Episcopado Mexicano exige castiguen a homicidas de sacerdotes
Este sábado asesinaron al padre Habacuc Hernández y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González, con armas de grueso calibre, en el municipio de Ciudad Altamirano
Matan a sacerdote y dos seminaristas en Guerrero
Noemí Gutiérrez
El Universal
México Lunes 15 de junio de 2009
18:11
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno que investiguen y den con los responsables del asesinato de tres sacerdotes en Guerrero.
Condenó esta terrible ejecución y la violencia que está azotando a nuestro país.
Este sábado asesinaron al padre Habacuc Hernández y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González, con armas de grueso calibre, en el municipio de Ciudad Altamirano, cuando los religiosos se trasladaban en una camioneta a una reunión pastoral. El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, no descartó que esos hechos pudieran ser parte del clima de violencia generado por los carteles de la droga en Guerrero.
En un comunicado firmado por José Leopoldo González González, secretario General de la CEM, enviaron sus condolencias a Maximino Martínez Miranda, obispo de Ciudad Altamirano, al seminario y las familias "que sufren esta pena y la irreparable pérdida de sus seres queridos".
El también obispo auxiliar de Guadalajara dijo que condenan la violencia que se vive en todo el país.
Rafael Romo Muñoz, arzobispo de Tijuana, señaló que cuando hacen sus denuncias sociales siempre tocan intereses de diversos grupos de la delincuencia organizada.
Sin embargo descartó que jerarcas de la iglesia católica hayan sido amenazados por narcotraficantes ya que éstos comparten la misma religión.
"Hay en ellos (los criminales) una religiosidad fanática por la que no se atreven a mucho a los que son servidores de dios", expresó.
En entrevista luego de participar en la presentación del informe sobre secuestro a migrantes que elaboró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), señaló que en algunos casos los delincuentes actúan bajo el influjo de drogas o por presiones.
-- ¿Están en riesgo por hacer este tipo de denuncias?, se le preguntó
-- Virtualmente sí, cómo no. Porque se tocan intereses que afectan, pero hay una cierta religiosidad que les bloquea ir más allá.
De las denuncias que hizo el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, quien dijo que Joaquín "el chapo" Guzmán vivía en Guanaceví y que los narcotraficantes usan cada vez métodos más refinados para eliminar a sus competidores, señaló que son pronunciamientos que la autoridad debe tomar en cuenta.
El padre Pedro Pantoja, encargado de la Casa del Migrante en Saltillo, señaló que ahora los narcotraficantes van contra los sacerdotes y los defensores de los derechos humanos por sus denuncias.
"Somos una posible víctima y la muerte es un mensaje para decirnos que las cosas se están poniendo muy gruesas", dijo.
Pantoja consideró que la iglesia católica por su labor social está en riesgo ya que bandas de la delincuencia organizada han golpeado y amenazado a los integrantes de las casa de protección a los migrantes, "a una hasta la levantaron".
Del supuesto respeto que tienen los delincuentes a la iglesia católica el padre Pedro Pantoja aseguró que "ya les vale madre, ya no somos honorables para ellos".
Este sábado asesinaron al padre Habacuc Hernández y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González, con armas de grueso calibre, en el municipio de Ciudad Altamirano
Matan a sacerdote y dos seminaristas en Guerrero
Noemí Gutiérrez
El Universal
México Lunes 15 de junio de 2009
18:11
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno que investiguen y den con los responsables del asesinato de tres sacerdotes en Guerrero.
Condenó esta terrible ejecución y la violencia que está azotando a nuestro país.
Este sábado asesinaron al padre Habacuc Hernández y los seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González, con armas de grueso calibre, en el municipio de Ciudad Altamirano, cuando los religiosos se trasladaban en una camioneta a una reunión pastoral. El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, no descartó que esos hechos pudieran ser parte del clima de violencia generado por los carteles de la droga en Guerrero.
En un comunicado firmado por José Leopoldo González González, secretario General de la CEM, enviaron sus condolencias a Maximino Martínez Miranda, obispo de Ciudad Altamirano, al seminario y las familias "que sufren esta pena y la irreparable pérdida de sus seres queridos".
El también obispo auxiliar de Guadalajara dijo que condenan la violencia que se vive en todo el país.
Rafael Romo Muñoz, arzobispo de Tijuana, señaló que cuando hacen sus denuncias sociales siempre tocan intereses de diversos grupos de la delincuencia organizada.
Sin embargo descartó que jerarcas de la iglesia católica hayan sido amenazados por narcotraficantes ya que éstos comparten la misma religión.
"Hay en ellos (los criminales) una religiosidad fanática por la que no se atreven a mucho a los que son servidores de dios", expresó.
En entrevista luego de participar en la presentación del informe sobre secuestro a migrantes que elaboró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), señaló que en algunos casos los delincuentes actúan bajo el influjo de drogas o por presiones.
-- ¿Están en riesgo por hacer este tipo de denuncias?, se le preguntó
-- Virtualmente sí, cómo no. Porque se tocan intereses que afectan, pero hay una cierta religiosidad que les bloquea ir más allá.
De las denuncias que hizo el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, quien dijo que Joaquín "el chapo" Guzmán vivía en Guanaceví y que los narcotraficantes usan cada vez métodos más refinados para eliminar a sus competidores, señaló que son pronunciamientos que la autoridad debe tomar en cuenta.
El padre Pedro Pantoja, encargado de la Casa del Migrante en Saltillo, señaló que ahora los narcotraficantes van contra los sacerdotes y los defensores de los derechos humanos por sus denuncias.
"Somos una posible víctima y la muerte es un mensaje para decirnos que las cosas se están poniendo muy gruesas", dijo.
Pantoja consideró que la iglesia católica por su labor social está en riesgo ya que bandas de la delincuencia organizada han golpeado y amenazado a los integrantes de las casa de protección a los migrantes, "a una hasta la levantaron".
Del supuesto respeto que tienen los delincuentes a la iglesia católica el padre Pedro Pantoja aseguró que "ya les vale madre, ya no somos honorables para ellos".
1.- "Ya les vale madre", en relacion a que antes los delincuentes veian como confesores y figuras de autoridad a los curitas, aca en mi rancho hasta una Iglesia perrona les hicimos.
2.- Si con ese mismo ardor pidieran justicia cuando se trata de casos de pederastia y otras cositas peores que hacen sus agremiados otro gallos nos cantara.
Comment