Primera parte hasta terminar la 2º guerra mundial
El concepto de la democracia se remonta a la antigua Grecia, el estado de Atenas para ser exactos, donde bajo Perikles se tuvo una forma de gobierno que pudiera llamarse democrática, ya que se tomaba en cuenta la opinión de unos representantes del pueblo para tomar decisiones. Además por primera vez se tipificó, que la verdadera autoridad radicaba en el pueblo mismo, el cual elegía a sus representantes y gobernantes.
Posteriormente en la época romana, aunque bajo los Césares tuvimos una cierta autocracia gubernamental, hubo un senado en el que se discutían las políticas a seguir. Esto era igualmente una especie de democracia, ya que los tribunos y senadores en realidad representaban al pueblo.
Más tarde la democracia cayó en el olvido por la eterna lucha de poder de ciertas castas poderosas y que terminaron en duques, marqueses, condes, reyes y emperadores, el llamado feudalismo. Ya las últimas formas de gobierno, llamadas monarquías pertenecían a familias y eran heredables, llamadas dinastías, por lo cual nuevamente tuvimos formas de gobierno autócratas. Era le época del absolutismo de las dinastías o monarquías.
En Europa la Iglesia tomó parte muy importante en los gobiernos de los diferentes países, al grado de que solo el Papa tenía el derecho de coronar a un monarca. Era prácticamente una dictadura de la iglesia cristiana, que se adjudicaba poderes terrenales además de los espirituales.
Llegaron varios movimientos de oposición y protesta, se acabó el llamado oscurantismo y el excesivo poder de la “Santa Inquisición” y surgieron personajes como Huss, Calvin y Lutero, que dividieron la iglesia en dos. Así surgió el Catolicismo y el Protestantismo.
Un verdadero movimiento popular originó la “Revolución Francesa” a fines del siglo XXVIII, cuyo lema “Igualdad, Libertad y Fraternidad” parecía acercarse nuevamente a una democracia, ya que se pretendía que EL PUEBLO GOBERNASE una vez barrido con todo lo que era monarquía y aún la burguesía. Surgió sin embargo la dictadura Napoleónica con la conquista armada de casi toda Europa, y al terminar esta etapa, empezó a surgir una república democrática en Francia.
No fue sino hasta terminar la I Guerra Mundial a principios del siglo XX, que barrió con el predominio de las dinastías y monarquías, las cuales ciertamente siguen existiendo en algunos países, pero se dice que “ reinan” pero no “gobiernan”.
Surgió con mayor fuerza la idea de gobernar DEMOCRATICAMENTE, y la verdadera semilla de esto nos llegó de los “Estados Unidos de América del Norte”. Como ese país se había librado del colonialismo ingles y francés, formó prácticamente el primer gobierno del pueblo, que no eran otros que los insurgentes y libertadores de una nueva patria.
Hoy, después de la II Guerra Mundial, la palabra DEMOCRACIA recorre todo el mundo, y hasta las más feroces dictaduras, entre ellas la de Stalin, se llamaban falsamente “democráticas” . También el otro dictador Hitler, celebró varias “elecciones democráticas” como una farsa para aparentar estar gobernando por voluntad del pueblo.
De todo esto apareció una nación omnipotente, que a partir del último tercio del siglo XX se siente ser el paladín de la democracia y quiere imponer por la fuerza a todo el mundo y a todos los países “gobiernos democráticos” como única forma aceptable para ellos. Esa nación son los EEUU, que abarca la mayor parte del continente norteamericano, pero que con cierta soberbia ya se adjudican todo el continente, pues muy democráticamente se autollaman U.S.A. (United States of América o sea Estados Unidos de América) El nombre oficial de México es “Estados Unidos Mexicanos” de modo que también somos “Estados Unidos” y también estamos en América .
Como quiera que sea, tal parece ahora en todo el mundo, que la tan elogiada democracia es la única forma de gobierno admisible, y así sean aún reinados con un monarca a la cabeza, como por ejemplo España e Inglaterra y hay algunos más. Estas monarquías son de corte democrático, ya que la verdadera fuerza del gobierno radica en un congreso o un parlamento con representantes del pueblo.
Sin embargo, este tipo de democracia que existe, es de carácter revolvente, o sea que el partido o el grupo o la casta que gobierna, lo hace solo por un tiempo limitado, y luego hay que volver a convocar a elecciones, para que otros puedan también acceder al gobierno. Se establecen así diversos ciclos de gobierno como de 4, de 6 o hasta de 8 años. Algunas constituciones llegan al grado de prohibir las reelecciones. De esta manera se provoca el siguiente fenómeno:
Ya no es el deseo o el ansia o el idealismo el móvil o la motivación de hacer lo mejor posible PARA el pueblo a través de un buen gobierno, sino ahora el verdadero móvil es el ansia de servirse DEL pueblo y de la investidura, para lograr un enriquecimiento personal y con ello resolver todos los problemas económicos personales para el resto de la vida.
De seguro existen problemas en una nación, que no pueden resolverse en un solo ciclo de gobierno, y por lo tanto tendría que haber una continuidad ya sea con el antecesor o con el sucesor. Pero como hay oposiciones y envidias partidarias y hasta personales, cada nuevo gobierno quiere imprimirle su sello personal a su periodo. Por lo tanto tiene que hacerlo distinto, y así echa abajo todo el buen esfuerzo de su antecesor. Todavía en USA existe por lo menos un “premio” por el buen desempeño durante un periodo de gobierno, y ese premio es la reelección.. Pero en México eso no existe.
Es por lo tanto bastante comprensible, que como jauría de perros hambrientos, cada seis años los candidatos a presidente se pelean por llegar al “comedero mayor” que es la silla del presidente.
Lógicamente cada presidente trae su equipo de oportunistas y lambiscones, que así forman un buen equipo, para gobernando llenarse los bolsillos a costillas del contribuyente y de la riqueza nacional..... del pueblo.
Por otro lado, la democracia pregona muchísimo la famosa libertad. Libertad de empresa, menos en las ramas empresariales, que al gobierno mexicano le interesa para sí mismo, libertad de prensa y expresión, lo que aunque es loable, le da derecho a todo mundo en meterse en lo que no le importa. Tiene sin embargo la gran ventaja, de que los medios, con tal de obtener una primicia informativa, son mejores investigadores y detectives que ni la policía, la PGR, o en USA el FBI o la CIA y en Inglaterra mejor que Scotlan Yard. La libertad de manifestarse es un término muy socorrido, ya que por una cierta ignorancia etimológica o lingüística se confunde con la libertad de manifestación, o sea desfile y plantones y subsecuentes vandalismos, y puede llegar al terrorismo.. Es ampliamente sabido el desastre que se origina por el ejercicio mal entendido de esa libertad democrática, pues produce una verdadera anarquía en la que un gobierno débil permite que todo mundo haga lo que se le dé la gana, aún pisoteando la ley. En otras palabras:
En México la famosa democracia fomenta el desorden y la impunidad y produce un gobierno débil e indeciso. Tal parece que la democracia está reñida con la disciplina y el orden, que para salvaguardar requiere de un cuerpo policiaco que imponga el orden.
Pero apenas quieren imponer este orden, surgen miles de protestas contra la “violencia” del gobierno, que no tiene nada que ver con el hecho de someter al orden, al que se resiste a cumplir. La Democracia debe tener un límite, y éste límite es la obligación de cumplir con la ley y hacerla cumplir, aunque sea a la fuerza.
Pero para volver al tema medular, en su esencia la “democracia” es una DIVISIÓN de poderes, que se llaman “ejecutivo” , “legislativo” y “judicial” en México y en USA no estoy muy enterado, pero ellos tienen también sus senadores o congresistas, divididos entre dos partidos políticos que son “republicanos” y “demócratas” como pleonasmo. Y ahí es donde radica una gran diferencia y a la vez una pauta común.
Hay un viejo adagio que dice: DIVIDE Y VENCERAS
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