Re: Una burla más para los habitantes de la Ciudad de México
14 mil 500 problemas de Marcelo Ebrard
Rubén Cortés
Un hecho es contundente en la inauguración de Marcelo Ebrard de la Línea 12 del Metro 35 días antes de dejar el GDF: hay que ser mal gobernante para haber hecho todo mal en una obra por la que pagó a particulares mil 59 millones de pesos más de lo que debía.
Porque el gobierno de su sucesor, Miguel Mancera, ha tenido que cambiar en 10 meses un total de 14 mil 500 piezas de aquella obra: 46 diarias, de acuerdo con Oscar Díaz, subdirector de mantenimiento del STC Metro.
Las piezas que la actual administración debió cambiar son cuatro mil 500 durmientes y 11 mil grapas de las vías para evitar alguna tragedia al medio millón de usuarios al día que usan esa línea.
Los trenes que transportan a ese medio millón tienen 30 centímetros más de ancho, 88 toneladas más de peso y 15 metros de distancia entre rueda y rueda, cuando deberían ser 12 metros: es decir, con la anomalía que permitió Ebrard la distancia aumentó tres metros.
Todo ocurrió por el egocentrismo de Ebrard de querer despedirse del gobierno del DF (2006-12) con una obra magna, al estilo de Ernesto P. Uruchurtu, con el entubamiento del Río de la Piedad, el Viaducto Miguel Alemán o el Periférico desde el Toreo hasta Cuemanco.
Ebrard inauguró la Línea 12 el 30 de octubre de 2012: el mismo día que recibió el certificado que supuestamente avaló la obra para ser abierta al público y que fue emitido por el consorcio DB International GmbH.
El entonces jefe de Gobierno fue incapaz de dedicarle un par de días a la revisión del documento, por el cual pagó con dinero de los contribuyentes 119 millones 312 mil 68 pesos, con base en el contrato 9.07 CD03. M.3.004, realizado entre el Proyecto Metro y el consorcio DB International GmbH.
La conclusión de Ebrard fue simplista: ¿por qué no lo voy a avalar yo si lo avalan las empresas ILF Beratende Ingenieure A.G, TÜV SÜD Rail GmbH y Hamburg Consult GmbH? Demasiados nombres rimbombantes como para no hacerles caso ¿no?
Además, un jefe de Gobierno de gen priista como lo es Ebrard, que viene de la época en que todo se hacía por inspiración divina, concluyó que a fin de cuentas para eso había pagado 119 millones 312 mil 68 pesos. Así que ¡faltaba más, hombre!
Y, un gobernante con el gen populista como el de AMLO, no quería desperdiciar una oportunidad preciosa para irse por la puerta grande de la historia inaugurando una nueva línea de uno de los sistemas de transporte colectivo de más calidad en el mundo, como es el nuestro.
Por eso, ahora tiene 14 mil 500 problemas.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes
14 mil 500 problemas de Marcelo Ebrard
Rubén Cortés
Un hecho es contundente en la inauguración de Marcelo Ebrard de la Línea 12 del Metro 35 días antes de dejar el GDF: hay que ser mal gobernante para haber hecho todo mal en una obra por la que pagó a particulares mil 59 millones de pesos más de lo que debía.
Porque el gobierno de su sucesor, Miguel Mancera, ha tenido que cambiar en 10 meses un total de 14 mil 500 piezas de aquella obra: 46 diarias, de acuerdo con Oscar Díaz, subdirector de mantenimiento del STC Metro.
Las piezas que la actual administración debió cambiar son cuatro mil 500 durmientes y 11 mil grapas de las vías para evitar alguna tragedia al medio millón de usuarios al día que usan esa línea.
Los trenes que transportan a ese medio millón tienen 30 centímetros más de ancho, 88 toneladas más de peso y 15 metros de distancia entre rueda y rueda, cuando deberían ser 12 metros: es decir, con la anomalía que permitió Ebrard la distancia aumentó tres metros.
Todo ocurrió por el egocentrismo de Ebrard de querer despedirse del gobierno del DF (2006-12) con una obra magna, al estilo de Ernesto P. Uruchurtu, con el entubamiento del Río de la Piedad, el Viaducto Miguel Alemán o el Periférico desde el Toreo hasta Cuemanco.
Ebrard inauguró la Línea 12 el 30 de octubre de 2012: el mismo día que recibió el certificado que supuestamente avaló la obra para ser abierta al público y que fue emitido por el consorcio DB International GmbH.
El entonces jefe de Gobierno fue incapaz de dedicarle un par de días a la revisión del documento, por el cual pagó con dinero de los contribuyentes 119 millones 312 mil 68 pesos, con base en el contrato 9.07 CD03. M.3.004, realizado entre el Proyecto Metro y el consorcio DB International GmbH.
La conclusión de Ebrard fue simplista: ¿por qué no lo voy a avalar yo si lo avalan las empresas ILF Beratende Ingenieure A.G, TÜV SÜD Rail GmbH y Hamburg Consult GmbH? Demasiados nombres rimbombantes como para no hacerles caso ¿no?
Además, un jefe de Gobierno de gen priista como lo es Ebrard, que viene de la época en que todo se hacía por inspiración divina, concluyó que a fin de cuentas para eso había pagado 119 millones 312 mil 68 pesos. Así que ¡faltaba más, hombre!
Y, un gobernante con el gen populista como el de AMLO, no quería desperdiciar una oportunidad preciosa para irse por la puerta grande de la historia inaugurando una nueva línea de uno de los sistemas de transporte colectivo de más calidad en el mundo, como es el nuestro.
Por eso, ahora tiene 14 mil 500 problemas.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes
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