El éxito de Chile avergüenza a México. La mediocridad de México fue dramáticamente expuesta al comparar el rescate exitoso de los mineros chilenos de la mina San Juan, con el abandono inmisericorde de los mineros mexicanos de la mina Pasta de Conchos.
El gobierno chileno no escatimó en recursos para localizar primero, y rescatar después, a 33 mineros que quedaron sepultados a 600 metros de profundidad. En México, en cambio, se descartó rápidamente intentar el rescate de 65 mineros a sólo 150 metros de profundidad. ¡A sólo 150 metros de profundidad!
¡Cuatro veces menos profundidad que la que tuvo que recorrer la cápsula Fénix 2 para rescatar a los mineros chilenos!
¡Qué vergüenza debió haber sentido el presidente espurio Felipe Calderón cuando habló por teléfono al presidente de Chile (éste sí legítimo sin duda), para felicitarle por el éxito alcanzado! ¡Qué vergüenza y qué cinismo!
El gobierno chileno no escatimó en recursos para localizar primero, y rescatar después, a 33 mineros que quedaron sepultados a 600 metros de profundidad. En México, en cambio, se descartó rápidamente intentar el rescate de 65 mineros a sólo 150 metros de profundidad. ¡A sólo 150 metros de profundidad!
¡Cuatro veces menos profundidad que la que tuvo que recorrer la cápsula Fénix 2 para rescatar a los mineros chilenos!
¡Qué vergüenza debió haber sentido el presidente espurio Felipe Calderón cuando habló por teléfono al presidente de Chile (éste sí legítimo sin duda), para felicitarle por el éxito alcanzado! ¡Qué vergüenza y qué cinismo!
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