
En la alcoba conyugal
contemplaba a su marido,
que se encontraba vestido
de una manera especial.
Luego sin mayor excusa
le dijo según la trama:
desabrocha bien mi blusa
y ponla sobre la cama.
Mi sostén ponlo en la silla
o si quieres el perchero,
y mi falda de mezclilla
la pones en el ropero.
Ella le dijo después:
las pantys ahí coloca.
Y en seguida le recuerda
“Esta es la última vez
en que te pones mi ropa,
loco maricón de mierda”.