Re: elecciones en SINALOA 2010 le voy a MALOVA ¡¡¡¡
Y seguimos con la critica y la opinión que de MALOVA tenemos los panistas de a pata (que el CHOCO entiende como apoyo )
http://debate.com.mx/eldebate/Articu...976&IdCat=6116
http://debate.com.mx/eldebate/Articu...407&IdCat=6116
Y seguimos con la critica y la opinión que de MALOVA tenemos los panistas de a pata (que el CHOCO entiende como apoyo )
Durante los últimos días se han escuchado diversas voces del PAN que critican el sesgo que está tomando el proceso político en Sinaloa. Algunos militantes calificados como doctrinarios, y otros que no lo son tanto, manifiestan insistentemente su pesar porque consideran que diversas corrientes del priismo se están apoderando del partido azul.
Dicen que en el PAN hay un abandono de principios y de valores. Otros afirman que se están viendo actos políticos carentes de moral e, incluso, de fundamento ético. Los grupos más tradicionalistas están empezando a expresarse. Ello es bueno, pues el retiro y el silencio poco ayudan al desarrollo de la democracia y de la actividad política.
Sin embargo, no sólo se critica el estado de cosas. También señalan culpables. Afirman que los promotores de la destrucción del PAN y de la erosión de sus principios, son Mario López Valdez, Jesús Patrón y Juan Millán. Algunos militantes admiten no tolerar la situación que ahora existe en su partido, y han decidido renunciar. Otros más dicen que anularán su voto. Les parece inconcebible que Malova, Patrón y Millán hayan realizado una acción concertada para asumir el control del PAN, y que hayan triunfado.
Pero la realidad es otra. Cuando Germán Martínez fue dirigente nacional del PAN, instrumentó una estrategia política para ganar las elecciones. Pero fracasó estrepitosamente y se vio obligado a dimitir. Desde su arribo, César Nava diseñó una fórmula diferente que fue aceptada por todos. La parte medular son las coaliciones electorales. Así, desde la dirección nacional del PAN se promovió la creación de alianzas opositoras. Lo que hoy sucede en Sinaloa se deriva de dicha estrategia. Se negocia con grupos y se ejecutan acuerdos.
Entonces, el panismo que hoy se muestra ofendido por lo que está sucediendo en su partido, y por los candidatos que están eligiendo, deberían reenfocar sus reclamos y lamentos. Los responsables de la situación no están en Sinaloa. Los culpables no son Malova, Patrón o Millán. Tampoco los dirigentes estatales o municipales.
Quien promovió lo que ahora está pasando en el PAN fue la dirigencia nacional, y específicamente su presidente César Nava. Además, esta estrategia y cada una de sus decisiones cuentan con el respaldo del panista que hoy habita en Los Pinos. Manuel Espino, Luis Roberto Loaiza, Luis Enrique Rojo y Refugio López Silvestre, entre muchos otros, bien harían en manifestar su indignación en la instancia correspondiente. Aquí nadie los escuchará, sólo acatan instrucciones superiores.
Dicen que en el PAN hay un abandono de principios y de valores. Otros afirman que se están viendo actos políticos carentes de moral e, incluso, de fundamento ético. Los grupos más tradicionalistas están empezando a expresarse. Ello es bueno, pues el retiro y el silencio poco ayudan al desarrollo de la democracia y de la actividad política.
Sin embargo, no sólo se critica el estado de cosas. También señalan culpables. Afirman que los promotores de la destrucción del PAN y de la erosión de sus principios, son Mario López Valdez, Jesús Patrón y Juan Millán. Algunos militantes admiten no tolerar la situación que ahora existe en su partido, y han decidido renunciar. Otros más dicen que anularán su voto. Les parece inconcebible que Malova, Patrón y Millán hayan realizado una acción concertada para asumir el control del PAN, y que hayan triunfado.
Pero la realidad es otra. Cuando Germán Martínez fue dirigente nacional del PAN, instrumentó una estrategia política para ganar las elecciones. Pero fracasó estrepitosamente y se vio obligado a dimitir. Desde su arribo, César Nava diseñó una fórmula diferente que fue aceptada por todos. La parte medular son las coaliciones electorales. Así, desde la dirección nacional del PAN se promovió la creación de alianzas opositoras. Lo que hoy sucede en Sinaloa se deriva de dicha estrategia. Se negocia con grupos y se ejecutan acuerdos.
Entonces, el panismo que hoy se muestra ofendido por lo que está sucediendo en su partido, y por los candidatos que están eligiendo, deberían reenfocar sus reclamos y lamentos. Los responsables de la situación no están en Sinaloa. Los culpables no son Malova, Patrón o Millán. Tampoco los dirigentes estatales o municipales.
Quien promovió lo que ahora está pasando en el PAN fue la dirigencia nacional, y específicamente su presidente César Nava. Además, esta estrategia y cada una de sus decisiones cuentan con el respaldo del panista que hoy habita en Los Pinos. Manuel Espino, Luis Roberto Loaiza, Luis Enrique Rojo y Refugio López Silvestre, entre muchos otros, bien harían en manifestar su indignación en la instancia correspondiente. Aquí nadie los escuchará, sólo acatan instrucciones superiores.
La política es como el dinero, tiene emociones, pero no tiene sentimientos. Por esas razones lógicas de la condición hu- mana, los oficiantes del arte político son insensibles a la amistad derivada de esta apasionante, como cautivante práctica, capaz de derrumbar los muros de la más sólida relación, así se ha- ya edificado durante muchos años y en los términos de una liturgia de lealtad con carácter de irrompible. Juan S. Millán y Jesús Aguilar son el referente más obvio de la fragilidad que desune a dos amigos hechos en el fragor de la política y separados por los efectos particulares de la misma.
La causa principal de la polémica ruptura entre el exgobernante y el gobernante en turno, descansa tácitamente en el desacuerdo sobre el nombre del candidato. Millán puso en práctica todos sus oficios políticos para imponer al senador Mario López Valdez, y Je- sús Aguilar hizo lo propio para procesar la candidatura de Jesús Vizcarra Calderón. Desde las primeras decisiones de los dos personajes, de cada quien seguir su proyecto, el asunto de la relación se elevó a espacios intratables en lo que se refiere a una eventual reconciliación. No la hubo en su tiempo y no la habrá.
Juan Millán prefirió jugar el papel de tutor político reclamante de derechos sobre el gobernador Jesús Aguilar Padilla, en lugar de guardar la discreción y la prudencia que exige el ejercicio de la po- lítica de un exgobernante, quizá bajo el pensamiento de que el actual mandante en Sinaloa sería una presa fácil de convencer y de manipular en cuestiones tan delicadas y tan importantes co- mo la sucesión gubernamental. Ya se dio cuenta que no sería así, y ahora cada quien sigue su camino y su proyecto.
La lucha por la sucesión gubernamental no sólo es crucial para los candidatos del PRI, Jesús Vizcarra Calderón, y para Mario López Valdez, del PAN y alianza opositora, también lo es para los padrinos políticos que impulsan ambas candidaturas, paradójicamente en las dos ~~~~~~~~~s con vínculos sólidos en el priismo, o cuando menos ahora con relaciones de afinidad histórica por aquello de la militancia compartida en el caso de Juan Millán, quien como impulsor de Malova está obligado a hacerle las caravanas al pa-nismo que tanto combatió.
¿Gana el PRI de Juan Millán o el PRI de Jesús Aguilar? Es lo que se ventila entre la ciudadanía, y las apuestas de la militancia tricolor son favorables al gobernador de Sinaloa, cuya influencia del man- do y la solidez de la estructura política que arropa con su manto al candidato Jesús Vizcarra Calderón, son elementos en los que la maquinaria priista confía para triunfar en las elecciones del do- mingo 4 de julio, opinión que obviamente no comparten los impulsores de Mario López Valdez.
Gotitas de Agua. El sábado próximo se procesan las candidaturas a gobernador. Jesús Vizcarra Calderón sería ungido candidato me- diante el voto de los delegados que participarán en la elección interna, mientras que en un evento similar lo hará Mario López Valdez. Al priista se le suman los partidos Panal y Verde Ecologis- ta de México, mientras que al panista de nuevo cuño, el PRD, PT y Convergencia con los partidos de cúpula electoral de rectores políticos en cada uno de los frentes en feroz competencia...Con ese paso dado, se vienen en cascada los pronunciamientos para candidatos a alcaldes y diputados en la mayoría de los municipios, etapa que dinamizará la movilización política en todos los partidos con la variante proclive a los conflictos internos en función de los intereses personales que propician las aspiraciones de militantes que reclaman sus derechos de inclusión en los paquetes que se habrán de integrar en los municipios y que se traducen en oportunidades en los cabildos de las próximas administraciones.
La causa principal de la polémica ruptura entre el exgobernante y el gobernante en turno, descansa tácitamente en el desacuerdo sobre el nombre del candidato. Millán puso en práctica todos sus oficios políticos para imponer al senador Mario López Valdez, y Je- sús Aguilar hizo lo propio para procesar la candidatura de Jesús Vizcarra Calderón. Desde las primeras decisiones de los dos personajes, de cada quien seguir su proyecto, el asunto de la relación se elevó a espacios intratables en lo que se refiere a una eventual reconciliación. No la hubo en su tiempo y no la habrá.
Juan Millán prefirió jugar el papel de tutor político reclamante de derechos sobre el gobernador Jesús Aguilar Padilla, en lugar de guardar la discreción y la prudencia que exige el ejercicio de la po- lítica de un exgobernante, quizá bajo el pensamiento de que el actual mandante en Sinaloa sería una presa fácil de convencer y de manipular en cuestiones tan delicadas y tan importantes co- mo la sucesión gubernamental. Ya se dio cuenta que no sería así, y ahora cada quien sigue su camino y su proyecto.
La lucha por la sucesión gubernamental no sólo es crucial para los candidatos del PRI, Jesús Vizcarra Calderón, y para Mario López Valdez, del PAN y alianza opositora, también lo es para los padrinos políticos que impulsan ambas candidaturas, paradójicamente en las dos ~~~~~~~~~s con vínculos sólidos en el priismo, o cuando menos ahora con relaciones de afinidad histórica por aquello de la militancia compartida en el caso de Juan Millán, quien como impulsor de Malova está obligado a hacerle las caravanas al pa-nismo que tanto combatió.
¿Gana el PRI de Juan Millán o el PRI de Jesús Aguilar? Es lo que se ventila entre la ciudadanía, y las apuestas de la militancia tricolor son favorables al gobernador de Sinaloa, cuya influencia del man- do y la solidez de la estructura política que arropa con su manto al candidato Jesús Vizcarra Calderón, son elementos en los que la maquinaria priista confía para triunfar en las elecciones del do- mingo 4 de julio, opinión que obviamente no comparten los impulsores de Mario López Valdez.
Gotitas de Agua. El sábado próximo se procesan las candidaturas a gobernador. Jesús Vizcarra Calderón sería ungido candidato me- diante el voto de los delegados que participarán en la elección interna, mientras que en un evento similar lo hará Mario López Valdez. Al priista se le suman los partidos Panal y Verde Ecologis- ta de México, mientras que al panista de nuevo cuño, el PRD, PT y Convergencia con los partidos de cúpula electoral de rectores políticos en cada uno de los frentes en feroz competencia...Con ese paso dado, se vienen en cascada los pronunciamientos para candidatos a alcaldes y diputados en la mayoría de los municipios, etapa que dinamizará la movilización política en todos los partidos con la variante proclive a los conflictos internos en función de los intereses personales que propician las aspiraciones de militantes que reclaman sus derechos de inclusión en los paquetes que se habrán de integrar en los municipios y que se traducen en oportunidades en los cabildos de las próximas administraciones.
Comment