Re: Una burla más para los habitantes de la Ciudad de México
EL Mejor alcalde del mundo
Credito: Bruno Donatello
Probablemente se trata de una broma. O de un error en el que sólo personas desorientadas o de mala fe pueden incurrir. O más aún, quizá estamos hablando de un fraude en el que muchos manipulados se prestaron a aportar un voto no representativo a través de una consulta por Internet que organizó no se sabe quién.
Las calles de la ciudad de México se encuentran llenas de baches, de obras inconclusas y chafas, de policías descorteses que buscan extorsionar a los ciudadanos… Los servicios públicos de seguridad, limpia, alumbrado, drenaje, por decir sólo algunos, son en el mejor de los casos mediocres e insuficientes.
Y ahora resulta que la desconocida -y por lo que se aprecia muy mal informada- organización denominada City Mayors ha ungido a Marcelo Ebrard como el mejor alcalde mundial del 2010.
Mi apreciación y la de la inmensa mayoría de los residentes en esta urbe que conozco fluctúa entre dos extremos: o la Fundación City Mayors nunca ha visitado la ciudad de México o Ebrard y su grupo les untaron la mano fuerte.
Si viviera en esta ciudad, el distraído editor de la organización electora, Tann Vom Hove, sabría -como lo sabemos todos nosotros que vivimos en la ciudad de México- que Ebrard no es ningún “reformista liberal”.
¿Cuál reforma de ese corte digna del nombre ha impulsado el controvertido Jefe de Gobierno? De reformista liberal, Ebrard no tiene un pelo y más bien se nos aparece como un demagogo patrimonialista que se ha apropiado arbitrariamente de las calles y los espacios públicos para organizar actos de promoción que son abiertamente personalistas así como para que grupos que lo apoyan organicen marchas y plantones en detrimento del resto de la ciudadanía.
Ya quisiera ver a ese iluso que debe ser el periodista Vom Hove saliendo del Metro en las estaciones Juárez o Tacuba y tener la experiencia repugnante y peligrosa de atravesar una maraña de puestos clandestinos de fritangas y mercancía robada o de contrabando.
Y todo, a ciencia y paciencia de los funcionarios de esa administración que seguramente se benefician de ese comercio ilegal y agresivo. ¿Es ese el “pragmatismo” atribuible a Ebrard?
Señores de la Fundación City Mayors: ¡Por favor! No tienen la menor idea de lo que es ser un habitante común y corriente en este sufrido DF. De menos ahórrense la burla y el desprecio.
Mejor anula siempre tu voto
EL Mejor alcalde del mundo
Credito: Bruno Donatello
Probablemente se trata de una broma. O de un error en el que sólo personas desorientadas o de mala fe pueden incurrir. O más aún, quizá estamos hablando de un fraude en el que muchos manipulados se prestaron a aportar un voto no representativo a través de una consulta por Internet que organizó no se sabe quién.
Las calles de la ciudad de México se encuentran llenas de baches, de obras inconclusas y chafas, de policías descorteses que buscan extorsionar a los ciudadanos… Los servicios públicos de seguridad, limpia, alumbrado, drenaje, por decir sólo algunos, son en el mejor de los casos mediocres e insuficientes.
Y ahora resulta que la desconocida -y por lo que se aprecia muy mal informada- organización denominada City Mayors ha ungido a Marcelo Ebrard como el mejor alcalde mundial del 2010.
Mi apreciación y la de la inmensa mayoría de los residentes en esta urbe que conozco fluctúa entre dos extremos: o la Fundación City Mayors nunca ha visitado la ciudad de México o Ebrard y su grupo les untaron la mano fuerte.
Si viviera en esta ciudad, el distraído editor de la organización electora, Tann Vom Hove, sabría -como lo sabemos todos nosotros que vivimos en la ciudad de México- que Ebrard no es ningún “reformista liberal”.
¿Cuál reforma de ese corte digna del nombre ha impulsado el controvertido Jefe de Gobierno? De reformista liberal, Ebrard no tiene un pelo y más bien se nos aparece como un demagogo patrimonialista que se ha apropiado arbitrariamente de las calles y los espacios públicos para organizar actos de promoción que son abiertamente personalistas así como para que grupos que lo apoyan organicen marchas y plantones en detrimento del resto de la ciudadanía.
Ya quisiera ver a ese iluso que debe ser el periodista Vom Hove saliendo del Metro en las estaciones Juárez o Tacuba y tener la experiencia repugnante y peligrosa de atravesar una maraña de puestos clandestinos de fritangas y mercancía robada o de contrabando.
Y todo, a ciencia y paciencia de los funcionarios de esa administración que seguramente se benefician de ese comercio ilegal y agresivo. ¿Es ese el “pragmatismo” atribuible a Ebrard?
Señores de la Fundación City Mayors: ¡Por favor! No tienen la menor idea de lo que es ser un habitante común y corriente en este sufrido DF. De menos ahórrense la burla y el desprecio.
Mejor anula siempre tu voto
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