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PRD: vivir del escándalo y la corrupción
René Avilés Fabila
09-Mar-2008
Nadie se opone a los conciertos masivos, pero deben realizarse en lugares adecuados, donde no están prohibidos y haya seguridad, sin peligro de que pueda originarse un incendio.
René Avilés Fabila
Que hablen bien o mal, pero que hablen, es para muchos una idea correcta. Los políticos requieren a los medios como los peces al agua, pero de eso a que sea lo mismo recibir lodo o elogios, ya es otro asunto.
Hace poco un connotado periodista decía que AMLO dictaba la agenda política porque todos los días estaba en los medios. ¿Y? Si uno lee detenidamente esa multitud de notas, pocas son favorables, la mayoría ironiza o critica al presidente legítimo. Los resultados están a la vista: ha perdido fuerza y muchos perredistas sensatos buscan la manera de alejarse de él.
Sin embargo, la idea mantiene una especie de valor universal. Tomaré un caso cercano a mi situación como habitante de esta atribulada ciudad.
El delegado de Tlalpan, Guillermo Sánchez Torres, era nadie, un hombre modesto que ahora vive en una residencia de muchos millones de pesos. Necesita seguir ascendiendo, podría ser diputado o, quizá, aprovechar la confusión dentro del PRD para aspirar al Gobierno del DF. Si como delegado ha hecho una gran fortuna, qué maravillas podrían sucederle si llega más alto.
A su lado, una larga hilera de vividores y corruptos lo impulsa a seguir avanzado. La lista es interminable y no comienza con Bejarano e Ímaz ni concluye con Sánchez Torres.
En estas páginas, un colega distinguido dio pruebas de las propiedades de AMLO.
¿Qué necesita Sánchez Torres para ser conocido y reconocido?
El ruido y los medios. Para ello urdió algo que a López Obrador y a Ebrard les ha funcionado espléndidamente: el escándalo de los espectáculos, no importa a quién o a cuántos afecte.
Primero pidió que llegara a Tlalpan la rechazada torre bicentenaria. Muchos pensamos que no estaba en sus cabales, pero dejó de ser nadie. Más adelante dijo que pondría una pista de hielo en el Bosque de Tlalpan, área natural protegida. Los vecinos se manifestaron en contra, salieron a las calles, se organizaron e impidieron el desaguisado contra el último pulmón de la capital. Su fotografía comenzó a salir en los diarios y su nombre a ser repetido en la radio. Gutiérrez Vivó se rió a sus costillas y a Leonardo Curzio le pareció una exageración.
Hoy amenaza con una serie de tumultuosos conciertos de rock y venta de bebidas alcohólicas, a lo largo de un mes, ¡a donde traerá a “un millón de personas”!
Se le dijo que es un pulmón y que en consecuencia las tocadas de rock y los festivales al aire libre lo afectan. Pero hay un negocio enorme a causa de los patrocinios. Entonces no le importan la ecología ni los riesgos: al bosque se entra por las calles de Zacatépetl y Santa Teresa, allí se angostan y se hace un nudo no sólo incómodo para la circulación, sino peligroso en caso de accidente. En tanto, Ebrard dice ser protector de la naturaleza.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) le hizo una cobarde “Recomendación” y Sánchez Torres fingió aceptarla. Pero ambos son del PRD y cómplices. Le dejaron huecos y traicionaron las leyes de protección al medio ambiente capitalino, para que él siga haciéndose rico. El delegado, fiel a su partido, es un profesional del engaño político.
Es, por añadidura, cínico y ávido de dinero.
A la PAOT, luego de diez meses de que los vecinos presentaron formalmente una denuncia contra la delegación, se le olvidó (qué falta de profesionalismo hay en las filas de dicho partido) que el Programa de Manejo, que no se ha elaborado, debe estar en manos de la Secretaría de Medio Ambiente del DF y de los vecinos, no en las de Guillermo Sánchez Torres. Las complicidades entre Diana Ponce, titular de la PAOT y el delegado de Tlalpan son desvergonzadas.
El negocio debe continuar antes de que el PRD disminuya su popularidad capitalina y haya límites a los negocios que hacen personajes siniestros como El Pino, Carlos Ímaz, Claudia Sheinbaum (aspirante a suceder a Sánchez Torres en el cargo), Eliseo Moyao, quien ahora ocupa un puesto donde encubre las atrocidades que hizo en Tlalpan, Luis Gómez que pretende ser director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de una UNAM empeñada en proteger a perredistas.
Los vecinos, ahora organizados en ProBosque de Tlalpan, AC, han difundido un comunicado denunciando a Diana Ponce y a Guillermo Sánchez Torres y probando las irregularidades que ambos cometieron. Anticipan que no permitirán más arbitrariedades y corruptelas del PRD; llegarán a acciones legales y se valdrán de los recursos necesarios para impedir los conciertos en un bosque amenazado por el vandalismo de sus autoridades.
Hay mil sitios adecuados para las tocadas de rock, ¿por qué en un área natural protegida y de importancia para la ciudad? Nadie se opone a los conciertos masivos, pero deben realizarse en lugares adecuados, donde no están prohibidos y haya seguridad, sin peligro de que pueda originarse un incendio.
Los ciudadanos y grupos ecologistas seguirán luchando por salvar el Bosque de Tlalpan. No será fácil, en manos del PRD, ha sido un botín.
Esto ocurre mientras los perredistas se matan entre sí.
www.reneavilesfabila.com.mx
Nota
¡Qué atrevimiento de René! ¡Pero si los perredistas son impólutos, incorruptibles y santos!
René Avilés Fabila
09-Mar-2008
Nadie se opone a los conciertos masivos, pero deben realizarse en lugares adecuados, donde no están prohibidos y haya seguridad, sin peligro de que pueda originarse un incendio.
René Avilés Fabila
Que hablen bien o mal, pero que hablen, es para muchos una idea correcta. Los políticos requieren a los medios como los peces al agua, pero de eso a que sea lo mismo recibir lodo o elogios, ya es otro asunto.
Hace poco un connotado periodista decía que AMLO dictaba la agenda política porque todos los días estaba en los medios. ¿Y? Si uno lee detenidamente esa multitud de notas, pocas son favorables, la mayoría ironiza o critica al presidente legítimo. Los resultados están a la vista: ha perdido fuerza y muchos perredistas sensatos buscan la manera de alejarse de él.
Sin embargo, la idea mantiene una especie de valor universal. Tomaré un caso cercano a mi situación como habitante de esta atribulada ciudad.
El delegado de Tlalpan, Guillermo Sánchez Torres, era nadie, un hombre modesto que ahora vive en una residencia de muchos millones de pesos. Necesita seguir ascendiendo, podría ser diputado o, quizá, aprovechar la confusión dentro del PRD para aspirar al Gobierno del DF. Si como delegado ha hecho una gran fortuna, qué maravillas podrían sucederle si llega más alto.
A su lado, una larga hilera de vividores y corruptos lo impulsa a seguir avanzado. La lista es interminable y no comienza con Bejarano e Ímaz ni concluye con Sánchez Torres.
En estas páginas, un colega distinguido dio pruebas de las propiedades de AMLO.
¿Qué necesita Sánchez Torres para ser conocido y reconocido?
El ruido y los medios. Para ello urdió algo que a López Obrador y a Ebrard les ha funcionado espléndidamente: el escándalo de los espectáculos, no importa a quién o a cuántos afecte.
Primero pidió que llegara a Tlalpan la rechazada torre bicentenaria. Muchos pensamos que no estaba en sus cabales, pero dejó de ser nadie. Más adelante dijo que pondría una pista de hielo en el Bosque de Tlalpan, área natural protegida. Los vecinos se manifestaron en contra, salieron a las calles, se organizaron e impidieron el desaguisado contra el último pulmón de la capital. Su fotografía comenzó a salir en los diarios y su nombre a ser repetido en la radio. Gutiérrez Vivó se rió a sus costillas y a Leonardo Curzio le pareció una exageración.
Hoy amenaza con una serie de tumultuosos conciertos de rock y venta de bebidas alcohólicas, a lo largo de un mes, ¡a donde traerá a “un millón de personas”!
Se le dijo que es un pulmón y que en consecuencia las tocadas de rock y los festivales al aire libre lo afectan. Pero hay un negocio enorme a causa de los patrocinios. Entonces no le importan la ecología ni los riesgos: al bosque se entra por las calles de Zacatépetl y Santa Teresa, allí se angostan y se hace un nudo no sólo incómodo para la circulación, sino peligroso en caso de accidente. En tanto, Ebrard dice ser protector de la naturaleza.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) le hizo una cobarde “Recomendación” y Sánchez Torres fingió aceptarla. Pero ambos son del PRD y cómplices. Le dejaron huecos y traicionaron las leyes de protección al medio ambiente capitalino, para que él siga haciéndose rico. El delegado, fiel a su partido, es un profesional del engaño político.
Es, por añadidura, cínico y ávido de dinero.
A la PAOT, luego de diez meses de que los vecinos presentaron formalmente una denuncia contra la delegación, se le olvidó (qué falta de profesionalismo hay en las filas de dicho partido) que el Programa de Manejo, que no se ha elaborado, debe estar en manos de la Secretaría de Medio Ambiente del DF y de los vecinos, no en las de Guillermo Sánchez Torres. Las complicidades entre Diana Ponce, titular de la PAOT y el delegado de Tlalpan son desvergonzadas.
El negocio debe continuar antes de que el PRD disminuya su popularidad capitalina y haya límites a los negocios que hacen personajes siniestros como El Pino, Carlos Ímaz, Claudia Sheinbaum (aspirante a suceder a Sánchez Torres en el cargo), Eliseo Moyao, quien ahora ocupa un puesto donde encubre las atrocidades que hizo en Tlalpan, Luis Gómez que pretende ser director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de una UNAM empeñada en proteger a perredistas.
Los vecinos, ahora organizados en ProBosque de Tlalpan, AC, han difundido un comunicado denunciando a Diana Ponce y a Guillermo Sánchez Torres y probando las irregularidades que ambos cometieron. Anticipan que no permitirán más arbitrariedades y corruptelas del PRD; llegarán a acciones legales y se valdrán de los recursos necesarios para impedir los conciertos en un bosque amenazado por el vandalismo de sus autoridades.
Hay mil sitios adecuados para las tocadas de rock, ¿por qué en un área natural protegida y de importancia para la ciudad? Nadie se opone a los conciertos masivos, pero deben realizarse en lugares adecuados, donde no están prohibidos y haya seguridad, sin peligro de que pueda originarse un incendio.
Los ciudadanos y grupos ecologistas seguirán luchando por salvar el Bosque de Tlalpan. No será fácil, en manos del PRD, ha sido un botín.
Esto ocurre mientras los perredistas se matan entre sí.
www.reneavilesfabila.com.mx
Nota
¡Qué atrevimiento de René! ¡Pero si los perredistas son impólutos, incorruptibles y santos!