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La publicidad tiene razón. La identidad de los sicarios no importa mucho. La gente podría ser neutral pero ha adoptado una actitud extrema en cuanto a ciertas cuestiones. Se ha declarado violentamente en contra. Por lo tanto la responsabilidad de tantas ejecuciones y hechos violentos es una responsabilidad compartida. La sociedad no ha pedido un inalienable derecho a la vida, no ha pedido la revisión de los patrones de conducta que la hacen congratularse con los asesinos. Por lo tanto no debe protestar, no debe buscar culpables en una tiranía declarada. La vida parece estar hecha para quienes aceptan los esquemas de comportamiento que han arrojado estos hechos violentos y la población se siente incapaz de modificar términos y condiciones. "Pues no vamos a votar" dirán algunos, pero no votar no es suficiente. Es indicio de algo, pero no basta. A través de los distintos medios de comunicación la población (si le interesa esta propuesta) debería pedir la revisión de los patrones de conducta que nos rigen, la revisión de la situación de la vida en relación con el aparato político y jurídico. Gritar Ya basta! está bien, falta la proposición de alternativas a un nivel político. Estamos siendo víctimas de un patrón de conducta que se pretende que sea requisito de vida. Si aceptamos tal patrón de pensamiento y conducta no nos queda más que aplaudir las muertes violentas y solidarizarnos con esa entidad para la cual la vida humana no vale un cacahuate.
muchas gracias - saludos cordiales
César Espino Barros
muchas gracias - saludos cordiales
César Espino Barros