Anuncio

Collapse
No announcement yet.

De Monumentos y Anuncios

Collapse
X
 
  • Filter
  • Hora
  • Show
Clear All
new posts

  • De Monumentos y Anuncios


    Es notable la incomodidad de la sociedad por la “estela de pus” y que no acierta a dar forma coherente al malestar. Lo cual da pie a que depredadores sociales lo manejen como politización. Cuando en verdad lo politizan para encubrir los hechos.

    Monumento del latín monumentum, significa «recuerdo». Un “monumento” es una obra cuya virtud es hacer recordar. Algunas definiciones requieren valor histórico, artístico o científico.

    Los monumentos se ganan su lugar por merito propio, en tres vertientes: como obra con valor artístico, cultural o histórico. La primera referencia al concepto de “monumento histórico” fue en Francia en 1790 para abordar la restauración y rehabilitación de las obras de la antigüedad. Concepto que permeó a los países con inteligencia y buena fe desde finales del siglo XIX. En nuestro caso ni lo conocemos. Casualmente la avenida Reforma competiría con los Campos Elíseos, si no se hubiera demolido los palacetes que la bordeaban para sustituirlos con adeficios. Depredación patrimonial-histórico-cultural que aún hoy en pleno siglo XXI por salvajismo sigue prosperando alegremente. Entonces por su novedad no es el caso.

    El valor cultural de la estela es muy pobre. O más bien se debe aclarar que pertenece más a la cultura comercial que a una ilustrada.
    Desde el punto de vista artístico carece de arte y simbolismo. Los egipcios no requerían explicar lo que representaban sus obras. Cualquiera de cualquier nivel cultural e idioma sabía lo que esas obras de magnitud sobrehumana significaban. Después los griegos clásicos llevaron la representación de los monumentos a niveles que no se han vuelto a igualar. El espíritu apolíneo los llevaba a representar la perfección, solemnidad, magnificencia de dioses y personajes tanto en su arquitectura como escultura haciendo de todos, monumentos por méritos propios. Obras de arte indiscutible y símbolos cuyo significado no requiere explicación. Ni del Partenón ni de sus esculturas nadie debe preguntar el significado, el mensaje.

    Tampoco es el caso ya que el ADN de la “estela” es más de anuncio neón que de obra de arte. Su genética es más de llamativa propaganda comercial que de obra artística o cultural.

    Pifia que empeora al evaluarla. El puente Baluarte tiene una longitud de 1,124 metros (un mil ciento veinticuatro metros) es decir del orden de diez veces más largo y cuatro carriles (por lo cual podemos compararlo con diez o cuarenta estelas, dejémoslo en diez), no solo eso, suspendido a una altura de más de 400 metros en dos pilas (ocho estelas de las pilas + las diez de longitud = 18, cierrenlo en 20 por los carriles) y que no aleguen problemas de cimentación, que deben ser de risa frente a los del puente. Pero pese a esa asimetría la estela costó la mitad que el puente. Lo que en automático remite a vernos como un pueblo que no supera la tara que nos hace cambiar oro por brillos y destellos de espejitos y cuentas de colores, en su versión más moderna gracias al avance de la tecnología de los anuncios neón.

    Así, ¿qué significa y que es lo que va a perpetuar en la memoria?

    Autor de: La infracultura, La anomia, Disección de la Ley de Obras Publicas y Servicios Relacionados con las Mismas, ¿A dónde Vamos, México? ¡Fe de Erratas del Desarrollo Nacional! y El descalabro de la razón
    Rafael Norma
    Forista Turquesa
    Last edited by Rafael Norma; 23-enero-2012, 07:53.
Working...
X