EL TIEMPO / DISTANCIA
Antes que nada deseo manifestar, que no soy ni físico ni matemático ni he asistido a curso alguno de ciencia en general, excepto lo que aprendí en la escuela a nivel preparatoria, y que solo empleo los conocimientos adquiridos durante mi vida, además de usar mi lógica y mi sentido común para analizar lo que veo y oigo y a veces leo y aún veo en la televisión como el “Discovery channel” o el canal de “Nacional geographic”.
¿Qué es lo que nosotros llamamos tiempo? Cuando lo vemos como una línea recta entre el “ayer” el “hoy “ y el “mañana” o mejor dicho entre el pasado, presente y el futuro, teniendo en nuestra mente el infinito, sin preocuparnos de que en realidad no existe ni un principio ni un fin. Lo tomamos simplemente como un concepto
Íntimamente ligado al tiempo también tenemos el concepto de la DISTANCIA la cual, aunque no tan infinita, nos da la idea de inagotable, y resulta que requerimos de ambos conceptos para definirse mutuamente cuando convergen en el espacio.
El tiempo lo medimos con un aparato que se llama reloj, y la forma de medirlo viene de la subdivisión en horas de 60 minutos que a la vez se componen de 60 segundos y de allí en adelante entra el sistema decimal para las fracciones de segundos.
En nuestro idioma español también le llamamos tiempo a las condiciones atmosféricas de nuestro medioambiente, ya sea soleado, lluvioso o de tormenta e igualmente de acuerdo con la temperatura que prevalece, frío en invierno o en el los extremos norte o sur de nuestro planeta y caluroso en verano o en las partes tropicales de la tierra.
También en la música tenemos un ritmo, o compás que le llamamos tiempo, y para medirlo usamos el metrónomo.
Pero además lo medimos por la ubicación de nuestro planeta tierra como parte del sistema solar al que pertenecemos y así tenemos los días de 24 horas, los meses de un promedio de 30 días, y el año de 12 meses o 365 días. Como es notorio, tenemos un enorme desorden en nuestro calendario “gregoriano” que nos rige en la “cultura occidental”, ya que han existido otras culturas que eran más exactas, y otras que aún existen, y que llevan su propio calendario aparte.
Pero para apartarnos de esos fenómenos de subdivisiones, vamos a analizar el tiempo de manera más objetiva como observadores “exteriores” con un pensamiento abstracto.
El tiempo en realidad para en verdad “medirlo” tendría que haber un patrón de medida, y debemos de percatarnos de que no existe ni un principio de donde comenzar a medir, ni un fin, para terminar de medir. De allí, y sin ser un Albert Einstein, que dijo que el tiempo es curvo, tenemos que llegar a la conclusión de que lo único que conocemos y que no tiene ni principio ni fin, es el círculo o la esfera….y por lo tanto el tiempo igualmente debe ser una curva eterna para llegar a un círculo , o una esfera.
En otras palabras el futuro se enlaza con el pasado para formar así un círculo dentro del cual se encuentra el presente y si pensamos de manera tridimensional tenemos la esfera, la famosa “bola de cristal” o del tiempo de los adivinos del futuro.
Pero ahora levantamos la vista al cielo y vemos que en el universo, del que formamos parte, no solo son esferas las estrellas, soles y planetas, sino que además se mueven en forma circular ya sea redonda o elíptica y además giran alrededor de su propio eje. Eso confirma aún más la teoría de la infinidad de una distancia y de un tiempo.
Y la humanidad sigue avanzando en sus teorías y ya sabemos que para medir las enormes distancias en el universo no podemos emplear ni metros ni kilómetros, y el tan útil sistema “métricodecimal” . Así la física descubrió, que la velocidad máxima hasta ahora conocida, es la de la luz , igual al desplazamiento de las ondas electromagnéticas, que es de 299 793 kilómetros por segundo en un vacío. De esta manera se habla comúnmente de 300 000 kms/sec para la medición de las distancias en el espacio sideral.
Llegamos así a la combinación del TIEMPO medido a partir de un segundo, con la DISTANCIA que recorre la luz, ya sea en un segundo, minuto, u horas, días meses y hasta años.
Ejemplo: La distancia entre la tierra y nuestro sol es de 8 minutos luz, o sea, de 1 495 000 000 kilómetros.
Como seguimos siendo seres humanos y estamos confinados en la cárcel mental de un cierto egocentrismo, sentimos que el tiempo es el que se mueve, mientras que nosotros permanecemos estáticos.
Yo también me he puesto a meditar sobre lo que en realidad es el tiempo, ese concepto que constantemente usamos para encubrir nuestras propias ineficiencias. Mucho dicen "no tuve tiempo" y otros todo lo posponen "hasta mañana".
Pero en realidad, lo que en verdad nos sobra y es inagotable, es el tiempo. Se asemeja a un enorme caudal de un río que pasa enfrente de nosotros, que estamos ubicados estáticamente a la orilla y solo lo vemos pasar. Otros sin embargo se atreven dejar la orilla y se embarcan, y se dejan conducir sacando provecho de ese inagotable caudal que tarde o temprano nos lleva al mar.
En otras palabras concebimos que el tiempo pasa y nosotros estamos estáticos, o sea que es el tiempo el que se nos va, que nos hace falta, el que perdemos y recuperamos y el que se mueve, solo porque instintivamente vemos hacia nuestra izquierda para observar un pasado, que nos dejó y miramos hacia la derecha para ver un futuro por llegar. Ese mismo movimiento de la izquierda hacia la derecha es cósmico y coincide con el rotación de la tierra por su propio eje dándonos el día y la noche e igualmente alrededor del sol que tiene como consecuencia las cuatro estaciones del año .
El problema no es el tiempo, sino lo somos nosotros, que equivocamos a veces el movimiento del tiempo con nuestro propio movimiento dentro del mismo. Es entonces, cuando ese infinito tiempo se vuelve una chequera de una inmensa e inagotable cuenta bancaria, pero esa chequera solo tiene una cantidad muy limitada de cheques y que jamás carecerán de fondos, pero un día nos quedamos sin cheques, pero nunca sin fondos que los cubran.
El arte de vivir, es saber cuando y por qué monto extender un cheque para que nunca se nos acaben esos formularios.
De acuerdo con lo anterior debemos concebir, que el tiempo es el concepto estático, pues simplemente existe y por lo tanto simplemente ES. De allí la diferencia que tenemos en nuestro lenguaje entre ser y estar. “Ser” es permanente y “estar” es pasajero.
somos nosotros los que nos movemos dentro del tiempo, y así también adquiere significado el principio y el fin, ya que si bien el tiempo es eterno, nosotros no lo somos
***********
Este es un comentario que me recuerda que una vez le expuse a mis alumnos en la universidad con referencia al tiempo y como los diferentes pueblos lo expresan y qué palabras emplean para ubicarse dentro de él.
1.- El tiempo es el concepto
2.- lo medimos en horas
3,. para medirlo usamos un reloj
y acertadamente en ingles usan la palabra tiempo para ubicarse y preguntan: "what time is it?"
En alemán usan la palabra reloj para ubicarse y preguntan
"Wieviel Uhr ist es?"
y en español usamos la palabra hora para ubicarnos y preguntamos "¿qué hora es?" y para colmo también lo pluralizamos, como si hubiera muchas, solo porque el reloj tiene cifras del 1 Al 12…. Y decimos ES la una…pero SON LAS dos o tres o las doce.
Este es un dato por demás bien curioso.
Antes que nada deseo manifestar, que no soy ni físico ni matemático ni he asistido a curso alguno de ciencia en general, excepto lo que aprendí en la escuela a nivel preparatoria, y que solo empleo los conocimientos adquiridos durante mi vida, además de usar mi lógica y mi sentido común para analizar lo que veo y oigo y a veces leo y aún veo en la televisión como el “Discovery channel” o el canal de “Nacional geographic”.
¿Qué es lo que nosotros llamamos tiempo? Cuando lo vemos como una línea recta entre el “ayer” el “hoy “ y el “mañana” o mejor dicho entre el pasado, presente y el futuro, teniendo en nuestra mente el infinito, sin preocuparnos de que en realidad no existe ni un principio ni un fin. Lo tomamos simplemente como un concepto
Íntimamente ligado al tiempo también tenemos el concepto de la DISTANCIA la cual, aunque no tan infinita, nos da la idea de inagotable, y resulta que requerimos de ambos conceptos para definirse mutuamente cuando convergen en el espacio.
El tiempo lo medimos con un aparato que se llama reloj, y la forma de medirlo viene de la subdivisión en horas de 60 minutos que a la vez se componen de 60 segundos y de allí en adelante entra el sistema decimal para las fracciones de segundos.
En nuestro idioma español también le llamamos tiempo a las condiciones atmosféricas de nuestro medioambiente, ya sea soleado, lluvioso o de tormenta e igualmente de acuerdo con la temperatura que prevalece, frío en invierno o en el los extremos norte o sur de nuestro planeta y caluroso en verano o en las partes tropicales de la tierra.
También en la música tenemos un ritmo, o compás que le llamamos tiempo, y para medirlo usamos el metrónomo.
Pero además lo medimos por la ubicación de nuestro planeta tierra como parte del sistema solar al que pertenecemos y así tenemos los días de 24 horas, los meses de un promedio de 30 días, y el año de 12 meses o 365 días. Como es notorio, tenemos un enorme desorden en nuestro calendario “gregoriano” que nos rige en la “cultura occidental”, ya que han existido otras culturas que eran más exactas, y otras que aún existen, y que llevan su propio calendario aparte.
Pero para apartarnos de esos fenómenos de subdivisiones, vamos a analizar el tiempo de manera más objetiva como observadores “exteriores” con un pensamiento abstracto.
El tiempo en realidad para en verdad “medirlo” tendría que haber un patrón de medida, y debemos de percatarnos de que no existe ni un principio de donde comenzar a medir, ni un fin, para terminar de medir. De allí, y sin ser un Albert Einstein, que dijo que el tiempo es curvo, tenemos que llegar a la conclusión de que lo único que conocemos y que no tiene ni principio ni fin, es el círculo o la esfera….y por lo tanto el tiempo igualmente debe ser una curva eterna para llegar a un círculo , o una esfera.
En otras palabras el futuro se enlaza con el pasado para formar así un círculo dentro del cual se encuentra el presente y si pensamos de manera tridimensional tenemos la esfera, la famosa “bola de cristal” o del tiempo de los adivinos del futuro.
Pero ahora levantamos la vista al cielo y vemos que en el universo, del que formamos parte, no solo son esferas las estrellas, soles y planetas, sino que además se mueven en forma circular ya sea redonda o elíptica y además giran alrededor de su propio eje. Eso confirma aún más la teoría de la infinidad de una distancia y de un tiempo.
Y la humanidad sigue avanzando en sus teorías y ya sabemos que para medir las enormes distancias en el universo no podemos emplear ni metros ni kilómetros, y el tan útil sistema “métricodecimal” . Así la física descubrió, que la velocidad máxima hasta ahora conocida, es la de la luz , igual al desplazamiento de las ondas electromagnéticas, que es de 299 793 kilómetros por segundo en un vacío. De esta manera se habla comúnmente de 300 000 kms/sec para la medición de las distancias en el espacio sideral.
Llegamos así a la combinación del TIEMPO medido a partir de un segundo, con la DISTANCIA que recorre la luz, ya sea en un segundo, minuto, u horas, días meses y hasta años.
Ejemplo: La distancia entre la tierra y nuestro sol es de 8 minutos luz, o sea, de 1 495 000 000 kilómetros.
Como seguimos siendo seres humanos y estamos confinados en la cárcel mental de un cierto egocentrismo, sentimos que el tiempo es el que se mueve, mientras que nosotros permanecemos estáticos.
Yo también me he puesto a meditar sobre lo que en realidad es el tiempo, ese concepto que constantemente usamos para encubrir nuestras propias ineficiencias. Mucho dicen "no tuve tiempo" y otros todo lo posponen "hasta mañana".
Pero en realidad, lo que en verdad nos sobra y es inagotable, es el tiempo. Se asemeja a un enorme caudal de un río que pasa enfrente de nosotros, que estamos ubicados estáticamente a la orilla y solo lo vemos pasar. Otros sin embargo se atreven dejar la orilla y se embarcan, y se dejan conducir sacando provecho de ese inagotable caudal que tarde o temprano nos lleva al mar.
En otras palabras concebimos que el tiempo pasa y nosotros estamos estáticos, o sea que es el tiempo el que se nos va, que nos hace falta, el que perdemos y recuperamos y el que se mueve, solo porque instintivamente vemos hacia nuestra izquierda para observar un pasado, que nos dejó y miramos hacia la derecha para ver un futuro por llegar. Ese mismo movimiento de la izquierda hacia la derecha es cósmico y coincide con el rotación de la tierra por su propio eje dándonos el día y la noche e igualmente alrededor del sol que tiene como consecuencia las cuatro estaciones del año .
El problema no es el tiempo, sino lo somos nosotros, que equivocamos a veces el movimiento del tiempo con nuestro propio movimiento dentro del mismo. Es entonces, cuando ese infinito tiempo se vuelve una chequera de una inmensa e inagotable cuenta bancaria, pero esa chequera solo tiene una cantidad muy limitada de cheques y que jamás carecerán de fondos, pero un día nos quedamos sin cheques, pero nunca sin fondos que los cubran.
El arte de vivir, es saber cuando y por qué monto extender un cheque para que nunca se nos acaben esos formularios.
De acuerdo con lo anterior debemos concebir, que el tiempo es el concepto estático, pues simplemente existe y por lo tanto simplemente ES. De allí la diferencia que tenemos en nuestro lenguaje entre ser y estar. “Ser” es permanente y “estar” es pasajero.
somos nosotros los que nos movemos dentro del tiempo, y así también adquiere significado el principio y el fin, ya que si bien el tiempo es eterno, nosotros no lo somos
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Este es un comentario que me recuerda que una vez le expuse a mis alumnos en la universidad con referencia al tiempo y como los diferentes pueblos lo expresan y qué palabras emplean para ubicarse dentro de él.
1.- El tiempo es el concepto
2.- lo medimos en horas
3,. para medirlo usamos un reloj
y acertadamente en ingles usan la palabra tiempo para ubicarse y preguntan: "what time is it?"
En alemán usan la palabra reloj para ubicarse y preguntan
"Wieviel Uhr ist es?"
y en español usamos la palabra hora para ubicarnos y preguntamos "¿qué hora es?" y para colmo también lo pluralizamos, como si hubiera muchas, solo porque el reloj tiene cifras del 1 Al 12…. Y decimos ES la una…pero SON LAS dos o tres o las doce.
Este es un dato por demás bien curioso.
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