25 octubre 2010
Las grabaciones de conversaciones del capo “La Tuta” con un grotesco inconsciente descarriado vuelven a exhibir, una vez más, desviaciones conceptuales y conductuales endémicas de nuestra irredenta, impresentable e indefendible clase política.
La que con inocultable horror escandaliza por el espionaje y filtración de conversaciones, que al ser de honestos delincuentes con [ß]deshonestos e hipócritas “servidores públicos”, no pueden ser privadas. La privacidad corresponde a la vida intima de particulares, que no perjudica a nadie más. No a honestos o hipócritas depredadores sociales. Es absurda la pretensión de hacer ilegal espiar a servidores públicos o a hampones y menos publicar las conductas desviadas que perjudican a la sociedad.
Pero tratan de tapar lo objetivo real con el artificial objetivo jurídico. Cuando lo objetivo jurídico son reglas convencionales para que “técnicos” descifren lo objetivo real. Siempre la base y fondo racional es lo verdadero. Y la verdad auténtica es la objetiva y no la jurídica, que solo es una suplantación convencional establecida en reglas, que son momias alienadas del mundo real. Deficiencia de contacto con el mundo verdadero que se supone deben subsanar los jueces.
Sin embargo nuestro Derecho lo pervierte el afán de hacer ilegal lo verdadero, lo legítimo y legal falacias, lo ilegítimo. Para construir con un doble manejo del Derecho y moral un depravado limbo que ampare a los corruptos en una primera clase de puros derechos sin obligaciones y someta a la población en una segunda clase de puras obligaciones sin derechos.
Para eso deforman realidad y normas. Y pisotean las que no, en burdo y desaseado manejo. Se parapetan en una violación al Artículo 13. Constitucional (...) Ninguna persona o corporación puede tener fuero, (...) Y perfeccionaron el desacato constitucional representando una infortunada tragicomedia de la “Loca academia de legisladores contra la de policías”.
La justificación “teórica” del inconstitucional fuero es proteger, una insólita para nuestros [ii]“representantes”, [/i]lucha por el bien común. Pero su único uso práctico demostrado es brindar impunidad a notables lacras sociales. Mientras “representantes” legislan y pugnan para que los demás respeten y se sometan aquello que ellos no respetan y se regodean violando.
¿Por qué trogloditas se creen dueños del orden, país y verdad? ¿Por qué tontos con complejo de listos se apropian de las reglas del juego y bien común? ¿Porque nuestra política ostenta un nivel ínfimo de retraso mental y mala fe?
Autor de: La infracultura, La anomia, Disección de la Ley de Obras Publicas y Servicios Relacionados con las Mismas y ¿A dónde Vamos, México? ¡Fe de Erratas del Desarrollo Nacional!
[b]Ridículo gansterismo
“Obtusos políticos extraviados, malcriados y malacostumbrados”
“Obtusos políticos extraviados, malcriados y malacostumbrados”
Las grabaciones de conversaciones del capo “La Tuta” con un grotesco inconsciente descarriado vuelven a exhibir, una vez más, desviaciones conceptuales y conductuales endémicas de nuestra irredenta, impresentable e indefendible clase política.
La que con inocultable horror escandaliza por el espionaje y filtración de conversaciones, que al ser de honestos delincuentes con [ß]deshonestos e hipócritas “servidores públicos”, no pueden ser privadas. La privacidad corresponde a la vida intima de particulares, que no perjudica a nadie más. No a honestos o hipócritas depredadores sociales. Es absurda la pretensión de hacer ilegal espiar a servidores públicos o a hampones y menos publicar las conductas desviadas que perjudican a la sociedad.
Pero tratan de tapar lo objetivo real con el artificial objetivo jurídico. Cuando lo objetivo jurídico son reglas convencionales para que “técnicos” descifren lo objetivo real. Siempre la base y fondo racional es lo verdadero. Y la verdad auténtica es la objetiva y no la jurídica, que solo es una suplantación convencional establecida en reglas, que son momias alienadas del mundo real. Deficiencia de contacto con el mundo verdadero que se supone deben subsanar los jueces.
Sin embargo nuestro Derecho lo pervierte el afán de hacer ilegal lo verdadero, lo legítimo y legal falacias, lo ilegítimo. Para construir con un doble manejo del Derecho y moral un depravado limbo que ampare a los corruptos en una primera clase de puros derechos sin obligaciones y someta a la población en una segunda clase de puras obligaciones sin derechos.
Para eso deforman realidad y normas. Y pisotean las que no, en burdo y desaseado manejo. Se parapetan en una violación al Artículo 13. Constitucional (...) Ninguna persona o corporación puede tener fuero, (...) Y perfeccionaron el desacato constitucional representando una infortunada tragicomedia de la “Loca academia de legisladores contra la de policías”.
La justificación “teórica” del inconstitucional fuero es proteger, una insólita para nuestros [ii]“representantes”, [/i]lucha por el bien común. Pero su único uso práctico demostrado es brindar impunidad a notables lacras sociales. Mientras “representantes” legislan y pugnan para que los demás respeten y se sometan aquello que ellos no respetan y se regodean violando.
¿Por qué trogloditas se creen dueños del orden, país y verdad? ¿Por qué tontos con complejo de listos se apropian de las reglas del juego y bien común? ¿Porque nuestra política ostenta un nivel ínfimo de retraso mental y mala fe?
Autor de: La infracultura, La anomia, Disección de la Ley de Obras Publicas y Servicios Relacionados con las Mismas y ¿A dónde Vamos, México? ¡Fe de Erratas del Desarrollo Nacional!
Comment