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La impunidad es la raíz más importante del crimen organizado que hoy padece el país. Durante muchos años la clase política se ha enriquecido impunemente con medios poco éticos cuando no de plano delincuenciales. Métodos que además han sido nocivos para el resto de la población.
Por eso la transición había sido buscada durante tantos años en el país. Cárdenas primero en el '88 y Fox después en el 2000 representaban esperanzas de cambio por encima de cualquier cosa, pero, ¿qué es lo que significaba ese cambio? Sin duda una mejor calidad de vida que se obtendría con el mejor y más honesto manejo de los recursos públicos. El hartazgo de la corrupción y sus consecuencias había llegado a sus límites a finales de los 80's pero el sistema aun pudo dar un coletazo más impidiendo que Cárdenas llegara a la presidencia.
En el año 2000 sin embargo Fox logró romper la hegemonía priísta. Convenció finalmente a la mayor parte del electorado que valía la pena votar por él. A su causa contribuyó el haberse presentado como un candidato de acción. Nadie esperaba de Fox un brillante intelectual sino un hombre honesto, trabajador y sobre todo algo escencial dentro de su oferta a la ciudadanía: un hombre que encarara la corrupción del sistema y transformara ese sistema. Como todos bien sabemos Foximiliano no fue nada de eso, por el contrario, en 6 años sus hijos pasaron de cenas sencillas de fines de semana a viajecitos a Roma con cuentas en restaurantes por más de lo que un obrero que gana el salario mínimo percibe en un año. Pero para desgracia nuestra ese no fue su peor error. Después de todo ya estabamos acostumbrados a tener presidentes que salieran millonarios después de un torpe gobierno. Su peor herencia fueron las acusaciones sin consecuencia.
Me explicaré, en la dictablanda la corrupción reinaba como hasta ahora o tal vez mucho peor. Sin embargo si un político era demasiado estúpido y le resulataba incomodo al presidente era aplastado con todo el poder del que disponía nuestro emperador sexenal. Hay varios ejemplos de ello, la Quina es el más obvio pero el negro Durazo, podría ser un buen ejemplo de ello. En otras palabras, ser estúpido tenía consecuencias. Ahora en cambio y con un empeoramiento sensible durante el sexenio de Calderón la idiotez y la cínica exhibición de delitos ya no es un problema.
Nos hemos acostumbrado a los 500 millones de pesos que un líderroba dona para la campaña de un candidato presidencial a la desvergonzada protección del narcotráfico en estados como Coahulia y Veracruz pasando por la protección de presuntos pederastas por parte del gobernador de Puebla, el gobierno oaxaqueño ejercido a control remoto desde fuera de su estado el 90% del tiempo, asesinatos y represión incluidos, y otras vilezas.
Y hoy sin embargo una de las preguntas al aire en la clase política es, ¿cómo es que el crimen organizado no pierde fuerzas? Después de más de 20 mil muertos no parece haber mella en el reclutamiento de recursos humanos a los ejércitos de los distintos cárteles. La lección que el camino al progreso económico pasa por la delincuencia ha quedado profundamente arraigada en el colectivo nacional. Quienes estan entrando al narcotráfico no solo aspiran el poder que les dará un cuerno de chivo, una camioneta blindada y unos cuantos kilos de coca. Aspiran a la inmunidad que sus patrones gozan. Inmunidad que es una copia de la que los políticos han gozado durante años. Por esto es que la guerra sucia en las campañas políticas no contribuye más que a reforzar esta imagen. No importa que el gobernador de Veracruz reparta dinero, que no es suyo, al cobijo del poder que le permite saberse intocable, no importa que se sepa porque no tiene consecuencia alguna.
En nuestra sociedad que ha vivido un régimen autoritario se tiene que pasar forzosamente de un dominio de la información por parte del Estado a una libertad expresión y de prensa auténticos. Sin embargo si las acusaciones no tienen consecuencias, como hasta ahora ha sido, la difusión de los delitos lejos de contribuir a la justicia se convierten en una campaña por el cinismo.
Al final todo está conectado a las clases en el poder.
Saludos.
Por eso la transición había sido buscada durante tantos años en el país. Cárdenas primero en el '88 y Fox después en el 2000 representaban esperanzas de cambio por encima de cualquier cosa, pero, ¿qué es lo que significaba ese cambio? Sin duda una mejor calidad de vida que se obtendría con el mejor y más honesto manejo de los recursos públicos. El hartazgo de la corrupción y sus consecuencias había llegado a sus límites a finales de los 80's pero el sistema aun pudo dar un coletazo más impidiendo que Cárdenas llegara a la presidencia.
En el año 2000 sin embargo Fox logró romper la hegemonía priísta. Convenció finalmente a la mayor parte del electorado que valía la pena votar por él. A su causa contribuyó el haberse presentado como un candidato de acción. Nadie esperaba de Fox un brillante intelectual sino un hombre honesto, trabajador y sobre todo algo escencial dentro de su oferta a la ciudadanía: un hombre que encarara la corrupción del sistema y transformara ese sistema. Como todos bien sabemos Foximiliano no fue nada de eso, por el contrario, en 6 años sus hijos pasaron de cenas sencillas de fines de semana a viajecitos a Roma con cuentas en restaurantes por más de lo que un obrero que gana el salario mínimo percibe en un año. Pero para desgracia nuestra ese no fue su peor error. Después de todo ya estabamos acostumbrados a tener presidentes que salieran millonarios después de un torpe gobierno. Su peor herencia fueron las acusaciones sin consecuencia.
Me explicaré, en la dictablanda la corrupción reinaba como hasta ahora o tal vez mucho peor. Sin embargo si un político era demasiado estúpido y le resulataba incomodo al presidente era aplastado con todo el poder del que disponía nuestro emperador sexenal. Hay varios ejemplos de ello, la Quina es el más obvio pero el negro Durazo, podría ser un buen ejemplo de ello. En otras palabras, ser estúpido tenía consecuencias. Ahora en cambio y con un empeoramiento sensible durante el sexenio de Calderón la idiotez y la cínica exhibición de delitos ya no es un problema.
Nos hemos acostumbrado a los 500 millones de pesos que un líder
Y hoy sin embargo una de las preguntas al aire en la clase política es, ¿cómo es que el crimen organizado no pierde fuerzas? Después de más de 20 mil muertos no parece haber mella en el reclutamiento de recursos humanos a los ejércitos de los distintos cárteles. La lección que el camino al progreso económico pasa por la delincuencia ha quedado profundamente arraigada en el colectivo nacional. Quienes estan entrando al narcotráfico no solo aspiran el poder que les dará un cuerno de chivo, una camioneta blindada y unos cuantos kilos de coca. Aspiran a la inmunidad que sus patrones gozan. Inmunidad que es una copia de la que los políticos han gozado durante años. Por esto es que la guerra sucia en las campañas políticas no contribuye más que a reforzar esta imagen. No importa que el gobernador de Veracruz reparta dinero, que no es suyo, al cobijo del poder que le permite saberse intocable, no importa que se sepa porque no tiene consecuencia alguna.
En nuestra sociedad que ha vivido un régimen autoritario se tiene que pasar forzosamente de un dominio de la información por parte del Estado a una libertad expresión y de prensa auténticos. Sin embargo si las acusaciones no tienen consecuencias, como hasta ahora ha sido, la difusión de los delitos lejos de contribuir a la justicia se convierten en una campaña por el cinismo.
Al final todo está conectado a las clases en el poder.
Saludos.
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