desde que Ricardo Alemán dejo de hacer olas pro Calderón y mas bien se volvió critico de el, ciertas focas azules de estos lares que ponían sus columnas dejaron de hacerlo, sera como dice el que
Calderón se quedó solo
Está a los ojos de todos. Felipe Calderón se quedó solo. Pero lo grave son las interrogantes sin respuesta. ¿Por qué se quedó solo?, ¿Y cuál es el riesgo de esa soledad, para la gobernabilidad del país?
Primero. ¿Por qué Calderón está solo? Porque buena parte de la clase política nada quiere saber de él. El propio Calderón lo dijo en la sesión de Diálogos por la Seguridad, al recordar el pasaje bíblico de “las bodas de Canaan”, donde censuró la ausencia de los políticos.
Dijo: “Estoy saliendo, pidiendo ayuda de la sociedad como también ya la pedí a los partidos, al Congreso, y la seguiré pidiendo… pero no me voy a quedar esperando a ver a qué hora los intereses particulares terminan de estar por encima de los intereses nacionales… yo por eso voy a seguir hablando con la sociedad para buscar y encontrar en la sociedad el apoyo que necesitamos para movilizar a todo México y resolver este problema”. Se refería, claro, al problema del crimen y el narcotráfico.
¿Qué entender del lamento presidencial? Es el grito desesperado de un gobernante que se equivocó al colocar el interés de su partido sobre el interés nacional. ¿Por qué? Porque en las pasadas elecciones, Calderón —en tanto, jefe del PAN— rompió con el PRI. Pero resulta que el tricolor era el principal aliado de Calderón, el presidente. Así, el PRI lo dejó solo, igual que el PRD, amante temporal del PAN que, alegre, retozó en las sábanas electorales pero le dio la espalda al presidente —al momento de la verdad—, en su proyecto sexenal. Es decir, Calderón, PAN y PRD lograron triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, a cambio de la parálisis del Estado.
Y esa parálisis, la ineficacia del gobierno, el avance incontenible de la violencia criminal, son temas de fondo, no migajas electorales. Se puede decir que Calderón y el PAN cambiaron la gobernabilidad del país por las migajas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, en donde, para maldita la cosa, sigue gobernando el PRI. Sí, dejaron solo a Calderón, pero el presidente se olvidó del Estado al colocar al PAN como prioridad. ¿O no?.
EN EL CAMINO. Javier Lozano, titular de la Secretaría del Trabajo, se podría llevar otro triunfo si condiciona el “diálogo de alto nivel” a la cordura de sindicalistas del SME que, en cualquier momento, podrían terminar en prisión… Hoy, en la librería Gandhi —19:00 horas— de Miguel Ángel de Quevedo, Carlos Ramírez presenta su libro “La Comuna de Oaxaca”, obra obligada para entender la crisis política y social de Oaxaca, que prologa René Avilés Fabila… a propósito, Marie Paine y Adriana Raíd, presentarán hoy en el restaurante Sotavento de Polanco —19:00 horas—, la recomendable exposición de fotografías, “Trazos de Luz, Trozos de México”… Y sí, La Suprema Corte le dará entrada al caso Rosendo Radilla, que podría terminar en jurisprudencia histórica.
su columna en el universal
Calderón se quedó solo
Está a los ojos de todos. Felipe Calderón se quedó solo. Pero lo grave son las interrogantes sin respuesta. ¿Por qué se quedó solo?, ¿Y cuál es el riesgo de esa soledad, para la gobernabilidad del país?
Primero. ¿Por qué Calderón está solo? Porque buena parte de la clase política nada quiere saber de él. El propio Calderón lo dijo en la sesión de Diálogos por la Seguridad, al recordar el pasaje bíblico de “las bodas de Canaan”, donde censuró la ausencia de los políticos.
Dijo: “Estoy saliendo, pidiendo ayuda de la sociedad como también ya la pedí a los partidos, al Congreso, y la seguiré pidiendo… pero no me voy a quedar esperando a ver a qué hora los intereses particulares terminan de estar por encima de los intereses nacionales… yo por eso voy a seguir hablando con la sociedad para buscar y encontrar en la sociedad el apoyo que necesitamos para movilizar a todo México y resolver este problema”. Se refería, claro, al problema del crimen y el narcotráfico.
¿Qué entender del lamento presidencial? Es el grito desesperado de un gobernante que se equivocó al colocar el interés de su partido sobre el interés nacional. ¿Por qué? Porque en las pasadas elecciones, Calderón —en tanto, jefe del PAN— rompió con el PRI. Pero resulta que el tricolor era el principal aliado de Calderón, el presidente. Así, el PRI lo dejó solo, igual que el PRD, amante temporal del PAN que, alegre, retozó en las sábanas electorales pero le dio la espalda al presidente —al momento de la verdad—, en su proyecto sexenal. Es decir, Calderón, PAN y PRD lograron triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, a cambio de la parálisis del Estado.
Y esa parálisis, la ineficacia del gobierno, el avance incontenible de la violencia criminal, son temas de fondo, no migajas electorales. Se puede decir que Calderón y el PAN cambiaron la gobernabilidad del país por las migajas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, en donde, para maldita la cosa, sigue gobernando el PRI. Sí, dejaron solo a Calderón, pero el presidente se olvidó del Estado al colocar al PAN como prioridad. ¿O no?.
EN EL CAMINO. Javier Lozano, titular de la Secretaría del Trabajo, se podría llevar otro triunfo si condiciona el “diálogo de alto nivel” a la cordura de sindicalistas del SME que, en cualquier momento, podrían terminar en prisión… Hoy, en la librería Gandhi —19:00 horas— de Miguel Ángel de Quevedo, Carlos Ramírez presenta su libro “La Comuna de Oaxaca”, obra obligada para entender la crisis política y social de Oaxaca, que prologa René Avilés Fabila… a propósito, Marie Paine y Adriana Raíd, presentarán hoy en el restaurante Sotavento de Polanco —19:00 horas—, la recomendable exposición de fotografías, “Trazos de Luz, Trozos de México”… Y sí, La Suprema Corte le dará entrada al caso Rosendo Radilla, que podría terminar en jurisprudencia histórica.
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