01-Julio-2008
La Cuarta Flota se hace a la mar
AP
Hoy comienza a surcar las aguas de la región un equipo especial de la marina estadunidense, que fue creado para luchar contra los nazis y desapareció en 1950MIAMI.—
Casi seis décadas después de su disolución, la Cuarta Flota de la marina estadunidense vuelve a vigilar los mares de América Latina, como lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
Los estadunidenses dicen que es una medida de alcance limitado y aseguran que no tiene por fin intimidar al gobierno venezolano de Hugo Chávez, que Washington considera una mala influencia para la región.
Abundan, no obstante, quienes opinan que es una advertencia a Venezuela para que no se pase de la raya.
“Es una forma de recordarle a sus posibles antagonistas que Estados Unidos es el líder en la región y que tienen el poderío naval, político y económico”, dijo Félix Martín, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, según su sigla en inglés). “Y al mismo tiempo asegurarle a sus amigos, como el señor (presidente colombiano Álvaro) Uribe, que ellos no están solos en la región.”
La flota, que volverá a funcionar a partir de hoy, tendrá su base en la Estación Naval de Mayport, en Florida, y se encargará de dirigir y supervisar las fuerzas navales estadunidenses que operan en América Latina y el Caribe.
El anuncio de la reactivación generó fuertes críticas desde Venezuela, Cuba y Bolivia, que temen un mayor despliegue militar de Estados Unidos en la región.
Varios analistas consultados, sin embargo, la consideraron como una medida política, que no alterará demasiado el mapa militar de la zona.
La Armada estadunidense asegura que no aumentará la cantidad de militares desplegados en América Latina y el Caribe y, si bien admite que existen preocupaciones de que Chávez pueda desestabilizar la región con la compra de armamentos, rechaza cualquier relación entre el restablecimiento de la flota y esos temores.
La flota, que estará comandada por el contraalmirante James Kernan, fue creada en 1943 para enfrentar a los submarinos alemanes que atacaban a los puestos estadunidenses en América del Sur.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial perdió su razón de ser y fue disuelta en 1950. Posteriormente, la Segunda Flota asumió la responsabilidad sobre Latinoamérica.
La reactivación fue anunciada en mayo, pocas semanas después de que Venezuela, Ecuador y Colombia protagonizaron un incidente diplomático que mantuvo alerta a toda la región, tras un bombardeo de las fuerzas colombianas contra un campamento de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en territorio ecuatoriano.
Varios países de la región —entre ellos Venezuela, Brasil, Colombia y Ecuador—, por otra parte, han incrementado sus gastos militares.
Venezuela, por ejemplo, aumentó la compra de armas: de los 71 millones de dólares desembolsados con ese fin entre 2002 y 2004, pasó a cuatro mil millones de dólares entre 2005 y 2007, según el Consejo de Relaciones Exteriores, que tiene su base en Estados Unidos.
Entre las armas adquiridas hay 53 helicópteros militares, 100 mil fusiles Kalashnikov y 24 cazas SU-30 Sukhoi, de acuerdo con funcionarios venezolanos.
Chávez, quien ha dicho que el restablecimiento de la flota es una amenaza no sólo contra Venezuela sino contra todos los latinoamericanos, considera también la compra de submarinos rusos, y su país obtuvo licencia para construir la primera fábrica de fusiles Kalashnikov de América del Sur y una planta de municiones.
El capitán Pat Paterson —quien trabaja como enlace entre las marinas de EU, la región andina y el Cono Sur— explicó que su país sólo busca cooperar en el mantenimiento de la paz regional.
Hoy comienza a surcar las aguas de la región un equipo especial de la marina estadunidense, que fue creado para luchar contra los nazis y desapareció en 1950MIAMI.— Casi seis décadas después de su disolución, la Cuarta Flota de la marina estadunidense vuelve a vigilar los mares de América Latina, como lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
Los estadunidenses dicen que es una medida de alcance limitado y aseguran que no tiene por fin intimidar al gobierno venezolano de Hugo Chávez, que Washington considera una mala influencia para la región.
Abundan, no obstante, quienes opinan que es una advertencia a Venezuela para que no se pase de la raya.
“Es una forma de recordarle a sus posibles antagonistas que Estados Unidos es el líder en la región y que tienen el poderío naval, político y económico”, dijo Félix Martín, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, según su sigla en inglés). “Y al mismo tiempo asegurarle a sus amigos, como el señor (presidente colombiano Álvaro) Uribe, que ellos no están solos en la región.”
La flota, que volverá a funcionar a partir de hoy, tendrá su base en la Estación Naval de Mayport, en Florida, y se encargará de dirigir y supervisar las fuerzas navales estadunidenses que operan en América Latina y el Caribe.
El anuncio de la reactivación generó fuertes críticas desde Venezuela, Cuba y Bolivia, que temen un mayor despliegue militar de Estados Unidos en la región.
Varios analistas consultados, sin embargo, la consideraron como una medida política, que no alterará demasiado el mapa militar de la zona.
La Armada estadunidense asegura que no aumentará la cantidad de militares desplegados en América Latina y el Caribe y, si bien admite que existen preocupaciones de que Chávez pueda desestabilizar la región con la compra de armamentos, rechaza cualquier relación entre el restablecimiento de la flota y esos temores.
La flota, que estará comandada por el contraalmirante James Kernan, fue creada en 1943 para enfrentar a los submarinos alemanes que atacaban a los puestos estadunidenses en América del Sur.
La Cuarta Flota se hace a la mar
AP
Hoy comienza a surcar las aguas de la región un equipo especial de la marina estadunidense, que fue creado para luchar contra los nazis y desapareció en 1950MIAMI.—
Casi seis décadas después de su disolución, la Cuarta Flota de la marina estadunidense vuelve a vigilar los mares de América Latina, como lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
Los estadunidenses dicen que es una medida de alcance limitado y aseguran que no tiene por fin intimidar al gobierno venezolano de Hugo Chávez, que Washington considera una mala influencia para la región.
Abundan, no obstante, quienes opinan que es una advertencia a Venezuela para que no se pase de la raya.
“Es una forma de recordarle a sus posibles antagonistas que Estados Unidos es el líder en la región y que tienen el poderío naval, político y económico”, dijo Félix Martín, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, según su sigla en inglés). “Y al mismo tiempo asegurarle a sus amigos, como el señor (presidente colombiano Álvaro) Uribe, que ellos no están solos en la región.”
La flota, que volverá a funcionar a partir de hoy, tendrá su base en la Estación Naval de Mayport, en Florida, y se encargará de dirigir y supervisar las fuerzas navales estadunidenses que operan en América Latina y el Caribe.
El anuncio de la reactivación generó fuertes críticas desde Venezuela, Cuba y Bolivia, que temen un mayor despliegue militar de Estados Unidos en la región.
Varios analistas consultados, sin embargo, la consideraron como una medida política, que no alterará demasiado el mapa militar de la zona.
La Armada estadunidense asegura que no aumentará la cantidad de militares desplegados en América Latina y el Caribe y, si bien admite que existen preocupaciones de que Chávez pueda desestabilizar la región con la compra de armamentos, rechaza cualquier relación entre el restablecimiento de la flota y esos temores.
La flota, que estará comandada por el contraalmirante James Kernan, fue creada en 1943 para enfrentar a los submarinos alemanes que atacaban a los puestos estadunidenses en América del Sur.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial perdió su razón de ser y fue disuelta en 1950. Posteriormente, la Segunda Flota asumió la responsabilidad sobre Latinoamérica.
La reactivación fue anunciada en mayo, pocas semanas después de que Venezuela, Ecuador y Colombia protagonizaron un incidente diplomático que mantuvo alerta a toda la región, tras un bombardeo de las fuerzas colombianas contra un campamento de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en territorio ecuatoriano.
Varios países de la región —entre ellos Venezuela, Brasil, Colombia y Ecuador—, por otra parte, han incrementado sus gastos militares.
Venezuela, por ejemplo, aumentó la compra de armas: de los 71 millones de dólares desembolsados con ese fin entre 2002 y 2004, pasó a cuatro mil millones de dólares entre 2005 y 2007, según el Consejo de Relaciones Exteriores, que tiene su base en Estados Unidos.
Entre las armas adquiridas hay 53 helicópteros militares, 100 mil fusiles Kalashnikov y 24 cazas SU-30 Sukhoi, de acuerdo con funcionarios venezolanos.
Chávez, quien ha dicho que el restablecimiento de la flota es una amenaza no sólo contra Venezuela sino contra todos los latinoamericanos, considera también la compra de submarinos rusos, y su país obtuvo licencia para construir la primera fábrica de fusiles Kalashnikov de América del Sur y una planta de municiones.
El capitán Pat Paterson —quien trabaja como enlace entre las marinas de EU, la región andina y el Cono Sur— explicó que su país sólo busca cooperar en el mantenimiento de la paz regional.
Hoy comienza a surcar las aguas de la región un equipo especial de la marina estadunidense, que fue creado para luchar contra los nazis y desapareció en 1950MIAMI.— Casi seis décadas después de su disolución, la Cuarta Flota de la marina estadunidense vuelve a vigilar los mares de América Latina, como lo hizo durante la Segunda Guerra Mundial.
Los estadunidenses dicen que es una medida de alcance limitado y aseguran que no tiene por fin intimidar al gobierno venezolano de Hugo Chávez, que Washington considera una mala influencia para la región.
Abundan, no obstante, quienes opinan que es una advertencia a Venezuela para que no se pase de la raya.
“Es una forma de recordarle a sus posibles antagonistas que Estados Unidos es el líder en la región y que tienen el poderío naval, político y económico”, dijo Félix Martín, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, según su sigla en inglés). “Y al mismo tiempo asegurarle a sus amigos, como el señor (presidente colombiano Álvaro) Uribe, que ellos no están solos en la región.”
La flota, que volverá a funcionar a partir de hoy, tendrá su base en la Estación Naval de Mayport, en Florida, y se encargará de dirigir y supervisar las fuerzas navales estadunidenses que operan en América Latina y el Caribe.
El anuncio de la reactivación generó fuertes críticas desde Venezuela, Cuba y Bolivia, que temen un mayor despliegue militar de Estados Unidos en la región.
Varios analistas consultados, sin embargo, la consideraron como una medida política, que no alterará demasiado el mapa militar de la zona.
La Armada estadunidense asegura que no aumentará la cantidad de militares desplegados en América Latina y el Caribe y, si bien admite que existen preocupaciones de que Chávez pueda desestabilizar la región con la compra de armamentos, rechaza cualquier relación entre el restablecimiento de la flota y esos temores.
La flota, que estará comandada por el contraalmirante James Kernan, fue creada en 1943 para enfrentar a los submarinos alemanes que atacaban a los puestos estadunidenses en América del Sur.
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