El día de mañana habrán elecciones en varios estados en nuestro país. Estas elecciones como todos sabemos serán vitales para el 2012. Lo serán porque la lógica electoral ahora pasa por planes en los cuales las gubernaturas se usan como fuentes de recursos, desviados ilegalmente por supuesto, para las futuras campañas electorales, de las cuales la más importante será la de 2012 aunque se usarán recursos también sin duda para las elecciones del Edo. De México que es uno de los puntos más importantes del país dado que su gobernador actual quien ha iniciado una campaña desde hace ya varios años está en la obligación de arrasar en su estado para garantizar la aglomeración total de los priístas y aplastar a sus competidores, el más obvio Manlio Flavio Beltrones.
Dentro de todo este embrollo sin embargo pareciera que la clase política esta ciega al significado social que estas elecciones pueden tener. El asesinato de un candidato, prácticamente el gobernador de Tamaulipas porque las encuestas lo situaban como seguro ganador, lejos de sensibilizar a los políticos sobre la realidad que se esta viviendo por la mayoría de la población les ha pasado de largo y en algunos casos ha empeorado su discurso inclinándolos hacia una división que a nadie nos va a convenir.
De los estados con elecciones Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Zacatecas son puntos muy calientes. En todos estos estados el narcotráfico tiene un poder que incluso ha obligado a cancelar casillas, como en el caso de Sinaloa. En Veracruz, Oaxaca y Puebla las grabaciones escandalosas de sus gobernadores han contribuido a difundir aun más lo que todo el mundo sabía ya, la mano de los gobernadores presionando de una u otra manera en las campañas electorales.
Pero Oaxaca es especial. Entre mediados y finales de 2006 se protagonizó la primera rebelión del siglo XXI en México en ese estado. Desde entonces Oaxaca es lo más parecido a una caldera acumulando presión esperando estallar. Las cosas se ven difíciles, si Ulises Ruiz insiste en imponer a su candidato, Eviel Perez Magaña, con los métodos primitivos y rupestres que lo caracterizan, que no excluyen asesinato de líderes, uso de organizaciones paramilitares y otras más pensando que la población aguantará vara estaría en cometiendo un serio error que puede llevar a ese estado a una rebelión. De hecho es probable que aun ganando Eviel por las “buenas” existan problemas porque las provocaciones que han existido se van a querer cobrar. Si Gabino Cué gana tampoco se ven fáciles las cosas aunque probablemente sería lo mejor que podría pasar. Pero cabe preguntarse si el grupo de gente que manda en Oaxaca aceptará tan fácilmente una derrota. Todo esta puesto para que Oaxaca se incendie en momentos que el país está hecho un polvorín. Espero equivocarme pero dudo que las elecciones de mañana sean tranquilas.
Dentro de todo este embrollo sin embargo pareciera que la clase política esta ciega al significado social que estas elecciones pueden tener. El asesinato de un candidato, prácticamente el gobernador de Tamaulipas porque las encuestas lo situaban como seguro ganador, lejos de sensibilizar a los políticos sobre la realidad que se esta viviendo por la mayoría de la población les ha pasado de largo y en algunos casos ha empeorado su discurso inclinándolos hacia una división que a nadie nos va a convenir.
De los estados con elecciones Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Zacatecas son puntos muy calientes. En todos estos estados el narcotráfico tiene un poder que incluso ha obligado a cancelar casillas, como en el caso de Sinaloa. En Veracruz, Oaxaca y Puebla las grabaciones escandalosas de sus gobernadores han contribuido a difundir aun más lo que todo el mundo sabía ya, la mano de los gobernadores presionando de una u otra manera en las campañas electorales.
Pero Oaxaca es especial. Entre mediados y finales de 2006 se protagonizó la primera rebelión del siglo XXI en México en ese estado. Desde entonces Oaxaca es lo más parecido a una caldera acumulando presión esperando estallar. Las cosas se ven difíciles, si Ulises Ruiz insiste en imponer a su candidato, Eviel Perez Magaña, con los métodos primitivos y rupestres que lo caracterizan, que no excluyen asesinato de líderes, uso de organizaciones paramilitares y otras más pensando que la población aguantará vara estaría en cometiendo un serio error que puede llevar a ese estado a una rebelión. De hecho es probable que aun ganando Eviel por las “buenas” existan problemas porque las provocaciones que han existido se van a querer cobrar. Si Gabino Cué gana tampoco se ven fáciles las cosas aunque probablemente sería lo mejor que podría pasar. Pero cabe preguntarse si el grupo de gente que manda en Oaxaca aceptará tan fácilmente una derrota. Todo esta puesto para que Oaxaca se incendie en momentos que el país está hecho un polvorín. Espero equivocarme pero dudo que las elecciones de mañana sean tranquilas.
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