Re: Un Cumpleaños
Yo pasé una infancia justamente "peculiar". Decir "difÃcil" serÃa demasiado, exagerar y hasta hacerme la vÃctima un poco.
Muchos no entienden (mi esposa entre tantos) la forma en que miro los nexos sociales y familiares comúnes y corrientes.
Varias veces me ha dicho que es porque yo no quiero a nadie, que porque estoy traumado o porque mi infancia dejó secuelas irreparables en mi especial personalidad y carácter.
Justo el domingo por la noche le platicaba a la trompuda cómo desde los 10 años me preguntaba "¿y para qué hago un trabajo manual en la escuela el 10 de mayo si NO TENGO A "MI" mamá para regalárselo?" Y me preguntaba porqué se daban abrazos y besos y sonreÃan.
No dudo que a mà algo de eso me tocó en mis primeros años, pero lamentablemente no lo recuerdo, en absoluto.
A los 15-16 me daba no sé qué (bueno, medio fuchi) ver a mis primas mayores saludar de beso a todos en las reuniones familiares. Yo recibÃa mi papá por las noches dándole un beso en la mejilla, pero dejé de hacerlo por vergüenza a los 8 años.
Por un ¿maldito? afán siempre me ha gustado el mirar la lÃnea del tiempo de mi vida en puntos referenciales.
El pasado 6 de mayo mi hija cumplió 9 años; se la pasó muy contenta, la verdad, no sé si hasta feliz, pero bueno, la fiestecita que le organizó mi esposa salió a todo dar y ella la gozó enormidades con sus amigos y amigas.
Pensaba yo, mientras la veÃa bailando y cantando, cuando yo cumplà 9 años; fue uno de los dÃas más grises de mi vida. Suspendidos los cumpleaños desde que me festejaron mis 5, por los pleitos y luego la separación de mis jefes, a los 9 esperaba que estuviera mi padre presente. Estaba la abuela, mis tÃos, varios primos. Recuerdo que lo esperamos casi hasta las 9:00 de la noche y nunca llegó y la partida del pastel me supo a cartón enmohecido porque no llegó mi papá.
Tiempo atrás he tenido que "batallar" contra aquellas (mujeres) que me tienen en el concepto de ser alguien "muy sensible" a quien rollos de este tipo (y otros rollos sentimentales) le hacen MUCHO DAÑO. No hay tal.
Acaso será otro de mis ¿malditos? afanes, recordar parejo, igual la alegrÃa que la tristeza SIN MIRAMIENTOS, más que solo los que quedaron en la conciencia.
Para mà es una forma de reafirmar muchas cosas.
............
Hay muchas cosas más sobre las que habrÃa que analizar acerca de la felicidad, a mi desde la adolecencia me parece que hay varios tipos de felicidad, y en mis años mozos lo que más me parecÃa era que la felicidad que más reina en nuestros tiempos es la superflúa y la banal.
Al final, nunca me he quejado de mi infancia; antes bien, haber crecido en estado casi silvestre siempre me gustó porque era la forma de sentirme auténtico, sin ningún tipo de presión social en nada, como acontece muchas veces en las familias mexicanas que tratan de "moldear" a los hijos de tal o cual manera.
Yo pasé una infancia justamente "peculiar". Decir "difÃcil" serÃa demasiado, exagerar y hasta hacerme la vÃctima un poco.
Muchos no entienden (mi esposa entre tantos) la forma en que miro los nexos sociales y familiares comúnes y corrientes.
Varias veces me ha dicho que es porque yo no quiero a nadie, que porque estoy traumado o porque mi infancia dejó secuelas irreparables en mi especial personalidad y carácter.
Justo el domingo por la noche le platicaba a la trompuda cómo desde los 10 años me preguntaba "¿y para qué hago un trabajo manual en la escuela el 10 de mayo si NO TENGO A "MI" mamá para regalárselo?" Y me preguntaba porqué se daban abrazos y besos y sonreÃan.
No dudo que a mà algo de eso me tocó en mis primeros años, pero lamentablemente no lo recuerdo, en absoluto.
A los 15-16 me daba no sé qué (bueno, medio fuchi) ver a mis primas mayores saludar de beso a todos en las reuniones familiares. Yo recibÃa mi papá por las noches dándole un beso en la mejilla, pero dejé de hacerlo por vergüenza a los 8 años.
Por un ¿maldito? afán siempre me ha gustado el mirar la lÃnea del tiempo de mi vida en puntos referenciales.
El pasado 6 de mayo mi hija cumplió 9 años; se la pasó muy contenta, la verdad, no sé si hasta feliz, pero bueno, la fiestecita que le organizó mi esposa salió a todo dar y ella la gozó enormidades con sus amigos y amigas.
Pensaba yo, mientras la veÃa bailando y cantando, cuando yo cumplà 9 años; fue uno de los dÃas más grises de mi vida. Suspendidos los cumpleaños desde que me festejaron mis 5, por los pleitos y luego la separación de mis jefes, a los 9 esperaba que estuviera mi padre presente. Estaba la abuela, mis tÃos, varios primos. Recuerdo que lo esperamos casi hasta las 9:00 de la noche y nunca llegó y la partida del pastel me supo a cartón enmohecido porque no llegó mi papá.
Tiempo atrás he tenido que "batallar" contra aquellas (mujeres) que me tienen en el concepto de ser alguien "muy sensible" a quien rollos de este tipo (y otros rollos sentimentales) le hacen MUCHO DAÑO. No hay tal.
Acaso será otro de mis ¿malditos? afanes, recordar parejo, igual la alegrÃa que la tristeza SIN MIRAMIENTOS, más que solo los que quedaron en la conciencia.
Para mà es una forma de reafirmar muchas cosas.
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Hay muchas cosas más sobre las que habrÃa que analizar acerca de la felicidad, a mi desde la adolecencia me parece que hay varios tipos de felicidad, y en mis años mozos lo que más me parecÃa era que la felicidad que más reina en nuestros tiempos es la superflúa y la banal.
Al final, nunca me he quejado de mi infancia; antes bien, haber crecido en estado casi silvestre siempre me gustó porque era la forma de sentirme auténtico, sin ningún tipo de presión social en nada, como acontece muchas veces en las familias mexicanas que tratan de "moldear" a los hijos de tal o cual manera.
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