UN CUMPLEAÑOS
En unos dÃas, muy pocos dÃas cumpliré un aniversario más de vida en esta Tierra, en este lugar. Para quienes me hayan seguido en mis opiniones en el Foro creo que se habrán dado cuenta que de algún modo ciertas ideas mÃas son ciertamente poco convencionales, nada ortodoxas y que algunas de ellas se salen incluso del común social pre establecido. No es locura, créanlo, tampoco desadaptación o resentimiento social como uno que otro ha insinuado sobre mÃ; tiene algún fundamento y las creo de cierto, nada más, por eso las defiendo y defiendo su autenticidad ante todo; la validez de ellas es meramente relativa al fin y al cabo.
¿Por qué celebramos un cumpleaños? ¿Qué importancia tiene, importancia sustancial quiero decir? Mi visión es que el nacer y el morir en X fecha es en gran medida un acto fortuito. A mà me tocó nacer el 5 de febrero + n-dÃas y ni palurda idea tengo de cuándo entregaré el equipo al arquitecto universal para que abone con él la tierra o llene de más CO2 la atmósfera.
¿Es acaso solo un pretexto más para dar rienda suelta a la pachanga y el consumismo? Las posibilidades de cada quién tienen lÃmites y puede uno celebrar con Coca Cola y chilaquiles igual que con una suntuosa cena en el restaurant Plaza Athénée de Alain Ducasse en Paris (231 dólares por persona según Forbes) más el avión y los chuchulucos y demás, o hacer tremendo pachangón cual diputado o presidente municipal de pueblo, con tambora incluida, já.
¿Cuál es el gusto? Es una pregunta no de ahora; me la formulé por primera vez hace casi 3 décadas. Yo celebro y agradezco estar vivo prácticamente todos, todos los dÃas; honestamente no veo porqué debÃa estar mucho más feliz el dÃa que coincide con el que mi madre me parió, dicho esto sea de paso, con un gran sacrificio, no en el parto y sà en la gestación ya que tuvo que guardar reposo los 9 meses (antes de mi tuvo 3 abortos).
¿Regalos? Soy enemigo del consumismo exacerbado; enemigo acérrimo por cierto. Los 3 regalos que más he atesorado creo que en metálico no pasaron de los $80 varos. Cuando cumplà 20 una amiga que estaba en un curso de escultura me regaló una figura de yeso; a los 25 otra amiga me regaló una taza con un dibujo de la familia Simpson y al cumplir 29 mi esposa (en ese momento solo compañera de trabajo) me regaló una sencilla pluma o bolÃgrafo, como gusten.
Yo pienso que la felicitación se la merece la madre; ¡de ella es el mérito!, en serio. Ser madre no cualquiera, lo digo muy en serio reconociendo el gran valor. Cuando nace un chamaco o una nena, ¿no acaso es lo que pasa, o acaso felicitan al chilpayate por haber nacido? No, ¿verdad?; bueno ¿y luego, qué pasó, acaso ese noble esfuerzo debe quedar en el olvido? Yo pienso que no.
Pude haber nacido hoy 5 de febrero o hasta dÃa 12, ¿y quién iba a saberlo? ¿Egocentrismo moderno, extrema vanidad seudo existencial? HÃjole, no quiero herir susceptibilidades pero tal vez también hay mucho de eso.
No puedo negar también que entre mi primer aniversario de vida y el décimo hubo varios eventos que sÃ, en efecto, me marcaron mucho, como el hecho de haber “celebrado†mis 6 años solo con mi mamá con un pastelito como de a kilo que me compró en el centro de la delegación Azcapotzalco, justo cuando empezaron sus problemas fuertes con mi papá que al cabo derivaron en separación y divorcio. Pero más allá de eso, como dije, la pregunta me la comencé a plantear como a los 12 ó 13, ¿qué sentido tiene celebrar un cumpleaños más, qué sentido profundo en verdad quiero decir?
Escribo esto como una especie de catarsis muy personal en el umbral de mi próximo cumpleaños. La vida corre, los pensamientos fluyen, el sueño no termina, estoy escribiendo y hacerlo y el que me lean me fascina, es un honor y lo acepto como fino regalo a la vez, por cierto. Gracias mil a todos también, estas lÃneas son parte de mi verdadera CELEBRACION.
No crean que estoy peleado con las felicitaciones, los abrazos y los regalos, no, solo digo que para hacer pachanga cualquier dÃa, cualquier dÃa. Queden tranquilos, me siento vivo y eso, el tener conciencia de la Vida misma es para mà algo ya de por sà inapreciable y de un valor incalculable.
Sinceramente, su cuate,
Sidartha
México, D.F. a 5 de Febrero de 2009 a las 12:23 P.M.
En unos dÃas, muy pocos dÃas cumpliré un aniversario más de vida en esta Tierra, en este lugar. Para quienes me hayan seguido en mis opiniones en el Foro creo que se habrán dado cuenta que de algún modo ciertas ideas mÃas son ciertamente poco convencionales, nada ortodoxas y que algunas de ellas se salen incluso del común social pre establecido. No es locura, créanlo, tampoco desadaptación o resentimiento social como uno que otro ha insinuado sobre mÃ; tiene algún fundamento y las creo de cierto, nada más, por eso las defiendo y defiendo su autenticidad ante todo; la validez de ellas es meramente relativa al fin y al cabo.
¿Por qué celebramos un cumpleaños? ¿Qué importancia tiene, importancia sustancial quiero decir? Mi visión es que el nacer y el morir en X fecha es en gran medida un acto fortuito. A mà me tocó nacer el 5 de febrero + n-dÃas y ni palurda idea tengo de cuándo entregaré el equipo al arquitecto universal para que abone con él la tierra o llene de más CO2 la atmósfera.
¿Es acaso solo un pretexto más para dar rienda suelta a la pachanga y el consumismo? Las posibilidades de cada quién tienen lÃmites y puede uno celebrar con Coca Cola y chilaquiles igual que con una suntuosa cena en el restaurant Plaza Athénée de Alain Ducasse en Paris (231 dólares por persona según Forbes) más el avión y los chuchulucos y demás, o hacer tremendo pachangón cual diputado o presidente municipal de pueblo, con tambora incluida, já.
¿Cuál es el gusto? Es una pregunta no de ahora; me la formulé por primera vez hace casi 3 décadas. Yo celebro y agradezco estar vivo prácticamente todos, todos los dÃas; honestamente no veo porqué debÃa estar mucho más feliz el dÃa que coincide con el que mi madre me parió, dicho esto sea de paso, con un gran sacrificio, no en el parto y sà en la gestación ya que tuvo que guardar reposo los 9 meses (antes de mi tuvo 3 abortos).
¿Regalos? Soy enemigo del consumismo exacerbado; enemigo acérrimo por cierto. Los 3 regalos que más he atesorado creo que en metálico no pasaron de los $80 varos. Cuando cumplà 20 una amiga que estaba en un curso de escultura me regaló una figura de yeso; a los 25 otra amiga me regaló una taza con un dibujo de la familia Simpson y al cumplir 29 mi esposa (en ese momento solo compañera de trabajo) me regaló una sencilla pluma o bolÃgrafo, como gusten.
Yo pienso que la felicitación se la merece la madre; ¡de ella es el mérito!, en serio. Ser madre no cualquiera, lo digo muy en serio reconociendo el gran valor. Cuando nace un chamaco o una nena, ¿no acaso es lo que pasa, o acaso felicitan al chilpayate por haber nacido? No, ¿verdad?; bueno ¿y luego, qué pasó, acaso ese noble esfuerzo debe quedar en el olvido? Yo pienso que no.
Pude haber nacido hoy 5 de febrero o hasta dÃa 12, ¿y quién iba a saberlo? ¿Egocentrismo moderno, extrema vanidad seudo existencial? HÃjole, no quiero herir susceptibilidades pero tal vez también hay mucho de eso.
No puedo negar también que entre mi primer aniversario de vida y el décimo hubo varios eventos que sÃ, en efecto, me marcaron mucho, como el hecho de haber “celebrado†mis 6 años solo con mi mamá con un pastelito como de a kilo que me compró en el centro de la delegación Azcapotzalco, justo cuando empezaron sus problemas fuertes con mi papá que al cabo derivaron en separación y divorcio. Pero más allá de eso, como dije, la pregunta me la comencé a plantear como a los 12 ó 13, ¿qué sentido tiene celebrar un cumpleaños más, qué sentido profundo en verdad quiero decir?
Escribo esto como una especie de catarsis muy personal en el umbral de mi próximo cumpleaños. La vida corre, los pensamientos fluyen, el sueño no termina, estoy escribiendo y hacerlo y el que me lean me fascina, es un honor y lo acepto como fino regalo a la vez, por cierto. Gracias mil a todos también, estas lÃneas son parte de mi verdadera CELEBRACION.
No crean que estoy peleado con las felicitaciones, los abrazos y los regalos, no, solo digo que para hacer pachanga cualquier dÃa, cualquier dÃa. Queden tranquilos, me siento vivo y eso, el tener conciencia de la Vida misma es para mà algo ya de por sà inapreciable y de un valor incalculable.
Sinceramente, su cuate,
Sidartha
México, D.F. a 5 de Febrero de 2009 a las 12:23 P.M.
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