@ Adolfo Hitler como a AMLOCO le encantaba retratarse con los niños, y a Nuestro Señor Jesucristo le encantaban los niños, ya que sólo quien es como ellos de ingenuo entrará en el reino de los cielos; ya ven cómo en la obra de los Millonarios de Cristo
@lopezobrador (@ AMLOCO) como @ Adolfo Hitler, y como a Nuestro Señor Jesucristo, les encantan los niños....
Periódico Reforma
Josefina Leroux / Retórica amorosa
Josefina Leroux
(2 diciembre 2011).- La lucha por el poder hace que los candidatos cambien de discurso y de pronto conviertan las revoluciones en aspiraciones de amor y paz. Así se escucha el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2006 se dirigía con insultos a quienes acusaba de haber organizado un complot en su contra.
Cuando se le cuestionó sobre su notable transformación, lo reconoció y aludió a la necesidad de fortalecer los valores.
"El amor a la familia, el amor al prójimo, el amor a la patria. Es fundamental un código moral, impulsar mucho eso", declaró. "El llegar a la conclusión, a la esencia de que sólo siendo buenos podemos ser felices".
López Obrador, convenientemente, se mueve a la derecha para llegar al inconsciente de los conservadores, quienes temieron su postura de izquierda en la contienda anterior.
Cuando votamos nos acompañan nuestros valores y creencias. Y en México, aunque conviven muchos liberales, gana la mayoría conservadora devota de la Guadalupana, de la que también este candidato toma el nombre para su movimiento Morena. "Es una coincidencia," dijo cuando alguien se lo hizo notar.
También cambia su tono y el contenido de su discurso con los empresarios, a los que ha dejado de aludir como traficantes de influencias; ahora reconoce a los que acusaba de mafiosos como honrosas excepciones.
Seguramente le han hecho caer en cuenta que sin el voto de quienes apoyaron a Felipe Calderón no tendrá el triunfo en las elecciones del 2012.
George Lakoff, profesor de lingüística y psicología cognitiva en la Universidad de Berkeley, y autor del libro Moral Politics, al analizar discursos políticos demócratas y republicanos en Estados Unidos explica que estos últimos tienen las de ganar, ya que en sus mensajes utilizan los términos que concuerdan con los marcos de referencia de la mayoría conservadora.
Igual que en los Estados Unidos de Amnesia , de ahora en adelante veremos cómo los discursos de candidatos están cuidadosamente basados en hallazgos de mercadeo y lingüística para convencer a votantes, más que a sus seguidores, a los dudosos que representan millones de votos.
Por eso no nos extrañe escuchar sobre "la república amorosa", concepto que la escritora Gioconda Belli usa en su libro El país de las mujeres.
Después de un sexenio gobernado por la figura de un padre estricto que manda al Ejército a las calles a perseguir a los malos, la ley del péndulo hace que anhelemos un gobierno maternalista que invite a la empatía y al amor, que promueva la igualdad de la ciudadanía, la educación y el trabajo para los hijos que quedaron ilesos.
AMLO va con todo, y ese todo comprende resultados de "focus groups", un método para investigar percepciones, opiniones, creencias y actitudes, por los que sabe qué quiere y espera la gente de toda la República después de cinco largos años de muertos, incertidumbre e inseguridad.
Por lo mismo, tampoco sería raro empezar a escuchar a Enrique Peña Nieto y a Josefina Vázquez Mota, a su vez, hablar más de la paz. En las elecciones del 2012, ganará el o la candidata que mejor logre mostrar actitudes a favor de todo lo contrario de lo que nos recetó la Presidencia panista.
López Obrador promete también la asignatura pendiente del actual mandatario: darle empleo a 7 millones de jóvenes durante los primeros meses de su gobierno, augurando que evitará de ese modo que se unan a las filas del crimen organizado, en un intento de provocar de nuevo la esperanza perdida.
Para los psicólogos resulta un agasajo su retórica: cómo se coloca como víctima, instalando la duda sobre si fue cierto todo lo que dijeron de él o fue una campaña sucia para sacarlo de la competencia.
"Me han atacado mucho, han hecho de mí una leyenda negra, han engañado bien a la gente", dijo, estimulando a la vez una reacción en contra de los adversarios e implicando que son buenos engañadores, y que los malos son los otros.
No perdamos de vista las palabras y los términos usados en todos los discursos, porque éstos pueden revelarnos más allá de la imagen de los y la candidata. No creamos cada idea que nos venderán en las campañas y alertemos la inteligencia para descifrar su manipulación e incongruencias.
Josefina Leroux / Retórica amorosa
Josefina Leroux
(2 diciembre 2011).- La lucha por el poder hace que los candidatos cambien de discurso y de pronto conviertan las revoluciones en aspiraciones de amor y paz. Así se escucha el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2006 se dirigía con insultos a quienes acusaba de haber organizado un complot en su contra.
Cuando se le cuestionó sobre su notable transformación, lo reconoció y aludió a la necesidad de fortalecer los valores.
"El amor a la familia, el amor al prójimo, el amor a la patria. Es fundamental un código moral, impulsar mucho eso", declaró. "El llegar a la conclusión, a la esencia de que sólo siendo buenos podemos ser felices".
López Obrador, convenientemente, se mueve a la derecha para llegar al inconsciente de los conservadores, quienes temieron su postura de izquierda en la contienda anterior.
Cuando votamos nos acompañan nuestros valores y creencias. Y en México, aunque conviven muchos liberales, gana la mayoría conservadora devota de la Guadalupana, de la que también este candidato toma el nombre para su movimiento Morena. "Es una coincidencia," dijo cuando alguien se lo hizo notar.
También cambia su tono y el contenido de su discurso con los empresarios, a los que ha dejado de aludir como traficantes de influencias; ahora reconoce a los que acusaba de mafiosos como honrosas excepciones.
Seguramente le han hecho caer en cuenta que sin el voto de quienes apoyaron a Felipe Calderón no tendrá el triunfo en las elecciones del 2012.
George Lakoff, profesor de lingüística y psicología cognitiva en la Universidad de Berkeley, y autor del libro Moral Politics, al analizar discursos políticos demócratas y republicanos en Estados Unidos explica que estos últimos tienen las de ganar, ya que en sus mensajes utilizan los términos que concuerdan con los marcos de referencia de la mayoría conservadora.
Igual que en los Estados Unidos de Amnesia , de ahora en adelante veremos cómo los discursos de candidatos están cuidadosamente basados en hallazgos de mercadeo y lingüística para convencer a votantes, más que a sus seguidores, a los dudosos que representan millones de votos.
Por eso no nos extrañe escuchar sobre "la república amorosa", concepto que la escritora Gioconda Belli usa en su libro El país de las mujeres.
Después de un sexenio gobernado por la figura de un padre estricto que manda al Ejército a las calles a perseguir a los malos, la ley del péndulo hace que anhelemos un gobierno maternalista que invite a la empatía y al amor, que promueva la igualdad de la ciudadanía, la educación y el trabajo para los hijos que quedaron ilesos.
AMLO va con todo, y ese todo comprende resultados de "focus groups", un método para investigar percepciones, opiniones, creencias y actitudes, por los que sabe qué quiere y espera la gente de toda la República después de cinco largos años de muertos, incertidumbre e inseguridad.
Por lo mismo, tampoco sería raro empezar a escuchar a Enrique Peña Nieto y a Josefina Vázquez Mota, a su vez, hablar más de la paz. En las elecciones del 2012, ganará el o la candidata que mejor logre mostrar actitudes a favor de todo lo contrario de lo que nos recetó la Presidencia panista.
López Obrador promete también la asignatura pendiente del actual mandatario: darle empleo a 7 millones de jóvenes durante los primeros meses de su gobierno, augurando que evitará de ese modo que se unan a las filas del crimen organizado, en un intento de provocar de nuevo la esperanza perdida.
Para los psicólogos resulta un agasajo su retórica: cómo se coloca como víctima, instalando la duda sobre si fue cierto todo lo que dijeron de él o fue una campaña sucia para sacarlo de la competencia.
"Me han atacado mucho, han hecho de mí una leyenda negra, han engañado bien a la gente", dijo, estimulando a la vez una reacción en contra de los adversarios e implicando que son buenos engañadores, y que los malos son los otros.
No perdamos de vista las palabras y los términos usados en todos los discursos, porque éstos pueden revelarnos más allá de la imagen de los y la candidata. No creamos cada idea que nos venderán en las campañas y alertemos la inteligencia para descifrar su manipulación e incongruencias.