Los gobiernos tanto de México como de Cuba mantienen un estricto control sobre los periodistas. En ambos países está prohibido criticar al gobierno y a señalar las debilidades de los gobernantes.
Es ampliamente conocido que en México NUNCA ha habido libertad de expresión. Y de vez en vez, se pone bajo los reflectores la mano dura del gobierno que castiga y premia a los periodistas dependiendo de su accionar:
- si el periodista elogia al gobierno, éste le proporciona concesiones y contratos. En cambio,
- si el periodista critica al gobierno, éste le castiga cerrándole la puerta de los medios de comunicación, amenazando a los dueños con no renovar las concesiones y quitandoles los jugosos contratos de publicidad gubernamental.
Al caso de José Gutierrez Vivó, cuyo concepto Monitor fue eliminado del aire al retirarle todos los contratos de publicidad del gobierno, sentenciándolo literalmente a morir de inanición. Ahora se suma, una vez más, el despido de Carmen Aristegui de su espacio noticioso en MVS.
¿Por qué? Porque el gobierno de México fue duramente criticado por ambos periodistas.
Cabe señalar que no estamos hablando de periodistas de segunda, desconocidos o intrascendentes, no, estamos hablando de periodistas de calidad, con una audiencia enorme y reconocimiento desde hace muchos años.
Lo más terrible es que el gobierno de México actúa con dureza a plena luz. Así la amenaza está latente para todos los medios de comunicación que se atrevan a criticar al gobierno más allá de lo permitido por éste para guardar las apariencias.
Si ciertos mexicanos sienten escozor por las restricciones a la libertad de expresión en Cuba y Venezuela, ¿qué me dicen de su propio país?
Es ampliamente conocido que en México NUNCA ha habido libertad de expresión. Y de vez en vez, se pone bajo los reflectores la mano dura del gobierno que castiga y premia a los periodistas dependiendo de su accionar:
- si el periodista elogia al gobierno, éste le proporciona concesiones y contratos. En cambio,
- si el periodista critica al gobierno, éste le castiga cerrándole la puerta de los medios de comunicación, amenazando a los dueños con no renovar las concesiones y quitandoles los jugosos contratos de publicidad gubernamental.
Al caso de José Gutierrez Vivó, cuyo concepto Monitor fue eliminado del aire al retirarle todos los contratos de publicidad del gobierno, sentenciándolo literalmente a morir de inanición. Ahora se suma, una vez más, el despido de Carmen Aristegui de su espacio noticioso en MVS.
¿Por qué? Porque el gobierno de México fue duramente criticado por ambos periodistas.
Cabe señalar que no estamos hablando de periodistas de segunda, desconocidos o intrascendentes, no, estamos hablando de periodistas de calidad, con una audiencia enorme y reconocimiento desde hace muchos años.
Lo más terrible es que el gobierno de México actúa con dureza a plena luz. Así la amenaza está latente para todos los medios de comunicación que se atrevan a criticar al gobierno más allá de lo permitido por éste para guardar las apariencias.
Si ciertos mexicanos sienten escozor por las restricciones a la libertad de expresión en Cuba y Venezuela, ¿qué me dicen de su propio país?
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