¿Alguna vez han tenido alguna mascota que los haya marcado en la vida por su comportamiento?
¿Qué les parece si nos contamos la historia?
Por lo pronto, empiezo:
Miau era una gata himalaya que llegó a la familia a los dos meses de edad (en 1993), que siempre se caracterizó por ser juguetona y alegre, pero a la vez inteligente y muuuy valiente.
A Miau le gustaba acompañarnos a todos lados, incluso cuando íbamos a la tienda, y a pesar de ser una gatita, según ella nos defendía de los perros, pues se les iba encima haciéndolos correr... jamás hubo alguno que se le enfrentara.
Paseaba en la bicicleta con mi hijo trepada en su hombro y le gustaba platicar con nosotros (con maullidos, claro). Nos despertaba cuando sentía alguna necesidad... pasando por encima de nosotros hasta que lo lograba. Sabía el nombre de cada uno de nosotros, pues si le decíamos "dile a fulano" iba directamente con quien se le decía.
Siempre fue coquetona pero a lo largo de su vida tuvo solamente una pareja a la que ella escogió, era un gato enorme de su misma raza... por supuesto era una excelente madre que nos dio varias camadas de gatitos hermosísimos que regalábamos entre la familia y a nuestras amistades; y cuando esto ocurría se ponía triste desde antes como si supiera que la íbamos a separar de sus bebés.
Tuvimos a Miau trece años, pero lamentablemente un día se encontraba deprimidísima (después de que regalamos a sus bebés) y una mañana que salió, como todos los días a dar su paseo, jamás regresó.
No sabemos qué le ocurrió, pero a la fecha seguimos recordándola con mucho cariño.
¿Qué les parece si nos contamos la historia?
Por lo pronto, empiezo:
Miau era una gata himalaya que llegó a la familia a los dos meses de edad (en 1993), que siempre se caracterizó por ser juguetona y alegre, pero a la vez inteligente y muuuy valiente.
A Miau le gustaba acompañarnos a todos lados, incluso cuando íbamos a la tienda, y a pesar de ser una gatita, según ella nos defendía de los perros, pues se les iba encima haciéndolos correr... jamás hubo alguno que se le enfrentara.
Paseaba en la bicicleta con mi hijo trepada en su hombro y le gustaba platicar con nosotros (con maullidos, claro). Nos despertaba cuando sentía alguna necesidad... pasando por encima de nosotros hasta que lo lograba. Sabía el nombre de cada uno de nosotros, pues si le decíamos "dile a fulano" iba directamente con quien se le decía.
Siempre fue coquetona pero a lo largo de su vida tuvo solamente una pareja a la que ella escogió, era un gato enorme de su misma raza... por supuesto era una excelente madre que nos dio varias camadas de gatitos hermosísimos que regalábamos entre la familia y a nuestras amistades; y cuando esto ocurría se ponía triste desde antes como si supiera que la íbamos a separar de sus bebés.
Tuvimos a Miau trece años, pero lamentablemente un día se encontraba deprimidísima (después de que regalamos a sus bebés) y una mañana que salió, como todos los días a dar su paseo, jamás regresó.
No sabemos qué le ocurrió, pero a la fecha seguimos recordándola con mucho cariño.
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