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Este será un día para recordar. No queda claro si para bien o para mal. Por un lado finalmente terminó la docena trágica, los doce años de gobiernos panistas que dejaron a México en el inmovilismo económico y sumido en una guerra absurda, por no decir que ridícula.
Lo bueno: La salida de Felipe Calderón, un engendro como presidente que será recordado por los más de 80 mil muertos, todos mexicanos, que sacrificó para que la droga no llegara a los adictos norteamericanos.
Y todo para que en varios Estados de la Unión Americana los votantes decidieran aprobar la legalización del uso recreativo de la mariguana.
¿Qué habrá sentido Calderón tras esta bofetada a la dignidad de los mexicanos que él gobernaba?
¿Cómo explicar más de 80 mil muertos si los gringos de todos modos están legalizando el uso de la droga?
¿Alguien llamará a cuentas a Calderón por su irresponsabilidad y su sadismo contra los mexicanos?
Lo malo: El regreso al poder en México del salinismo más rancio. ¿Alguien me puede explicar por qué hay tantos salinistas en el gabinete de Peña Nieto? ¿Me podrían asegurar que Carlos Salinas de Gortari no es el verdadero poder tras el trono de Peña?
Los salinistas han vuelto para no irse más. No hay resistencia alguna contra ellos: el único partido de izquierda que había ya fue destruido gracias a la labor de AMLO y sus salinistas infiltrados en el PRD y el PAN está completamente desmembrado y no es más que una sucursal del PRI, del PRI de Salinas, por supuesto.
¿Alguien en su sano juicio piensa que otro partido que no sea el PRI ganará en México unas elecciones presidenciales mientras Carlos Salinas de Gortari permanezca con vida?
Los mexicano son idiotas. Votaron por el regreso del PRI. Y ahora nadie lo volverá a sacar del poder.
Este será un día para recordar. No queda claro si para bien o para mal. Por un lado finalmente terminó la docena trágica, los doce años de gobiernos panistas que dejaron a México en el inmovilismo económico y sumido en una guerra absurda, por no decir que ridícula.
Lo bueno: La salida de Felipe Calderón, un engendro como presidente que será recordado por los más de 80 mil muertos, todos mexicanos, que sacrificó para que la droga no llegara a los adictos norteamericanos.
Y todo para que en varios Estados de la Unión Americana los votantes decidieran aprobar la legalización del uso recreativo de la mariguana.
¿Qué habrá sentido Calderón tras esta bofetada a la dignidad de los mexicanos que él gobernaba?
¿Cómo explicar más de 80 mil muertos si los gringos de todos modos están legalizando el uso de la droga?
¿Alguien llamará a cuentas a Calderón por su irresponsabilidad y su sadismo contra los mexicanos?
Lo malo: El regreso al poder en México del salinismo más rancio. ¿Alguien me puede explicar por qué hay tantos salinistas en el gabinete de Peña Nieto? ¿Me podrían asegurar que Carlos Salinas de Gortari no es el verdadero poder tras el trono de Peña?
Los salinistas han vuelto para no irse más. No hay resistencia alguna contra ellos: el único partido de izquierda que había ya fue destruido gracias a la labor de AMLO y sus salinistas infiltrados en el PRD y el PAN está completamente desmembrado y no es más que una sucursal del PRI, del PRI de Salinas, por supuesto.
¿Alguien en su sano juicio piensa que otro partido que no sea el PRI ganará en México unas elecciones presidenciales mientras Carlos Salinas de Gortari permanezca con vida?
Los mexicano son idiotas. Votaron por el regreso del PRI. Y ahora nadie lo volverá a sacar del poder.
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