De un verdadero líder... e impulsor de la democracia...
Llamado a la nación del Ing. Manuel J. Clouthier, candidato presidencial del Partido Acción Nacional al iniciar su campaña política en Dolores Hidalgo, Gto., el 11 de diciembre de 1987.
Mexicanos:
Hace 177 años, aquí en Dolores, Don Miguel Hidalgo y Costilla inició la lucha que le dio a la nación mexicana la libertad, la independencia y la soberanía.
En este mismo sitio el Padre de la Patria exhortó al pueblo a tomar en sus manos su destino, a sacudirse el dominio político, social y económico de la colonia y a darse un nuevo orden de libertad y justicia. La convocatoria que en este lugar hizo el Cura Hidalgo fue secundada por el pueblo, porque la nación mexicana hacía tiempo que estaba madura para su emancipación. Lo primero que Don Miguel Hidalgo hizo al iniciar la liberación nacional fue abrir la prisión, posteriormente proclamó la abolición de la esclavitud y la aniquilación de los estancos y monopolios así como la derogación de los excesivos tributos que la corona española había impuesto al pueblo.
Hoy estamos aquí para darle un nuevo impulso a la independencia nacional. La lucha de ayer fue para liberarnos del coloniaje externo, ahora, de cara al futuro, iniciaremos una batalla para romper el avasallamiento interno que nos han impuesto los regímenes del priato.
Llegamos a Dolores Hidalgo, a esta Cuna de la Independencia, a iniciar una nueva batalla en favor de la nación mexicana. Una nueva lucha para restaurar la soberanía del pueblo y para reivindicar los derechos que a la sociedad le han sido sustraídos y arrebatados por un sistema político antidemocrático e injusto.
No se trata de un acto simbólico. Es el comienzo real de un nuevo movimiento cívico nacional para liberar a la nación de la colonización presidencialista y el paternalismo practicado por el grupo que monopoliza a espaldas del pueblo el poder político en México desde hace más de medio siglo.
Por eso desde el mismo lugar donde se inició la independencia hago un llamado a todos los ciudadanos de México a enrolarse a participar con entusiasmo y pasión en la construcción de una nueva patria ordenada y generosa.
Esta nueva lucha política será pacífica y civilizada, porque nuestra campaña es constructiva y no de desorden o violencia. Por eso será profundamente estabilizadora. Entendiendo la estabilidad política como el orden social en la justicia, la libertad y la democracia.
Será una nueva gesta heroica de toda la sociedad, porque no se trata de repetir la negra historia de los caudillos mesiánicos, que primero suplantan los deberes y las responsabilidades que cada uno de los ciudadanos y las organizaciones sociales intermedias tienen en la solución de sus propios problemas y luego les secuestran los derechos y las libertades más fundamentales. Todo lo contrario, la campaña que hoy iniciamos tiene como principio inspirador toral: Que cada mexicano asuma a plenitud el papel que le corresponde en el cambio político que proponemos, con todos sus costos, sus deberes y sus derechos.
Esta movilización ciudadana tiene por objetivo fundamental enderezar al país. Poner a la sociedad civil en el lugar que naturalmente le corresponde y expulsar al gobierno de las áreas que ilegítimamente ha invadido en la política, en la educación y en la economía. Como candidato a la Presidencia de la República por el PAN convoco a todos los mexicanos de buena voluntad a sumarse a esta campaña del cambio democrático y solidario para México.
En nuestra Convención Nacional celebrada el pasado mes de noviembre los miembros de Acción Nacional estudiamos, discutimos y aprobamos una plataforma política que contiene la pauta del cambio político que ofrecemos al pueblo de México. Es un documentos que contiene soluciones reales y viables a los problemas que lastiman a todos los mexicanos. Es un programa de gobierno que habrá de hacerse realidad gracias al éxito del movimiento cívico que hoy iniciamos. Tenemos pues programa, soluciones y proposiciones viables y no sólo hacemos críticas.
Por supuesto que seguiremos señalando con toda crudeza y dureza los errores del gobierno, porque éste es el culpable de la ruina nacional, pero al lado de ellas estará siempre nuestra propuesta de cambio.
El cambio que proponemos se sintetiza en diez grandes líneas:
1.- Poner límites al poder, a través del sufragio efectivo, el respeto a los derechos humanos, hacer realidad el federalismo, el municipio libre, la división de poderes, reorganizar la administración pública, democratizar el Distrito Federal y dar amplio margen a las libertades políticas.
2.- Adaptar de una vez por todas las relaciones Iglesia-Estado a las condiciones reales de la sociedad mexicana, sobre la base del respeto a los derechos humanos y la libertad de conciencia. Queremos vivir en el siglo XXI y no encadenados al siglo XIX.
3.- Reconstruiremos la economía, bajo el principio de subsidiariedad, tanta sociedad como sea posible y sólo tanto gobierno como sea necesario, rediseñaremos el papel del Estado en el que hacer económico. Renegociaremos con criterio de equidad y justicia la deuda externa y la deuda interna, haremos menos gravosa la carga fiscal que actualmente pesa sobre el pueblo. Acabaremos con la inflación y la carestía, ésta tiene origen político y portante sólo podrá combatirse eficazmente el aumento de precios, si cambiamos el actual sistema político que abusa de la política económica para fines de sostener en el poder al mismo grupo que empobrece al pueblo.
4.- Haremos realidad el principio de Tierra y Libertad, dando la propiedad de las parcelas a los ejidatarios y que los campesinos decidan por sí mismo, sin imposiciones, el régimen de tenencia de la tierra que quieran para sus bienes. Protegeremos decididamente la pequeña propiedad, y a través de una política agropecuaria moderna propiciaremos que los productores agricultores eleven su nivel de vida.
5.- Haremos una política de desarrollo socio-económico armónico en la que la industria, el comercio y el turismo tengan como finalidad no sólo el crecimiento económico y el aumento del producto interno bruto, sino la distribución del ingreso y sobre todo que los mexicanos eleven su bienestar.
6.- Combatiremos severamente la degradación del medio ambiente y la contaminación.
Llamado a la nación del Ing. Manuel J. Clouthier, candidato presidencial del Partido Acción Nacional al iniciar su campaña política en Dolores Hidalgo, Gto., el 11 de diciembre de 1987.
Mexicanos:
Hace 177 años, aquí en Dolores, Don Miguel Hidalgo y Costilla inició la lucha que le dio a la nación mexicana la libertad, la independencia y la soberanía.
En este mismo sitio el Padre de la Patria exhortó al pueblo a tomar en sus manos su destino, a sacudirse el dominio político, social y económico de la colonia y a darse un nuevo orden de libertad y justicia. La convocatoria que en este lugar hizo el Cura Hidalgo fue secundada por el pueblo, porque la nación mexicana hacía tiempo que estaba madura para su emancipación. Lo primero que Don Miguel Hidalgo hizo al iniciar la liberación nacional fue abrir la prisión, posteriormente proclamó la abolición de la esclavitud y la aniquilación de los estancos y monopolios así como la derogación de los excesivos tributos que la corona española había impuesto al pueblo.
Hoy estamos aquí para darle un nuevo impulso a la independencia nacional. La lucha de ayer fue para liberarnos del coloniaje externo, ahora, de cara al futuro, iniciaremos una batalla para romper el avasallamiento interno que nos han impuesto los regímenes del priato.
Llegamos a Dolores Hidalgo, a esta Cuna de la Independencia, a iniciar una nueva batalla en favor de la nación mexicana. Una nueva lucha para restaurar la soberanía del pueblo y para reivindicar los derechos que a la sociedad le han sido sustraídos y arrebatados por un sistema político antidemocrático e injusto.
No se trata de un acto simbólico. Es el comienzo real de un nuevo movimiento cívico nacional para liberar a la nación de la colonización presidencialista y el paternalismo practicado por el grupo que monopoliza a espaldas del pueblo el poder político en México desde hace más de medio siglo.
Por eso desde el mismo lugar donde se inició la independencia hago un llamado a todos los ciudadanos de México a enrolarse a participar con entusiasmo y pasión en la construcción de una nueva patria ordenada y generosa.
Esta nueva lucha política será pacífica y civilizada, porque nuestra campaña es constructiva y no de desorden o violencia. Por eso será profundamente estabilizadora. Entendiendo la estabilidad política como el orden social en la justicia, la libertad y la democracia.
Será una nueva gesta heroica de toda la sociedad, porque no se trata de repetir la negra historia de los caudillos mesiánicos, que primero suplantan los deberes y las responsabilidades que cada uno de los ciudadanos y las organizaciones sociales intermedias tienen en la solución de sus propios problemas y luego les secuestran los derechos y las libertades más fundamentales. Todo lo contrario, la campaña que hoy iniciamos tiene como principio inspirador toral: Que cada mexicano asuma a plenitud el papel que le corresponde en el cambio político que proponemos, con todos sus costos, sus deberes y sus derechos.
Esta movilización ciudadana tiene por objetivo fundamental enderezar al país. Poner a la sociedad civil en el lugar que naturalmente le corresponde y expulsar al gobierno de las áreas que ilegítimamente ha invadido en la política, en la educación y en la economía. Como candidato a la Presidencia de la República por el PAN convoco a todos los mexicanos de buena voluntad a sumarse a esta campaña del cambio democrático y solidario para México.
En nuestra Convención Nacional celebrada el pasado mes de noviembre los miembros de Acción Nacional estudiamos, discutimos y aprobamos una plataforma política que contiene la pauta del cambio político que ofrecemos al pueblo de México. Es un documentos que contiene soluciones reales y viables a los problemas que lastiman a todos los mexicanos. Es un programa de gobierno que habrá de hacerse realidad gracias al éxito del movimiento cívico que hoy iniciamos. Tenemos pues programa, soluciones y proposiciones viables y no sólo hacemos críticas.
Por supuesto que seguiremos señalando con toda crudeza y dureza los errores del gobierno, porque éste es el culpable de la ruina nacional, pero al lado de ellas estará siempre nuestra propuesta de cambio.
El cambio que proponemos se sintetiza en diez grandes líneas:
1.- Poner límites al poder, a través del sufragio efectivo, el respeto a los derechos humanos, hacer realidad el federalismo, el municipio libre, la división de poderes, reorganizar la administración pública, democratizar el Distrito Federal y dar amplio margen a las libertades políticas.
2.- Adaptar de una vez por todas las relaciones Iglesia-Estado a las condiciones reales de la sociedad mexicana, sobre la base del respeto a los derechos humanos y la libertad de conciencia. Queremos vivir en el siglo XXI y no encadenados al siglo XIX.
3.- Reconstruiremos la economía, bajo el principio de subsidiariedad, tanta sociedad como sea posible y sólo tanto gobierno como sea necesario, rediseñaremos el papel del Estado en el que hacer económico. Renegociaremos con criterio de equidad y justicia la deuda externa y la deuda interna, haremos menos gravosa la carga fiscal que actualmente pesa sobre el pueblo. Acabaremos con la inflación y la carestía, ésta tiene origen político y portante sólo podrá combatirse eficazmente el aumento de precios, si cambiamos el actual sistema político que abusa de la política económica para fines de sostener en el poder al mismo grupo que empobrece al pueblo.
4.- Haremos realidad el principio de Tierra y Libertad, dando la propiedad de las parcelas a los ejidatarios y que los campesinos decidan por sí mismo, sin imposiciones, el régimen de tenencia de la tierra que quieran para sus bienes. Protegeremos decididamente la pequeña propiedad, y a través de una política agropecuaria moderna propiciaremos que los productores agricultores eleven su nivel de vida.
5.- Haremos una política de desarrollo socio-económico armónico en la que la industria, el comercio y el turismo tengan como finalidad no sólo el crecimiento económico y el aumento del producto interno bruto, sino la distribución del ingreso y sobre todo que los mexicanos eleven su bienestar.
6.- Combatiremos severamente la degradación del medio ambiente y la contaminación.
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