27 agosto 2012
por Ángel Pujalte Piñeiro
El desgaste y aprendizaje producido por el abuso del desplante, dejar ver lo deleznable de los asertos y del comportamiento del “mesías tropical y claque”, ya que con la novedad se va la sorpresa que causaban las audaces actuaciones de defensor de la justicia y desprotegidos, que “valientemente” enfrenta al “fantasma” de la “mafia que daña al pueblo bueno” dando la cara por todos, en lo cual la pérdida de sorpresa decanta el verdadero espíritu y consistencia del lance.
Uno de tantos problema principal del “vidente” es su incapacidad para presentar evidencias con capacidad probatoria. Es muy bueno para los chistoretes y dicharachos, pero no se le dan las comprobaciones sólidas ni los argumentos lógicos. Y no lo son, porque carecen de subestructura de información y de herramienta con que procesarla. El guru, claque y partidos de izquierda, todos juntos adolecen de muchas deficiencias. Después de inteligencia e información, sigue la falta de gente.
En esta elección presidencial y en la anterior no pudieron colocar a un observador en cada casilla electoral. Lo que descubre la penetración o alcance del partido, claque y mesías. La incapacidad para poner a un representante en cada casilla, es una inhabilitante limitación para hablar en nombre de toda la sociedad. Porque lo hacen a costa de incrementar la incongruencia del ridículo.
La falta de representante en cada casilla deja ver que carecen de gente que los conozca, crea y apueste a ellos. Y al no tener a una persona que en su nombre y representación vaya a cuidar la casilla, menos tendrán en esos lugares a quien debata y defienda los principios y posiciones ideológicas partidistas. Mucho menos quién organice y administre los aspectos estructurales y actividades partidarias en la localidad.
Tampoco tienen quien observe y le consten los hechos y la forma en la que se desarrolla la vida pública local, alguien que analice el status quo de los asuntos locales para buscar lo mejorable y elaborar propuestas de solución para los problemas específicos provinciales, para que en las próximas elecciones el partido se gane la voluntad de la población con ofertas especificas adecuadas a la problemática local. En vez de vaguedades y generalidades. O que por lo menos avise e informe al resto del país lo que sucede en el fondo de cada lugar del país.
Los únicos que tienen un chismoso en todas partes son el magisterio y los clericales. Donde al buscar las instituciones republicanas que debe haber en todas partes, resulta que faltan muchas en muchas partes. De allí que los que se deberían dedicar a otra cosa, se dedican a la grilla y los que deberían dedicarse a la grilla, en muchas partes ni los conocen.
Por eso sería bueno que la próxima corrección a la ley electoral contemple inhabilitar a los partidos para impugnar o cuestionar de cualquier forma a una casilla en la que no acreditaron a un representante formal. Por muy sospechosas que resulten las cuentas, ya que no les consta nada. Y si no pueden tener a un solo representante, sin ningún simpatizarte, menos van a poder gobernar.
Otro problema es la falta de preparación política, educativa y cultural de los correligionarios, seguidores, huestes o “tribus”. El nivel mental del grupo determina las metas y la forma de la lucha. En la medida que las capacidades mentales crecen se racionaliza el debate y en la que decrecen se salvajiza la confrontación. En esto hay que conceder que demasiados se regodean en el ridículo por deficientes y no por mala fe. En cuyo caso lo correspondiente es educación y cultura.
El desarrollo mental de los protagonistas y su resultante en el del lance, lo reflejan los elementos que cada quien hace participar. En nuestro caso, las evidencias más sólidas son unas gallinas, patos y un puerco, que no han querido declarar nada. Todos se hacen patos. Y en su desesperación el profeta tropical apela a que el “espurio”, aquél al que se ha pasado denostando y estorbando todo lo que pudo, todo el sexenio, sea el que aporte las pruebas, de lo que él afirma pero no puede probar. Lo que implicaría que el “espurio” se comprometa aceptando que algo hizo mal.
Si, así es. Después que el primer reclamo de recontar urnas no evidenció irregularidades, vino el del compro de votos. Después que no pudieron comprobar la compra de votos con tarjetas y utilitarios, presentan animales de granja. Y como nada de lo que presentan es evidencia real de nada, entonces ahora resulta que otros deben aportar las pruebas de lo que ellos afirman.
Ellos solo son muy buenos para con toda irresponsabilidad abrir la boca, porque no pueden respaldar sus asertos y es alguien más el que debe hacerlo. ¿De que están tan seguros sin evidencias? Con lo que muestran que lo que les falta es la extinta “Inquisición”. Nacieron unos cuantos siglos después. ¿Pero queda la duda de si hubiera torturado y quemado en leña verde al espurio o al legítimo?
El “legítimo” es simple vidente que se traslada entre mundos para espiar las maldades de los malos espíritus. Pero por su forma espiritual no puede levantar evidencias físicas, por lo que requiere que alguien material, como el “espurio”, sea el que recabe y aporte las evidencias físicas que él, como “ente espiritual” no puede. Dan más ganas de llorar que de reír.
Continúa....
por Ángel Pujalte Piñeiro
El desgaste y aprendizaje producido por el abuso del desplante, dejar ver lo deleznable de los asertos y del comportamiento del “mesías tropical y claque”, ya que con la novedad se va la sorpresa que causaban las audaces actuaciones de defensor de la justicia y desprotegidos, que “valientemente” enfrenta al “fantasma” de la “mafia que daña al pueblo bueno” dando la cara por todos, en lo cual la pérdida de sorpresa decanta el verdadero espíritu y consistencia del lance.
Uno de tantos problema principal del “vidente” es su incapacidad para presentar evidencias con capacidad probatoria. Es muy bueno para los chistoretes y dicharachos, pero no se le dan las comprobaciones sólidas ni los argumentos lógicos. Y no lo son, porque carecen de subestructura de información y de herramienta con que procesarla. El guru, claque y partidos de izquierda, todos juntos adolecen de muchas deficiencias. Después de inteligencia e información, sigue la falta de gente.
En esta elección presidencial y en la anterior no pudieron colocar a un observador en cada casilla electoral. Lo que descubre la penetración o alcance del partido, claque y mesías. La incapacidad para poner a un representante en cada casilla, es una inhabilitante limitación para hablar en nombre de toda la sociedad. Porque lo hacen a costa de incrementar la incongruencia del ridículo.
La falta de representante en cada casilla deja ver que carecen de gente que los conozca, crea y apueste a ellos. Y al no tener a una persona que en su nombre y representación vaya a cuidar la casilla, menos tendrán en esos lugares a quien debata y defienda los principios y posiciones ideológicas partidistas. Mucho menos quién organice y administre los aspectos estructurales y actividades partidarias en la localidad.
Tampoco tienen quien observe y le consten los hechos y la forma en la que se desarrolla la vida pública local, alguien que analice el status quo de los asuntos locales para buscar lo mejorable y elaborar propuestas de solución para los problemas específicos provinciales, para que en las próximas elecciones el partido se gane la voluntad de la población con ofertas especificas adecuadas a la problemática local. En vez de vaguedades y generalidades. O que por lo menos avise e informe al resto del país lo que sucede en el fondo de cada lugar del país.
Los únicos que tienen un chismoso en todas partes son el magisterio y los clericales. Donde al buscar las instituciones republicanas que debe haber en todas partes, resulta que faltan muchas en muchas partes. De allí que los que se deberían dedicar a otra cosa, se dedican a la grilla y los que deberían dedicarse a la grilla, en muchas partes ni los conocen.
Por eso sería bueno que la próxima corrección a la ley electoral contemple inhabilitar a los partidos para impugnar o cuestionar de cualquier forma a una casilla en la que no acreditaron a un representante formal. Por muy sospechosas que resulten las cuentas, ya que no les consta nada. Y si no pueden tener a un solo representante, sin ningún simpatizarte, menos van a poder gobernar.
Otro problema es la falta de preparación política, educativa y cultural de los correligionarios, seguidores, huestes o “tribus”. El nivel mental del grupo determina las metas y la forma de la lucha. En la medida que las capacidades mentales crecen se racionaliza el debate y en la que decrecen se salvajiza la confrontación. En esto hay que conceder que demasiados se regodean en el ridículo por deficientes y no por mala fe. En cuyo caso lo correspondiente es educación y cultura.
El desarrollo mental de los protagonistas y su resultante en el del lance, lo reflejan los elementos que cada quien hace participar. En nuestro caso, las evidencias más sólidas son unas gallinas, patos y un puerco, que no han querido declarar nada. Todos se hacen patos. Y en su desesperación el profeta tropical apela a que el “espurio”, aquél al que se ha pasado denostando y estorbando todo lo que pudo, todo el sexenio, sea el que aporte las pruebas, de lo que él afirma pero no puede probar. Lo que implicaría que el “espurio” se comprometa aceptando que algo hizo mal.
Si, así es. Después que el primer reclamo de recontar urnas no evidenció irregularidades, vino el del compro de votos. Después que no pudieron comprobar la compra de votos con tarjetas y utilitarios, presentan animales de granja. Y como nada de lo que presentan es evidencia real de nada, entonces ahora resulta que otros deben aportar las pruebas de lo que ellos afirman.
Ellos solo son muy buenos para con toda irresponsabilidad abrir la boca, porque no pueden respaldar sus asertos y es alguien más el que debe hacerlo. ¿De que están tan seguros sin evidencias? Con lo que muestran que lo que les falta es la extinta “Inquisición”. Nacieron unos cuantos siglos después. ¿Pero queda la duda de si hubiera torturado y quemado en leña verde al espurio o al legítimo?
El “legítimo” es simple vidente que se traslada entre mundos para espiar las maldades de los malos espíritus. Pero por su forma espiritual no puede levantar evidencias físicas, por lo que requiere que alguien material, como el “espurio”, sea el que recabe y aporte las evidencias físicas que él, como “ente espiritual” no puede. Dan más ganas de llorar que de reír.
Continúa....
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