer,
              queriéndome criticar:
              "No te apures por comer,
              que hambre no te ha de faltar.

              ------

              No hallo mujer que me convenga,
              ni sombrero que me venga,
              ni caballo que me sostenga,
              ni fonda que me mantenga.

              -----

              Cuando yo tenía dinero
              me llamaban Don Colás;
              hoy que no tengo nada
              me llaman Colás no mas.

              -----

              No lo digo por usted,
              lo digo por mi pobreza:
              cuando yo vendía sombreros
              ningún cabrón tenia cabeza.

              -----

              Ya no puedo con la carga,
              Don Pendejo me ha montado,
              como está muy fundillón
              ya me llevó la fregada.

              -----



              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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              • #37
                Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                Admiróse un portugués
                de ver que en su tierna infancia
                todos los niños de Francia
                supieran hablar en Francés

                ----------
                Arte diabólica es
                dijo torciendo el mostacho
                que para hablar en gabacho
                un fidalgo en Portugal
                llega a viejo y lo habla mal
                y aqui lo parla un muchacho.

                ---------

                Nicolás Fernandez de Moratin

                Comment


                • #38
                  Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                  Originalmente publicado por Tancredi Ver post
                  A ver si tú te acuerdas, ¿Ledezma era muy cuate de Renato Leduc?
                  Por cierto, Kabrakan, nunca me respondiste esto, jejeje.

                  Yo no sé ni siquiera si se conocieron, si eran contemporáneos, o qué onda, pero sí recuerdo a Leduc citando los poemas de Margarito Ledezma.

                  Comment


                  • #39
                    Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                    Originalmente publicado por Tancredi Ver post
                    Por cierto, Kabrakan, nunca me respondiste esto, jejeje.

                    Yo no sé ni siquiera si se conocieron, si eran contemporáneos, o qué onda, pero sí recuerdo a Leduc citando los poemas de Margarito Ledezma.
                    Mi estimada Tancredi:

                    Creeme que he estado buscando alguna referencia en cuanto a si ambos se conocieron, no he encontrado nada lo que significa que he buscado erradamente Se que en algún lado lei algo al respecto. En cuanto encuentre información veraz, te lo comentaré.
                    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                    • #40
                      Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                      Me divertí leyendo, aquí les dejo un clásico del siglo XIX

                      El ánima de Sayula

                      En un caserón ruinoso
                      de Sayula en el lugar,
                      vive Apolonio Aguilar,
                      trapero de profesión.

                      Hace tiempo que padece
                      hambre voraz y canina,
                      y por eso está que trina
                      contra su suerte fatal.

                      No se emborracha ni juega;
                      sólo comer es su vicio,
                      mas va tan mal el oficio
                      que ni para pan le da.

                      Cuatro tablas, dos petates
                      un bacín roto de barro,
                      cuatro cazuelas y un jarro
                      son de su casa el ajuar.

                      Su mujer y sus hijuelos,
                      macilentos y hambreados,
                      con semblantes demacrados
                      piden pan con triste voz.

                      ¿Pan allí? ¡Ni por asomo!
                      Hambre sí, disgustos mil
                      en aquel chiribitil,
                      a pasto y a discreción.

                      Llanto sólo de miseria,
                      que goteando noche y día
                      apagó dejando fría
                      la ceniza del hogar.

                      Por eso el trapero esconde
                      entre sus manos la cara,
                      maldice su suerte avara
                      que le causa tal dolor.

                      Y fijando en su consorte
                      la penetrante mirada,
                      con voz grave y levantada
                      de esta manera le habló:

                      "Es preciso que ya cese
                      Esta situación horrible...
                      Vivir así no es posible,
                      harto estoy de padecer.

                      Me ocurre feliz idea,
                      que desde luego te explico;
                      esta noche me hago rico
                      o perezco en la función.

                      Tú sabes que en esta tierra
                      entre la gente de seso
                      se cuenta cierto suceso
                      que ha causado sensación.

                      Se dice, pues, que de noche,
                      al sonar las doce en punto,
                      sale a penar un difunto
                      por la puerta del Panteón.

                      Que las gentes que lo ven
                      huyen a carrera abierta,
                      y todos cierran la puerta
                      encomendándose a Dios.

                      Que por fin un desalmado
                      se encaró ya con el muerto,
                      mas de terror quedó yerto,
                      patitieso y sin hablar.

                      Esto lo aseguran todos
                      y mi compadre José
                      me ha jurado por su fe
                      que también al muerto vio.

                      Me asegura que ese muerto
                      tiene la plata enterrada
                      y busca gente templada
                      con quien poderse arreglar.

                      Y me aconseja que yo,
                      deponiendo todo miedo,
                      acometa con denuedo
                      la empresa del fantasmón.

                      Pues bien, me siento con bríos
                      para hablarle al mismo diablo;
                      a ese muerto yo le hablo
                      aunque fallezca después.

                      Mucho peor es morir de hambre
                      que morir de puro miedo,
                      y si yo con vida quedo
                      Seremos ricos después."

                      "¡Por Dios, Apolonio! -dijo
                      su mujer muy aflijida-
                      No juegues así la vida,
                      deja a los muertos en paz."

                      "Señora, no retrocedo.
                      Es una cosa resuelta;
                      si pronto no doy la vuelta
                      prepara mi funeral".

                      Dijo... y con paso veloz.
                      pálido como un difunto,
                      salió de su casa al punto,
                      camino para el Panteón.

                      Envuelto en tinieblas yace
                      de Sayula el caserío,
                      y un aspecto muy sombrío
                      allí reina por doquier.

                      Lóbrega la noche está
                      y al soplo del viento frío
                      gimen los sauces del río
                      con quejumbroso rumor.

                      No se oye voz humana
                      ni el más ligero ruido;
                      sólo lejos el aullido
                      pavoroso de algún can.

                      Algún pájaro que pasa.
                      por las tinieblas perdido,
                      lanza fúnebre graznido
                      al ir de su nido en pos.

                      Camina, pues, atrevido,
                      aquel hombre de faz yerta,
                      y por fin se ve en la puerta
                      del tenebroso panteón

                      la silueta del trapero,
                      que a la ventura de Dios
                      va de la fortuna en pos
                      hasta vencer o morir.

                      Por fin de repente suenan
                      doce lentas campanadas,
                      cuyas notas compasadas,
                      vibran con sordo rumor.

                      Notas lentas y solemnes
                      cuyo sonido retumba
                      como el eco de una tumba
                      en el pecho de Aguilar.

                      Cruza el dintel el fantasma,
                      mudo, rígido, sombrío,
                      como el sepulcro más frío
                      y horrible aborto de horror.

                      Lleva cubierta la faz
                      con negro y tupido velo,
                      y arrastrando por el suelo
                      lleva también un sudario.

                      Aguilar, de espanto yerto
                      y erizado su cabello,
                      con agitado resuello
                      corre tras de la visión.

                      Haciendo un supremo esfuerzo,
                      cual si jugara la vida,
                      con voz despavorida
                      de esta manera le hablo:

                      "En nombre de Dios te pido
                      me digas cómo te llamas,
                      si penas entre las llamas
                      o vives aquí entre nos.

                      ¿Qué buscas por estos sitios
                      donde a los vivos espantas?
                      Si tienes talegas ¿cuántas
                      me puedes proporcionar?"

                      "Me llamo Perico Súrres
                      -dijo el fantasma en secreto-
                      Fuí en la tierra un buen sujeto,
                      muy puto mientras viví.

                      Ando ahora penando aquí,
                      en busca de un buen cristiano
                      que con la fuerza del ano
                      me arremangue el mirasol.

                      El favor que yo te pido
                      es un favor muy sencillo:
                      que me prestes el fundillo
                      tras del que ando tiempo ha.

                      Las talegas que tú buscas
                      aquí te las traigo colgando;
                      ya te las iré arrimando
                      a la puerta del fogón..."

                      Dijo...y cual sombra fugaz,
                      tan rápido como el viento
                      tras las tapias del Convento
                      el sombrero se perdió.

                      Mudo de sorpresa queda
                      el pobrecito trapero,
                      y echando al suelo el sombrero
                      de esta manera exclamó:

                      "Por vida del Rey Clarión
                      y de la madre de Gestas
                      ¿qué chingaderas son estas,
                      que me suceden a mí?

                      Vengo de lejanas tierras
                      a buscar aquí la vida,
                      y la suerte maldecida
                      me depara un trance atroz.

                      No tener yo mas alhaja
                      que la alhaja del fundillo
                      ¡Y que me la pida un pillo
                      que viene de la eternidad!

                      Yo no sé lo que me pasa,
                      pues ignoro con quien hablo;
                      este cabrón es el diablo
                      o es mi compadre José.

                      Lo que me sucede a mí
                      Es para perder el seso;
                      Si los muertos piden sieso,
                      los vivos ¿que pedirán?

                      Buena fortuna me hallé
                      en esta tierra de brutos.
                      Donde los muertos son putos
                      ¿qué garantías tengo yo?

                      Esto es cuando puede verse
                      en las crestas del Demonio:
                      ¡Si lo aflojas, Apolonio,
                      de aquí sin culo te vas!"

                      Así el trapero exclamó
                      muy pensativo y mohíno
                      Del pueblo tomó el camino
                      y en sus calles se perdió.

                      Y es fama que cuando oía
                      hablar del aparecido,
                      receloso y precavido
                      se ponía la mano atrás.

                      MORALEJA

                      Lector: si por alguna vez,
                      y por artes del Demonio,
                      te vieres como Apolonio
                      en crítica situación;
                      si tropiezas acaso
                      con alguna ánima en pena,
                      aunque te diga que es buena,
                      no te descuides, lector.
                      Y por vía de precaución
                      llévate como cristiano
                      la cruz bendita en la mano
                      y en el fundillo un tapón.

                      Teófilo Pedroza
                      Too old to twitter, too young to die... Aire!

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                      • #41
                        Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                        Fragmento de la obra LA VENGANZA DE DON MENDO
                        Pedro Muñoz Seca.


                        MAGDALENA

                        ¿Por mi desdicha os molesto,

                        os importuno y agravo?...

                        MENDO



                        No, señora, no es aquesto:

                        es que cual flor, soy modesto

                        y me estáis subiendo el pavo.

                        MAGDALENA



                        ¿Es que tan mal expreséme,

                        doncel, que no comprendióme?

                        ¿No miróme? ¿No escuchóme?

                        ¿Tan poco afable mostréme

                        que apenas vióme ya dióme?

                        MENDO



                        Escuchéla y contempléla;

                        vila, señora, y oíla;

                        pero cuanto más miréla

                        y cuanto más escuchéla,

                        menos, señora, entendíla.

                        ¿Quién sois que venís a mí,

                        a un errante trovador,

                        y me comparáis así

                        con un clavel carmesí

                        que es signo de vuestro amor?

                        MAGDALENA



                        Trovador, a quien adoro:

                        soy la Duquesa de Toro,

                        la más rica de Alcover.

                        Tengo en mi casa un tesoro:

                        para amarme, ¿queréis oro?

                        MENDO



                        ¿Para qué lo he de querer

                        si el oro no da el placer?

                        MAGDALENA



                        Trovador de baja grey,

                        yo soy la amante del Rey,

                        la que reina por amor.

                        Mi capricho es siempre ley.

                        ¿Quieres ser Duque o Virrey?

                        MENDO



                        Honor que otorga el favor,

                        ¿para qué si no es honor?

                        MAGDALENA



                        Trovador, soy muy hermosa,

                        mi piel es pulida rosa que goce y perfume da.

                        Soy volcánica y mimosa,

                        tómame y hazme dichosa.


                        Saludos.

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                        • #42
                          Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                          Originalmente publicado por farina Ver post
                          Me divertí leyendo, aquí les dejo un clásico del siglo XIX

                          El ánima de Sayula

                          Teófilo Pedroza
                          Qué bárbaro, Farina, es sencillamente excelente, caray.

                          Comment


                          • #43
                            Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                            Kabrakan, tenemos rete olvidadito este sitio. Al rato pongo algo.

                            Saludos, mi estimado.

                            Comment


                            • #44
                              Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                              Lo prometido es deuda, te dejo algo de Quevedo.

                              Burla de la vida

                              La vida empieza entre lágrimas y caca,
                              luego viene la mu, con mama y coco,
                              síguense las viruelas, baba y moco,
                              y luego llega el trompo y la matraca.

                              En creciendo, la amiga y la sonsaca;
                              en ella embiste el apetito loco;
                              en subiendo a mancebo, todo es poco,
                              y después la intención peca en bellaca.

                              Llega a ser hombre, y todo lo trabuca;
                              soltero sigue toda perendeca;
                              casado se convierte en mala cuca.

                              Viejo encanece, arrúgase y se seca;
                              llega la muerte, y todo lo bazuca,
                              y lo que deja paga, y lo que peca.

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                              • #45
                                Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                                Mis tres mujeres.

                                -¡Crucifícame!-
                                dijo en su llanto el poeta
                                a su amada dulcinea
                                para que usted vea
                                ella ni caso le hizo...

                                Así es como nos empalan
                                las mujeres al altar
                                y de tanto caminar
                                terminamos tan cansados
                                tan jodidos
                                marginados
                                y dolidos
                                que ya no podemos ni pensar.

                                Crucifícame
                                de una vez:
                                Soledad indolente
                                junto a Ausencia
                                la muy ingrata
                                me han cortado la sonata
                                y toda la inspiración.

                                Y Manola ya se apresta
                                a exigir el maratón
                                que me seque toda sangre
                                con razón o sin razón.

                                Perdón les pido poetas
                                por esta intromisión
                                que busca matarlos de risa
                                y aliviar su procesión...


                                Felipe Antonio Santorelli

                                Comment

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