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Caos complejidad la conexión divina
Cierto día, (así empiezan las historias) llegó una de mis alumnas de física hecha un mar de llanto, Maestro, me decía,
-Mi experimento no funcionó y mañana tenemos que montar la feria de ciencias.-
-¿Como que no funcionó?-
-No se confirma la hipótesis.-
-Como la mayor parte de las hipótesis que se plantean a diario, tu hipótesis esta bien planteada, además tiene el valor de ser original y local, el desarrollo del experimento es correcto y también las conclusiones, porque para eso se hacen los experimentos, para confirmar o desechar hipótesis.-
Fue el único experimento que no confirmaba la hipótesis y los jueces les extrañó, pero la muchacha defendió sus conclusiones y ganó el premio en su categoría.
En mi articulo de la semana pasada, planteaba una hipótesis y me declaraba incapaz de hacer el desarrollo del experimento, pero planteaba la posibilidad de quienes tienen el conocimiento y la tecnología lo pudieran hacer en el futuro.
Mi amigos, que si saben de ciencia, me llamaron para decirme que si ahora iba cambiar de giro, me iba a poner un turbante, dejarme crecer la barba y poner mi carpa para leer la mano o las cartas.
Los tranquilicé y les dije que eso de leer el Tarot ya había quedado atrás y que simplemente trataba de comentar y elucubrar sobre los descubrimientos científicos de nuestros tiempos.
Como estos artículos no son académicos, ni tienen valor curricular, me dan la posibilidad de plantear las hipótesis que quiera por mas descabelladas que estas sean apoyadas en los nuevos descubrimientos.
En la semana pasada, ante el descubrimiento de los neurocientíficos de que la conciencia y los pensamientos no están alojados en ninguna parte del cerebro, ni son neuronas, ni conexiones, sino que son la relación de las redes neuronales, esto es “el codígo del conocimiento es un código relacional”, planteaba la hipótesis de que estos, siendo inmateriales pudieran migrar a otro contenedor en el momento de la muerte.
Hoy, abusando del recurso, quisiera plantear la hipótesis de la conexión con Dios.
Dicen los teólogos, que la relación con Dios es personal, la establecemos en ese soliloquio que tenemos cuando reflexionamos, meditamos o simplemente contemplamos.
En esos momentos de reposo activo, ”nos conectamos con el universo” , en la playa de Ensenada solía ver a personas sentadas en flor de loto, con las manos sobre las rodillas, los ojos entrecerrados y con la cara al mar meditar, lo mismo pasa en las montañas, en los desiertos, en los lugares tranquilos, pero aún en la vida diaria, durante momentos logramos estar con nosotros mismos y “conectarnos con el universo”.
Algunos meditan caminando, otros bajo un árbol, esto no se los recomiendo mucho, porque no necesariamente les va a caer una manzana y sacarán la teoría de la gravitación, es mas probable que un pájaro les haga una bromita.
La hipótesis que esta semana pongo a su consideración, es que la red neuronal de cada uno de nosotros, sea parte de una red universal, que como su nombre lo dice abarqué todo, incluso la del creador.
Trataré de explicarme. Como veíamos en los fractales, si no esta familiarizado con este concepto le recomiendo una serie de artículos que escribí sobre el tema
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2387
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2388
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2390
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2391
Vamos a suponer que tenemos a la vista un fractal con una forma definida, tomamos un punto, el cual no sabemos que forma tenga y lo amplificamos, aquí encontraremos la misma forma que teníamos anteriormente.
Si esto lo manejamos con el concepto de dimensiones que platicábamos en el anterior escrito, al amplificarlo estamos abriendo una dimensión oculta a nuestros sentidos y si de esta ampliación tomamos un punto y de nuevo lo ampliamos tendremos la misma figura, esa es la maravilla de los fractales y parece que con esta herramienta gráfica está hecho todo.
Una de las sorpresa que encontraron los estudiosos de los fractales, fue que el fractal de las redes neuronales era muy semejante al fractal del universo,
tomando en consideración estos dos hechos probados, junto con la explicación de la semántica de que el código se vincula con la representación de la forma,
podríamos establecer la hipótesis de que, bajo cierto respecto, las redes neuronales fueran parte del fractal del universo, luego la pregunta sería ¿y el universo, de que fractal es parte? y la única respuesta que se me ocurre es la de que sea parte del creador de este universo.
En palabras llanas y coloquiales, podríamos decir que “El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios” ¿dónde leí eso ¿ ¿dónde leí eso?
Cierto día, (así empiezan las historias) llegó una de mis alumnas de física hecha un mar de llanto, Maestro, me decía,
-Mi experimento no funcionó y mañana tenemos que montar la feria de ciencias.-
-¿Como que no funcionó?-
-No se confirma la hipótesis.-
-Como la mayor parte de las hipótesis que se plantean a diario, tu hipótesis esta bien planteada, además tiene el valor de ser original y local, el desarrollo del experimento es correcto y también las conclusiones, porque para eso se hacen los experimentos, para confirmar o desechar hipótesis.-
Fue el único experimento que no confirmaba la hipótesis y los jueces les extrañó, pero la muchacha defendió sus conclusiones y ganó el premio en su categoría.
En mi articulo de la semana pasada, planteaba una hipótesis y me declaraba incapaz de hacer el desarrollo del experimento, pero planteaba la posibilidad de quienes tienen el conocimiento y la tecnología lo pudieran hacer en el futuro.
Mi amigos, que si saben de ciencia, me llamaron para decirme que si ahora iba cambiar de giro, me iba a poner un turbante, dejarme crecer la barba y poner mi carpa para leer la mano o las cartas.
Los tranquilicé y les dije que eso de leer el Tarot ya había quedado atrás y que simplemente trataba de comentar y elucubrar sobre los descubrimientos científicos de nuestros tiempos.
Como estos artículos no son académicos, ni tienen valor curricular, me dan la posibilidad de plantear las hipótesis que quiera por mas descabelladas que estas sean apoyadas en los nuevos descubrimientos.
En la semana pasada, ante el descubrimiento de los neurocientíficos de que la conciencia y los pensamientos no están alojados en ninguna parte del cerebro, ni son neuronas, ni conexiones, sino que son la relación de las redes neuronales, esto es “el codígo del conocimiento es un código relacional”, planteaba la hipótesis de que estos, siendo inmateriales pudieran migrar a otro contenedor en el momento de la muerte.
Hoy, abusando del recurso, quisiera plantear la hipótesis de la conexión con Dios.
Dicen los teólogos, que la relación con Dios es personal, la establecemos en ese soliloquio que tenemos cuando reflexionamos, meditamos o simplemente contemplamos.
En esos momentos de reposo activo, ”nos conectamos con el universo” , en la playa de Ensenada solía ver a personas sentadas en flor de loto, con las manos sobre las rodillas, los ojos entrecerrados y con la cara al mar meditar, lo mismo pasa en las montañas, en los desiertos, en los lugares tranquilos, pero aún en la vida diaria, durante momentos logramos estar con nosotros mismos y “conectarnos con el universo”.
Algunos meditan caminando, otros bajo un árbol, esto no se los recomiendo mucho, porque no necesariamente les va a caer una manzana y sacarán la teoría de la gravitación, es mas probable que un pájaro les haga una bromita.
La hipótesis que esta semana pongo a su consideración, es que la red neuronal de cada uno de nosotros, sea parte de una red universal, que como su nombre lo dice abarqué todo, incluso la del creador.
Trataré de explicarme. Como veíamos en los fractales, si no esta familiarizado con este concepto le recomiendo una serie de artículos que escribí sobre el tema
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2387
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2388
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2390
http://losbarbarosdelnorte.com/html/...ewtopic&t=2391
Vamos a suponer que tenemos a la vista un fractal con una forma definida, tomamos un punto, el cual no sabemos que forma tenga y lo amplificamos, aquí encontraremos la misma forma que teníamos anteriormente.
Si esto lo manejamos con el concepto de dimensiones que platicábamos en el anterior escrito, al amplificarlo estamos abriendo una dimensión oculta a nuestros sentidos y si de esta ampliación tomamos un punto y de nuevo lo ampliamos tendremos la misma figura, esa es la maravilla de los fractales y parece que con esta herramienta gráfica está hecho todo.
Una de las sorpresa que encontraron los estudiosos de los fractales, fue que el fractal de las redes neuronales era muy semejante al fractal del universo,
tomando en consideración estos dos hechos probados, junto con la explicación de la semántica de que el código se vincula con la representación de la forma,
podríamos establecer la hipótesis de que, bajo cierto respecto, las redes neuronales fueran parte del fractal del universo, luego la pregunta sería ¿y el universo, de que fractal es parte? y la única respuesta que se me ocurre es la de que sea parte del creador de este universo.
En palabras llanas y coloquiales, podríamos decir que “El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios” ¿dónde leí eso ¿ ¿dónde leí eso?
