Algunos changos que se conocen como "comunicadores" y que se dedican a dar noticias en las estaciones de radio y televisión, son tanto o más oprobiosos que las redes sociales. Aparte de "informar", "construyen" opinión pública, es decir, comentan, opinan y hasta debaten, sobre todos los temas. Lo grave del asunto es que ellos ganan todos los debates. No puede ser de otra manera puesto que son los dueños del micrófono durante el tiempo que dura su bodrio de programa. Los unifica a todos ellos una característica común de su oficio: son propagandistas de personalidades públicas, sobre todo de políticos y de sus respectivos partidos.
Hay uno al que considero muy sobresaliente entre estos bichos. Es de lo más hipócrita, cínico y tramposo que pueda albergar medio de comunicación alguno. Su programa, cuyo nombre no recuerdo, se transmite por Radio ABC, en el 7.60 de A.M. todos los días hábiles a las 10:00 de la mañana. ¿El nombre del interpelado? Con todo gusto: Jorge, su nombre de pila, y Saldaña por apelativo. Jorge Saldaña.
Este sujeto es embustero y mentiroso hasta la pared de enfrente. ¿El propósito único de su programa de radio? Contribuir con fiereza a la destrucción de la imagen pública del Presidente de la República y del gobierno Federal sin importar los métodos. Y, en cambio, ensalzar hasta la náusea a Andrés Manuel López Obrador y a su dedo chiquito en la Cámara de Diputados, el insigne legislador Fernández Noroña.
Continuamos más tarde.
Hay uno al que considero muy sobresaliente entre estos bichos. Es de lo más hipócrita, cínico y tramposo que pueda albergar medio de comunicación alguno. Su programa, cuyo nombre no recuerdo, se transmite por Radio ABC, en el 7.60 de A.M. todos los días hábiles a las 10:00 de la mañana. ¿El nombre del interpelado? Con todo gusto: Jorge, su nombre de pila, y Saldaña por apelativo. Jorge Saldaña.
Este sujeto es embustero y mentiroso hasta la pared de enfrente. ¿El propósito único de su programa de radio? Contribuir con fiereza a la destrucción de la imagen pública del Presidente de la República y del gobierno Federal sin importar los métodos. Y, en cambio, ensalzar hasta la náusea a Andrés Manuel López Obrador y a su dedo chiquito en la Cámara de Diputados, el insigne legislador Fernández Noroña.
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