Re: Aquí está nuestro Starbucks virtual. Café, charla, y comentarios varios.
Pues déjenme platicarles que a mi me aterrorizaba. A ese lugar le llamban "La casa de las señoritas Cross", porque parece ser que ahí habitaban dos señoritas, aparentemente hijas de un matrimonio inglés, que se quedaron solteras, y no recuerdo JAMÁS haberlas visto, ni las ventanas abiertas, ni gente en el porche.
Ahora que soy adulto veo esa casa y me acuerdo de un libro que se llama "Como matar a un ruiseñor", cuya trama sucede en un pueblecillo de la zona rural de los Estados Unidos, y cuyo protagonista es un abogado que defiende a un negro de la acusación (FALSA) que le hace una muchacha blanca del pueblo. El final es inesperado y excelente.
Pero el asunto es que el abogado de la novela es viudo y tiene una niña como de unos ocho añitos, y muy próxima a su casa está otra casita más o menos con las características de las de la imagen. Esa casa, igual que la que vimos, estaba rodeada de una serie de mitos urbanos, juar!! Igual que la que les presenté. Y los niños del pueblo creían que estaba encantada, que había gente malvada, o que si entraban les pasaría algo peligroso... igual pensábamos nosotros de la casa de marras.
Al final, no supe qué habrá pasado con la casa de las Cross, pero nunca olvidaré que fue mi pesadilla durante algún tiempo.
Pues déjenme platicarles que a mi me aterrorizaba. A ese lugar le llamban "La casa de las señoritas Cross", porque parece ser que ahí habitaban dos señoritas, aparentemente hijas de un matrimonio inglés, que se quedaron solteras, y no recuerdo JAMÁS haberlas visto, ni las ventanas abiertas, ni gente en el porche.
Ahora que soy adulto veo esa casa y me acuerdo de un libro que se llama "Como matar a un ruiseñor", cuya trama sucede en un pueblecillo de la zona rural de los Estados Unidos, y cuyo protagonista es un abogado que defiende a un negro de la acusación (FALSA) que le hace una muchacha blanca del pueblo. El final es inesperado y excelente.
Pero el asunto es que el abogado de la novela es viudo y tiene una niña como de unos ocho añitos, y muy próxima a su casa está otra casita más o menos con las características de las de la imagen. Esa casa, igual que la que vimos, estaba rodeada de una serie de mitos urbanos, juar!! Igual que la que les presenté. Y los niños del pueblo creían que estaba encantada, que había gente malvada, o que si entraban les pasaría algo peligroso... igual pensábamos nosotros de la casa de marras.
Al final, no supe qué habrá pasado con la casa de las Cross, pero nunca olvidaré que fue mi pesadilla durante algún tiempo.

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