La profesora Selene,
daba clases sin sarcasmo,
dentro del aula que tienen,
y hablaba con entusiasmo
sobre la sangre y el semen.
La sangre- dijo efusiva-,
buenos componentes tiene,
pero no es tan efectiva
como los que tiene el semen.
El malandrín de Pepito,
interrumpió con rigor
y a la maestra le dijo:
Si el semen es lo mejor,
como lo ha explicado ahorita,
quiere decir, señorita,
que en lugar de transfusión,
más vale una mamadita.