Tweet
Salario mínimo al gabinete
Voy a comprar Mexicana, ahorita vengo
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-03-03•Al Frente
Digo, ya se supo que no hace falta tener 220 millones de dólares para empezar a negociar con Javier Lozano, el secre consentido de Gobernación, así que con tres verbos, dos fotocopias y el aval de tu jefecita puedes aspirar a adquirir algo más que el calendario de las sobrecargos de la aerolínea.
Incluso si presentas tu cheque mensual de 6 mil pesos avalado por el secretario San Serafín Cordero, te hacen un descuento en materia de lascivos laborales. Ya se sabe que en México todo es fast track y que las cosas se arreglan más rápido que en chinga, por eso el asesinato del agente aduanal estadunidense, que por apellido era el feliz portador de un emblemático Zapata, fue resuelto por el impecable aparato judicial mexicano antes de que la Napolitano nos tratara como Hillary a Kadafi. ¿No fue maravilloso que en correspondencia, los gringos reaccionaran apañando a más de 500 maleantes en su territorio? O sea, nos hubieran avisado antes cuál era el método.
Por supuesto, los sospechosistas exigen que la misma eficiencia ocurra con el caso de la familia Reyes Salazar, por ejemplo, confundiendo lo que viene siendo propiamente dicho la gimnasia con la magnesia. O sea, hay prioridades; luego van a querer que los burócratas de la seguridad también resuelvan y hagan justicia con los caídos en los daños colaterales. No, así no es la cosa.
Están como quienes se preguntan de dónde habrá sacado Jelipillo, a año y medio de terminar su sexenio, la peregrina idea de que la fuente de todos los males está en la corrupción. Que no tengan duda: seguramente después de horas dedicadas a la investigación, el espionaje, la reflexión y la inteligencia. Y más aún, la lógica es impecable: la única forma de combatir tamaño flagelo —en el dudoso caso de que haya fincado sus reales en el mundo de caramelo de Jelipe el Hermoso— es a través de la sobrerregulación (o sea que todo sea bajo la estricta observación de la ley de Herodes), y convocar a la ciudadanía a que denuncie a los corruptos al ritmo de “tienes el valor o te vale”, para que hagan el trabajo que ni las autoridades quieren hacer. Ellas están dedicadas a la planeación estratégica a la temporada de cacos más importante del sexenio: el año de Hidalgo.
Salgo a comprar Mexicana con mi crédito Fonacot y pienso en qué maravillosa es la patria que los spring breakers homenajean a Kalimba y a Ana Bárbara en el Buda Bar, mientras Karima El Mahrough, la chica Berlusconi, quiere venir a rehacer su vida a México, esta geografía idílica donde impera la filosofía de la narcofosa.
PD. Los que suspendieron Presunto culpable son seguros ojetes.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com
Voy a comprar Mexicana, ahorita vengo
Política cero
Jairo Calixto Albarrán
2011-03-03•Al Frente
Digo, ya se supo que no hace falta tener 220 millones de dólares para empezar a negociar con Javier Lozano, el secre consentido de Gobernación, así que con tres verbos, dos fotocopias y el aval de tu jefecita puedes aspirar a adquirir algo más que el calendario de las sobrecargos de la aerolínea.
Incluso si presentas tu cheque mensual de 6 mil pesos avalado por el secretario San Serafín Cordero, te hacen un descuento en materia de lascivos laborales. Ya se sabe que en México todo es fast track y que las cosas se arreglan más rápido que en chinga, por eso el asesinato del agente aduanal estadunidense, que por apellido era el feliz portador de un emblemático Zapata, fue resuelto por el impecable aparato judicial mexicano antes de que la Napolitano nos tratara como Hillary a Kadafi. ¿No fue maravilloso que en correspondencia, los gringos reaccionaran apañando a más de 500 maleantes en su territorio? O sea, nos hubieran avisado antes cuál era el método.
Por supuesto, los sospechosistas exigen que la misma eficiencia ocurra con el caso de la familia Reyes Salazar, por ejemplo, confundiendo lo que viene siendo propiamente dicho la gimnasia con la magnesia. O sea, hay prioridades; luego van a querer que los burócratas de la seguridad también resuelvan y hagan justicia con los caídos en los daños colaterales. No, así no es la cosa.
Están como quienes se preguntan de dónde habrá sacado Jelipillo, a año y medio de terminar su sexenio, la peregrina idea de que la fuente de todos los males está en la corrupción. Que no tengan duda: seguramente después de horas dedicadas a la investigación, el espionaje, la reflexión y la inteligencia. Y más aún, la lógica es impecable: la única forma de combatir tamaño flagelo —en el dudoso caso de que haya fincado sus reales en el mundo de caramelo de Jelipe el Hermoso— es a través de la sobrerregulación (o sea que todo sea bajo la estricta observación de la ley de Herodes), y convocar a la ciudadanía a que denuncie a los corruptos al ritmo de “tienes el valor o te vale”, para que hagan el trabajo que ni las autoridades quieren hacer. Ellas están dedicadas a la planeación estratégica a la temporada de cacos más importante del sexenio: el año de Hidalgo.
Salgo a comprar Mexicana con mi crédito Fonacot y pienso en qué maravillosa es la patria que los spring breakers homenajean a Kalimba y a Ana Bárbara en el Buda Bar, mientras Karima El Mahrough, la chica Berlusconi, quiere venir a rehacer su vida a México, esta geografía idílica donde impera la filosofía de la narcofosa.
PD. Los que suspendieron Presunto culpable son seguros ojetes.
www.twitter.com/jairocalixto
jairo.calixto@milenio.com