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¿Construimos nuestra realidad?
Cuando usted era niño ¿imaginó alguna vez que todo en su entorno aparecía justo en el momento que usted entraba en escena, para luego quedar quieto cuando usted salía de ella y luego volver de nuevo a la actividad cuando regresara?
Lo refiero a su infancia porque es justo la edad donde nos atrevemos a plantearnos ideas sin importar que tan “reales” puedan ser.
La física cuántica, fundamental para el estudio de las partículas atómicas ha ido escalando en la complejidad haciendo aportaciones fantásticas, el mundo de hoy no sería el mismo sin esta física.
La electrónica, la química, la biología, sociología y muchas otras se han potenciado de esta física.
Filósofos, magos, chamanes, metafísicos, teólogos han extrapolado los fenómenos de la física cuántica para apoyar los propios, cayendo frecuentemente en la charlatanería.
Pero hoy son los físicos cuánticos los que se lanzan a la aventura de tratar de explicar en forma racional fenómenos a los que la ciencia “dura” no se atrevía entrar.
Las hipótesis que lanzan resultan asombrosas por el fundamento de una ciencia exacta y una de ellas es la que propone que la conciencia es la que genera la realidad.
Sabemos que la vida se apoya en la materia y que la conciencia es soportada por la vida, ahora sabemos que en el orden inverso, la conciencia le da orden a la vida y esta a la materia.
Pero desde el punto de vista de la física, ni siquiera sabemos en que parte del cerebro radica la conciencia, lo último que los neurocientíficos nos han dicho es que no está en un lugar determinado del cerebro, no está formada por conexiones neuronales, sino que probablemente sea una relación lógica de las redes neuronales.
Para los físicos y químicos resulta un dolor de cabeza explicar como un grupo de moléculas pueden crear conciencia, ni siquiera en temas tan sencillos como el disfrutar de la belleza de un atardecer, la emoción de ver sonreír a un niño, etc.
La hipótesis de que la conciencia es la que genera la realidad se apoya en algunos fenómenos cuánticos que nos parecen ilógicos y que riñen con principios que hemos aceptado desde hace siglos.
El primero es el principio de incertidumbre de Heinsenberg, no se pueden medir con precisión dos variables de una partícula como por ejemplo su posición y velocidad, lo que lleva a los físicos afirmar que una partícula puede esta en dos lados a la vez y que su posición se determinara en el momento de medirla.
Esto los lleva a afirmar, después de un largo desarrollo, que el componente fundamental de la realidad es la información.
Lo cual significa que la información es la parte central en todos los fenómenos naturales y sociales.
Luego pues, las unidades fundamental de la realidad, ya no serían la materia o la energía sino la información.
Dicho en forma sencilla, lo que importa de los que nos rodea, no son los fragmentos de materia o energía, sino la información que contienen.
En mecánica cuántica nos se puede decir que algo exista hasta que no se haya medido, esto es, no podemos decir que hay un átomo en algún lugar si no lo hemos medido.
Se necesita interactuar con ese átomo para saber que existe.
Nuestra interacción con el mundo es fundamental para que exista el mundo, por eso las unidades de información son las que crean la realidad, no las unidades de materia o energía.
En este momento, donde esté usted, estará bombardeado por decenas de frecuencias que no percibe y al no poder interactuar con ellas no forman parte de su realidad.
La percepción crea nuestra realidad, complementada con los recuerdos y otros trucos que al cerebro le gusta hacer al interactuar con el mundo.
Pero si una partícula puede estar en varios sitios a la vez, en el momento de interactuar con ella ¿cual es el lugar que va a tomar?
Pero cuando decimos interactuar ¿no deberíamos de decir recibir? Ya que estamos percibiendo la realidad ¿o también podemos cambiarla?
La física clásica nos dice que si sobre tu escritorio tienes una taza la puedes llevar al lavaplatos y cambiar tu realidad, pero a nivel partícula, ¿puede nuestra conciencia modificar una o varias partículas?
Parece que sí y entramos a otro experimento de la física cuántica, la teoría del observador, Cuando se hacía el experimento de la doble rejilla se encontró que la luz se comportaba como onda, pero si aparecía un observador esta se comportaba como partícula, ¿la partícula se daba cuenta que la observaban? Esto parece demasiado absurdo, siendo la partícula tan elemental ¿cómo puede suceder esto?
Durante años se discutió si la luz eran partículas o una onda electromagnética, finalmente se llegó a la conclusión salomónica que era las dos cosas, conclusión que si ven zanjaba la discusión de la naturaleza de la luz ponía de cabeza todo empezando por redefinir que era la materia y que era la energía.
Pero para agravar el problema, sucedía que cuando la luz se estaba comportando como onda y la observabas se colapsaba en partícula, ¡Houston tenemos problemas¡ ¿Que mas estamos cambiando al observarlo? ¿cómo era la realidad antes de observarla? ¿Quien observaba el universo antes de que existiera el hombre?
La primera vez que leí esta teoría me surgió una pregunta que no respondían en el artículo ¿cómo sabían que la luz se estaba comportando como onda si no la estaban viendo? Por lo que me metí a buscar los detalles del experimento.
Al entrar a buscar, me di cuenta que era un experimento que se había repetido muchas veces, hoy entré a revisar el experimento que hicieron en el 2012 en el Instituto de Neuro Computación de la Universidad de California.
En este reporte dan detalle de como aislaron y midieron el experimento, hicieron 250 sesiones con 137 personas y comprobaron que la intensidad del campo disminuyó casi a cero como lo tenían estimado a 10 a la menos 6 para ser exactos.
¿Cómo sucede esto? Un misterio en el corazón de la física cuántica, diría el gran físico Richard Feynman.
Aunque San Agustìn de Hipona en el año 396 afirmaba:
“En cuanto a las cosas que tu hiciste Señor, nosotros las vemos porque existen y existen porque tu las ves”
¿Que mas puede modificar la conciencia?
Esto fue previo a los avatares de la cuántica, luego releí las memorias del experimento y traté de reflexionar y llegué a la conclusión particular que puede ser errónea que es la presencia y no la conciencia la que colapsa la función de onda
Marcos Barraza Urquidi
Cuando usted era niño ¿imaginó alguna vez que todo en su entorno aparecía justo en el momento que usted entraba en escena, para luego quedar quieto cuando usted salía de ella y luego volver de nuevo a la actividad cuando regresara?
Lo refiero a su infancia porque es justo la edad donde nos atrevemos a plantearnos ideas sin importar que tan “reales” puedan ser.
La física cuántica, fundamental para el estudio de las partículas atómicas ha ido escalando en la complejidad haciendo aportaciones fantásticas, el mundo de hoy no sería el mismo sin esta física.
La electrónica, la química, la biología, sociología y muchas otras se han potenciado de esta física.
Filósofos, magos, chamanes, metafísicos, teólogos han extrapolado los fenómenos de la física cuántica para apoyar los propios, cayendo frecuentemente en la charlatanería.
Pero hoy son los físicos cuánticos los que se lanzan a la aventura de tratar de explicar en forma racional fenómenos a los que la ciencia “dura” no se atrevía entrar.
Las hipótesis que lanzan resultan asombrosas por el fundamento de una ciencia exacta y una de ellas es la que propone que la conciencia es la que genera la realidad.
Sabemos que la vida se apoya en la materia y que la conciencia es soportada por la vida, ahora sabemos que en el orden inverso, la conciencia le da orden a la vida y esta a la materia.
Pero desde el punto de vista de la física, ni siquiera sabemos en que parte del cerebro radica la conciencia, lo último que los neurocientíficos nos han dicho es que no está en un lugar determinado del cerebro, no está formada por conexiones neuronales, sino que probablemente sea una relación lógica de las redes neuronales.
Para los físicos y químicos resulta un dolor de cabeza explicar como un grupo de moléculas pueden crear conciencia, ni siquiera en temas tan sencillos como el disfrutar de la belleza de un atardecer, la emoción de ver sonreír a un niño, etc.
La hipótesis de que la conciencia es la que genera la realidad se apoya en algunos fenómenos cuánticos que nos parecen ilógicos y que riñen con principios que hemos aceptado desde hace siglos.
El primero es el principio de incertidumbre de Heinsenberg, no se pueden medir con precisión dos variables de una partícula como por ejemplo su posición y velocidad, lo que lleva a los físicos afirmar que una partícula puede esta en dos lados a la vez y que su posición se determinara en el momento de medirla.
Esto los lleva a afirmar, después de un largo desarrollo, que el componente fundamental de la realidad es la información.
Lo cual significa que la información es la parte central en todos los fenómenos naturales y sociales.
Luego pues, las unidades fundamental de la realidad, ya no serían la materia o la energía sino la información.
Dicho en forma sencilla, lo que importa de los que nos rodea, no son los fragmentos de materia o energía, sino la información que contienen.
En mecánica cuántica nos se puede decir que algo exista hasta que no se haya medido, esto es, no podemos decir que hay un átomo en algún lugar si no lo hemos medido.
Se necesita interactuar con ese átomo para saber que existe.
Nuestra interacción con el mundo es fundamental para que exista el mundo, por eso las unidades de información son las que crean la realidad, no las unidades de materia o energía.
En este momento, donde esté usted, estará bombardeado por decenas de frecuencias que no percibe y al no poder interactuar con ellas no forman parte de su realidad.
La percepción crea nuestra realidad, complementada con los recuerdos y otros trucos que al cerebro le gusta hacer al interactuar con el mundo.
Pero si una partícula puede estar en varios sitios a la vez, en el momento de interactuar con ella ¿cual es el lugar que va a tomar?
Pero cuando decimos interactuar ¿no deberíamos de decir recibir? Ya que estamos percibiendo la realidad ¿o también podemos cambiarla?
La física clásica nos dice que si sobre tu escritorio tienes una taza la puedes llevar al lavaplatos y cambiar tu realidad, pero a nivel partícula, ¿puede nuestra conciencia modificar una o varias partículas?
Parece que sí y entramos a otro experimento de la física cuántica, la teoría del observador, Cuando se hacía el experimento de la doble rejilla se encontró que la luz se comportaba como onda, pero si aparecía un observador esta se comportaba como partícula, ¿la partícula se daba cuenta que la observaban? Esto parece demasiado absurdo, siendo la partícula tan elemental ¿cómo puede suceder esto?
Durante años se discutió si la luz eran partículas o una onda electromagnética, finalmente se llegó a la conclusión salomónica que era las dos cosas, conclusión que si ven zanjaba la discusión de la naturaleza de la luz ponía de cabeza todo empezando por redefinir que era la materia y que era la energía.
Pero para agravar el problema, sucedía que cuando la luz se estaba comportando como onda y la observabas se colapsaba en partícula, ¡Houston tenemos problemas¡ ¿Que mas estamos cambiando al observarlo? ¿cómo era la realidad antes de observarla? ¿Quien observaba el universo antes de que existiera el hombre?
La primera vez que leí esta teoría me surgió una pregunta que no respondían en el artículo ¿cómo sabían que la luz se estaba comportando como onda si no la estaban viendo? Por lo que me metí a buscar los detalles del experimento.
Al entrar a buscar, me di cuenta que era un experimento que se había repetido muchas veces, hoy entré a revisar el experimento que hicieron en el 2012 en el Instituto de Neuro Computación de la Universidad de California.
En este reporte dan detalle de como aislaron y midieron el experimento, hicieron 250 sesiones con 137 personas y comprobaron que la intensidad del campo disminuyó casi a cero como lo tenían estimado a 10 a la menos 6 para ser exactos.
¿Cómo sucede esto? Un misterio en el corazón de la física cuántica, diría el gran físico Richard Feynman.
Aunque San Agustìn de Hipona en el año 396 afirmaba:
“En cuanto a las cosas que tu hiciste Señor, nosotros las vemos porque existen y existen porque tu las ves”
¿Que mas puede modificar la conciencia?
Esto fue previo a los avatares de la cuántica, luego releí las memorias del experimento y traté de reflexionar y llegué a la conclusión particular que puede ser errónea que es la presencia y no la conciencia la que colapsa la función de onda
Marcos Barraza Urquidi
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