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Malos resultados están entregando al mundo los tuiteros. Tanto los dueños y los cómplices de las redes (sociales) como los pescados atrapados en ellas. Los días pasan y no han podido tumbar al presidente Mubarak. Y mientras tanto, los ciudadanos de verdad, los combatientes de verdad, caen heridos y muertos en las calles de El Cairo. Ya van 300 muertos y 5000 heridos. Lo bueno es que entre las filas de los tuiteros no ha habido bajas. Nomás las normales: 50% ahogados de pedos y 50% azotándose en el piso debido a las alucinaciones causadas por la droga. Todo esto hace pensar que los tuiteros han calculado mal su fuerza. Los millones de millones de tuits provenientes de las redes no han movido a Mubarak. ¡Qué decepción!
Sin embargo, hay esperanzas. Haciendo un supremos esfuerzo, todos los tuiteros del mundo van a multiplicar por un millón más su bombardeo de mensajes con mentadas de madre contr el patriarca Hosni. ¡Así serán buenos! Con esas cantidades de mensajitos, hasta Satanás dimite. Alevosos…
Estamos presenciando la verdadera valía de las “redes sociales”. A quienes les gane la risa, sírvanse irse a orinar lejos de las redes, no sea que, de ribete, vayan a miar a los pescados cautivos.
Sin embargo, hay esperanzas. Haciendo un supremos esfuerzo, todos los tuiteros del mundo van a multiplicar por un millón más su bombardeo de mensajes con mentadas de madre contr el patriarca Hosni. ¡Así serán buenos! Con esas cantidades de mensajitos, hasta Satanás dimite. Alevosos…
Estamos presenciando la verdadera valía de las “redes sociales”. A quienes les gane la risa, sírvanse irse a orinar lejos de las redes, no sea que, de ribete, vayan a miar a los pescados cautivos.
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