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Javier Aguirre y el ex presichente Fox vs. Gobernators güevones
Ya me quedó claro que
no soy yo, que los ofrecimientos de disculpas después de cometida una atrocidad ya no son lo que eran. Mientras los Legionarios de Cristo salen a anunciar sus congojas por el sórdido historial del padrecito Maciel, sin abrir una cuenta bancaria para depositarle ahí a las víctimas por los abusos de tan infame personaje, en la Femexfut vimos a Javier Aguirre ponerse en el papel de Julissa en [B]Muchacha italiana viene a casarse [/B]y a montar un melodramón que le habría envidiado Libertad Lamarque.
Ya me imagino, le han de haber hablado de Los Pinos para orillarlo a recular, pues sus dichos sobre la condición jodida de México habían impactado en materia turística.
Ya hasta Los Zetas se quieren ir del país.
Yo, como también soy bien mentiroso, por supuesto que le creí al Vasco sus sentidas palabras que parecían tan reales, tan ciertas, tan entrañables como el abrazo que se dieron Hugo Chávez y Jelipillo Calderón en la Cumbre de Río en Cancún que, según yo, tendría que haber sido en Ciudad Juárez para que todos los convocados, en guayabera, se fueran adonde se solía ubicar el Noa Noa, y brindaran por la unidad latinoamericana que quiere encabezar Jelipillocomo el nuevo Simón Bolívar región 4. Chico listo, pero se le olvida que el líder del momento es don Lula, que resolvió problemas sociales sin repartir soldados en las zonas de conflicto.
Se me hace que Fox ya se imaginaba el encuentro entre el venezolano que no respeta nada (primero lo llamó cachorro del imperio —se refería a la Coca-Cola, claro—, se metió con Bush llamándolo engendro diabólico y hasta a la reina de Inglaterra la trató como El Subjefe Diego al viejerío para que le devuelva las Malvinas a los argentinos, para que los Kirchner armen su isla de las fantasía) y Felipe de Jesús.
De veras que a la mitad de este aburrido sexenio, uno comprende al ex presichente cuando advirtió que lo íbamos a extrañar.
Qué bueno que no le tocó este momento bochornoso en que la Tremenda Corte, en una más de sus decisiones incomprensibles, acaba de sentar una jurisprudencia terrible: las opiniones que externen diputados y senadores no tendrán fuero y podrán ser sujetos de demandas por daño moral. ¡O sea, ahora cómo nos van a divertir desde San Lázaro y la casona de Xicoténcatl!
No se vale.
Y todo por culpa de Bartlett, que se enojó nomás porque hace chorromil años Chesarito Nava lo acusó de ser responsable del fraude de 1989 y presunto homicida de Manuel Buendía. Ni aguanta nada, peor le dijeron cuando se le cayó el sistema y, curioso, Salinas salió triunfante.
jairo.calixto@milenio.com
Mejor anula siempre tu voto
Ya me quedó claro que
no soy yo, que los ofrecimientos de disculpas después de cometida una atrocidad ya no son lo que eran. Mientras los Legionarios de Cristo salen a anunciar sus congojas por el sórdido historial del padrecito Maciel, sin abrir una cuenta bancaria para depositarle ahí a las víctimas por los abusos de tan infame personaje, en la Femexfut vimos a Javier Aguirre ponerse en el papel de Julissa en [B]Muchacha italiana viene a casarse [/B]y a montar un melodramón que le habría envidiado Libertad Lamarque. Ya me imagino, le han de haber hablado de Los Pinos para orillarlo a recular, pues sus dichos sobre la condición jodida de México habían impactado en materia turística.
Ya hasta Los Zetas se quieren ir del país.
Yo, como también soy bien mentiroso, por supuesto que le creí al Vasco sus sentidas palabras que parecían tan reales, tan ciertas, tan entrañables como el abrazo que se dieron Hugo Chávez y Jelipillo Calderón en la Cumbre de Río en Cancún que, según yo, tendría que haber sido en Ciudad Juárez para que todos los convocados, en guayabera, se fueran adonde se solía ubicar el Noa Noa, y brindaran por la unidad latinoamericana que quiere encabezar Jelipillocomo el nuevo Simón Bolívar región 4. Chico listo, pero se le olvida que el líder del momento es don Lula, que resolvió problemas sociales sin repartir soldados en las zonas de conflicto.
Se me hace que Fox ya se imaginaba el encuentro entre el venezolano que no respeta nada (primero lo llamó cachorro del imperio —se refería a la Coca-Cola, claro—, se metió con Bush llamándolo engendro diabólico y hasta a la reina de Inglaterra la trató como El Subjefe Diego al viejerío para que le devuelva las Malvinas a los argentinos, para que los Kirchner armen su isla de las fantasía) y Felipe de Jesús.
De veras que a la mitad de este aburrido sexenio, uno comprende al ex presichente cuando advirtió que lo íbamos a extrañar.
Qué bueno que no le tocó este momento bochornoso en que la Tremenda Corte, en una más de sus decisiones incomprensibles, acaba de sentar una jurisprudencia terrible: las opiniones que externen diputados y senadores no tendrán fuero y podrán ser sujetos de demandas por daño moral. ¡O sea, ahora cómo nos van a divertir desde San Lázaro y la casona de Xicoténcatl!
No se vale.
Y todo por culpa de Bartlett, que se enojó nomás porque hace chorromil años Chesarito Nava lo acusó de ser responsable del fraude de 1989 y presunto homicida de Manuel Buendía. Ni aguanta nada, peor le dijeron cuando se le cayó el sistema y, curioso, Salinas salió triunfante.
jairo.calixto@milenio.com
Mejor anula siempre tu voto