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Para no trollear

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  • Re: Para no trollear

    Originalmente publicado por Silvia Ver post
    Me gustabas más como justiciera que como promotora de la lectura...
    De acuerdo, como "promotora de lectura" es patética...



    Originalmente publicado por Tatiana Ver post
    Jajaja
    Justiciera??
    Activista??
    También de acuerdo. Como "Justiciera" es totalmente parcial y como "Activista" es una bendición tenerla en el equipo contrario...


    ¿Ya ven como sí podemos estar de acuerdo en algunas cosas y no tenemos que discrepar en todo?


    .
    "Si alguien ve algo malo en mis escritos es porque los mira con ojos de maldad"

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    • Re: Para no trollear

      La emoción de las cosas
      Joaquin Marco






      "El libro reciente de la mexicana Ángeles Mastretta, nacida en Puebla en 1949, no es una novela, aunque podría serlo, como lo fue
      Arráncame la vida, que alcanzó una gran difusión y que la consagró. Tampoco se trata de una autobiografía en sentido estricto,
      aunque forma parte de aquel núcleo variopinto que calificamos como literatura del “yo”. Su fragmentarismo se adapta a unas formas líricas
      que, como bien apunta en el título, resultan emotivas. Parte de la muerte de la madre, cuyo recuerdo sobrevuela el relato, porque, en definitiva,
      pese a la diversidad de escenarios y personajes familiares, constituye un espléndido ejemplo de narrativa. Nos acerca siempre al detalle de la vida cotidiana, incluso en la forma de escribir: “Me gusta escribir. Me gustó hacerlo con un lápiz a los seis años, con una pluma fuente a los nueve,
      con un bolígrafo a los doce y en una máquina verde a los catorce…” (pp. 98-100). No importa tanto el instrumento, sino la capacidad para acercarnos a lo fingido como real y a lo real, tal vez, como si fuera fingido. Su estilo está marcado por la oralidad y la confesión.

      Conoceremos también los detalles de sus inicios periodísticos. Ángeles Mastretta se sirve del humor, de la ironía, se hunde en el sentimentalismo,
      nos acerca a los muertos -un eco de Juan Rulfo- como personajes evocados y, a la vez, presentes. Hay mucho de vivido en estos textos,
      pero también algo de imaginario. Excelentes son las páginas que dedica a su hermana, siendo niñas, que justifica la fotografía de la portada.
      Abunda en la sorpresa, porque los episodios se tornan en su pluma totalmente creíbles.


      Hay también un enigma: los años en los que su padre vivió en Italia durante la II Guerra, tema que la autora bordea y que le ha de permitir establecer un paralelismo entre la historia de México y de Italia. También descubrirá el lector sus pasiones literarias: Isak Dinesen (p. 123 y siguientes) a la que define como “a una suerte de hermana aventurera” o Jane Austen (p. 234), a la que considerará como parte de su famili
      a y narrará la experiencia del descubrimiento de la primera edición de una de sus novelas en la universidad de Austin. Acertada en la adjetivación, como Borges, al que menciona a menudo, como a García Márquez, a quien frecuenta en la capital, admiradora de Paz, Neruda o Cortázar y a los “clásicos” de la literatura hispanoamericana, como Sor Juana Inés de la Cruz, cuya poesía en un capítulo contrapone a la de Amado Nervo.

      Se resiste, pero, tras trazar una excelente descripción de los volcanes mexicanos, acaba admitiendo que México D.F. se ha convertido
      en una ciudad peligrosa (p. 278). Sin embargo, es en ella en la que vive casi toda su familia y en la que podemos descubrir desde la sensación
      del terremoto hasta la llegada de sus sesenta años, cuando “ya no lloramos porque sí, ni podemos bailar en la calle o dar brincos de euforia” (p. 299). La reflexión sobre la vida, sus antepasados, incluido el abuelo, y el pueblo italiano de donde proceden, sus pequeñas vicisitudes arrastran
      tras sí también un tono de tristeza. Una y otra vez retorna a figura materna hasta llegar a las circunstancias de su muerte, al entierro de sus cenizas, al sentimiento compartido con los hermanos. Esta sombra añorada, que cruza la novela, permite las singladuras en la infancia,
      en esa vida llena de sorpresas.

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      • Re: Para no trollear

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        • Re: Para no trollear



          Pepis hola!!

          Welcome!!

          Qué bueno saberte bien, como que nos estamos dando la posta en esto del ausentismo foril, momentaneo,
          espero que estes disfrutando a los tuyos, que esta "circunstancia" nos tiene a todos reunidos en el mismo lugar.


          Espero que te entretengas en este tu reentre foril,
          y una vez más se comprueba que todo es posible, aunque no pareciese probable.
          Jajaja

          Saludos

          Comment


          • Re: Para no trollear

            Nublada y fría mañana en la hermosa Ciudad de los Palacios.

            Comment


            • Re: Para no trollear

              Originalmente publicado por Tatiana Ver post


              Pepis hola!!

              Welcome!!

              Qué bueno saberte bien, como que nos estamos dando la posta en esto del ausentismo foril, momentaneo,
              espero que estes disfrutando a los tuyos, que esta "circunstancia" nos tiene a todos reunidos en el mismo lugar.


              Espero que te entretengas en este tu reentre foril,
              y una vez más se comprueba que todo es posible, aunque no pareciese probable.
              Jajaja

              Saludos
              ----
              Gracias Tatiana por la bienvenida.
              Fui a dar un voltio, pero ya de regreso a la ciudad de los palacios y del Corona virus....

              Angeles Mastreta me encanta, y la película del libro Arráncame la vida la he visto un par de veces.
              Saludos.

              Comment


              • Re: Para no trollear

                La segunda sección de Chapultepec es magnífica. Pese a que ya comenzaron a desmontar "La Feria" hay muchísimo que ver y andar. Aún permanece la vía del tren al borde del Lago Menor, el Cárcamo de Dolores con sus magníficos murales, el Museo Jardín del Agua y unos atardeceres brillantes.

                Ya está abierta y es una excelente opción para el fin de semana.

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                • Re: Para no trollear

                  Otra mañana nublada en la ciudad pero sin lluvia hasta el momento.

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                  • Re: Para no trollear

                    Originalmente publicado por Pepis Ver post
                    ----
                    Gracias Tatiana por la bienvenida.
                    Fui a dar un voltio, pero ya de regreso a la ciudad de los palacios y del Corona virus....

                    Angeles Mastreta me encanta, y la película del libro Arráncame la vida la he visto un par de veces.
                    Saludos.
                    Hola ¨Pepis!!

                    Te distraigo de lo del avioncito, la rifa, el cantante, el tiradero que dejó Jimenez Spriu, igualito al de Ruiz Esparza, lo del cubreboca de Herrera para que resurja la economía,
                    lo de no usarlo de lopez Gatell y el sec de salud que ni recuerdo como se llama porque ni en cuenta...

                    En fin! de todas las maravillosas noticias de nuestro panorama político, para decirte que a mi también me gusta la Mastreta aunque mucho más ,como escribe su marido.-
                    Pero qué crees?
                    El libro de relatos de ella que acabo de leer no sabes si llorar o dormirte.- Bueno un Waterloo cualquiera tiene en la vida literaria.-

                    Qué temporada tan letal para las letras españolas y mexicanas.-
                    Carlos Ruiz Zafón-España
                    Guillermo Barba aqui

                    Y Juan Marsé en España.-
                    Yo lo lei hace años en "La oscura historia de la prima Monse" y el año pasado en "noticias felices en avioncitos de papel.-
                    Luego subo un artículo de Perez Reverte acerca de él y la poca importancia que le daban en España en el medio de las Letras-

                    Bueno te dejo; ah! dicen que las canciones (varias) de el cantante ya pasaron de moda y no sirven.Ya ese formato en que estaban grabadas caducó.-
                    Algo asi como que prescribieron.

                    Devolverán los boletos???

                    Bueno, luego subo los artículos de los escritores.-

                    Saludos


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                    • Re: Para no trollear

                      https://twitter.com/pmigoya/status/1...134336/photo/1
                      kabrakan
                      Forista Esmeralda
                      Last edited by kabrakan; 25-julio-2020, 18:46.
                      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                      • Re: Para no trollear

                        “Me gusta que la poesía sea la voz interior,
                        la voz que nadie oye,
                        la voz de la persona que la lee.
                        Así el yo se vuelve tú,
                        el tú se transforma en yo
                        y del acto de leer nace el nosotros
                        que sólo existe en ese momento íntimo
                        y pleno de la lectura"

                        José Emilio Pacheco

                        Pintura de Peter Severin Kroyer

                        Cada uno escoge los demonios de su infierno - HULK

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                        • Re: Para no trollear

                          Los últimos testigos
                          27 Jul 2020/ARTURO PÉREZ-REVERTE / Patente de corso

                          "Me telefonea un amigo, conversamos y dice que hace una semana murió su madre. No era, me cuenta, ni muy mayor ni demasiado joven, en esa edad en la que la vida nos sitúa ya en la franja de lo posible y lo probable. Charlamos un rato sobre eso, y al colgar el teléfono me quedo pensando en que hace sólo unos días otro querido amigo, al que conozco desde que íbamos juntos al colegio, me habló de lo mismo: también la suya acababa de morir; en este caso, felizmente centenaria. Recuerdo ahora las conversaciones y pienso en la mía, que tiene 96 años y hace tiempo se apaga como un pajarito cansado, lenta y dulcemente. Vive lejos de mí, en otra ciudad, muy bien atendida por mis hermanas. Tuvo una infancia perturbada por viajes turbulentos y por la guerra, pero después encontró el amor, la paz y la felicidad, y creo que ha tenido una vida afortunada, envidiable. Morirá pronto, supongo, de muerte natural: esa bella expresión que hemos desterrado del vocabulario, ‘muerte natural’, porque la estupidez creciente en que vivimos se empeña ahora en negar toda naturalidad a un hecho tan lógico, sencillo e inevitable como es la muerte.

                          Fui a visitar hace poco a mi madre y comprobé que la vida es generosa con ella hasta el final.
                          Se extingue despacio y sin dolor, y la memoria también se le adormece entre las brumas del último ensueño.
                          No reconoció al sexagenario de barba cana que sentado a su lado le apretaba una mano.
                          Lo miraba con atención y sonreía dulcemente al escuchar sus palabras.
                          A veces, un nombre, un lugar, una referencia, la palabra ‘mamá’, le hacían abrir un poco más los ojos y asentir, como si un filo de mi pasado penetrase en los restos de su memoria.
                          Es duro para un hijo que su madre no lo reconozca, y de eso hablé con mi amigo de la infancia al telefonearnos el otro día.
                          Cuando los padres olvidan o mueren, con ellos se borra parte de nosotros; incluso situaciones, escenas, momentos que tal vez desconocemos.
                          Un padre, y sobre todo, una madre, poseen recuerdos que sólo ellos tienen, como un álbum de imágenes que guardan en el disco duro que les borrará la muerte: nosotros en la cuna, nuestras primeras palabras, pasos, miedos y pesadillas; nuestras primeras ilusiones o decepciones.
                          Ellos fueron testigos únicos de aspectos de nuestra vida que tal vez nunca nos contaron.
                          Los conservan en su recuerdo, el único lugar posible; y al morir se los llevan, perdiéndose en la nada.
                          Con su muerte empezamos a morir nosotros; a desaparecer lentamente del mundo por el que anduvimos, como una vieja foto que pierda los contornos.
                          A ser más lo que somos y un día no seremos, y a ser menos lo que antaño fuimos.

                          No solemos darnos cuenta.
                          Sin embargo, a cada momento, alrededor, en nuestra propia familia, desaparecen testigos de nuestro mundo, el propio; y también de los mundos que no llegamos a conocer, pero de los que ellos fueron testigos. Medio siglo, un siglo de vida se esfuma llevándose con ellos el siglo anterior, el recuerdo de los padres y los abuelos que, a fin de cuentas, también es nuestro patrimonio y nuestra memoria. Dejarlos marchar sin extraerles la información es como vaciar un desván sin estudiar los objetos, no siempre viejos e inútiles, que en él se amontonan. Y no se trata de un gesto sentimental o romántico, sino de algo práctico; incluso necesario.
                          Permitir que los últimos testigos se apaguen en silencio, dejarlos enmudecer para siempre sin sacarles antes todo el material posible para que sus recuerdos sobre el mundo en general, y sobre nosotros mismos en particular, se salven y permanezcan de algún modo es dejar morir también lo que nos explica, lo que nos narra.
                          Lo que nos hizo y hasta aquí nos trajo.
                          Y especialmente en tiempos confusos como éstos, resulta más peligroso que nunca resignarse a esa clase de orfandad.
                          Permitir que un ser querido se vaya sin legarnos el tesoro de su memoria es ser doblemente huérfanos. Perderlo a él con una buena parte de nosotros mismos.
                          Quedarnos más desorientados y más solos.

                          Inténtenlo, porque vale la pena. O eso creo.
                          Ahora que aún es posible, siéntense junto a ellos y háganlos hablar, si pueden.
                          Tengan la inteligencia, la astucia si es preciso, de que el nieto, el adolescente, la jovencita a quienes nada parece importar, se interesen por esa memoria familiar que pronto va a desvanecerse como humo en la brisa.
                          Porque un día, tengo certeza de eso, ellos se alegrarán de haber escuchado.
                          De conocer de dónde vienen y quiénes los hicieron posibles.
                          De saber que los testigos de su memoria no pasaron sin dejar huella por este lugar extraño, triste, bello, peligroso, fascinante, al que llamamos vida."


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                          • Re: Para no trollear

                            Sentido texto de Pérez-Reverte.

                            Saludos Tatiana.

                            :)

                            Comment


                            • Re: Para no trollear

                              Originalmente publicado por cubo Ver post
                              Sentido texto de Pérez-Reverte.

                              Saludos Tatiana.

                              :)
                              Asi es Cubo!
                              Me encanta Perez Reverte.-
                              Compartiré algunos de sus textos.
                              Saludos

                              Comment


                              • Re: Para no trollear

                                Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                                Asi es Cubo!
                                Me encanta Perez Reverte.-
                                Compartiré algunos de sus textos.
                                Saludos
                                ¡Excelente!

                                Saludos Tatiana.

                                PD La ciudad está fresca y también lloverá hoy.

                                Comment

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