SOUL JAZZ
La cruz es símbolo de Cristo y del cristianismo. En su tiempo la cruz era el castigo judicial para los infractores de la ley y los enemigos del sistema. Cristo fue crucificado si creemos en su realidad histórica, entonces ha ocurrido una transferencia sujeto-objeto. En la actualidad la cruz no simboliza el aparato de impartición de justicia, que no cuenta con símbolos específicos. Estos podrían ser la gorra o quepis o un arma de fuego, una macana, la estrella de sheriff, las esposas, pero a las corporaciones policíacas se les identifica con siglas o escudos que no son universales, aplicables a todos los países. Por lo general las patrullas llevan pintada la palabra “policía” y la gente ya no es crucificada con clavos ni colgada de maderos de tormento. Esotéricamente hablando, Cristo es símbolo del sol, como el corazón o el oro. El sol que provoca la fotosíntesis y la posibilidad de vida como la conocemos, alrededor del cual todo lo terráqueo gira, no es el centro del universo. Son culturas solares aquellas que en la pirámide del sol ofrecen sacrificios humanos tanto como las que llevan la cruz colgada en el pecho, pintada en las velas de los barcos, que adoran crucifijos de madera y de metal y practican cultos religiosos en torno a estos motivos. Para los creyentes, Cristo es una entidad espiritual que tuvo un antecedente histórico, es hijo de Dios, y pudo o puede evadir las leyes físicas y biológicas ya que realizaba milagros y resucitó físicamente. Creer o no creer en entidades divinas es un excelente parámetro para definir si una persona es de derecha o de izquierda, siendo el pensamiento científico y el escepticismo característico de las personas de izquierda y la fe ciega, la ignorancia, la superstición y el fanatismo se aplican por regla general a la derecha (aunque hay tendencias de centro, actitudes mixtas y constancias individuales de que lo que no se puede ver ni palpar también existe y tiene injerencia en el mundo material). Hoy en día la cárcel y sus derivados, la multa, los trabajos forzados y en algunos lugares la inyección letal, la horca y el fusilamiento han sustituido a la crucifixión vista como impartición de justicia pero ¿quién sustenta el orden mundial que nos priva del caos, la organización que es difícil que sea llevada por humanos, la manipulación que origina partidos políticos y forma estructuras poblacionales? ¿Quién está detrás del destino, la victoria y la derrota, el reparto de la riqueza, detrás de lo que ignoramos y aún así damos por un hecho?
El signo de interrogación (?) es usado para señalar casetas de información o secciones de preguntas pero su significado es más amplio ya que sirve para representar la ignorancia humana, el desconocimiento, la oscuridad, la incertidumbre y casi nunca es utilizado para tal efecto. Preferimos usar el símbolo de la cruz y atribuirle a Dios (o a su hijo) la autoría de lo que desconocemos, por ejemplo, el futuro, y decimos “mañana si Dios quiere, la semana próxima si Dios me presta vida o si Dios nos da licencia”, y si ocurre una desgracia solemos decir que “nos castigó Dios”, excepto, obvio, los no-creyentes.
Pensamos con ideas que están hechas de palabras y las palabras formadas por letras o signos y sus equivalentes fonéticos. Si nos concentramos en las ideas imaginamos que provienen de sensaciones, de intuiciones, de deducciones, de la fantasía, pero si no contamos con el soporte de la palabra tampoco podemos saber mucho al respecto ya que de lo que no nos es dado hablar tampoco nos es dado pensar en ello. Entonces deducimos que las ideas obedecen a fenómenos eléctricos y químicos del cerebro cuya capacidad es limitada y por lo tanto contamos con el auxilio de calendarios que nos ayudan a recordar el día y la fecha, relojes que nos ayudan a saber la hora, libros que albergan el conocimiento humano, apuntes que sustituyen la memoria, etc. La voluntad de creer o no creer en la espiritualidad está ligada a tendencias políticas e ideológicas y a nuestras experiencias personales, a nuestra idiosincrasia. Se necesita congruencia para decir yo no creía pero tuve una experiencia paranormal, o me di cuenta que lo paranormal es parte integral de nuestras vidas y del orden como lo conocemos. El triunfo del bien o lo insustentable del crimen no es posible sin el apoyo de la metafísica, lo incorpóreo, lo superior, lo todopoderoso, sin la posibilidad de un azar inteligente, sin el temor a la condenación o el infierno. La difusión de la ignorancia, la prevalencia de la fuerza física y el tamaño, la formación de pareja, el acomodo laboral, la marginación, la discriminación, la provisión de dinero y alimento están ligadas a efectos a los que queremos verles causas naturales, pero como sabemos la razón no predomina, la intelectualidad es segregada, a veces combatida, el arte y la individualidad son minimizados en importancia y en nuestra vida social y laboral encontramos razones para pensar que “el sistema no es humano”. Nos duele decir que es superior y que aún así no se humaniza, y vienen guerras y ejecuciones, crímenes horrendos, explotación, miseria, soledad y situaciones que nos llevan a pensar que Dios no permitiría eso si existiera o en su defecto que no nacimos para gozar del amor, del placer, de la bonanza y el éxito, nacimos para pasar por tremendos aprietos, interactuar con un mecanismo efector, para ser puestos a prueba y esto último es más factible. Entonces la cruz es símbolo de la religión, por extensión, de la muerte, cuando es usada en tumbas y esquelas, pero ¿cuál es el símbolo de la incredulidad? Este debería ser un libro abierto, aunque no todos los ateos son aficionados a la lectura y amantes del conocimiento. Un campo desplaza a otro campo. A mayor preparación, menor religiosidad, etc. La hoz y el martillo más que la incredulidad simbolizan el marxismo, el socialismo o el comunismo y su cientificismo histórico. Simbolizan el poder político de las clases populares, el agricultor, el obrero, su preponderancia por encima de otros sectores. Así como la cruz ya no es identificada con el aparato de impartición de justicia tampoco la suástica es identificada con Buda, aunque Buda la porta en algunas representaciones. La suástica es identificada con el nazismo y el nazismo es asociado con el fascismo, el reaccionarismo, el racismo y el líder histórico del nazismo, y algunos la portan con orgullo igual que la cruz. Nadie lleva un signo de interrogación colgado al cuello, aunque sea signo de los tiempos, pasado y presente, como acertadamente lo cataloga la cubierta del famoso disco de Bob James.
tomado de Facebook, DEMOCRACIA DIRECTA ELECTRÓNICA
La cruz es símbolo de Cristo y del cristianismo. En su tiempo la cruz era el castigo judicial para los infractores de la ley y los enemigos del sistema. Cristo fue crucificado si creemos en su realidad histórica, entonces ha ocurrido una transferencia sujeto-objeto. En la actualidad la cruz no simboliza el aparato de impartición de justicia, que no cuenta con símbolos específicos. Estos podrían ser la gorra o quepis o un arma de fuego, una macana, la estrella de sheriff, las esposas, pero a las corporaciones policíacas se les identifica con siglas o escudos que no son universales, aplicables a todos los países. Por lo general las patrullas llevan pintada la palabra “policía” y la gente ya no es crucificada con clavos ni colgada de maderos de tormento. Esotéricamente hablando, Cristo es símbolo del sol, como el corazón o el oro. El sol que provoca la fotosíntesis y la posibilidad de vida como la conocemos, alrededor del cual todo lo terráqueo gira, no es el centro del universo. Son culturas solares aquellas que en la pirámide del sol ofrecen sacrificios humanos tanto como las que llevan la cruz colgada en el pecho, pintada en las velas de los barcos, que adoran crucifijos de madera y de metal y practican cultos religiosos en torno a estos motivos. Para los creyentes, Cristo es una entidad espiritual que tuvo un antecedente histórico, es hijo de Dios, y pudo o puede evadir las leyes físicas y biológicas ya que realizaba milagros y resucitó físicamente. Creer o no creer en entidades divinas es un excelente parámetro para definir si una persona es de derecha o de izquierda, siendo el pensamiento científico y el escepticismo característico de las personas de izquierda y la fe ciega, la ignorancia, la superstición y el fanatismo se aplican por regla general a la derecha (aunque hay tendencias de centro, actitudes mixtas y constancias individuales de que lo que no se puede ver ni palpar también existe y tiene injerencia en el mundo material). Hoy en día la cárcel y sus derivados, la multa, los trabajos forzados y en algunos lugares la inyección letal, la horca y el fusilamiento han sustituido a la crucifixión vista como impartición de justicia pero ¿quién sustenta el orden mundial que nos priva del caos, la organización que es difícil que sea llevada por humanos, la manipulación que origina partidos políticos y forma estructuras poblacionales? ¿Quién está detrás del destino, la victoria y la derrota, el reparto de la riqueza, detrás de lo que ignoramos y aún así damos por un hecho?
El signo de interrogación (?) es usado para señalar casetas de información o secciones de preguntas pero su significado es más amplio ya que sirve para representar la ignorancia humana, el desconocimiento, la oscuridad, la incertidumbre y casi nunca es utilizado para tal efecto. Preferimos usar el símbolo de la cruz y atribuirle a Dios (o a su hijo) la autoría de lo que desconocemos, por ejemplo, el futuro, y decimos “mañana si Dios quiere, la semana próxima si Dios me presta vida o si Dios nos da licencia”, y si ocurre una desgracia solemos decir que “nos castigó Dios”, excepto, obvio, los no-creyentes.
Pensamos con ideas que están hechas de palabras y las palabras formadas por letras o signos y sus equivalentes fonéticos. Si nos concentramos en las ideas imaginamos que provienen de sensaciones, de intuiciones, de deducciones, de la fantasía, pero si no contamos con el soporte de la palabra tampoco podemos saber mucho al respecto ya que de lo que no nos es dado hablar tampoco nos es dado pensar en ello. Entonces deducimos que las ideas obedecen a fenómenos eléctricos y químicos del cerebro cuya capacidad es limitada y por lo tanto contamos con el auxilio de calendarios que nos ayudan a recordar el día y la fecha, relojes que nos ayudan a saber la hora, libros que albergan el conocimiento humano, apuntes que sustituyen la memoria, etc. La voluntad de creer o no creer en la espiritualidad está ligada a tendencias políticas e ideológicas y a nuestras experiencias personales, a nuestra idiosincrasia. Se necesita congruencia para decir yo no creía pero tuve una experiencia paranormal, o me di cuenta que lo paranormal es parte integral de nuestras vidas y del orden como lo conocemos. El triunfo del bien o lo insustentable del crimen no es posible sin el apoyo de la metafísica, lo incorpóreo, lo superior, lo todopoderoso, sin la posibilidad de un azar inteligente, sin el temor a la condenación o el infierno. La difusión de la ignorancia, la prevalencia de la fuerza física y el tamaño, la formación de pareja, el acomodo laboral, la marginación, la discriminación, la provisión de dinero y alimento están ligadas a efectos a los que queremos verles causas naturales, pero como sabemos la razón no predomina, la intelectualidad es segregada, a veces combatida, el arte y la individualidad son minimizados en importancia y en nuestra vida social y laboral encontramos razones para pensar que “el sistema no es humano”. Nos duele decir que es superior y que aún así no se humaniza, y vienen guerras y ejecuciones, crímenes horrendos, explotación, miseria, soledad y situaciones que nos llevan a pensar que Dios no permitiría eso si existiera o en su defecto que no nacimos para gozar del amor, del placer, de la bonanza y el éxito, nacimos para pasar por tremendos aprietos, interactuar con un mecanismo efector, para ser puestos a prueba y esto último es más factible. Entonces la cruz es símbolo de la religión, por extensión, de la muerte, cuando es usada en tumbas y esquelas, pero ¿cuál es el símbolo de la incredulidad? Este debería ser un libro abierto, aunque no todos los ateos son aficionados a la lectura y amantes del conocimiento. Un campo desplaza a otro campo. A mayor preparación, menor religiosidad, etc. La hoz y el martillo más que la incredulidad simbolizan el marxismo, el socialismo o el comunismo y su cientificismo histórico. Simbolizan el poder político de las clases populares, el agricultor, el obrero, su preponderancia por encima de otros sectores. Así como la cruz ya no es identificada con el aparato de impartición de justicia tampoco la suástica es identificada con Buda, aunque Buda la porta en algunas representaciones. La suástica es identificada con el nazismo y el nazismo es asociado con el fascismo, el reaccionarismo, el racismo y el líder histórico del nazismo, y algunos la portan con orgullo igual que la cruz. Nadie lleva un signo de interrogación colgado al cuello, aunque sea signo de los tiempos, pasado y presente, como acertadamente lo cataloga la cubierta del famoso disco de Bob James.
tomado de Facebook, DEMOCRACIA DIRECTA ELECTRÓNICA
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